Partida Rol por web

Madelain estaba molesta esa mañana. La última vez que Alex le había dicho de ir a algún lugar la había dejado plantada esperándolo, así que por más que le daba vueltas al asunto no conseguía entender por qué le estaba dando una oportunidad nuevamente. Aún así, había un poco de ansiedad en ella, provocada por la curiosidad de saber qué ocurría. Todo eso quedó de lado al ver a Ashton acercarse a su mesa. Se levantó y fue tras él.

_¡Hey, bienvenido! Si te han dejado salir doy por hecho de que ya estás mejor. Me alegro mucho.

Alana terminó de comer algo mas rápido de lo usual, pero aún así se tomó su buen tiempo. El día que realmente necesitara apresurarse a la hora del desayuno probablemente sería su perdición. Ese día concreto traía el cabello en una sola coleta relajada con mechones a los lados, quitandole algo de su aire extravagante. Pero solo algo, porque el cabello ceniza seguía dandolo involuntariamente.

Se levantó de la mesa tras un vistazo alrededor, y camino tranquilamente a la salida. Se quedó del lado de afuera de la misma, esperando.

La mañana parecía algo rutinaria, como comenzaba a ser.
Sin demasiados cambios en la vida escolar. Mucho estudio, más presión, pero menos recompensas por parte del profesorado. Aquello era realmente una meritocracia.

Marea un poco la comida en el plato, cuando Ashton se sienta a su lado.
Al principio, se queda helada. Después, suelta todo entre sus manos y se lanza a abrazarlo con mucha fuerza, en silencio. Pero con una gran sonrisa en sus labios, incomparable a ninguna otra que hubiera expresado en su vida.

Estás aquí, ¡estás aquí!

Ayer, por la mañana terminé el trabajo de historia de la magia y por la tarde entrenamiento de quidditch, con Ashton en la enfermería no tendremos la más mínima oportunidad en el siguiente partido.- dijo Henri sin ningún ánimo mientras movía cuatro cereales que le quedaban en el bol de leche sin levantar la cabeza.

Luego se percata de quién le ha hecho esa pregunta-¿Ashton? - le pregunta sorprendido.- ¿Estas bien?... Digo, claro que estas bien, si te han dejado salir de la enfermería. - Va a darle un abrazo, pero ya lo está haciendo Katie en ese momento, y bastante bien, así que se conforma con darle uno corto y sigue hablando- ¿De verdad que no te acuerdas de nada? Han pasado por lo menos tres semanas desde que fuiste a la enfermería. Hemos ido a verte un montón de veces, pero no nos han dejado hacerlo, estabas en observación.

Vio como Alex salía del Gran Comedor, seguido al poco de Madelain y Alana. Tenía que contar cinco minutos, ni más, ni menos... por lo que se quedo muy seria, concentrada en el tiempo que pasaba. Entonces vio que se montaba algo de revuelo en la mesa de Hufflepuff, se levantó ligeramente de su asiento para poder ver lo que ocurría, para así finalmente descubrir que Ashton había vuelto. 

Sonrió al ver que había regresado de la enfermería. 

-Sé que Ashton y tú no os lleváis...-le murmuró a Spencer.-... pero no está de más saludarle por haber vuelto, ¿no?-lo alentó con una sonrisa suave en los labios, intentando que fuera con ella a saludar a Ashton. 

Se acercó al recién llegado y esperó a que la nube de gente desapareciese de alrededor de él para poder poner una mano en su hombro suavemente y estrechándolo con afecto. Le dedicó una de sus mejores sonrisas. 

-Bi-bienvenido de nu-nuevo, Ashton... ¿có-como te en-encuentras?

Se sorprende al verse pronto rodeado de gente. Casi más que de haberse despertado en la enfermería. No sería la primera vez que tras un partido de quidditch se había despertado allí (lo que tiene ser golpeador) pero nunca me habían recibido de esta manera al salir de allí.

- ¿Tres semanas? - Intentó poner un poco más de esfuerzo en recordar, pero eso solo conseguía que su cabeza diera más vueltas por lo decidió no pensarlo más por el momento. - Entonces tendremos muchas cosas de las que ponernos al día.

Mientras dice esto abraza a Katie. Era una situación bastante extraña ya que él no era consciente de todo lo que había pasado, y era muy difícil estar agradecido cuando para ti apenas había pasado una noche.

- Muchas gracias a todos. - dice sonriendo a los demás aún sin soltar a Katie. Él no precipitaría ese momento, que le soltara cuando ella viera apropiado.

Algunas.- contesta a Ashton con una sonrisa en los labios. Luego se aparta a un lado para dejarle un poco de espacio. No todos los días un Hufflepuf es recibido al entrar en el gran comedor como lo ha sido hoy su amigo y no quiere quitarle protagonismo.

Se sienta de nuevo en el banco, pero esta vez de espaldas a la mesa, mirando, mucho más contentó que se despertó esa mañana, a la gente que se ha juntado alrededor de ellos mientras se termina el bol de leche del desayuno.

Alex guía a Alana y a Madelain por el castillo manteniendo un poco las distancias para que ningún profesor vea raro que los tres van juntos. Un Gryffindor y un Slytherin se verían bastante mal a los ojos de los demás. Tras varios minutos ascendiendo, llegan al 7º piso del castillo y Alex pasa por delante de una pared totalmente vacía y a los pocos segundos aparece una puerta que comienza a grabarse en la piedra.

Ahí está la sala que tanto han buscando, la sala que estuvo delante de las narices de Madelain la última vez que Alex le dijo que esperase. Cuando está totalmente formada, Alex se acerca a la puerta y la abre de par en par.

-Bienvenidas a las Sala de los Menesteres... pasad antes de que nos vea alguien - dice mientas les deja paso.

Las puertas se cierran tras ellos.

Lissy también se había levantado de humor aquella mañana, había comido con cierto apetito y estaba segura que algo importante iba a pasar. En pocos días había conseguido formar parte de la Orden, pero en aquel momento sería cuando debía comenzar a ser más cauta y no actuar como la niña alocada con un mal día que había sido hasta la fecha.

Desde su posición, advirtió como Alex se dirigía hacía la perta, tras unos minutos prudenciales, Lissy se levantó y se dirigió con aparente tranquilidad hacia donde se encontraba Alex...

Tras darle la bienvenida a Ashton y darle algo de espacio libre, vuelve a su mesa junto con Spencer. Enseguida se da cuenta de la ausencia de Alex, Alana y Madelain dos minutos antes, por lo que calculó unos minutos más el tiempo necesario y se giró a su compañero de casa para decirle: 

-Es la hora...-sonrió a Spencer señalando la puerta con un movimiento de cabeza. 

Una vez su compañero estuvo listo, comenzó a caminar hacia la salida.

Poco a poco todos los que rodearon a Ashton dándole la bienvenida fueron desapareciendo dejando solos a los tres hufflepuf, no dijo nada, pero tenía la impresión de que por fin Chis había abierto la sala de los menesteres a todo el que pudiera aportar algo a la cruzada.

¿De verdad no te acuerdas de nada?- le pregunto a Ashton que aún no seguía abrazado de Katie. Tres semanas inconsciente, eso debía ser un nuevo record en Howards, o por lo menos estar cerca bastante cerca de él. - ¿Te acuerdas de tener que escribir con la pluma de Fiore? ¿Verdad?

El último con intenciones de abandonar el comedor es Spencer, Henri lo vé levantarse para seguir a Scarlet. Entonces le pregunta a Katie. - ¿Esperan nuestra presencia? O es una primera charla informativa y podemos salir al jardín a pasar la mañana.

Recojo mis cosas como si fuera a ir a cualquier clase. Estaba intrigado por lo que fueran a enseñarme. Además nuestra poción no tardaría en estar preparada. Me levanto mientras con la mirada sigo el baile de parejas que se aleja del comedor. Cuando Scarlet se levanta, con calma la sigo, hacia las puertas del comedor y los secretos que me había escondido. Pero si me había hecho merecedor de su confianza, entonces no había precio para este momento. Nada me haría mirar atrás y dejarla sola, no ahora. 

Ya parecía que la emoción ante su regreso empezaba a disminuir. Mejor, empezaban a ser algo agobiantes y quería quedarse a solas con Henri y Katie a poder ser para que le informaran de todo lo que había pasado desde hacía tres semanas.

- Eh... sí, de eso sí que me acuerdo... - dice mientras intenta recordar, pero todo lo que fuera forzar su memoria le seguía mareando. - Bueno, más o menos. ¿Charla informativa?

Ya había pasado el principio de curso, por lo que no sería una clase (¿qué día de la semana sería?), quizás sobre algún club al que se habían apuntado, o de... No, a nadie se le habría ocurrido invitar a Spencer a ingresar en la Orden.

Por fin, deshace el abrazo de Ashton. Se da cuenta por fin de lo pesada que ha podido llegar a ser con ese abrazo, especialmente si él no ha notado la ausencia de ese tiempo.
Suspira y se aparta un poco, para dejar un espacio humano entre los demás presentes.

Mira a los que se marchan y frunce el ceño. Sonríe a Henri, encogiendose de hombros.

- Dudo mucho que tengamos algo que ver con eso. Pero tal vez sí y no lo hayamos entendido. ¿Qué tal si vamos a dar un paseo y nos ponemos al día?

Los dos Ravenclaw se dirigen al 7º piso del castillo. Eso le puede recordar a Spencer el día en el que subió por el pasaje oculto tratando de alcanzar al Profesor Gordon. Siguen avanzando hasta que Scarlet se sitúa frente a una pared totalmente vacía, casi al lado donde Spencer se encontró a Madelain hablando con el tapiz de Barnabás el Chiflado. 

Como por arte de magia, algo totalmente normal en Hogwarts, se materializa una puerta en la pared, poco a poco, formando los trazos de las dos hojas de madera. Cuando acaba, Scarlet puede abrir la puerta. En el interior de la sala, se ven varias personas.

Vale, yo ya he terminado. - mira el techo del gran comedor - Y hace un precioso día para pasarlo encerrado en la biblioteca o en la sala común.

Se levanta de la mesa y sale del comedor tras Katie y Ashton. Ya en los pasillos continúa. - Pensaba que sería de ese tema del que hablasteis el jueves cuando no pude ir a la reunión. - le dice a Katie en referencia a su comentario anterior y a la extraña reunión de Alana, Madelain y Spencer con parte de los miembros de la orden.

Pero antes de pasar a temas más serios, tenéis que saber algo.......¡Chanannn! ¡Ya tengo pareja para el baile! - les dice teatralmente mientras abre los brazos con las palmas hacia arriba como un ilusionista muggle que acaba de hacer un truco, tras unos segundos de suspense.

Scarlet condujo a Spencer por los largos pasillos de Hogwarts, dando algún que otro rodeo por si a alguien se le ocurría seguirlos. Una vez llegaron al séptimo piso, se situó donde la puerta solía salir y esperó a que esta se manifestase. Cuando eso ocurrió, no pudo contener una sonrisa amplia al ver como poco a poco, prácticamente de la nada, surgía arco enorme con dos puertas de madera, elegantes pero robustas. 

La muchacha acercó la mano al pomo y entre abrió una de las puertas. Antes se giró a Spencer, con una sonrisa que rozaba la travesura.

-Vamos... nos esperan dentro.-le dijo haciendo un movimiento de cabeza hacia el interior de la sala y, acto seguido, entrando en ésta.

Henri llegó corriendo hasta la sala común de Hufflepuf, la encontró prácticamente vacía como de costumbre, pues los miembros de su casa eran más de disfrutar la mañana en los jardines que quedarse en la sala común haciendo deberes.

Durante el camino se reprendió a sí mismo por no fiarse de Spencer. El Ravenclaw era su amigo y siempre se había portado bien con él. Era Spencer el que perdía su tiempo explicándole una y otra vez como había que poner la varita para que le saliera el difícil conjuro de transformaciones o como mover la cuchara o cuanto tenía que hervir una poción para que saliera bien. Y durante todos estos años nunca le había pedido nada a cambio. Tal vez lo de su primo también le había cambiado volviéndole un paranoico desconfiado. Incluso llegó a plantearse dejarlo correr, y terminar la poción pues sabía que Spencer no se aprovecharía de él.

No. Esto era precisamente por lo que tenía que hacer lo que iba a hacer. Spencer le convencería de que terminar la poción era lo mejor y de que su primo no correría ningún peligro con la primera palabra que dijese. Necesitaba confiar en aquellos a los que Spencer no les caía tan bien como a él. Después de todo, si el plan del Ravenclaw no era peligroso para los niños estaba decidido a ayudarle, nadie más debería de pasar por lo que había pasado Chris! Hugo o Kira.

A los pies de su cama estaba su baúl. Lo abrió y sacó la bolsita que le había entregado Spencer la tarde anterior cuando estaba con Nora. A su lado un pequeño frasco de coclearia macerado en aceite de oliva y expuesto a la acción de una noche de luna nueva. Ese líquido era de los últimos en tener que poner en la poción, pero podía prepararse antes con la única condición de que su temperatura de conservación no descendiera de 8 grados pues se estropeaba, por eso había traído el frasco desde la casa de los gritos una vez preparado.

Con la bolsita y el frasquito salió de su cuarto hacia la sala común donde estarían ya Katie y Ashton.