Partida Rol por web

-No digo que no haya que ser duro a veces, por supuesto, somos profesores, y debemos enseñarles... aunque no debemos olvidar tampoco que no dejan de ser niños.

Como decía Labus, si Potter los había reunido allí era la de que todos ayudaran, y si desconfiaba seriamente de alguno de ellos por desgracia no le había dado tiempo a contarlo.

-Sí, director Dumbledore, supongo que tiene usted razón... solo quería decir que el pobre Potter no le agradaba a todo el mundo, pero esa no tiene que ser la razón que nos lleve a acusar a los demás, ya que alguien puede fingir que le caía bien solo para acercarse a él.

Sin nuevas pistas, era difícil dar con la verdad.

James agradeció con un gesto de su cabeza el gesto de Viktor, aunque sabía que su hijo y él no eran precisamente amigos inseparables.

Iba a ir a consolar a Hagrid cuando Kreacher se llevó su atencion, declarando su afecto a Hermione. Ese hecho, incluso en ese momento tan triste, casi hace sonreir a James. Conocía al lefo desde su época de colegio, cuando era amigo de Sirius, y jamás había imaginado verlo haciendo algo así.

Grande fue la sorpresa de James al escuchar a su amigo.

_¿Sirius, qué ocurre contigo? ¿Desde cuando defiendes tanto a Kreacher? Desde que éramos niños nunca te ha caído bien, y más de una vez debimos defenderlo de ti. Además estabas de acuerdo con hacer una prueba.

Luego miró a Freddy

_Weasley -dijo, pues no sabía cuál de los hermanos era-, el profesor Dumbledore tiene razón, mi esposa no era hija de magos.

Dijo eso con cierto pesar, pues a la pérdida reciente de su hijo se sumaba el recuerdo de su esposa.

Al ver llorar a Dobby, James acarició su cabeza y pidió:

_Bueno, entiendo que todos estén afectados, pueden creer que yo lo estoy más que nadie, pero debemos enfocarnos en encontrar al responsable de esto. ¿Ideas?

 Hermione ladeó ligeramente el cuello, se mantenía seria. No había impedido que el elfo cumpliese la orden, sin embargo no estaba muy deacuerdo con los métodos empleados por el tio de Harry. No dijo nada al respecto, ¿Qué podía decir? no pudo sino sentirse un tanto incómoda a sabiendas de que era dificil para el elfo doméstico. Podía despreciarla en realidad, pero ella tenía unos ideales para con los servicios que prestaban los elfos domésticos a los magos que no podía obvia, nisiquiera con Kreacher.

  ....¿Era realmente necesario?

 Pareció decir, reprendiendole muy timidamente con la mirada.

¡Aquello no demostraba nada! Simplemente ponía en un aprieto a Sirius se terminaba por demostrarse que Kreacher había tenido algo que ver. Cumplía sus órdenes ciegamente...¿Podía querer Sirirus Black, el padrino del propio Harry Potter, algún mal para su ahijado?

 - Kreacher... - susurró, como si hubiese sido conmovida por su fidelidad. Quizás sólo fuera compasión por aquella criatura. Aunque sabía que no debía esperar ninguna para sí de parte del elfo domestico...

 - No...- comenzó con voz queda - ¡No se trata de quien apreciase más o menos a Harry! - recriminó con un valor y una fuerza propia sólo de un alumno de Gryffindor, echando llas manos, cerradas en puños hacia atrás al unísono mientras daba un paso al frente - Si Harry sabía que había un mortífago entre nosotros, o alguien que deseara el triunfo de aquel que no-debe-ser-nombrado, de... - tras la muerte de Harry le costaba pronunciar el nombre de Voldemort.

 Apretó el ceño, doliendose por no ser suficientemente valiente. - de Voldemort. - dijo al fin.

 - ¡Tenemos que averiguar quien es!

 Ja...James - aquello le resultaba realmente extraño, el nombre del padre de Harry...apenas habían tenido oportunidad de estar un momento juntos - tiene razón.

 ¡debemos tomar una determinación! ¡Alguien ha de saber algo que apunte a los culpables! - aunque no hizo referencia a ningún ejemplo. El asunto entre Kreacher y Sirius había sido más que evidentes, o eso pensaba, para todos los presentes.

 El hechizo propuesto antes no servía, nadie entregaría su varita.

Las tizas que estaban flotando por la Sala de Los Menesteres empiezan a escribir nombres en el aire. Cada nombre que dibujan está escrito con diferente letra, unos con más delicadeza que otros y algunos hasta con las letras adornadas.

Los nombres comienzan a volar por la sala hasta que parece que empiezan a arremolinarse al rededor de una única persona. 

Severus Snape

Las tizas tan solo habían escrito los nombres de aquellos en quienes habíais pensado, pero cuando todos os sorprendéis de que el elegido haya sido el ex mortífago, una figura de mármol y cristal aparece de la nada.

La estatua tiene la forma de Harry Potter, de pronto saca una varita y le apunta.

Sectum Sempra.

Lo que parece ser casi una espada invisible se lanza contra el inventor de aquel encantamiento y lo acuchilla una y otra vez. Todos vuestros intentos de que aquello pare y termine, los conjuros que hacéis para anularlo y demás, no sirven de nada. Finalmente Severus Snape cae al suelo, desangrado y muerto.

Por desgracia la Sala de los Menesteres seguía cerrada.

Todo pasaba demasiado rapido para el gigante.
-¡¡Que... que ha sido esa locura!!!-Se llevo las manos a pecho.

-¿Ese es el destino que nos espera? ¿Acaso Harry era tan cruel?-Confundido volvió al suelo, sentado, mirando sus rodillas, sin saber que decir, evitando mirar tal acto de brutalidad.

-¡Que horrible destino!- digo con la voz en alto sin poder evitarlo, me parece una manera cruel de darle fin a una persona, sea o no traidora. Me acerco e inclino para ver el cuerpo de Snape, la horrible expresión de sorpresa había quedado grabada en su rostro.

-Sugiero que hagamos algo antes que una persona inocente sea castigada de este modo- digo al ponerme de pie, analizando la situación con cuidado. Tal vez deberíamos revisar su varita, eso revelaria o no la inocencia de Snape.

Y me inclino nuevamente a tomar la varita del suelo, uso mi propia para usar el -Priori Incantatem- y mientras espero a ver que revelo, giro hacia los demás y les digo -Mortifago o no, todas las personas merecen un juicio, no es humano castigar de esta manera-

Aquella estatua de Harry atacando a Severus, aunque impredecible, era de esperarse; la sala tomaba la forma del deseo de las personas, esta vez incluso con las personas dentro.

Miré a Severus esta vez en el piso. Caminé hacia él y apunté mi varita - Mobilicorpus -. El cuerpo frio de Snape se levantó un metro sobre el suelo, para luego acomodarse junto al del joven Potter - Si es un mortífago habrá caido bajo su propa mano... si no lo es pues... ojalá no haya sido en vano su muerte...

Kreacher al ver la espada en el aire asesinar al cuerpo del profesor Snape rodó sobre si mismo hacia atrás hasta situarse detrás de su amo. Una cosa es que fuera servicial y obediente y otra muy distinta es que fuera valiente. Y esto último claramente no lo era. 

- El profesor no era uno de ellos, no merecia esa muerte. No era un sangre sucia. Una muerte tan sucia y deshonesta sólo se la merece el traidor a la sangre. El que roba los conocimientos, no alguien como el profesor. - Un detalle que no pasó inadvertido a Kreacher fue el tema de que justo por debajo del nombre del profesor estaba el suyo propio. - Los buenos magos desconfían de Kreacher, los amigos del amo desconfian de Kreacher, todos desconfian de Kreacher, pero Kreacher no tiene nada que ver en esto. Kreacher solo cumple con lo que el amo le manda.

Santo cielos, ¡que muerte tan horrible!, ¿De verdad Potter  pensaba esto cuando nos llamó a la sala?

Sabía que no había sido nunca muy amable con Severus, siempre le había resultado misterioso y oscuro pero esa no era razón para su terrible muerte.

Peeves empieza a darse cuenta que la gente esta muriendo de verdad.

Que pena. me gustaba ese profesor siempre tan alegre y llevando esas ropas con colores tan vivos.

-¡Dios! - exclama Seamus, impresionado con la muerte del profesor.

- Que clase de persona hace algo como esto, Harry no merecía morir pero un demencia así, todos podríamos acabar como el, tenemos que parar esto, pensar todos con claridad, no dejéis que os nublen la mente, debemos confiar en nosotros, en nuestros amigos, James, Sirius, vosotros sabéis que tengo razón, que habría sido de mi en el colegio si no hubiera confiado en vosotros-

Tenia que detener aquello fuera como fuera, no podíamos continuar con muertes sin sentido, acaso no éramos mejores que los Mortifagos, teníamos que demostrar mas valor que ellos y enfrentar a situaciones oscuras siendo mejores de lo que fuimos siempre.

Dobby agitó su cabeza varias veces de un lado a otro, estaba atemorizado por lo que acababa de ocurrir...Miraba con ojos desorbitados a todos el mundo, corría de aquí para allá, sin ningún sentido...

¡Uahhh, uahhh, a Dobby no gustarle ésto!, no quiere que a nadie le suceda lo que le ha sucedido a ese profesor - gritaba, sudando de los nervios.

Me quedé junto a Hermione temblando de arriba a abajo.

Aterrado, Neville observo como condenaban inconscientemente a su profesor de pociones, Severus Snape. Le tenía un miedo atroz (lo demuestra el boggart del 3º año), pero no por eso creía que fuera el culpable, y mucho menos le desearía una muerte tan terrible como aquella. Sin poder evitarlo, abrazo aun más a Luna, pensando que pasaría si creían que ella era la culpable.

-¿Quien dice que no seáis vosotros los mortifagos? Habéis matado a un hombre, que puede que no fuera el asesino de Harry.-empezó con voz temblorosa, aunque alzando la voz para hacerse notar.-Yo ni siquiera había pensado quien podría ser el culpable, me resulta difícil imaginar que alguien de aquí le ha traicionado. Pero por suerte, no he sido el único que lo ha pensado.-miró agradecido a Alastor, Cedric, Cho, George, Kreacher, Myrtle, Terry y Victor, y se volvió a quedar callado.

_¡Maldita seas, no era necesario que fuera así! -rugió James dando golpes contra una pared de la sala-.

Estaba desconsolado. Él y Snape jamás habían sido amigos, pero tampoco nunca le había deseado la muerte. Y mucho menos ESE tipo de muerte, por una estatua con la forma de Harry. Eso no hacía más que ensuciar la muerte del niño. Ambas cosas eran las que oprimían el corazón de James.

Por si fuera poco las puertas de la sala permanecían cerradas, y eso indicada una de dos cosas: o Snape no era un mortífago y su muerte había sido inútil, o los mortífagos a los que se enfrentaban eran más de uno. Escucho entonces la voz de Remus.

_Remus, sé que tienes razón, pero no olvides que por uno de mis amigos es que ahora estoy muerto. ¿Qué propones?

Luna no llegó a ver cómo el hechizo atacaba a Snape, porque cerró los ojos y apretó su cara contra el cuerpo de Neville.

Se separó de él cuando los demás empezaron a hablar.

Profesor dijo con un tono de voz afectado a Albus ¿por qué está ocurriendo esto? No veo seres maravillosos aquí para que nos ataquen de esa manera

- James amigo, solo propongo que seamos mas fuertes que nunca, en estos momentos y con el cuerpo de Harry presente solo se que pido imposibles, pero trabajemos juntos dejemos de acusarnos los unos a los otros y tratemos de encontrar una salida para esta demencia, se muy bien que el que mato a Harry merece castigo, pero a cuantos inocentes estamos dispuestos a dejar morir por una venganza-

Joven LoveGood - dije aún anodadado por lo ocurrido - La sala de los menesteres hizo realidad lo que muchos pensaban. Quienes creían que Snape era el culpable lo sintieron con mucha fuerza, desde sus entrañas. La sala de los menesteres solo satisfizo los deseos de seguridad de ellos

Guardé mi varita mientras seguía hablando con Luna - No podemos culparlos de asesinos, a menos de que uno de ellos haya deseado su muerte... son cuestiones de las que solo la sala de los menesteres sabría la respuesta