Partida Rol por web

La tarde pasa rápido entre bromas y cosas importantes. Algunos alumnos se la han pasado haciendo los trabajos mandados, otros paseando por el castillo y otros tramando cosas malas que seguro que no dejan indiferente a nadie. El Gran Comedor comienza a llenarse, reuniendo a amigos y compañeros en las mesas de cada Casa.

Cuando todos están sentados, Fiore da la orden para que la comida aparezca en las mesas y todos puedan comer. Parece que el techo encantado deja de mostrar las estrellas para mostrar como las nubes ocupan su lugar en el cielo exterior... quizá se acerque tormenta esa noche.

"Madelain ¿Podemos hablar a solas cuando acabes de cenar? Es importante. Alex."

Envío la nota a Madelain encantando el papel para que se deslice por el aire hasta ella.

Tras mandarlo, como. Pues si ella decide levantarse en ese momento tendría que hacerlo yo también. No es plan de llamarla y hacerla esperar.

Henri llegó de los primeros a la cena. Había pasado la primera parte de la tarde hablando con la guardian de su equipo de quidditch hasta que ambos se encontraron con Spencer. Después se separarón, pues el hufflepuf tenía ciertas cosas que preparar y debía hacerlo en solitario.

Al entrar en el comedor, se sentó donde se solía sentar cada noche mientras pensaba que si fuera capaz de dedicar tanto tiempo a los trabajos de clase como el que había dedicado a la petición del ravenclaw sería el primero de su curso. Rápidamente descartó aquella estúpida idea.

Entrando al comedor, y tomando nota de miles de cosas, ve a Henri. Guarda los pergaminos y le da un apretón en el hombro, antes de sentarse con él.
Tenía un humor parecido al del día, nublado, pero hacía por animarse.

- ¿Cómo estás, Henri? Pareces pensativo, ¿qué pensamientos ocupan tu mente? - pregunta, animosa.

Lissy entró en el comedor con aparente normalidad, acababa de cambiarse el color de su laca de uñas, el burdeos había sido demasiado llamativo incluso para ella y tras una hora de manicura intensiva, finalmente se decantó por un esmalte dorado, menos llamativo pero más elegante, quería estar guapa, tenía la sensación de que a partir de aquel mismo día su vida iba a dar un giro por completo... en realidad ya lo había empezado a dar, pero a tenor de los últimos acontecimientos las cosas iban a marchar mucho más rápidas... de eso estaba segura.

Se sentó en la mesa de Gryfindor  y se sirvió la comida mientras esperaba a sus compañeros. Hacía tiempo que no estaba tan expectante...

Henri nota un apretón en el hombro y se gira para ver quien es.- Hola Katie.- aunque el banco está aún medio vacío, inconscientemente se aparta un poco hacia un lado para dejarle un sitio a su lado. - Pensaba en el fin de semana.- De todo lo que había hecho desde que regresó al colegio, lo que suponía pasaría ese fin de semana tenía una importancia vital para él, aunque no se lo había contado a nadie.

¿Qué tal ha ido tu tardre libre?-le pregunta sabedor de que no habían hablado desde la conversación con Madelain.

Se agacha a recoger algo de su mochila.- Noté la moneda, pero estaba con Nora y fue imposible separarme de ella hasta bien entrada la tarde.- Le cuenta en voz muy baja a modo de disculpa.

Asiente en silencio, comprendiendo que en algunas ocasiones no era posible acudir. Por muy importante que fuese la ocasión. Si las circunstancias no acompañaban, no había nada que hacer.

- Te tengo que poner al día, hay varias cosas importantes que tienes que saber... La verdad es que te extrañé allí. - le responde, de forma algo discreta, sonriendo un poco. - Cuando quieras, podemos hablarlo. De camino a la enfermería incluso, para visitar a Ashton. ¿Te parece bien?

Vale.- Asiente. Henri coje un par de panecillos para el camino - ¿Crees que nos dejarán verlo a estas horas? Las últimas veces que fui a verlo continuaba en aislamiento y la señora Pomfrey no me dejó acercarme.

Estaba cenando sin muchas ganas, estaba ansiosos pos saber como desembocaban las consecuencias de mi arduo trabajo a lo largo de las semanas previas. Si había movido bien los hilos, todos estarían en el lugar adecuado en el momento adecuado. Sólo tenía un problema, no había conseguido desentrañar la maraña de influencias e intereses de los profesores, y eso me escamaba. Eran una fuerza temible a tener en cuenta, que podrían desbaratar mis planes, pero por ahora, todo habían sido influencias favorables. 

Scarlet entró en el Gran Comedor con una sonrisa en los labios. Sí, había conseguido lo que quería y eso le daba hambre, una de sus angustias se iba a quitar pronto de sus hombros. Al llegar al Gran Comedor, se acercó a Alex para poder darle un abrazo y un beso en la mejilla.

-Gracias, Alex. Eres el mejor.-le susurró como tantas otras veces le había dicho, pero es que para ella, realmente lo era. Él sabía a qué se refería, o al menos eso pensaba ella. 

Se alejó de la mesa de Gryffindor con una sonrisa, hasta llegar a su mesa correspondiente y tomar asiento junto a Spencer. Se sirvió de todo y en gran cantidad, pues su estómago rugía como los leones de los escudos que tenía enfrente. 

-Tengo bu-buenas noticias...-le dijo a Spencer con una sonrisa antes de llevarse un trozo de pollo a la boca.

Alana comió inusualmente de prisa, aunque no por ello menos educadamente. Estuvo hablando poco con sus compañeros de mesa incluso, intercambiando datos triviales y enterandose de los chismes. El tema del Basilísco seguía levantando revuelo. Se despidió  tras unos 10 minutos, disimulando su tedio, y decidió subir a su habitación.

Madelain no estaba en la mejor de sus noches. Había pasado una tarde... incómoda, y no sabía si ya podía ir a la cama o si tendría la clase de MAO con algún otro profesor.

Mientras comía el postre, le llegó volando un papel encantado. Miró a su alrededor, sorprendida. Cualquier alumno sería castigado si lo vieran hacer eso, estaba prohibido utilizar magia en la escuela fuera de las clases.

Tomó el papel y cuando lo leyó gesto se ensombreció. Se puso de pie, mirando hacia la mesa de Gryffindor, y a la vista de todo el mundo lo rompió en muchos pedazos. Si luego los guardó y no los tiró al piso es solo porque sabía que si lo hacía podía ser castigada.

DOMINGO

El tiempo comienza a cambiar en los terrenos de Hogwarts pues el cielo está encapotado y se ha pasado toda la noche lloviendo, aunque ahora parece dar una tregua de la lluvia para cargarse antes de volver a soltarlo todo en densas trombas de agua, así pues, ese Domingo no es un día muy animado para pasear por los terrenos si no se quiere correr el riesgo de acabar empapado.

Aunque no todo son malas noticias. La señora Pomfrey ha dejado salid a Ashton de la enfermería tras su larga enfermedad y recuperación, pero parece que todo eso quedó atrás y que ya puede unirse a sus compañeros.

Así que a esas horas de la mañana, no todo es gris... también parece que puede haber un poco de diversión.

El día no parece muy agradable para nada, pero es un día importante así que tiene que mantenerse animada y espera que todo salga bien, sin ningún imprevisto. Acaba de desayunar y coge un bar de bollos más antes de levantarse y acercarse a Alex que tiene un papel importante también en todo eso.

-Voy a prepararlo todo. En 10 minutos sube, con ellas - le susurra antes de levantarse y marcharse del comedor no sin antes pasar por la mesa de Ravenclaw y darle una notita a Scarlet sin que nadie se de cuenta.

Se pierde tras las puertas del Gran Comedor.

Chris deja caer una notita en a las piernas de Scarlet.

"Scarlet, cuenta 5 minutos desde el momento en el que Alex deje el Gran Comedor y trae a Spencer a donde tú ya sabes... nos vemos allí."

Scarlet no tiene tiempo de contestar pues Chris ya se ha alejado y ha dejado el Gran Comedor.

Scarlet se sirvió un poco de bizcocho de chocolate y zumo de naranja. Mientras le daba un sorbo a su zumo, la nota de Chris cayó sobre su regazo. No le dio tiempo a responderle con palabras, así que asintió hacia ella con la cabeza para indicarle que estaba de acuerdo y que lo haría. 

Se giró a Spencer con una sonrisa, animada.

-¿En un rato puedes acompañarme? Tengo algo que enseñarte...-le susurró con una sonrisa antes de volver a su desayuno.

-Si claro, desde que el otro día me dijiste que tenías preparada una sorpresa para mi, me muero de ganas de saber que es. Por lo que veo guarda relación con el grupo de aventureros estudiantes que se mueven en la oscuridad que has formado con gente de otras casas.- sonrío despreocupado, Aunque no sabía que habían conseguido, sus actividades no habían pasado desapercibidas a mi atenta mirada.

Asiento a Chris mientras se aleja de mi. Es lo que dije que haría, y lo haré. Eso sí...si ellas se prestan a hacerlo. No depende del todo de mi.

Sin darle más vueltas, termino la comida y presto atención a Madelain y Alana. Cuando estén listas iré hacia la puerta del Gran Comedor para que me sigan discretamente.

Espero que lo hagan.
 

Abre los ojos. Apenas recordaba nada de lo que había pasado el día anterior. Su cabeza estaba como después de un largo sueño. Intentó incorporarse, y de pronto sintió como se mareaba, habiéndose movido apenas un centímetro. Entonces vio a la enfermera aparecer, y ahí se dio cuenta de que estaba en la enfermería. Le explicó algo de una enfermedad, de lo que ahora apenas se acordaba, y con un movimiento de varita le volvió a poner a dormir.

Quizás todo aquello había sido un sueño. Pero no, seguía en la enfermería. Solo que ahora podía levantarse sin apenas marearse. Al no ver a nadie alrededor y sentirse mejor, se levanta de la cama y se dirige al comedor aunque muchas ganas no tuviese de desayunar.

Avanza entre la gente hasta su mesa y se sienta donde siempre.

- ¿Oye, sabéis qué paso ayer? No me acuerdo de nada y me he levantado hoy en la enfermería... - dice mirando a Henri y Katie.