Partida Rol por web

Como siempre Oliver daba pistoletazos a ciegas. Era curioso que con tantos disparos que hacía difícilmente había alguno que rozara el blanco. No tenía ni idea del motivo que había llevado a Zac a darle el puesto a Carrie con lo que no podía esperar que lanzando una frase al azar obtuviera un resultado positivo de su intento de escamar al personal, aunque fuera un patético intento de defender la poca credibilidad que le quedaba y que él mismo procuraba desintegrar con cada nuevo paso que daba.

Y ahí estaba, obviamente, aquel nuevo ataque hacia ella. Casi lo había estado esperando, a pesar de que ella había ignorado su presencia olímpicamente como ya había hecho durante la mayor parte de los últimos meses de su vida en Hogwarts. Aquella no iba a ser una excepción. Las palabras de Oliver que parecían más destinadas al desesperado intento de obtener una pequeña Victoria que a defender a su actual prometida, cayeron en saco roto. Carrie ni siquiera dio muestras de haberlas escuchado mientras seguía hablando con sus amigas, incluso se guardó la mirada socarrona que de natural le hubiera dirigido por intentar hacerle creer a pesar de las evidencias que Victoria era dulce e inocente.

Zac, que seguía divertido sin abandonar la sonrisa de la boca tras el comentario de Oliver, no pudo evitar ensancharla aunque algo molesto por la aparición de un Gryffindor en su mesa. Aquello se estaba convirtiendo en costumbre y era algo que le desagradaba. No le gustaba que nadie, y menos un Gryffindor, se metiera en su zona.

- Esto parece un lugar donde venir a hacerse notar... deja que nos encarguemos nosotros de nuestras cosas, O'Connor. No se te ha perdido nada por aquí y menos si vienes a dar órdenes que no te conciernen.

En esas Deirdre, de espaldas a Leonard  desayunando fuerte para el partido, le habló con contundencia:

Deirdre:- Piérdete Leonard. Necesitamos concentración y tú no haces más que estorbar.

Leo se quedo mirando a Zac, acabando por sonreírle sin venir a cuento. Algo le había hecho gracia. Entonces, se encogió de hombros mirando a Bolton. - Bueno, si me lo pides tan educadamente... - Comentó, sin borrar aquella sonrisa amable. Habiendo metido el hocico, y habiendo cumplido sus obligaciones como prefecto de mediar en el conflicto, decidió que allí no pintaba nada.

- Que aproveche. - Comentó a los presentes, como si no lo estuvieran echando de allí. Y tras esto, se dio la vuelta, volviéndose hacia la mesa de Ravenclaw ignorando los comentarios de Deirdre. Levantó las manos cuando llegó a su destino, junto los Ravenclaw.

- Que conste en acta que intenté poner paz. - Se justificó antes de que llegaran las preguntas.

Duncan se terminó el desayuno que le había preparado Laura, ignorando todo lo que pudiera estar pasando alrededor. Le daba igual que no hubiera clase, le daba igual que Carrie fuera capitana del equipo de quidditch ahora, le daba igual que Oliver Carrow dejara de ser Premio Anual... Para él solo había una cosa importante y era machacar a Slytherin en el partido.

Se limpió y se levantó sin escuchar a nada ni nadie.

- ¡Me voy!

Laura:- ¡No hagas mucho ejercicio antes del partido!

Mientras se iba, Duncan levantó una mano en señal de que había captado el mensaje.

Suspiré, poniendo los ojos en blanco- Eres un cabezota, Leo.. ¿Que tiene de malo que Albert te ponga una pomada de esas milagrosas suyas y listo? -dije, cuando me cortó antes incluso de que comenzara a hablar, adelantandose a lo que estaba a punto de decirle.

En cuanto me susurró al oido, asenti, y acabé por ponerme inmediatamente en pie, acercándome con él a la mesa de Ravenclaw. Lo cierto es que después de lo de la noche anterior, casi se agradecía poder acercarse a alguna mesa en la que no hubiera tanta hostilidad.

Pusé una mano en el hombro de Eve, sonriendole, para acto seguido dejarle un beso en la mejilla- Vamos chicos. Teneis que machacarlos, ¿eh? Espero que vengáis con esa copa debajo del brazo.. - añadi, apoyando a mis amigos en aquello. Por mi parte, sabia que les haria ilusion que fuera al partido. Sin embargo, no pisaba un campo de Quidditch desde  la muerte de mi padre, y la sola idea de aparecer por alli me aterraba.

Preferí, por lo tanto, no seguir hablando del tema, esperando que no viniera aquella incomoda ronda de "¿Vendrás, no?" con la que tan culpable solia sentirme. Ellos no tenian la culpa, y se merecian todo mi apoyo.

En cualquier caso, no fue necesario buscar excusas. De repente, McGonagall comenzó a hablar, y mi cara fue cambiando progresivamente, convirtiéndose en todo un poema, a medida que hablaba. Lo de Zac fue la primera sorpresa, he de decir. Sin embargo, despues de la conversacion con Deirdre la noche anterior, no me parecio tan extraño que, si era lo que Carrie queria, Bolton se lo concediera. Eso, al menos, era lo que habia sacado en claro de las palabras de mi hermana.

Entonces llegó la segunda noticia, la que me pillo totalmente desprevenida. Oliver dejaba de ser premio anual. Abri los ojos de par en par, mirando a Leo con aire desconcertado. Sin embargo, prontó volvió a estallar la tormenta en Slytherin y comenzó un nuevo intercambio de acusaciones y de lindezas por parte de la mayoria- ¿Y eso a que viene? ¿No sera por lo de Carrie, no?-dije, para Eve, Kyle y los demas, sin encontrarle logica a aquello. Entre tanto, mi mirada estaba fija ahora en Oliver, quien parecia mas preocupado por seguir arremetiendo contra los de su propia casa que por el aviso. ¿Lo sabria ya? Definitivamente, habia que hablar con él. Cuanto antes. Y de nuevo la voz de mi hermana resonó en la cabeza, haciéndome caer en la cuenta de algo que no habia pensado hasta entonces.  Apreté los labios, en una mueca de preocupacion, sobre todo teniendo en cuenta cómo estaban yendo las cosas con Leo en la mesa de Slytherin.

Negué suspirando- Se están destruyendo a ellos mismos. - dije, sencillamente, como pensamiento en voz alta, acabando por suspirar, mientras mi mirada se deviaba hacia Leo de nuevo, justo cuando volvio a aparecer- Creo que se les ha ido de las manos... - dije, sencillamente, acariciando su brazo un par de veces, en un gesto de apoyo- Has hecho lo que debias.

Suspiré largo y tendido. Esta vez no ia a meterme estando la directora ahí. Si se iba de las manos ella tendría que ser la que interviniese. Cuando Kait sorprendida preguntó si lo del premio no sería por lo de ayer, contesté seria a su pregunta.

- Eso sólo fue la guirnalda del pastel. - era obvio que si no más de uno habría sido destituído de su puesto. 

Mientras tanto Leo había ido a intentar mantener la calma, algo bastante absurdo. No sólo por el simple hecho de que a las serpientes no les gustaban los leones en su mesa, sino porque Jackie y Zac eran prefectos y ya estaban presentes (siendo de hecho uno de ellos parte del problema...) y sobretodo porque había quedado más que comprobado que se las soplaba a todos. Que esa guerra era de serpientes y en resto sobrábamos. 

Cansada de esa situación, del desayuno, nerviosa por el partido y con la cabeza al borde de una explosión, me levanté. No había dado cuenta de que Duncan también se marchaba del comedor en esos momentos, pero me pareció el momento perfecto.

- Chicos, nos vemos en un rato. - dije mientras me levantaba e iba a darle un meso en la mejilla a Kait para agradecerle los ánimos, ya que antes no había tenido tiempo a decírselo. 

- Nos os olvideis de ir a la sala de los menesteres. - le dije cuando le daba el beso en la mejilla.

Agradezco sonriente los ánimos de los Gryffindor.

- No dudéis que la conseguiremos.- le respondo a Kaitlin. Con la de follones que tienen armados en el nido de víboras, es imposible que estén lo suficientemente centrados en el partido como para derrotarnos. Leo parece darse cuenta también del percal, ¿quién no se daría cuenta, con el espectáculo que están montando de nuevo?....que si tú me robas el prometido por aquí, tú me envenenas por allá..., y se acerca a poner un poco de orden, cosa que por lo visto no están por la labor de dejarle hacer.

- Déjales que se lancen veneno entre ellos. Ya se darán cuenta de que aunque parezca agua no es inofensivo.- comento, ante el estupor de Kaitlin por el comportamiento de los Slytherin y, en especial del género masculino.

Me introduzco el último bocado del desayuno en la boca, justo cuando Leo regresa a nuestra mesa, y me reclino hacia atrás lanzando un suspiro y dándome un par de palmaditas en el estómago. Observo como Duncan e Eve abandonan la sala y decido que lo mejor sería hacer lo mismo. 

- Pff. Estoy llenísimo. Creo que voy a dar un paseo para bajar el desayuno antes de que empiece el partido. ¿Os venís?- pregunto a Leo y Kait. Casi no había hablado con ellos desde la vuelta de las vacaciones y quería ver qué tal les iba. Al tiempo que me levanto, miro a Laura una última vez, excusándome por no haber extendido el ofrecimiento hasta ella. Había algo que tenía que hacer con los Gryffindor y solo con ellos. Le guiño un ojo.- No te preocupes. Estaré a tiempo para el partido. Y me encargaré de que nuestra novatilla- digo, refiriéndome a Eve- lo esté también.

Leo se encogió de hombros, restándole importancia a lo sucedido en la mesa de Slytherin. Lo que no tenía importancia, no la tenía. Si querían matarse después de que él intentara poner paz, los dejaría. Las palabras de Eve y los gestos de Kyle le recordaron que tenían cosas que hacer, así que les dedicó una sonrisa a los Ravenclaw. - Buena suerte, Laura. Os vemos después en el partido. - Comentó, despidiéndole y haciéndole un gesto a Kaitlin para que le siguiera, para segundos después, marcharse del Gran Comedor, perdiéndose por los pasillos.

Sin respuesta. Por supuesto. Así habían estado siempre las cosas con Carrie, y así estarían a partir de ahora. Ni siquiera me molesté en volver a hablar cuando Leonard llegó. Me limité a dejar que el Deidre y Zac hiciesen lo que mejor se les daba hacer: 'defender' la superioridad de la casa Slytherin.

Poco a poco la gente desalojaba el Gran Comedor. Con la cabeza centrada en el plato, terminé mi desayuno. Mientras, intercambiaba alguna frase inconexa con Jack, demasiado agotado como para estar pendiente de algo que estuviese fuera de sus pensamientos. Tras susurrarle que luego nos veríamos, me incorporé para marcharme. No dirigí la mirada ni a Carrie, ni Bolton, ni Deidre. Ni siquiera a Victoria. Con paso firme salí del Gran Comedor.

El peligro de que intentaran coger el "botín" había pasado, así que Carrie pudo relajarse internamente. En realidad sabía que tenía las de ganar en un enfrentamiento pero no era el momento. Una sonrisa imperceptible curvó las comisuras de sus labios en señal de triunfo cuando Oliver se fue solitario, aunque no dijo nada, pero una mirada de desdeñosa burla recayó con todo su peso sobre la espalda del vencido slytherin. Sigue disfrutando de lo que te queda de vida, Carrow, pensó para sí, porque cuando se acabe a nadie le importará lo suficiente como para llorarla.

Ni siquiera dijo que volvería en un momento cuando sin más se levantó, tomó su mochila y se acercó a la mesa de profesores, justo ante el profesor Slughorn.

- Quisiera denunciar un intento de sabotaje o de atentar contra mi seguridad por parte de Victoria Price - anunció con voz clara para que la oyeran todos los profesores y en tono casi aburrido mientras ponía la magdalena ante el jefe de su casa -. Supongo que con lo que ha sucedido con mi padre debería acostumbrarme a este tipo de cosas pero no estoy dispuesta a dejarlas pasar - y ahí estaba de nuevo actuando, fingiéndose ofendida cuando en realidad estaba maliciosamente feliz por la oportunidad brindada por Victoria -. Que me rompan la varita si no me ha echado nada en la magdalena.

Sabía de todos modos que si cambiaba demasiado McGonagall no se tragaría su actuación así que había decidido conservar su esencia.

Ya en la sala de los menesteres, Duncan, Eve, Kyle, Kaitlin y Leonard se reunieron alrededor de la mesa de madera, sentados en aquellos mullidos sillones.

- Bien. Creo que deberíamos ponernos al día y planificar qué hacer a continuación. Aunque no haya pasado nada en mucho tiempo, fuera los mortífagos se están moviendo y eso significa que no estamos a salvo. ¿Y si a quién sea de aquí dentro le da por actuar de nuevo ahora que ha vuelto a Hogwarts? Suponiendo que se haya ido, claro. Hay que planificar algo y creo que Eve y yo tenemos algunas claves importantes que nos pueden guiar. Si vosotros contáis con información, decidla también.

Slughorn pareció sorprendido ante la llegada de Carrie y sus palabras. La tenía en mucha estima y el simple hecho de que hubiera tenido que pasar por semejante tormento en navidades provocaba en aquel hombre aún más sentimiento de paternidad.

- ¡No me digas!

En la mesa, el profesor Diggory miraba atento la situación, con el ceño fruncido e intentando atar cabos. Si Victoria había decidido envenenar aquella magdalena la llevaría directamente a principal sospechosa de la fiesta de Halloween.

Slughorn extendió la mano y cogió la magdalena.

- La examinaremos de inmediato. Mientras tanto, no acepte nada de esa señorita y preocúpese del partido, ¿de acuerdo? No tenga miedo, señorita Lewis. Estamos aquí.

Oliver salió y a los pocos minutos su comitiva se reunió con él en lugar seguro. Jack, que tenía partido en poco tiempo, se encontraba tan serio y receptivo como siempre. Nicholas, que era el guardián del equipo estaba muy nervioso, poco acostumbrado a jugar partidos de tal calibre. Y Victoria... Victoria estaba tan enfadada consigo misma que no abrió la boca.

Los tres esperaban las palabras de Oliver, su indiscutible líder.

Tomo asiento en uno de los sillones frente a Duncan y me dedico a contemplar las maravillas de la sala mientras el resto se sientan a nuestro alrededor. Todavía me resulta increíble que todo lo que nos rodea se haya materializado por el simple hecho de desearlo y necesitarlo. Cuando Duncan rompe el silencio, me concentro inmediatamente en sus palabras, con algo de nerviosismo. Sé que lo que nos tienen que contar es importante, pues de no ser así no nos habría convocado a todos ahí a esa hora, pero también sé que si no nos damos prisa llegaremos tarde al gran partido Ravenclaw-Slytherin. Y aunque esto último pueda parecer una nimiedad, en comparación al asunto por el cual estamos reunidos en la Sala de los Menesteres, para mí es importante. Conforme habla, me alegra comprobar que, efectivamente, parecen haber averiguado algo durante las vacaciones. Creyendo que soy el que probablemente menos tiene que aportar, me dispongo a ser el primero en hacerlo.

- Me temo que lo único que yo puedo aportar es la certeza de que todavía hay mortífagos, que deberían estar en Azkaban, sueltos por ahí haciendo la vida imposible a la gente.- digo, con tono serio y un tanto lúgubre. Había estado demasiado cerca de uno como para negar este hecho.- Pero dentro...no tengo ni idea de quién puede ser el culpable de lo del baile. Al menos no una idea sustentada en pruebas objetivas.- Todo lo que podía aportar eran sospechas. Aunque lo habíamos descartado en un principio, por lo "aparentemente defectuoso" que había sido el intento de envenenamiento colectivo, no descartaba la posibilidad de que se tratase de algún profesor. Quizás había intentado inculpar a un alumno y jugar al despiste para ganar tiempo a su favor. Incluso se me ocurría que el squib del orfanato podía estar aliado con el otro bando. Al fin y al cabo no había comprobado que hiciera lo que me dijo que iba a hacer. Aunque esto último eran simplemente posibilidades que ni yo mismo terminaba de creerme y que no descansaban en ninguna base sólida.

- Vosotros habéis pasado aquí las vacaciones.- les digo a Eve y Duncan.- ¿Por qué no nos contáis lo que habéis averiguado?- Si alguien nuevo hubiese entrado en la sala en esos momentos no me habría dado ni cuenta, pues absolutamente toda mi atención estaba centrada en mis compañeros y lo que iban a decir.

Asintió una vez, con un gesto seco de cabeza y se marchó de nuevo en dirección a la mesa de Slytherin, procurando no parecer triunfal mientras andaba con paso lento y comedido y aquella mirada inexpresiva que tanto la caracterizaba. No se sentó de nuevo, simplemente miró a sus compañeros de mesa esperando para marcharse a la esperada reunión que tendría lugar en su Sala de las Brumas. Al menos con el olfato de la licántropa podrían asegurarse de que nadie se acercaba al lugar.

- Espero que en la magdalena haya algo lo suficientemente gordo como para que le caiga una buena - murmuró con la boca torcida para que sólo un susurro disimulado escapara de sus labios, a pesar de que ya estaban cruzando las puertas del Gran Comedor.

No obstante no esperaba que la expulsaran. Bien que era cierto que las medidas de seguridad se habían incrementado desde el incidente de Halloween y que se había advertido sobre la dureza de los correctivos si alguien se pasaba de la ralla. Pero aquello serviría de aviso para la rubia. Y para ella. Aprendería a ser más sutil, que no más inteligente. Probablemente sería interesante escabullirse diariamente a su habitación para ver qué apuntaba en su diario.

- Así que...¿has cortado con Jack? - preguntó camino a las mazmorras cuando ya había tomado la decisión respecto a Victoria de mantenerla controlada. No era que le importara la ruptura de Jackie con Jack, ni le daba pena ni sentía el menor atisbo de responsabilidad. Pero era una de aquellas cosas que escapaba a la limitada comprensión de los sentimientos humanos de Carrie. ¿Por qué cortar? ¿Por aburrimiento? ¿Por interés por otro? ¿Se acababa alguna vez la diversión? En realidad aquello era lo único que motivaba la curiosidad de la morena por el asunto.

Jackie no contestó de primeras. Se limitó a variar la dirección de su mirada para así ver de reojo a Carrie.

La chica estaba seria y algo dolida en su interior. Quería a Jack más de lo que podía haber amado a alguien. Siempre se habían compenetrado bastante y habían evitado que las malas relaciones de Oliver y Carrie les separase. Pero el asunto de Victoria era otro cantar y la Slytherin no estaba dispuesta a soportar a una persona tan pasiva que se pone en su contra en cosas tan importantes como ella.

- Hay cosas que no se pueden soportar.- la respuesta sencilla claramente ocultaba lo difícil que le estaba resultando. Eran de la misma casa, mismo equipo de quidditch y habían pasado muchos años juntos como para que ahora no le importase separarse de él. No obstante ella era consciente de su propio potencial y de que no tardaría ya no solo en olvidar a Jack, sino en hacerlo al lado de cualquier otro chico que le llamase la atención. ¿Quién sabe? A lo mejor se animaba a probar otras casas.- No es el fin del mundo.

Escuché con cierto aire distraído las palabras de Duncan, mientras intentaba poner aquel cómodo sillón a dos patas. No era que lo que Duncan tenia que decirnos no me interesara. El problema era otro bien distinto: aquel ovillo de lana que habia aparecido alli el primer día que llegamos conseguía captar toda mi atención. Era incapaz de mirar hacia otro lado que no fuera hacia él, e incluso habia llegado a imaginarme transformado en león, dándole toquecitos con mi zarpa para hacerlo rodar por la habitacion.

Sin embargo, cuando llegó a la parte más truculenta, aquella en la que hablaba de mortífagos y ataques, fue cuando captó toda mi atención. Asenti, devolviendo mi atención a la mesa, y miré a Kyle, que se lanzó a ser el primero en hablar, haciéndonos participes de que, como es lógico estando donde habia estado, por su parte no habia descubierto nada- Es normal, tío. Si te hubieras enterado de algo estando entre muggles sí que habría sido como para preocuparse... - dije, con una sonrisa de apoyo.

Mi mirada fue entonces directamente hacia Eve, a quien Kyle habia hecho alusion directa y, extendi una mano hacia ella, en un claro ofrecimiento a ser la siguiente en hablar, con la mejor de mis sonrisas- Adelante, las señoritas primero.

Estaba a punto de darle un codazo a Leo, despues de haberme percatado de que estaba haciendo más caso al ovillo gigante que al resto cuando, de repente, Duncan comenzó a hablar, captando la atencion de todos los alli presentes.

Por mi parte, tambien asenti. Si, hacia mucho que no habiamos podido reunirnos, y lo cierto era que no podiamos ni debiamos bajar la guardia.

Kyle fue el primero en hablary cuando instó a Eve y a Duncan a que compartieran su informacion con nosotros, asenti, con cierta premura, repiqueteando ligeramente los dedos sobre la mesa.-Si, por favor... - dije, uniendome a la peticion de Leo de que fuera Eve quien hablara primero- Contadnos vosotros antes qué habeis descubierto...