Partida Rol por web

 Me giré a los recién llegados, clavándoles mi fría mirada, como si quisiera petrificarlos, mientras me preguntaban si los sitios estaban libres. Finalmente, después de unos segundos de silencio incómodo, respondí de manera indiferente:

 - Mientras no tratéis de iniciar una conversación conmigo, por mi podéis sentaros...

 Luego volví a girarme, a ver la ventanilla que había a mi lado...

Agacho la cabeza y miro a Henri y a Ashton por el hueco de mi brazo. Musito sin sonido "Lo siento". Apoyo el pie que tenía en el aire y me subo al carruaje. Me siento delante de Serpens, aunque sea les ahorraría lo peor del viaje, en caso de que se aburriera de mirar por la ventana.

Los Serpens eran una familia que había dado mucho de que hablar a la mía. De hecho esas conversaciones se reavivaron el año pasado con la muerte del padre de Gabriel. Los periódicos discutían respecto a si se trataba de un suicidio o un accidente. Al parecer el maestro no llevaba su varita encima puesto que había hechizos de levitación que lo hubieran salvado. Pero nadie sabía que podría motivar al hombre a buscar su propia muerte.

Bajé con Irazzi y Ginna, después de que viniera al compartimento estuvimos hablando hasta llegar, me habían caído bastante bien las dos.

Ginna se fue con los de 4º y Irazzi y yo fuimos hacia los carruajes. Parecía ser que los de nuestro año se conocían casi todos y se llevaban muy bien entre ellos, por mi parte... prefería ir en uno yo. Subí al primero que vi vacío y me dispuse a cerrar la puerta pero... Ira también parecía que estaba sola... hmmm... bueno...

-Ira! Quieres venir conmigo?! -le grité, pues estaba al lado del tren

Quien lo iba a decir, yo juntándome con Gryffindors y Ravenclaws que no fueran mis amigos de siempre... lo siguiente que sería? Un Slytherin?!

Scarlet dejó que Alex la estrechase. Así se sentía mejor, él era cálido y protector, sentía que mientras estuviese así no podría pasarle nada malo, los brazos del chico eran como murallas que la resguardaban.

Sacó otra rana de chocolate y, tras capturarla, partió un trocito con los dedos y se lo metió en la boca. Si, el chocolate siempre ayudaba un poco. Miró a Alex, partió otro trocito y lo llevó a la boca del chico; así ambos podrían comer chocolate y no tenían por qué terminar el abrazo.

-Valiente comienzo de curso te he tenido que dar...-le dijo mientras el chico masticaba el trozo de chocolate que le había tendido-Llevamos meses sin vernos...y en cuanto estamos a solas...mira lo que pasa. -esbozó una media sonrisa-Te agradezco mucho que me hayas escuchado, de verdad.-completó la sonrisa con esa frase-Y bueno...sé que no hace falta decirlo...pero preferiría que no comentases lo que te he contado...Aunque...a Spencer se lo conté antes...Me habría gustado que tú hubieses sido la primera persona a quien se lo hubiese dicho...pero no encontré el momento. Por eso te dije antes que Spencer es muy buen chico...me escuchó y consoló también...incluso me ayudó a calcular cuando volvería a encontrarme con ellos. No funcionó, por cierto.-añadió con tristeza-Pero lo que cuenta es la intención...Por eso me gustaría que lo conocieras mejor, seguro que te cae bien.

¿Debía contarle a Alex lo sucedido con Spencer en el vagón? No estaba segura...además, no sabía como decirlo sin tener que sacar el tema de su confusión sentimental...Pero desde luego, este no era el momento para pensar en sus problemas sentimentales. Súbitamente se preguntó si a Alex seguiría sintiendo algo por Madelain...la idea de que así fuera, le sentaba mal.

Si no es momento de pensar en tus cosas sentimentales, mucho menos en las suyas. Come chocolate y deja de pensar, Scarlet.

Le tendió otro trozo de chocolate a su amigo y añadió, cambiando de tema a algo más alegre:

-Y bueno...¿que travesuras tienes pensadas para este año?-alzó la mirada hasta los ojos de Alex y le miró con expresión divertida.

Ya era hora de cambiar a un tema más alegre, no quería darle un viaje tan malo al chico.

Alguien coge a Logan por el brazo, con un "ataque" por la espalda, y se cuelga de él mientras camina. Es Lizzy que se va despidiendo de sus amigas que cogen otro carruaje. Con la varita hace que flore su equipaje tras ella, como cuando han entrado en el tren esa mañana.

-Ya estamos aquí - dice sonriente - ¿no estás con Alex? 

Por detrás aparece Howard que le da un toque en el hombro.

-¿Qué pasa, tío? ¿Cómo ha ido el verano?

Madelain encuentra un carruaje vacío que nadie ha cogido aun y que nadie parece tener intención de coger pues están charlando unos con otros, reencontrándose con amigos con los que no han podido hablar durante el trayecto hacia Hogwarts.

Tanto ella como Alana montan en él y el carruaje parte hacia el castillo.

- Bien y ustedes compañeros jaja..aunque como simpre no me gusta por lo del tema muggle pero vamos bien, ahora estamos en el lugar que parece mi casa y con ustedes queridos compañeros, Lissy vendrias al baile conmigo si se hace este año jeje.

 Mientras sonrie y luego mira a Howard y le golpea el hombro.

- Este año, es nuestro año y hay que darle con todo, se nos viene las TIMO.

Alyssia asoma la cabeza al carruaje donde está Katie y sonríe.

-Hola Katie, te importa que vaya contigo? Hemos comenzado mal con el Slytherin ese que se ha metido en el compartimento, pero ahora parece que no nos va a molestar.

Entra en el carruaje, esperando que no le importe que suba en él. Se sienta frente a ella y justo cuando el carruaje se está a punto de ir sube otra chica al carruaje.

-Hola Chris.

A Alex se le hicieron las piernas mantequilla cuando le metió el chocolate en la boca. Casi pudo notar como el confeti explotaba desde sus ventrículos al torrente sanguíneo. Mordió, saboreó, lamió, y tragó, pero no se atragantó de milagro. Disimuló, pero en su mente había la imagen de un mechero sobre un río de alcohol. Fuego.

Definitivamente se quedó ahí, petrificado cual conjuro, sin poder reaccionar. Se limitó a escuchar a la chica con expresión vaga y ausente, como un prisionero dementado. Y es que en aquel momento no era dueño de ninguna emoción, pues todas luchaban a capa y espada por hacerse un sitio en la mente del chico. Mientras tanto, su única neurona activa jugaba al Arkanoid con sus recuerdos.

Procesó la información y dejó que el capitán recuperase el control de la nave. Motores en marcha, pensamientos en posición y velas desplegadas, listos para navegar.

- La verdad- musitó con hilo de voz, quieto mientras su cuerpo se desperezaba y el chico se daba cuenta de que podía moverse si quería-, salvo por tus circunstancias familiares, es uno de los mejores comienzos de curso que he tenido nunca- y era cierto, pues sólo el año pasado, cuando su hermana pisó Hogwarts por primera vez, era comparable a aquel comienzo. Los demás años eran una lucha constante por hacerse un sitio en el colegio y ganarse un título entre algunos alumnos.

Todavía estaba intentando racionalizar la frase "llevamos meses sin vernos... y en cuanto estamos a solas... mira lo que pasa". Su mente le decía que debía tratarse de contarse las nuevas que no podían decirse por carta, debido a razones obvias, pero la esencia del quinceañero fantaseaba a su propio ritmo y ensayo, sin preguntar.

- Ni se te ocurra agradecerme esto- añadió al tiempo que la acuchaba con renovadas energías, atrayéndola hacia si-, y menos cuando ya han pasado cuatro años- cuarenta y ocho meses de avances lentos pero inexorables tenían que servir de algo-. Soy una tumba de acero, ya lo sabes- añadió por sentencia y confirmación a lo que la chica ya sabía-. Hablaré con Spencer- si eso te hace feliz.

Enganchó un mechón del cabello de Scarlet y se puso a jugar con él entre los dedos. Era agradable. En general, le gustaba jugar con el cabello de los demás. Lo hacía con Sotek, lo hacía con su hermana y lo hacía con Madelain. Sin distinciones. Pero nunca se había dado el caso de hacerlo con Scarlet, sencillamente no había surgido la ocasión apropiada, pues a ella no solía tenerla en brazos por costumbre.

Alex mordió el nuevo trozo de chocolate que le ofrecía, a sabiendas de que luego tendría demasiadas energías y no habría Dementor que le parase. Al hacerlo, por accidente, le pegó un pequeño mordisqueo a los dedos de la chica. Indoloro, eso sí, y accidental, pero un mordisco al fin y al cabo. A veces al chico le costaba controlarse, aunque generalmente se debía a los matones con piel de serpiente de cascabel, que hacían más ruido que partir nueces.

- La primera- dijo refiriéndose a las travesuras- será darle un escarmiento a Serpens. Lo siento- añadió bajando la cabeza para mirarla a los ojos, al tiempo que le guiñaba un ojo-. Pero tengo que hablar con Clare y Christine- C&C-, a ver si tienen un plan para este año. Aunque no le diría que no a echarle un vistazo al lago- eso último había sido ambiguo, y aunque Alex no lo podía decir directamente porque se le atascaban las palabras en la garganta, se refería a dar un paseo en compañía- ¿Tienes algo pensado?- añadió finalmente para saber las opiniones de la chica- Aparte de machacarme al Ajedrez Mágico, claro está.

Ese era el juego favorito de Alex, desde siempre. Le encantaba la estrategia y la parte matemática del juego, aunque la destrucción nata que ofrecía la magia le daba un toque de color. De hecho, a Alex le regalaron hace tiempo, por su cumpleaños, un Ajedrez Mágico personalizado, donde las piezas negras y blancas se volvían rojas y azules. Obviamente era un simple polo opuesto en cuanto a color, que representaba a los villanos y los héroes, pero eran también los colores de Gryffindor y Ravenclaw. Pura y bendita casualidad.

-¡Hola! ¿Me dejáis subir? Entre que casi pierdo el tren y que casi no quedan carruajes, no llego a la escuela este año.

Entra en el carruaje sin esperar respuesta y se la ve bastante apurada. Saluda a Katie... la ha visto alguna vez acompañando  a Henri... o quizá más a Ashton, pero como a ellos dos solo los ve en los partidos de Quidditch dándole una paliza a Slytherin, pues no sabe bien de quien es amiga.

Scarlet se sonrojó un poco cuando Alex se puso a juguetear con uno de sus largos mechones negros. Nunca antes lo había hecho con ella...era agradable, le gustaba que le acariciasen el pelo (aunque nadie solía hacerlo). El leve mordisco que le dio le hizo cosquillas, y ella rió divertida.

Se sintió halagada al saber que este era uno de los mejores comienzos de Alex. Quitando la parte familiar...para Scarlet había sido el comienzo de lo que seguramente serían muchos quebraderos de cabeza. Aunque el tiempo que pasó con Spencer fue fantástico, hizo que se confundiese más...¡No sabía lo que sentía por una persona, iba a saber lo que sentía por dos!

Y ahora ¡quién la ve! en el carruaje acurrucada con Alex Blair, ella dándole chocolate, con una corona de flores al lado que él le había regalado, y él jugueteando con uno de sus mechones. Ahora mismo, Scarlet estaba flotando en una nube, como si fuese un sueño. Pero sabía que esto era una ocasión puntual, al llegar a Hogwarts, volvería a tratarla como una amiga más, como siempre la había tratado. No pudo evitarlo y suspiró.

Sonrió ante la aceptación de Alex para hablar con Spencer, eso era bueno, solo quedaba convencer a Spencer para que se mostrase más agradable, hablaría con él en la cena. Realmente no sabía como mirar a Spencer...quería normalizar las cosas, pero no podía evitar sentirse algo incómoda...

No, Scarlet. Ahora estás en el carruaje con Alex, llevas meses esperando estar a solas con él. Saca a Spencer de tu cabeza. se dijo. Era lo mejor. 

Escuchó que Alex decía que su primer objetivo sería Serpens. No le gustó que quisiese meterse en líos con ese prefecto; pero ese guiño hacía que Scarlet se derritiera como el chocolate que tenía en la boca. La conocía demasiado bien, seguramente el chico era consciente de lo que producía ese guiño en ella.

Entonces Alex le preguntó su opinión sobre lo que tenía pensado.

-Pues...el lago es un buen sitio, es muy tranquilo...a veces he paseado con Logan por allí. En primavera, cuando hace calor, suelo ir allí a estudiar por las tardes, hasta el atardecer.-Scarlet se había "adueñado" de un árbol que estaba cerca de la orilla del lago, las raíces que sobresalían las usaba como asiento o respaldo. Poca gente iba allí, así que era muy tranquilo y silencioso-Bueno, algún día tengo la esperanza de que me ganes al ajedrez mágico.-bromeó-Y no, no tengo pensado nada...aparte de nuestras regulares escapadas nocturnas...Espero.-le miró, sonriendo, algo sonrojada porque nunca antes le había propuesto salir por la noche, siempre era él quien la convencía y ella quien nunca decía que no a una vuelta nocturna por el castillo.

Se metió otro pedacito de chocolate en la boca y le tendió otro a Alex.

_^Sotek

Un suave maullido se escuchó en la esquina del carruaje. Era un maullido suave y pequeñito, como el suspiro de un gato. Sotek podía oler las hormonas de aquellos chiquillos taladrándole como el opio, y no acababa de entenderlo. ¿Qué clase de ritual era ese? Por el amor del dios de los gatos, ellos no se complicaban tanto para ese tipo de cosas. Con razón los humanos eran una raza inferior. ¡No sabían ni reproducirse! ¿Qué demonios hacían jugando al ratón y el queso? Mal, muy mal. Pero no podía hacer nada, y temió que su mascota se enfadase con él si les interrumpía, así que se quedó allí, en la esquina. Entornó los ojos, cansado. Si bailasen o algo... todavía, pero no, estaban ahí, abrazados como si tuviesen frío. La humana que les parió...

^_Alex

El chico, como no, aceptó el nuevo trozo de chocolate. Lo puso bajo la lengua para dejar que se deshiciese ahí, y entonces, intentando vocalizar bien, le dijo algo a Scarlet.

- Vamogs a cambiagrh de pogcstura- o algo así. Rió como un imbécil al darse cuenta de que apenas podía hablar en ese estado.

Con suavidad, asiéndola por los hombros, separó un poco a Scarlet al tiempo que el chico se recostaba contra la pared, inclinándose cual tumbona. Se recolocó la varita para que la chica no pudiese clavársela al moverse, y poniéndole las manos en la cintura la animó a voltearse ciento ochenta grados y apoyarse contra Alex como si fuese a la vez colchón y almohada. No en vano, si bien Alex no era un enclenque para tener quince años, tampoco tenía una musculatura de anuncio, por lo que su cuerpo podía hundirse ligeramente bajo el peso en lugar de ser una roca maciza.

En parte, lo hizo para que Scarlet no le viese si se sonrojaba. Casi lo hizo cuando la chica se pusó color bermellón, y quería ahorrárselo para no morirse de vergüenza. En esa nueva posición sonrió maliciosamente al comentario de las escapadas nocturnas. Salvo por las patrullas y los fantasmas, le encantaba el castillo por la noche. A la luz de la noche era mucho mejor. 

No hizo comentarios a sus palabras. Podía haberse sacado mil y una respuestas ingeniosas, pues Alex era así, pero en aquel momento no tenía la cabeza para astucias. Tenía los engranajes a mínimos y preocupados en resolver sus conflictos internos. Debía haber hecho algún comentario sobre nadar, buscar criaturas marinas, la posible relación de Logan con Lissy, estudiar juntos, o cualquier cosa relacionada con sus amigos o ellos mismos. Pero sólo atinó a decir una cosa.

- Dijiste que no te interesaba el baile, pero luego nos preguntastes. Sé que lo hiciste para evitar hablar del bosque prohibido, aunque esté deseando que conozcamos a los centauros, si es que siguen ahí, pero aún así me pregunto por qué el baile. Dudo que fuese lo primero que se te ocurrió, eres inteligente.

A ciegas era difícil adivinar lo que decía su rostro, pero su voz, pegada a su oreja, con el aliento alborotando las hebras de cabello alrededor, estaba impregnada no sólo de un tono grave y bajo, sino ciertamente confidencial y en cierto modo, serio, como si fuese una pregunta formulada sin pensar - y así fue - pero importante.

No había acabado de decir la última palabra cuando su cerebro empezó a saltar chispas mientras un par de engranajes se salían del anclaje y rodaban por el pavimento haciendo saltar a las alarmas. Cortocircuito y fallo en el sistema de seguridad. Colapso por falta de filtro.

Scarlet se rió al escuchar a Alex con la boca llena. Era divertido escucharle intentando vocalizar con el chocolate en la boca. Aún así, entendió lo que dijo y rió con él, tenía una risa divertida y contagiosa. Dejó de reír de forma algo brusca cuando sintió las manos de su amigo en la cintura para que se acercase. Le dio la impresión de que, por un momento, el corazón dejó de latirle. Aunque estaba algo rígida, dejó que Alex la llevase hasta él, para que ella se apoyase. Una vez colocada se recostó lentamente, soltando el aire que había acumulado poco a poco, en su pecho. Se estiró la falda con nerviosismo y cruzó las piernas.

Sintió como el vello se le erizó cuando Alex le habló al oído, nunca habían hablado así, tan...¿íntimamente? Podría habérselo dicho a un volumen normal, estaban solos (bueno, también estaba Sotek, pero en una esquina enroscado), pero no. Se lo dijo al oído.

El corazón le iba a mil por hora. Miles de pensamientos cruzaban por su cabeza a toda velocidad.

Con algo de nerviosismo por la nueva postura contestó:

-Pu...pues bueno...-tartamudeó un poco. Confiaba en Alex más que en nadie, pero había una especie de límites físicos que, sin palabras, habían establecido.-Ya habíamos ha..hablado de las asignaturas...también un poco sobre los TIMOs... Y sobre quidditch no iba a hablar, desde luego, ya sabes que yo...no soy precisamente una de...deportista nata...y bueno, Ashton había sa...sacado el tema antes...y pensé en retomarlo, ya que apenas habíamos hablado de ello...-seguía algo sonrojada, esperaba que Alex no la viese así. Siguió estirando la falda con nerviosismo-Así que...lo saqué por descarte.-rió- Además...que no crea que vaya...no significa que no quiera saber quien irá con quien, la música, los planes de la gente...-se giró y le sonrió-Así que, como decías, no fue lo primero que se me ocurrió ¿Por qué lo preguntabas?

Ahora ella tenía curiosidad por saber qué era lo que pensaba él.

Alex, lógicamente notó como Scarlet se atascaba. Al ver como ella se ponía ligeramente nerviosa, él recuperó la naturalidad. Era algo simple. El chico se ponía nervioso creyendo que era el único viendo alucinaciones, pero si Scarlet titubeaba, Alex no tenía motivos para hacerlo, pues significaba que podía adelantarse y llevar el control. Alguien tenía que llevarlo, y sabido era que el chico funcionaba mejor en entornos bajo presión.

Pensó en decirle a la chica que la había notado nerviosa, a juzgar por la cadencia de sus palabras, pero solamente hubiese agravado su estado. ¿Qué necesidad había de hacerla pasar un mal rato?

Se revolvió mínimamente en el asiento, intentando dejarle más espacio para que se acomodase como quisiese. Retiró las manos y las colocó en el pelo de la chica, jugando con él como antes. Lo miraba mientras con el dedo índice hacía tirabuzones. Al chico le gustaba cardar, trenzar y hacer tirabuzones varios con los mechones. De normal, en el sofá de su casa, podía pasarse horas haciéndole eso a la melena pelirroja de su pequeña hermana. De hecho, el chico temía que aquello tuviese relación con su madre.

- Tenía curiosidad- respondió Alex con sencillez- Eres mi amiga, pero en cuatro años no te has interesado demasiado por los asuntos sociales- por decirlo así, ya que Scarlet tenía un trastorno de extroversión bastante obvio, que era un considerable problema- Quizá sea yo, que no he estado atento.

Dejó pasar unos segundos en silencio. Había dicho eso únicamente por darle a la chica el gusto de tener una respuesta que la tranquilizase. Podía haberle dicho que se preocupaba por ella, y que le interesaba saber a quien miraba y dejaba de mirar. El chico no podía hacerse una idea de los sentimientos de la chica, pues la edad y los años juntos nublaban su percepción.

Mis padres- comenzó a decir en voz alta, más por contarle algo a Scarlet y hacer oír su voz, rellenando el silencio con algo agradable-, siempre dicen que de pequeñito estiraba las manitas y agarraba los tirabuzones ondulados de madre. Cuando comencé a aprender a nadar, a los tres meses, en un cursillo de natación muggle, decían que me agarraba a las rastas del monitor como si fuera un simio. Si no se las arrancaba era porque él me sujetaba y estaba medio metido en el agua- mientras hablaba, con suavidad, seguía revolviéndole el cabello, intentando no despeinárselo, manipulando siempre un trocito pequeñito y dejándolo más o menos como estaba. Sabía que si no lo hacía así le dejaría cabellos de anciana antes de pasar por peluquería o conjuro-. Creo recordar que mi tía tenía el cabello largo. Lo que quiero decir es que de recuerdos no se vive, pero ayuda- para muestra, Madelain-. Lo digo por ti. Está bien que llores por eso, pero no dejes que llene el pozo. Yo, y el resto de gente que te quiere, estamos ahí para tirar cuerdas. Tú lo has hecho por mí este verano, y no me pediste nada a cambio. Lo mismo sucede ahora.

Alex, cual hermano mayor, depositó un beso en la frente de la chica y dejó momentáneamente el cabello para hacia acariciarle la mejilla. Después dejó que todo volviese a su posición inicial, y la cabeza del chico golpeó la pared con un sonido seco, pues la había dejado caer, inerte, mientras soltaba el aire. Sabía que volver al tema podía ser peligroso, pero necesitaba dejar claras las cosas. Si no lo hacía, temía que la chica tuviese otra recaída en soledad. No hay dos sin tres, y la primera ya la había pasado con Spencer, y la segunda con él.

Obviamente, Alex intentaba derivar la conversación por temas que no la hiciesen sentir incómoda por la cercanía de ambos. No sabía si funcionaría, y quizá la chica lo rechazase, algo perfectamente normal, pero estaba en su mano el noble derecho de intentarlo. El chico confiaba en Scarlet, y sólo hacía lo que creía que era mejor para ella. Siempre la llevaba en volandas cual frágil flor, pero llegaba un momento en el que tenía que intentar que la chica se abriese más, a expensas de la caída contra el asfalto. Aquellas cosas de seguro las hacía con su familia, y de seguro las haría con su esposo. Era cuestión de intentar expandir sus límites a ámbitos más abiertos.