Partida Rol por web

Como en la clase de encantamientos, Madelain se juntó con Lola, su compañera de siempre. Si confiaba en alguien, era en ella. En la clase anterior ambas habían dudado sobre cuál daría el primer paso. En esta oportunidad Madelian no dudó y lo hizo. Estaba contenta de hablarse nuevamente con sus amigas, y además entendía las dudas que ellas pudieran tener.

_Yo iré primero.

Madelain se tenía mucha confianza y quería que Lola estuviera tranquila al hacer el hechizo, que pudiera ver que no era tan difícil. Ambas se colocaron en los lugares, y siguiendo las indicaciones del profesor, Madelain apuntó con su varita a su amiga.

_Esstenea -dijo cuidando la pronunciación-.

Henri vio de reojo la mirada de Spencer e hizo lo que se supone que deben hacer los amigos.

Vale Spencer, ¿Preparado para que te convierta en roca? - mientras se acercaba a su lado del arco pensaba que era la decisión correcta. - Seguro que no quiere convertir a Scarlet en roca porque lo más probable es que sea doloroso- Henri le confiaría su vida al chico ravenclaw, pero de lo que, últimamente, no estaba tan seguro era en si confiarle las vidas de los otros hufflepuf.

Llegó a su posición, se colocó - ¿Listo? -respiró hondo varias veces mientras apuntaba con su varita a su amigo a través del arco- Esstenea -

Scarlet comienza a buscar un compañero, pero no siempre que se acerca a alguien el pensamiento de poder convertirle pero luego no poder traerlo a la normalidad la asustaba y se alejaba de la persona. No había comenzado el ejercicio y ya se sentía culpable por lo que pudiese pasar.

¡No quería hacerle daño a nadie!

Finalmente, de tantas vueltas que da alrededor de la sala, acaba chocando con Alan.

-¡Perdón!-se disculpa dándose la vuelta. Finalmente suspira-Oye... no e-es que qui-quiera pe-petrificarte...-dice intentando parecer relajada-...Pe-pero no que-queda otra, ¿nos ponemos juntos?

Henri con Spencer, Alan con Scarlet, Lola con Madelain... eso significaba que... No. No iba a hacerlo. Además justo ahora. No. No podía. Que me suspendiera, torturara, que hiciera lo que quisiera, pero no podía hacerlo. Dispararle un hechizo, ¿pero qué locura esa esa?

Encima estaba en un dilema. Porque si ella me lo lanzaba a mí y fallaba por culpa de dudar por lanzármelo a mí se convertiría en piedra para siempre. Pero si yo se lo lanzaba y luego no era capaz de convertirla de vuelta habría sido el culpable de matarla. Y que no, que no podía lanzarle a la cara un hechizo así a ella. No podía.

Lo único bueno es que si lo hacía yo primero, lo más seguro es que fallase, y por lo menos ella no sufriría daños... 

- Demuestra lo buena que eres con la magia. - le digo a Katie intentando sonreír. Con algo de suerte me haría el hechizo ella a mí. Yo no me veía capaz.

Asthon la busca para realizar el hechizo con ella. Se coloca en posición. No habla debido al miedo que guarda en su corazón, pero sonríe ante la frase de ánimo que le regala. - No me gusta nada eso de "las damas primero" - le dice, asustada por el resultado del hechizo. Saca la varita, siente como le tiembla la mano - Perdóname Si algo salía mal, solo le afectaría a ella. Lo prefería a hacerle algo a él, a quien fuera. Aunque fuera un terrible final. - Esstenea

Scarlet se coloca en uno de los arcos y espera a que Alan haga lo mismo. Una vez ambos colocados, toma aire profundamente y cierra los ojos, intentando concentrarse y relajarse, si se ponía nerviosa le saldría mal el hechizo y si le salía mal...

Tragó saliva.

-Perdón si du-duele...-se disculpó con Alan antes de volver a coger aire y pronunciar con voz clara y firme, para su sorpresa:-¡Esstenea!

Cuando Alan comenzó a convertirse en piedra tuvo que mirar hacia otro lado, apretando los puños.

Aun estaba pensando en con quien juntarme cuando, Scarlet choca conmigo por accidente y, cuando me doy cuenta, está dispuesta a hacer el hechizo sobre mí.

Bueno, espero que no tartamudeé. Prefiero a ella antes que a Spencer, él me dejaría convertido...

Adelante, Scarlet, -La animo ya que la veo titubear- Conf....

Veo como el conjuro de Henri, demasiado débil se dirige hacia mi. Pero el arco cumple su función y refleja el efecto contra él.

Mientras pongo los ojos en blanco solo puedo pensar "Era de esperar". Nadie podía decir que aprender un hechizo era el talento especial de mi amigo. Era imposible que en unos pocos minutos y una única explicación se quedase con el conjuro. Habitualmente tenia que practicar con una cuchara de madera, antes de usar la varita, para no ser un peligro para él mismo (como esta vez) o para los demás. No había muchas opciones, la primera que el profesor hubiera mentido y cualquiera pudiera ponerle fin. La segunda, en la que confiaba más, era que hubiera exagerado al decir que no había más formas de romper el conjuro. Me acerco a la estatua que es mi amigo.

-Finite incantatem.- Un hechizo de primero que deshacía los efectos de muchos encantamientos. 

Carak-Band centró su mirada depredadora sobre el muchacho de Ravenclaw.

-Muy bien señor... -con un chasqueo de sus dedos y una pequeña deflagración un pergamino con la lista de alumnos se materializó en su mano- Ollivander. Ambos aciertos...

El subdirector pareció pensativo durante unos instantes y luego, con un suspiro, volvió a centrarse en él.

-Cinco puntos para su casa -acto seguido su semblante se endureció más si cabe- ¡ahora a trabajar!

Durante la sesión de práctica permaneció de pie frente a su mesa, contemplando los aciertos de la mayoría de los alumnos por convertir a sus parejas en piedra. A decir verdad los que habían fallado no eran demasiados. Este parecía otro grupo prometedor.
Uno de los chicos llamó su atención. El joven Spencer había cruzado hasta la posición de su compañero autopetrificado. Espectante permaneció en silencio, de brazos cruzados, y cuando el chico trató de recuperar a su compañero él esbozó una sonrisa.
De súbito una llamaráda azul recubrió el cuerpo de piedra de Hudson y cuando por fin se disipó este tenía un aspecto más granulado y blanquecino.

-¡Atras! -exclamó Carak-Band al tiempo que alzaba hacia él su báculo conjurando una especie de burbuja en torno a su cuerpo de sal.

-¿Haciendo trampas, señor Ollivander? -musitó girando hacia el chico lentamente la cabeza, con una pérfida sonrisa dibujada en sus labios- le tenía por un estudiante aplicado... lo cual me lleva a dudar del por qué de semejante estupidez.

Señaló con el dedo a la estatua de sal de Henri Hudson.

-¿Sabrá que las consecuencias de una muerte en el recinto escolar las asume el claustro, cierto? -dijo arrastrando cada vez más las palabras, enojado- ¿¡acaso no atendió cuando expliqué los detalles de la maldición y su contramaleficio!?

Respirando hondo cerró los ojos, suspiró y volvió a abrirlos recuperando la sonrisa.

-Para empezar le quitaré veinte puntos a Ravenclaw por esto...

Golpeó en el suelo con el bastón y al instante la burbuja se desvaneció llevandose consigo el cuerpo del chico.

-... sepa que a su compañero le esperan unas cuantas horas y una dolorosa recuperación en la enfermería, señor Ollivander -dijo clavandole la mirada y luego dirigiéndose al resto de la clase- esto, alumnos, ha ocurrido porque el señor Ollivander no aplicó el único y verdadero hechizo capaz de cotrarrestar el "Esstenea"... ¡y ese es el Pereseiias"!

Recorrió con iracunda mirada la clase antes de centrarse de nueveo en Spencer.

-Esta noche después de la cena le espero en mi despacho... -dijo severo- por el momento hágase a un lado y vea como ejecutan el contramaleficio sus compañeros.

-No pretendo ser presuntuoso, profesor. Pero dijo que solo el lanzador podía deshacerlo, y dado que se ha quedado convertido en piedra a sí mismo, asumí que era mejor un hechizo anulador de magia genérico que el específico, ya que no he sido yo quien le ha convertido en piedra. Mejor intentarlo, que dejarlo morir.

Al menos aprenderemos como salvar a alguien de la petrificación de esta maldición. Los riesgos que conllevaba su ejecución hacían como poco que fuese estúpido destinar tan siquiera un minuto a aprenderla, paso a mi lista de conjuros inútiles. Era curioso como a los magos les encantaban hacer estas cosas.

Una vez que lo logra, y comprueba que el profesor percibe que ha tenido éxito, se apresura a romper el hechizo que mantiene a Ashton en piedra. - Pereseiias - dice, y espera volver a ver su cuerpo animado y con vida propia Cuando se recupera, se acerca a él y lo observa de cerca, tal y como debería haber sucedido. Le sonríe, tranquila, después del mal trago que el profesor les había hecho pasar - ¿Es bueno estar de vuelta? Pero una vez que puede centrarse en otra cosa, se percata de la petrificación de Henri. Se acerca a él, por un fallo en su hechizo. Spencer había intentado acabar con la petrificación, pero no era posible salvo en la enfermería. Habría que hacerle compañía mientras esperaba

Cuando Henri quedó convertido en algo parecido a un muñeco de nieve, Madelain se alarmó, pero pronto se tranquilizó en gran medida al ver la sonrisa del profesor Carak-Band. Estaba loco pero no se comportaría de esa manera si no hubiera vuelta atrás en ese proceso.

Los puntos no le interesaban a Madelain, pero sí le fastidiaba la estupidez, y tal como el profesor había dicho, el acto de Spencer había sido una estupidez. Y su propio amigo debería pagar por ella.

Se puso delante de Lola, que se había perdido toda esa escena, luego tendría que explicarle. En ese momento Spencer volvía al ataque. Tenía razón en lo que decía, pero ya estaba en el 5º año. ¿No sabía aún que el Basilisco no reconocería un error?

_Pereseiias

Cuando pronunció el hechizo ya se dio cuenta de que aquel no funcionaría. Aún estaba pensando en el otro asunto y no se había concentrado lo suficiente.

Scarlet mira con el ceño algo fruncido a Spencer y al profesor. Se le heló la sangre cuando vio al pobre Henri petrificado y deshecho en un montón de polvo.

Tragó saliva e intentó volver a concentrarse en el hechizo que tenía que hacer para devolver a Alan a su estado original. Volvió a pronunciar con firmeza:

-¡Pereseiias!-notó como el hechizo fluía por su varita y vio como la luz salía de ésta, dando en el cuerpo de Alan y devolviendo su cuerpo al hufflepuff. Sonrió orgullosa de sí misma, se hubiese sentido fatal si no hubiese podido resolver la situación, aunque no hubiese parado de repetir el hechizo hasta que Alan volviese a tener su cuerpo.

¡Bien, Scarlet! ¡Lo conseguiste!

Se acercó a Alan, sonriente y preguntó:

-¿Qué tal? ¿E-estás bien?

...io en ti!-Termino de añadir cuando, subítamente, me doy cuenta de que en lo que hablaba con ella para animarla, me ha transformado en piedra y, por fortuna, me ha devuelto a mi estado normal rápidamente.

Vaya, Scarlet! Enhorabuena, lo has hecho perfectamente. -Le contesto a Scarlet animándola- Yo no he notado nada, así que si, estoy bien.