Partida Rol por web

 Donde el lago Greywater oculta más de lo que parece.

Después de la visita al sanatorio mental todo estaba más claro. Entre los post-it de Zsalz y Keller aparecían en varias ocasiones una serie de números, que después de una visita a Internet mostró ser las coordenadas de un lugar inhóspito en la reserva natural Greywater.

El viaje por carretera fue más largo en esta ocasión, pero la adrenalina hablaba por nuestros protagonistas. Parecía que era ayer cuando estaban en el sanatorio, y ahora estaban a escasos kilómetros de Greywater.

 Durante la parada en aquella cafetería para comer y estirar las piernas de varias horas en le coche, aprovecharon para volver a consultar la red desde ese pequeño puesto de conexión a dos dólares la hora.

Mientras Andrew y Melinda discutían de algo en la mesa pegada al ventanal desde el que se disfrutaba de una vista deliciosa con una ladera montañosa llena de árboles de un verde oscuro que indicaba frescor y lluvias frecuentes, recortada por la carretera que ascendía el puerto de montaña en el que circulaban, George se peleaba con el vetusto Macintosh intentando averiguar peculiaridades del lugar hacia donde se dirigían. 

La rápida búsqueda por Internet antes de llegar al lago le había mostrado la página principal de la reserva. Al parecer hace unos siete u ocho años el condado decidió proteger el lago y sus frondosos bosques circundantes convirtiéndolos en una reserva natural y enclave para turistas. Tiene tienda, parque infantil y varias rutas de senderismo. La entrada sencilla son 10$ y la de los niños 2$. Según parece, el laboratorio de Zsalz y Keller se encuentra en lo más profundo, cerca de las montañas y alejado de las rutas comerciales.

 George se acerca a la mesa donde sus compañeros toman café y té calientes y les muestra el folleto con las indicaciones.

- Curioso que ese par tuvieran un laboratorio biomédico enclaustrado en pleno interior de un parque natural, ¿no? ¿Qué narices estarían escondiendo del ojo público?... Bueno, ¿vamos antes de que haga más frío?

Tengo curiosidad por saber en que trabajaban allí, asi como si esto tiene algo que ver con la desaparición. De momento lo que se es que andamos detrás de los pasos de nuestro antecesor y, eso es buena señal.

Si no teneis inconvenente, propongo hacer noche allí y mañana buscar la localización de esas coordenadas

- Bien, pongámonos en camino entonces - comentó George ante la afirmación de Andrew. Y rodeados del propio vaho producido por ese helador clima, y por los inquietantes sonidos de la naturaleza, sobretodo para gente cosmopolita como ellos, se montaron en su vehículo y condujeron camino a su destino .

A las pocas horas llegaron a lo que debería reconocerse como la entrada o parte exterior del parque.

Desde la entrada del parque se aprecia la belleza del lugar. Es día laborable, así que no hay muchas visitas. Además, el tiempo no acompaña demasiado. Justo en la entrada se encuentra la tienda del lugar, que incluye además del típico merchandising todo tipo de ropa para disfrutar del parque, desde botas de montaña hasta chubasqueros con el logotipo del parque.

El paraje era realmente precioso, incluso con ese manto mortecino. De todos modos, George se sentía totalmente fuera de lugar e inseguro rodeado de tanta naturaleza, y mientras escuchaba algún tipo de pájaro emitir el tipo de sonido del cual no conocía ni por asomo su nommbre y olía la humedad en el aire, se mesó nerviosamente el pelo mientras les comentaba a sus compañeros:

- Chicos, creo que si vamos a internarnos en el parque deberíamos hacer acopio de algo de atuendo específico. Calzado y algo por si nos pilla la lluvia... no sé, la verdad es que no domino nada del tema.

Y dirigiéndose a la chica que atendía la caseta, la cual se entretenía con sus rastas y mascando chicle observando con mirada divertida a los tres tipos vestidos de 'oficina' le dijo:

- Buenas tardes señorita, querríamos adquirir algo de ropa para pasar la tarde en el parque, ¿nos podría ayudar?

 - Claro que sí - dice la joven - ¿Qué piensan hacer? ¿Visitar el museo? ¿Fotografiar a los animales? ¿Hacer una de las rutas programadas? tenemos tres niveles distintos de dificultad.

La chica os señala las rutas en el mapa. La que pasa más cerca del laboratorio es la más difícil y, aún así, está bastante alejada.

No sé gran cosa de naturaleza, así que pienso que lo mejor es que la dependienta nos ayude lo máximo posible par no perdernos o accidentarnos:

-Pues verá, quisiéramos empaparnos del entorno y realizar alguna ruta donde veamos la naturaleza más salvaje, creo que esta (digo señalando la ruta que más nos acerca al laboratorio) es la que más nos interesa, ¿nos puede ayudar?, quiero decir, ¿qué necesitamos?, ¿botas, brújula, mapa?. Lo cierto es que no somos muy entendidos, pero nos la han recomendado encarecidamente. Cualquier ayuda será bien recibida.

La mujer, ante la perspectiva de hacer una gran venta, dice rápidamente:

- Ehmm... bueno, aunque les he dicho que ésta es la ruta más difícil, no piensen que no van a poder hacerla, nuestras rutas son válidas para cualquiera. Creo que les vendría bien calzado de montaña, brújula, tal vez unas mochilas con algo de comer para el camino, unos bastones para apoyarse y, claro está, chubasquero. Por aquí llueve de cuando en cuando, pero parece que hoy toca.

Si, estamos en sus manos. Aqui usted es la experta.- Dijo melinda sonriendo

Estamos aqui de vacaciones y, la verdad es que quiero pasarmelo bien y, con su ayuda lo vamos a pasar mejor.- Y se acercó al mostrador

La chica, toda contenta, se pone a preguntaros detalles sobre vuestra talla de calzados y demás. Después de una media hora (y una factura algo abultada) disponéis de todos el instrumental necesario, incluso un libro-guía de la ruta.

Con la sensación de haber sido algo primos y con la falsa seguridad de ir equipados en exceso, se internaron en la espesura del parque.

Al principio todo resultaba hasta ameno, siguiendo un sendero muy marcado y con unas vistas que, pese a no estar acompañadas de una luz que les hiciese justicia, eran muy agradables. Lagos, arboles, naturaleza...

Al cabo de media hora el camino empezó a hacerse más agreste, y dejaron de conversar entre ellos para avanzar en fila, con las manos agarrando sus mochilas y en silencio para no perder el aliento debido a los ascensos y cambios de rasante marcados.

En cuanto llevaban ya más de una hora y el sudor se hacía desagradable al mojar sus prendas superiores bajo el tacto plasticoso de los impermeables, George, que iba el último y algo rezagado debido a que consultaba un mapa y una brújula desde hacía un rato sin demasiada seguridad, se paró y les dijo en voz alta a sus compañeros:

- Chicos, no estoy muy seguro, pero creo que deberíamos desviarnos del camino señalizado para llegar al laboratorio por aquí - comentó señalando con la mano libre la frondosa arboleda que les quedaba a mano derecha.

Como para reforzar la premura de su voz, un trueno retumbó en el seco pero inestable manto gris que era el cielo.

Oh,si tú lo dices George....- digo mirando el extraño y un tanto inquietante para mí entorno que nos rodea. No tengo ni idea de bosques - entonces ¡adelante!
Y como siento que es mi deber por ser el más corpulento, voy abriendo camino entre la floresta lo más rápidamente que puedo, preferiría que no nos pillara la tormenta.

 Después de un buen rato siguiendo a la brújula y al instinto de George, llegáis al punto próximo a la casa. Lo cierta es que está más transitado de lo que esperábais, y es más, os sorprende ver a una familia comiendo junto a la puerta. Al acercaros, observáis con tristeza que se trata del bar situado en el centro del parque, y que los más trempaneros ya están comiendo. Según parece habéis estado andando en círculos un buen rato.

- ¡Me cago en la puta! Estoy hasta las narices de la puñetera naturaleza, joder. ¡No somos boyscouts! - dice George mientras tira al suelo su mochila y le pega una patada perdiendo totalmente los papeles.

- O llegamos de una vez al puñetazo laboratorio o mataré a alguien - dice sin mirar a nadie pero en un tono lo suficiéntemente alto como para que un par de los turistas cercanos al bar se giren y les miren con cara alarmada

Creo que lo más inteligente es contratar a un guia, no estamos en disposición de perder tiempo, ya que no sabemos en que estado esta el niño, incluso puede que estemos en una carrera contra reloj.

¿ Que opinais ?

De vuelta al bar, ahora ya sé que George está tan ducho en mapas como yo, bueno, todo ha sido un revés sin importancia, pero... ¿un guía?
_Melinda, creo que no es muy buena idea llevar a o que alguien nos lleve hasta un lugar donde vayamos a cometer al menos el acto ilegal de forzar un puerta y allanar una morada.... Si se os ocurre cómo librarnos de él una vez alcancemos el laboratorio...
Y además, ¿porqué tanta prisa?
Creo que debemos centrarnos, tomar un café y entre todos marcar la ruta.