Partida Rol por web

Jurina asiente al comentario de Gheorghe sobre lo que dice y añade:

Bueno, los vampiros son como otros seres, peligrosos si les tratas como no debes, aunque una quimera me parece bastante más peligrosa, aunque nunca diré que no a ese ofrecimiento de alguien como usted. De hecho, estoy segura que sus capacidades son mucho más sorprendentes de lo que parecen

Tras lo dicho por sus dos interlocutores sonríe levemente y añade con tranquilidad:

Me sucede como a Gheorghe, no tengo problemas económicos, al menos en el mundo Muggle. Tengo varias propiedades en Japón y las redes sociales son una buena fuente de ingresos. Por cierto, mi cuenta es @JuriWorld. Digamos que me interesa más saber lo que ha sucedido. Digamos que en el mundo mágico me dedico a conocer cosas poco convencionales

Con gran rapidez aplica algunos filtros y termina de editar la foto y sigue hablando:

Y ahora que lo dices. Sí que es bastante raro que hayan pasado tantas cosas. ¿Se han quedado de pronto sin Aurores, ha pasado todo de pronto o es que lo han ido acumulando hasta que ya no podían más?

- Yo me he estado preguntando lo mismo...

Tenía sentimientos encontrados con lo que decía Gheorghe. Por un lado, le agradecía muchísimo su ofrecimiento. Era un buen mago y muy generoso. Por otro lado, ¿se ofrecía precisamente a las mujeres por el hecho de serlo? ¿Le conducía el paternalismo tan arraigado en los hombres? No quería pensar así de él, pero, a veces, no podía evitar ponerse a la defensiva con ese tipo de comentarios.

Se sintió un poco mal, y no dijo nada. Tan solo se limitó a hacer un gesto de agradecimiento, mirándolo con una gratitud genuina.

Escuchó la conversación que se sucedió, y Evangeline prefirió no intervenir. No era como ellos. No tenía tantos recursos ni dinero. Las redes sociales le valían para desahogarse un poco y visibilizar a la mujer en el mundo del fitness y el deporte, pero ninguna marca había colaborado con ella jamás. Y su trabajo en el MACUSA tampoco es que le diera mucho dinero. Cobraba todos los meses, eso sí, pero no una gran cantidad de dinero.

Sin embargo, la conversación siguiente sí que le llamó la atención: especular qué demonios ocurría dentro del Ministerio Ibérico, y por qué había decidido tomar la decisión de pedir ayuda para ciertas tareas era algo que le espinaba.

—Honestly, a veces me pregunto si esto es una excusa, y nos han traído aquí por otra razón— dijo, encogiéndose de hombros. 

Jurina alza los hombros y los brazos en un gesto de duda mientras mira al camarero del lugar y le hace una indicación para que se acerque:

Pues sea el motivo que sea ya estamos aquí… así que lo mejor será hacer algo… Los ministerios de magia son muy suyos y seguramente es mejor para el prestigio del ministerio de aquí decir que es una investigación independiente o un caso excepcional como este que admitir que se han quedado sin Aurores…

Mira la hora comprobando la hora que es y añade:

De hecho, creo que tengo un poco de hambre y me da que los demás van a tardar aun un poco en llagar… tengo entendido que en España tienen algo llamado “Tapas” que se suele comer en situaciones así.

Cuando llega el camarero sonríe y dice:

Hola, ¿podría traerme un refresco de cola light y la tapa que sea especialidad del lugar?

Mira a los dos magos y añade:

¿Queréis algo?

- Una pinta de cerveza, y será mejor que traiga muchas tapas, tengo hambre... muchas.

Gheorghe parecía pensativo.

- Algunos de los demás no quisieron quedarse después de las entrevistas y se fueron directamente a sus misiones, espero que estén bien... Me sigue preocupando que todo esto no sean hechos aislados y que vayan a caer en emboscadas. Si el ministerio se quedó sin aurores por ir enviándolos en solitario a misiones como éstas, sería enormente irresponsable por su parte llamar a magos desconocidos y enviarlos en solitario a hacer lo mismo. Si tienen aurores pero están ocupados en otras cosas y creen que son misiones menores que cualquier mago un poco formado puede solucionar, me parece irresponsable su cortedad de miras. En fin... si han querido trabajar en solitario poco puedo... podemos... hacer por ellos. A ver qué piensan los demás. Andrés supongo que será partidario de colaborar, porque de hecho mis instrucciones son colaborar con él. Los blackwood... ufff. A ver. No parecen gente fácil de tratar, espero que solo fuese que yo les caigo mal y no algo más profundo. De los demás ni siquiera tengo ninguna impresión inicial, no sé cuales son sus pensamientos. Me apostaría además que alguno de los que fue convocado ha rechazado el trabajo.

El camarero trajo la bebida que les pidieron y también les trajo unas aceitunas. Luego les tendió la carta para que pudieran elegir lo que quisieran tomar. Porque la tapa había consistido solo en eso, y si querían algo más, tendrían que elegir raciones o e menú del día.

Gheorghe pidió media docena de raciones y otra pinta (aún no había ni empezado la primera)

- ¿Vosotros queréis algo? Invito yo.

Jurina escuchaba a Gheorge asintiendo, cuando llega el camarero con el menú:

Yo tomaré el menú del día… me gusta probar ese tipo de cosas… muy amable por su invitación, a la próxima invito yo

Comentaba mientras entregaba la carta al camarero con una sonrisa, cuando este se marcha comienza a hablar de de nuevo:

Si, bueno, ese matrimonio me pareció que estaban demasiado seguros de sí mismos… así que no contaría con su colaboración, son los típicos magos de buena familia que piensan que solo por eso son mejores que cualquier otro.

Cualquiera diría que Jurina iba a escupir en ese momento por la mirada que tenía, lo cierto era que odiaba a esa clase de magos que infravaloran a los demás:

Entonces… piensa de la misma forma que lo hago yo sobre el asunto de las misiones y creo que una vez terminemos de comer sería buena idea comenzar a ponernos en marcha. Supongo que hasta la noche no podré visitar a los vampiros, ya sabe, es de mala educación despertar a la gente cuando duerme, así que podemos empezar por su investigación

Comenta mientras miraba a Evangeline

El camarero sirvió la comida que Jurina había pedido y todo lo que Gheorge había pedido. Mientras tanto seguían charlando y esperando a que el resto llegasen (si es que llegaban...)

Lo cierto era que la comida no le atraía demasiado. Había probado mucha porquería en Nueva York, y estaba dispuesta a hacerlo en Madrid, pero no era esa la razón por la que tenía el estómago cerrado. Tenía algo de ansiedad por empezar a investigar, y sentía que perdía el tiempo sentada.

Negó con la cabeza, mirando al camarero, y sonrió ante Jurina y Gheorghe al ver lo generosos que eran. Ella solía ser más bien tímida, y le daba corte ir invitando a la gente. Cuando lo hizo en una ocasión hubo una discusión acerca de si su invitado no podía permitirse comer en el lugar. Evangeline no supo qué decir en aquella circunstancia, y se limitó a encogerse en la silla, avergonzada, sin saber qué decir, y sin entender muy bien cómo había desembocado el invitar a una lucha de clases y a tomarse el gesto como un insulto hacia la clase trabajadora. Desde aquel momento, ella era partidaria de dividir la comida y la propina a razón de lo que cada comensal había decidido pedir.

Salió de su ensimismamiento al escuchar el apellido Blackwood, que o bien no conocía, o bien no recordaba. Era muy mala con los nombres y le dio vergüenza preguntar, por lo que se limitó a escuchar la conversación. Creyó caer en la cuenta de quiénes eran al final, y se dijo mentalmente que no debía de olvidarlo.

Miró a Jurina cuando se dirigió a ella, y se rascó la nariz, algo nerviosa.

—Yo he pensado en comenzar por preguntar en el Ministerio— dijo—. Después de que me termine el café comenzaré a indagar, y ya os contaré qué encuentro— añadió, mirándolos—. Ojalá esté bien— terminó diciendo, aunque no las tenía todas consigo.

Sintió una vibración en el móvil, y vio la notificación del grupo de WhatsApp que había creado. Respondió rápidamente, e informó a Jurina y a Gheorghe que Andrés venía para allá.

La comida llego en ese momento, Jurina asiente en señal de agradecimiento al camarero que les trae la comida y observa los platos durante unos momentos sin tocarlos, los mueve un poco y los coloca de una forma que “queden fotogenicos” mientras escuchaba a la maga hablar:

Si, no es mala idea empezar a enterarse un poco qué es la información que maneja realmente el ministerio, o mejor dicho, por el ministerio, ya que me da la impresión que estos Dossieres que nos han dado no están demasiado completos…

Se queda unos momentos pensando en aquello, realmente no terminaba de tener muy claro si el ministerio tendría o no realmente información que fuera útil más allá de lo que ya tenían. Ella también mira el móvil y comenta:

Vaya, parece que por fin han terminado y alguien más decide venir… que ya pensaba que nos íbamos a quedar aquí para siempre.

Entonces comienza a hacer fotos de los platos en diferentes formas mientras las retoca y sube a Instagram

Algo de hambre sí le vino cuando la comida de Jurina llegó a la mesa. La miró arrepintiéndose por no haber pedido nada, y se dijo que no podía ser tan ansiosa, o la ansiedad terminaría con ella.

Escuchó las palabras de la bruja mientras giraba su plato y le hacía fotos, y asintió en señal de corroboración: ella también sospechaba que el Ministerio les ocultaba información. Como todos los organismos oficiales, cada uno tenía secretos que guardar, y no pensaba que el Ministerio Ibérico fuera lo contrario.

Miró de nuevo su móvil. Sí, Adrián decía que venía, pero no aparecía por la puerta. Escudriñó la puerta de entrada del bar, y se preguntó si el mago se estaría distrayendo con algo. Después, apuró las últimas gotas de su café, y miró al techo, preguntándose si no había gato encerrado en todo aquel asunto del Ministerio.

- Raven, si no te da reparo tomar comida de raciones que otra persona ha tocado, adelante y sin problema. De todos modos yo voy a pedir más dentro de un rato cuando haya sitio en la mesa para poder traerlo  -indicó Gheorghe señalando su tentempié: raciones de croquetas, patatas bravas, calamares, jamón asado y una cosa aspirante a pulpo a la gallega que más bien parecían cachos de Chtulhu recocido demasiado salado y con pimentón dulce en vez de picante.

Estaba sumida en sus pensamientos cuando Gheorghe le habló.

Lo miró con una sonrisa, y negó con la cabeza, acompañado de un gesto de las manos.

—No, no me importa— confesó—. I just...— agitó la cabeza—. No tengo mucho “dineros” y quiero ahorrar.

La explicación le pareció horrorosa. Sintió que quedaba como una asquerosa rata, y se miró las rodillas. Una voz dentro de ella le dijo que era la primera vez que estaba en Madrid, y que, probablemente sería la única, que debía de disfrutar y olvidar esa frugalidad.

Se rascó el puente de la nariz, y, tras mirar la comida de Jurina, volvió a mirar a Gheorghe.

—Bueno, compartimos— terminó decidiéndose, sintiendo que el estómago le rugía de hambre, y pensando en la oportunidad que se le abría al comer nueva comida y al saber cómo estaría—. Gracias— terminó diciendo, algo avergonzada.

Miró el móvil de nuevo por si tenía alguna notificación, y después lo guardó en la mochila.

—“So...”— empezó diciendo para abrir conversación—. ¿Dónde vivís? ¿Hotel, hostel, “o” otra cosa?— preguntó, curiosa.

- No te preocupes por el dinero, te lo pido por favor, yo gané mucho cuando jugaba a baloncesto, y gasto muy poquito porque no necesito gran cosa, así que tengo de sobras. Y si necesitas habitación, yo he alquilado una casa en una calle pequeña. Me sentiría honrado si quieres acompañarme. Sin segundas intenciones ¡eh! No es muy grande, pero para dos sobra, y sin que pierdas nada de intimidad.

Taberna clásica situada junto a Plaza España. Tiene terraza y dentro es bastante pequeña. Buen sitio con terraza para desayunar un café muy rico con una tostada de café. Siempre ambiente agradable

Al fondo del restaurante se encontraban Jurina, Gheorghe y Raven comiendo algo que habían pedido.

Cuando Raven alzó la vista hacia la puerta pudo ver que Andrés Adrián hacía acto de presencia y llegaba. Parecía estar buscándoles por el restaurante y traía la cara algo mustia, como si algo le hubiera sucedido hacía apenas unos minutos.

Mientras tanto, los demás habían ido comiendo algo para saciar el hambre que ya les estaba entrando de esperar tanto a los otros magos que habían conocido en el MIM.

Adrián entró en el café y buscó con la mirada a sus compañeros, sonrió al verlos y se acercó entre las mesas con soltura. - Buenas, espero que me perdonen la demora, me encontré con una amiga que no veía hace años y pensé que iba avenir, pero al final decidió irse. - se sentó en la silla desocupada y con un ademán llamó a un mozo, cuando estuvo seguro de que lo había visto encaró a los comensales - ¿Que pudieron acordar hasta ahora? - Mientras hablaba dejó su mochila bajo la mesa.

- Que tenemos hambre.

Jurina saluda con la mano a Andres, después mira a Raven y dice:

Yo me estoy quedando en un hotel, la verdad es que tengo bastantes descuentos y cosas así en temas turísticos, yo les promociono en mis redes, especialmente Instagram y ellos me hacen descuentos. Sobre el dinero tampoco te preocupes, como Gheorghe yo tampoco tengo problemas y si no pedimos factura y se la enviamos al ministerio como comida de trabajo

Comenta lo último con un tono de cierta broma para en cierta forma quitar hierro al asunto. Después de dar algunos retoques a las fotos que había hecho dice:

Si, más o menos lo que ha dicho y que bueno, o el ministerio es bastante torpe y tienen pocos Aurores o no quiere por algún motivo que sus Aurores hagan estas cosas.

Toma su movil, lo extiende y dice a todos:

¿Os importa grabarme un momento? Es trabajo

Se coloca con dos trozos de comida y se pone a exagerar un poco