Partida Rol por web

Ante la positiva reacción de Carrie, Zac continuó con el beso, prologándolo lo máximo posible sin que llegase a parecer ansioso o que pudiera incomodarla. Colocó su mano en la cintura de la chica y así estuvo el tiempo justo que él pensó sería correcto.

Una vez separados mínimamente, la observó pareciéndole aún más atractiva de lo que ya se le había presentado antes del beso. ¡Cómo cambian las cosas! Le apartó un mechón de pelo de la cara y luego en medio de un susurro se centró en aceptar el comentario que le hizo anteriormente.

- Nadie podrá darse cuenta de lo que son. Las piedras serán pequeñas y no se notará que vamos a juego. No te preocupes.

Al entrar en el Gran Comedor, Leo miró a su alrededor. No se esperaba que aquello se vaciara tan rápido, de forma tan repentina. Se quedó en la puerta, unos segundos. Lo cierto era que en aquel preciso momento, lo que le apetecía era estar solo un rato. Quizás irse a dormir, o simplemente estar panza arriba, tranquilo y relajado en algún lugar.

Pero aquello no podía ser así. Debía sobreponerse a su actual estado -cosa que aun no había conseguido- y animarse, seguir rodeado de gente, y a su vez, investigar por su lado, junto Peter y Kait, lo que estaba ocurriendo. Demasiadas preguntas sin resolver. Anímate, tío. Estar triste no sirve para nada. Se repitió mentalmente, mientras apretaba los labios, y se llevaba la mano a la oreja, tocándosela mientras pensaba en que deberían hacer.

Con el sentido de la vista, peinó el Gran Comedor. Slytherin ya se había marchado... ¿Ya se había marchado? ¿Donde habían ido con tanta prisa? Negó con la cabeza, lo último que necesitaba en aquel momento, era alimentar la paranoia que estaba formándose en su cabeza.

Así que decidió volver a centrarse en la gente allí reunida. Cormac estaba mirando a Laura. Quizás los rumores son ciertos... No sé... Anda que estar pensando en esto mientras hay marrones mucho mas grandes... Y algo llamó su atención. La absoluta normalidad de todo, después de lo que había pasado..

Parece todo de lo más... normal. Añadió, mirando a Kaitlin y Peter. Vamos a sentarnos a por tu tarta, anda. Acabó por decir, al ver que, a pesar de estar hablando, Peter no había perdido de vista su objetivo. Aquello le arrancó una diminuta y temporal sonrisa. El sempiterno buen humor que tenía, a pesar de todo.

No lo sé... es como buscar una aguja en un pajar. Es un dicho muggle ¿Sabéis? Quiere decir que es buscar algo muy difícil. Debe ser una putada no poder usar Accio cuando algo se te pierde. Comentó y pensó mientras avanzaba hacia la mesa, tomando asiento en su sitio habitual.

Kait y yo fuimos a clase, y luego fuimos a la cabaña de Hagrid... Quizás saber si alguien nos vio fuera de esa ruta, podría descartar si se hacen pasar o no por nosotros. Ver quien tiene acceso a la sala común de Ravenclaw... o quien puede entrar sin permiso.

Oye... Espera.... Acababa de caer en algo. En algo que podría dar con la tecla, con la solución. ¡Claro! Mcgonagall, la directora. Es una animaga, se convierte en gato. Podría preguntarle a Bikkels que le ha pasado.

Lo cierto es que mi moral en aquel momento estaba por los suelos, a pesar de los animos de Eve. No entendia por qué tenian que tomarla con nosotros, ni alcanzaba a adivinar quién podria hacernos algo así.

Bueno, en realidad si sabia quien: mi hermana era perfectamente capaz de eso, y de mucho más. La cuestion era que una parte de mi queria pensar que en el fondo no era tan asquerosamente perversa como todos decian, y que aún sentia un minimo de cariño por mi que le impedia hacer segun que cosas.

No hablé durante el trayecto hacia el comedor, cabizbaja. Al igual que Leo, de lo unico que tenia ganas era de pasar un rato tranquila, lejos de todo el mundo, y en lugar de eso tenia que ir por ahi, paseándome con un farolillo rojo, para alejar sospechas de mi.

Cuando llegamos al comedor, a mi tambien me llamo la atencion el hecho de que mi hermana y compañia se hubiera ido. Hoy parecian tener especial prisa por largarse de los sitios. Suspiré, encogiéndome de hombros, mirando a Leo con una media sonrisa apagada y resignada cuando hizo alusion a la "normalidad" del comedor- Bueno, supongo que al resto le da igual lo que pueda pasarle a Bikkel... - dije, como una cruda realidad, mientras acababa por sentarme. Lo cierto es que ahora mismo no me entraba nada de comer. Todo aquello me habia cerrado el estómago y no tenia el mas minimo apetito.

En cuanto al comentario de Peter sobre mi aspecto, lo miré, frunciendo ligeramente el ceño, pensativa- Pero... pensaba que los gatos reconocian más por el olfato que por la vista, ¿No? - dije, mirando a Leo y a Peter alternativamente, buscando que alguien confirmara o rebatiera lo que acababa de decir.

Sin embargo, fue Leo quien consiguio arrancarme una diminuta sonrisa, con su "dicho" muggle- ¿Donde aprendes todas esas cosas? - dije, mirandolo con una mezcla de curiosidad y admiracion, sin servirme nada en el plato.

Volvi a escuchar entonces a Leo, cuando llamó la atencion sobre el hecho de que MacGonagall fuera una animaga- Es verdad. Deberiamos hablar con ella. Quizás ella tambien se de cuenta de que esto comienzan a ser demasiadas coincidencias juntas...

Mis hombros se ponen en tensión por unas décimas de segundo al escuchar la pregunta de Eve, pero en menos de un segundo vuelvo a parecer el Kyle de siempre. Sin prisa por responder, dejo que Bikkel termine el trocito de jamón de mi mano antes de volverme hacia Eve. 

- Emm...digamos que me lo dijo un pajarito. Pero preferiría no revelar mis fuentes.- con tono, ligeramente apenado, añado más para mí mismo que para Eve.- Es por su bien, no por el mío. 

Sabía que el momento en el que dejarían de preocuparse por el "qué" y querrían averiguar el "cómo" llegaría. Y sin embargo, no me había preparado para ello. Seguro que mi respuesta no le satisface... Es sólo que llevaba mucho tiempo manteniéndolo en secreto, podía incluso jugarme la expulsión y eso...sinceramente, no me apetecía. Mejor dejar que los acontecimientos sigan su curso. Además si le dijera la verdad completa, habría más preguntas a las que no podría responder. Mi yo interior no me dejaría.

Cuando terminaron con aquel intercambio Carrie soltó un suspiro relajado, como si esos besos furtivos le hubieran devuelto la tranquilidad que los demás sucesos del día le habían robado. Sino fuera por las cosas que aún le quedaban por hacer, posiblemente se hubiera quedado dormida ahí mismo, cansada como estaba, con la agradable compañía de Zac a su lado, pero no era el momento.

- Perfecto - murmuró en respuesta a sus palabras mientras se decidía a sentarse y a continuar hablando con desgana -. Y ahora toca recibir la charla de Carrow.

Oliver se paseó por los terrenos del castillo durante largos minutos acompañado por la oscuridad y la soledad de la noche. Al ser tan tarde no había nadie por allí y el frío comenzaba a incrementar, así como la hora de la reunión se aproximaba.

Así pues, el chico se dirigió hacia las mazmorras y entró en la sala común a deshoras, encontrándose con Jack y Jackie sentados en el sofá, con Deidre mirándose un mechón de pelo, aparentemente aburrida, Carrie estaba sentada en el reposabrazos del sofá y Bolton terminaba de aparecer de la zona de los dormitorios, Nixie estaba sentada con aspecto de aparente indiferencia, el fiel seguidor de Oliver se levantó enérgico en cuanto éste apareció y dos compañeros de séptimo de Bolton, Paul - bateador del equipo de quidditch de Slytherin. Fornido, alto y con aspecto de muy bruto- y Austin- Slytherin del que poco se sabía. De aspecto normal algo delgado y pelo que le tapaba los ojos-.

Zac se hizo oír por encima del resto después de realizar el hechizo muffliato.

Zac:- Bien. De momento ya estamos todos reunidos. Como ya sabéis todos, Oliver será el que lleve el peso de las decisiones a partir de ahora. Oliver y el resto de nuevos integrantes, permitidme presentaros al resto del equipo. Paul, cuyo fuerte es la fuerza bruta sin varita, Austin, que es capaz de pasar totalmente desapercibido, Nicholas, veloz y bueno con la varita y Nixie, nuestra mujer lobo.- ante el último de los anuncios tanto Deidre como Jackie la miraron con sorpresa mientras ella continuaba con su misma expresión impasible, si bien se la notaba algo pálida ahora que se fijaban.- Ya sabéis de lo que son capaces los licántropos.

Hizo una pausa para que todos asimilasen lo que acababa de decir y prosiguió.

Zac:- Bien, Oliver. Os daré información. El próximo Halloween habrá una fiesta de disfraces en Hogwarts, es el mejor momento de atacar ya que estaremos todos ocultos y como no sabía si Oliver podría ir a la reunión de esta tarde, me tomé la libertad de seleccionar a las posibles víctimas. Carrow, has de seleccionar a dos de ellas y decidir qué hacerles. Desde lo más nimio hasta lo más mortal, aunque te recomendaría que las maldiciones imperdonables las dejes para más adelante. No nos conviene llamar en exceso la atención de momento. Fuera deben prepararse mejor.

Colocó fotos de los seleccionados: Kaitlin O'Hare, Leonard O'Connor, Laura Van Dijck, Kyle O'Brien e Eve Colleman.

Zac:- Los dos primeros porque son Gryffindors y una molestia. Además de prefectos. Dejar a uno fuera de juego un tiempo no estaría mal. La tercera es la capitana del equipo de quidditch más fuerte que nos puede hacer sombra. Sin ella nos podríamos aprovechar. El cuarto y la quinta los ha elegido Nixie. Lo que me recuerda que os conviene a todos que no os vean con mala fama. Necesitamos hacer ver que somos inocentes en todo momento.

Ahora bien, Oliver, ¿a quiénes eliges? ¿Y quienes debemos ir y qué hacer? Te recuerdo que en Halloween hay Luna llena.

De paso Zac miró a Carrie tras su discurso. ¿Qué aconsejaría la chica? ¿Estaría de acuerdo con Oliver? ¿O por el contrario le discutiría las decisiones?

En la tele. Respondió como obviedad, incluso encogiéndose de hombros, mirando a Kaitlin mientras se encogía de hombros. Se tocó la cabeza, comprobando que aun llevaba las gafas de sol, al recordar -y darse cuenta- que no las llevaba puestas.

Y tras comprobar que seguían en su cabeza, miró a la pelirroja. ¿Donde si no? Comentó con su habitual gracia, mientras se ponía en pie, y, como de costumbre, y carente de toda vergüenza, miró hacia la mesa de profesores. Voy a preguntarle a la Directora. ¿Venís? Pregunto, mirando tanto a Peter, como a Kaitlin. 

Dicho esto, avanzó hacia la mesa de los profesores, buscando a la directora.

Por segunda vez en el mismo día, Leonard se dirigió a la mesa de los profesores, captando atención de algunos de los compañeros que al imaginarse que hablaría sobre lo sucedido con Colleman regrsaban a su propia conversación.

La directora terminó de cenar y se limpió la boca dándose pequeños golpecitos con la servilleta. En cuanto notó la presencia del chico no dudó en preguntarle:

- ¿Necesita algo, señor O'Connor?

El lenguaje corporal de Kyle deja bastante claro que hay algo raro en cómo lo sabe, aunque teniendo en cuenta su tono de voz, la reticencia a contarlo y el extraño susurro... ¿Qué habría pasado? 

No entendía nada. No se me ocurría nada que pudiese haber hecho Kyle para conseguir esa información que fuese tan...¿deshonroso? cómo para que no me lo confiase. Sin embargo, no dije nada. No insistí. Todos teníamos nuestros secretos y obligar a contarlos no estaba bien. 

- Qué pajarito tan útil.  - le dije sonriendo, dándole a entender que no insistiría en el tema. Para dejarlo aún más claro, cambié radicalmente de tema - ¿Cómo va el tema de las predicciones con Trelawney? ¿Se ha cumplido alguna ya? Si no recuerdo mal había admiradoras, o confesiones o algo así. - dije intentando animar un poco la íntima velada mientras seguía acariciando distraídamente y de manera inconsciente a Bikkel.

-Claro, dónde si no. - dije, con cierta ironia, acabando por reir, negando. Deberia haber imaginado algo asi. A Leo le encantaban los trastos muggles y se las habia apañado para poner una tele en casa, en la que se entretenía viendo series de television sobre gente que investigaba asesinatos, doctores que trataban enfermedades y, sobre todo, sus favoritas: las series de ciencia ficcion relacionadas con viajes por el espacio y cosas que a veces me costaba comprender. Los muggles eran tan raros...

Y, en cuanto se puso en pie, asenti, siguiéndolo hasta la mesa de la directora. En circunstancias normales habria dejado que fuera solo, pero al fin y al cabo yo tambien era una parte implicada, y seria mejor que la directora estuviera al tanto de la situacion- Si, espera... Si total, no tengo hambre... - dije, levantándome, sin haber probado bocado, acercándome con él a la mesa de profesores, con un gesto educado- Buenas noches, profesora MacGonagall -la saludé, con una delgada sonrisa que dejaba entrever cierta preocupacion. Y, en lugar de responder a su pregunta deje que fuera Leo quien lo hiciera. Después de todo, era a él a quien se habia dirigido. Asi pues carraspeé ligeramente, como dándole paso, mientras lo miraba por el rabillo del ojo.

El rato a solas me había dado tiempo para pensar, y reorganizar mis objetivos y prioridades. En el fondo había tenido las cosas muy claras desde el principio, pero nunca estaba de más recordárselas a uno mismo de vez en cuando.

Al llegar a la Sala Común, no necesité más de un par de segundos para cerciorarme de que todos estaban allí. Perfecto. En mayor o menor medida, acababan de demostrar que apoyaban el cambio de líder. Opinasen lo que opinasen al respecto.

- Creo que eso nos costará más de lo que parece, Zac - contesto cuando termina de hablar el slytherin, guardando un par de segundos de silencio y pasando la mirada por todos mis compañeros (por Carrie en especial). En el fondo y, fuese o no cierto, los últimos altercados los estaban asociando directamente con ella. Algo que, según cómo lo planteáramos, podía ser todo un beneficio. 

Me acerqué a las fotografías, aunque no lo necesitaba. Conocía más que bien a quienes estaban reflejados en ellas. En el fondo, tenía claro desde el primer momento quienes iban a ser el foco de nuestros ataques. - Van Dijck y O'Brien, esos serán nuestros objetivos. - No me pasa desapercibido el desconcierto en la mirada de algunos de mis compañeros, aunque los paso por alto. Tengo mis razones para elegirles a ellos y dejar al resto para momentos más oportunos. - A Eve la dejaremos tranquila, por el momento. A los gryffindors - una mueca de desprecio aparece tuerce mi gesto - les daremos tiempo para que ellos mismos se metan en la boca del lobo. No podrán estarse quietos y acabarán poniéndonoslo en bandeja.

Dejo unos segundos para que mis compañeros procesen mi decisión y aprovecho para tomar asiento. Lo hago despacio, con la elegancia que se espera de alguien de mi posición. Estoy a punto de continuar pero cierro la boca sin pronunciar palabra. Me gusta el detalle de la Luna Llena, pero antes de hacer cualquier comentario quiero dejar a los demás que hablen; ver qué capacidad de inventiva tienen o hasta dónde están dispuestos a llegar. - ¿Alguien tiene alguna sugerencia?

Le ofrezco una sonrisa agradecida. Si hay alguien en quién se puede confiar, que te respeta, al igual que tu privacidad, y nunca te presionará cuando sabe que no quieres ser presionado, esa es Eve. Supongo que por eso somos buenos amigos. Yo no le obligo a contarme nada que no quiera y ella hace lo mismo por mí. Algún día se lo contaré, pero no hoy. 

Mi sonrisa se hace un poco más amplio hasta convertirse en una carcajada fuerte pero breve al oír la pregunta de Eve. Se me habían olvidado por completo. 

- Ehh...pues sí. Por lo visto se me iban a declarar un par de veces. - De repente, adopto un gesto sorprendido, demasiado exagerado como para ser real y pregunto.- ¿No serás tú una de ellas?- le guiño un ojo, fingiendo seducirla antes de añadir.- Que es broma, hombre...Pues, en principio creo que no se me ha cumplido ninguna. A no ser que me haya engañado alguien y no me haya dado cuenta, claro. De todas formas, la que más me preocupaba era la del accidente. - Paro unas décimas de segundo y concluyo- Aunque claro...de lo que salga de boca de esa mujer me creo la mitad...si llega. 

En ese instante me doy cuenta de que no sé qué es lo que le predijeron a Eve. Estaba tan amodorrado en esa clase que ya tenía suficiente con enterarme de lo mío y leerle el futuro a mi compañero. Miro a Eve, con expresión interesada, pasándome la mano por el cabello en gesto relajado y llevándome una loncha de embutido a la boca con la otra. 

- ¿Y tú qué? ¿Qué te depara el futuro para este fin de semana?

Estaba apoyada desde hacía rato en el brazo del sofá, estudiando su entorno con expresión vaga y aburrida que no se inmutó con la llegada de Oliver ni el principio de la reunión, aunque chasqueó la lengua en señal de clara desaprobación. Hablar de esto en la Sala Común... aún con muffliato incluido, llamamos la atención de por sí, y cualquiera puede venir y captar parte de la conversación leyendo nuestros labios.

Esa fue la única muestra que dio de estar incluida en aquella reunión, puesto que su mirada no se dirigió en ningún momento ni a Zac ni a Oliver, clavada en Nixie con curiosidad, pues eso era lo que esa muchacha, en la que ni siquiera recordaba haber reparado hasta esa misma noche, había despertado en ella. Tenía curiosidad por saber por qué la licántropa había escogido a O'Zebra y a la otra, aunque le resultaba incomprensible el por qué Oliver, de entre todas las opciones, había seleccionado a la segunda.

- Esto va a parecer un ataque a Ravenclaw, lo sabéis, ¿verdad? Entre el incidente del gato y ahora el ataque a dos de sus miembros... sus mentes simples lo van a considerar obra del mismo autor y posiblemente un paso más en algún objetivo absurdo que nos atribuyan - Carrie calló, aunque se notaba que había cortado la frase a medias. Había estado a punto de acabar la frase con un irónico "pero lo que nuestro, oh poderoso líder, escoja, estará bien", aunque había decidido que no era una gran contribución a la causa atacar a Oliver en aquel momento. En lugar de eso, terminó por encogerse de hombros -. Aunque supongo que si se lo toman como una puya contra Ravenclaw descuidarán otros flancos. Por cierto... O'Zebra tiene algo raro, tendremos que ir con cuidado con él, no es lo que parece... - aunque no sé todavía lo que es, se dijo -. Sobre qué hacer, dependerá de hasta qué punto nos interese llamar la atención - miró a Carrow esta vez, de forma inquisitiva -. Aunque antes de atacar en el baile o fuera de él, generaría una maniobra de distracción en los terrenos para atraer a parte de los profesores... Una travesura - se levantó esta vez para pasear la mirada ante todos -. Una doble treta, si me permites que lo sugiera Carrow. Ahora mismo gran parte de las sospechas de la panda chupiguay recaen sobre mí. Si hago algo fuera puede servir de distracción para dejaros atacar y a la par para confundirlos... aunque claro, siempre y cuando parezca fruto del azar y no de la planificación. Ah sí, no conozco de nada a esa Van repipi como se llame, pero respecto a O'Zebra, creo que si le decís que conocéis el secreto que oculta bajo su cama...bueno, os seguirá a donde sea.

A Carrie todo aquello le parecía un cúmulo de despropósitos. Atacar, ¿con qué fin? ¿Qué querían demostrar? Dañar a dos alumnos no atraería la atención sobre el colegio, necesitaban un golpe de efecto, algo que no les hiciera pensar todavía en que aquello era importante pero sí lo suficiente como para poner nerviosos a unos cuantos profesores y aún a más padres. ¿Qué clase de progreso esperaban durante el curso? ¿Cuál era el propósito final? Le faltaba demasiada información, lo cual le molestaba sobremanera, por no hablar del discursito de líder de Carrow que le parecía la palabrería de un niño satisfecho de que las hormigas siguieran la dirección que les ordenaba sin darse cuenta de que éstas seguían el camino marcado.

Su mirada, como de costumbre, se desvió hasta Zac casi con fastidio y con su acostumbrado "¿en serio?" grabado a fuego en sus ojos. Enarcó una ceja en su dirección antes de entrar al trapo y empezar con el juego con una propuesta vaga y absurda que pretendía que Carrow se mojara un poco más. Como dé su aprobación a mi plan me habrá confirmado su incompetencia como líder.

Es Directora McGonagall Puntualizó con un susurro, Leo, cuando la llamó profesora. Ya dejaría para después las especificaciones técnicas sobre si el hecho de ser director implicaba o no implicaba también ser profesor, a pesar de no dar clase.

Aun así, no le dio mayor importancia, tenían cosas mejores que hacer, en vez de comenzar a debatir delante de todos los profesores sobre el título con el cual dirigirse a McGonagall. Que aproveche Directora McGonagall. Y Buen provecho a todos los demás. Dijo, mirando a los demás profesores allí reunidos.

Menos Diggory.

fue entonces cuando cayó en algo. Diggory fue a hablar con la Directora... Pero la directora esta aquí. ¿Por qué no vino a buscarla aquí? Si sabía dónde encontrarla... Centró su vista en la Directora, girando la cabeza hasta ella y encarando el cuerpo en su dirección. Pues... vera... A ver... ¿Cómo se lo explico? Bueno, veamos, por el principio. Resulta ser que esta tarde Kaitlin y yo estuvimos con el profesor Neville, y luego con el profesor Hagrid. La cuestión está en que alguien se coló en la sala común de Ravenclaw, y le hizo algo horrible a Bikkel, la gata de Colleman. Además de intentar gastarle una broma muy pesada a O'Brien. La cuestión está en que la gata reaccionó muy... bueno, muy chunga cuando nos acercamos a ella, y O'Brien dijo que alguien podría usar una poción multijugos para hacerse pasar por nosotros.

En conclusión... le... Quería pedir si sería tan amable de hacernos el favor de echarnos un cable con este asunto. Preguntarle a Bikkel que había pasado. Por favor. Añadió las dos últimas palabras con una cara de niño bueno. De muy bueno. De por favor directora ayúdanos, eres nuestra última esperanza.

Miré a Leo de reojo, con cierta duda, cuando me corrigió, y asenti. En mi mente, a pesar del cargo, MacGonagall seguia siendo profesora, pero ante la correccion de Leo tuve mis dudas sobre si deberia seguir llamándola asi a partir de ahora o no.

Aun asi, guardé silencio, dejando que Leo se explicara. En cuanto terminó, asenti a sus palabras, observando a la directora con aire concentrado, como si todas nuestras esperanzas estuvieran puestas en ella.

-El profesor Diggory nos dijo que hablaria con usted... No sabemos si se trata de una broma o no pero, si hay alguien haciéndose pasar por nosotros, la verdad es que nos gustaria saber quien es. No nos gustaria vernos mezclados en algun problema por culpa de otro, directora. Además, si contamos lo del profesor Hagrid... son tres bromas de muy mal gusto... Podrian acabar haciendole daño de verdad a alguien.

Reafirmé lo dicho por Leo, con el ceño ligeramente fruncido, mostrando mi preocupacion. -Ayúdenos, por favor...

Y es que si, en aquel momento, realmente, MacGonagall era nuestra ultima esperanza... y la mejor baza.

McGonagall escuchó a los dos prefectos, con las manos entrelazadas y tapándose la boca de manera que era dificil adivinar su expresión facial.

No se inmutó en ningún momento y solo cuando terminaron de hablar la profesora apartó las manos de su boca y los miró fijamente con la seriedad que acostumbraba.

- ¿Recuerda los tiempos en que era usted el que gastaba las bromas, señor O'Connor? Si yo hubiera entrado a investigar, tal y como usted me pide ahora mismo, por sus actos "divertidos", ¿no le habría parecido algo de lo más absurdo? Entiendo su creciente preocupación, la de ambos, por las diferentes "bromas" de las que me están hablando, pero como comprenderán, como directora estoy demasiado ocupada como para centrarme en bromas. Y es por eso que delego en los jefes de casa, a quien deberían de haber acudido en vez de a mí, directamente. En cuanto a lo de que han entrado en otra sala común, ¿tienen pruebas de ello? ¿qué les hace pensar que no han sido compañeros de la misma casa? Sin pruebas no puedo actuar. Es imposible ir dando palos de ciego. Por el momento este es mi consejo: resuelvan sus preocupaciones por ustedes mismos y si ven que necesitan ayuda, acudan a los jefe de casa. En caso extremo, ellos acudirán a mí.- se levantó entonces mientras los demás profesores observaban callados la conversación.- Y la próxima vez, acudan a verme al despacho en vez de entablar una conversación tal en público. Buenas noches. Descansen.

Eve, Bikkel y Kyle se fueron a la sala común y no tardaron en echar la poción crecepelo a la gata, que al momento recuperó su pelaje. Ambos sonrieron:

Kyle- Mucho más guapa así, ¿no te parece?.- le dijo, con tono alegre.- ¿tú que opinas Bikkel?- añadió, esta vez para la gata, con un timbre algo más infantil. - ¿Os hace un pequeño festín para celebrarlo?

Eve:- Bueno, para mí siempre será preciosa. - dijo mientras estampaba un sonoro beso en la frente de la nuevamente peluda Bikkel que hasta Carrie notó. Miró con curiosidad como Kyle tentaba a Bikkel con el jamón dulce.- Ah... - suspiró tras unos minutos - Y yo que esperaba que este año fuese tranquilo para poder dedicar el tiempo a otras cosas...  Oye Kyle, ¿cómo estás tan seguro de que fueron un chico y una chica quien le pusieron la poción en tu champú?

Los hombros de Kyle se pusieron en tensión durante un segundo y luego intentó disimular.

Kyle:-- Emm...digamos que me lo dijo un pajarito. Pero preferiría no revelar mis fuentes.- con tono, ligeramente apenado, añadió más para sí mismo que para Eve.- Es por su bien, no por el mío. 

Eve: - Qué pajarito tan útil.  - le dijo sonriendo - ¿Cómo va el tema de las predicciones con Trelawney? ¿Se ha cumplido alguna ya? Si no recuerdo mal había admiradoras, o confesiones o algo así.

Kyle:- Ehh...pues sí. Por lo visto se me iban a declarar un par de veces. - De repente, adoptó un gesto sorprendido, demasiado exagerado como para ser real y preguntó.- ¿No serás tú una de ellas?- le guiñó un ojo, fingiendo seducirla antes de añadir.- Que es broma, hombre...Pues, en principio creo que no se me ha cumplido ninguna. A no ser que me haya engañado alguien y no me haya dado cuenta, claro. De todas formas, la que más me preocupaba era la del accidente. - Paró unas décimas de segundo y concluyó- Aunque claro...de lo que salga de boca de esa mujer me creo la mitad...si llega. ¿Y tú qué? ¿Qué te depara el futuro para este fin de semana?

Deidre pareció ligeramente decepcionada ante la elección de los objetivos. Suspiró y miró a su novio antes de añadir:

- ¿Y por qué no O'Connor?- Tuve que soportarlo todo el verano y quiero mi pequeña venganza.

Jackie y Jack no comentaban nada pues les daba igual uno que otro. Jack acataría lo que dijese Oliver y Jackie lo que aceptase Carrie.

Zac:- Necesitamos un patrón también, tenedlo en cuenta. Lo suyo no es atacar a los más débiles o los que pueden favorecer la causa, tenedlo también en cuenta.

Nixie:- Me parece bien lo de la distracción de Lewis.-se limitó a decir la licántropa, consciente de que si sus servicios de aniquilación no iban a ser útiles se las pasaría encerrada y oculta de la luna llena toda esa noche.

La situación era más que interesante. Por un lado, que hubiesen acudido allí sin rechistar significaba que tenía a todos a mi disposición. Por otro, era consciente de que, la mayoría (o más bien, menos Jack) tenían su lealtad puesta en una persona que, precisamente, no se trataba de mí. Aun así, me sentía satisfecho. Teniendo en cuenta como habían empezado las cosas, no estaba yendo nada mal.

Por desgracia, había demasadas cosas que no controlaba. Estaba Carrie y su influencia sobre Jackie y Deidre. Sabía a la perfección que, por mucho que se tratara de mi novia, no era a mi a quien iba a poner en primer lugar. Allí estaba la primera cosa que debía solucionar. Bolton no era de fiar, pero parecía tener más que claro quien era el líder ahora. Aun así, seguía actuando libremente dando por hecho que sus decisiones no debían ser revisadas. Otro asunto del que debía encargarme, y para el que contaría con Jack y Nicholas. Paul y Austin no me importaban por el momento. Si habían sido llamados tendrían algún valor, pero mi acceso a ellos estaba mermado. Tenía muchas otras cosas en las que encargarme.  Como por ejemplo, Nixie.

La observé detenidamente. Así que el hombre lobo era ella. O mejor dicho, mujer loba. Interesante. Muy interesante. No pasaba por alto la advertencia de mi primo (nunca puedes fiarte de un ser tan cambiante como ellos), pero el hecho de que no guardase lealtad a nadie era toda una oportunidad.

Bien, las cosas iban bien, dentro de lo que cabía. Ahora era el momento de ponerse serio, y defender mis teorías sobre los ataques. Cuando vi las fotografías, una amalgama de sentimientos se amontonó en mi interior. Barullo que en ningún momento se exteriorizó. Por un momento, no tuve clara la razón. No me sorprendía la presencia de Kaitlin y Leonard en la elección, aunque no me sentía del todo cómodo con atacarles. Para empezar, porque centrar el primer objetivo en ellos iba a ser demasiado llamativo, sobre todo teniendo a Deidre en el equipo. Había más razones, pero mi mente enseguida las dejó a un lado y se concentró en la presencia de los tres raveclaw. Me llamaba la atención que Nixie hubiese elegido a Laura y Kyle y noto como una parte de mi desea tener la oportunidad de preguntarle el motivo. Pero la curiosidad debía esperar. Tenía mi decisión tomada. Era el momento perfecto para vengarme de aquellos que, un día, se atrevieron a despreciar el apellido Carrow.