Partida Rol por web

Jaizzme extrae el disco de Mitzie y los Ballantines de la colección, que examina con detenimiento tanto por fuera como por dentro de la carátula, llegando incluso a desmontar el soporte de plástico negro en el que se suele colocar el propio disco.

- Yo también creí oír algo, pero no creo que fueran más que imaginaciones... -contesta a Andrés, mientras se afana en examinar al detalle la carcasa del CD, demasiado emocionado por la posibilidad de encontrar algún dato de interés como para preocuparse de algo tan trivial como podía haber sido el propio sisear del viento- En un principio todas esas fotos no nos aportan ninguna información muy relevante sobre la desaparición, quizás sí la biblia y el reloj... Pero eso debería ser de su padre, ¿No crees?-pregunta, levantando la vista de sus quehaceres- ¿No has encontrado nada un pelín más "actual"?

-Ehhh.... no. ¿Qué coño le pasa a este cd? ¿es que te ha dado por diseccionarlo?

Le suelto, nervioso. Me estoy empezando a sentir mal. ¿Porqué narices se está perdiendo el tiempo de este modo, con lo que tenemos entre manos? Le he llamado por si la habitación, mucho más acorde con su estilo que con el mío, le decía algo a él que yo no viera. Pero esto...

-Mira me voy a la habitación de al lado, y luego necesito bajar a comer algo. Pero no quiero hacerlo sin haber acabado aquí arriba de mirarlo todo, ¿de acuerdo? Si encuentro algo interesante te aviso, y tú lo mismo, ehm? Y luego, comiendo tranquilamente me cuentas lo que has averiguado revisando la planta baja...

- Vale... -responde sin más el absorto y joven camarero, que vuelve a dejar el CD en su lugar y sale de la habitación junto con Andrés, aunque él se dirige de nuevo al piso de abajo, a terminar de registrarlo.

Andrés se encoge de hombros, y se dirige a la habitación de al lado, la última que queda por revisar. Supone que debe ser la del otro hermano. No sabe por qué, pero tiene una aprensión extraña...

El hecho de que la otra habitación haya sido tan... explícita manifestándose como que NO era LA SUYA, le da que pensar... ¿encontrará algo "familiar" en esta...?

No hay nada en el CD que te dé pista alguna sobre la desaparición de los hermanos, así que vuelves a la planta de abajo para seguir donde lo dejaste..

Tu anticipación no era exagerada, te das cuenta. La habitación es un lugar donde te sientes cómodo, relajado y seguro. La cama bien hecha, los muebles ordenados, muchos libros, sobre todo clásicos de fantasía y aventuras como Julio Verne, Hawthorne, Salgari, Tolkien y demás. No recuerdas haber leído ni la mitad de ellos cuando eras pequeño, pero supopnes que te habría sentido feliz de haber tenido un cuarto como este.

Abres cajones y levantas colchones en busca de pistas sobre la marcha de los hermanos, encontrando nada más que un signo preocupante. Todos los libros están subrayados, pero los pasajes son sólo aquellos en los que losprotagonistas resultan heridos, torturados, desesperados o angustiados. El foco en lo negativo te habla de un niño o cruel o miedoso, o violento o violentado.

Jaime baja las escaleras y va raudo hacia el pequeño cuarto que cruzó para subir a las escaleras, examinándolo detenidamente junto con el cuarto contiguo, el cuarto de baño.

Es inquietante. Todo tan... familiar. Demasiado. Decido hacer algo para intentar comprender mejor, llegar al aura de esos dos hermanos. O, quizá a la de ese que tanto se me parece... aunque lo más extraño es que los dos hermanos sean tan paralelos a nosotros dos. A los dos. No a uno, o a otro, que ya sería casualidad. No, es como si Jaizzme y yo... hubiéramos sido escogidos...

-¿Puedes venir, Jaizzme? hay algo que quiero proponerte...

Cruzas y examinas la recepción de la casa, una sala poco decorada en cuyas paredes hay algunas marinas y un reloj de péndulo. Las flores secas que decoran un jarrón no se han podrido con el paso del tiempo, por lo que supones que siempre han estado así, nunca se las llegó a poner agua. Alguien debía encontrarlas bonitas.

El cuarto de baño es apenas un retrete con lavabo e inodoro que debía reservarse para invitados la mayr parte del tiempo. No hay más artículos personales que unas hojas de afeitar olvidadas.

Entonces, escuchas la voz de Andrés llamándote desde la planta de arriba.

- Menudo chasco... -musita para sí el músico aficionado, tras terminar de registrar la planta baja, cuando las palabras de Andrés le llegan desde el piso superior- ¡Sí, claro, ahora voy! ¿No querías cenar?-pregunta, con una media sonrisa, como si el subir y bajar escaleras le supusiera un gran esfuerzo y pretendiera evitarlo en la medida de lo posible.

Apenas cinco minutos después de haberos separado, volvéis a reuniros en la planta alta. Andrés está registrando su bolsa en busca de algo cuando Jaizzme entra en la habitación donde está el erudito. La habitación tiene una cama cama bien hecha, muebles ordenados y muchos libros, sobre todo clásicos de fantasía y aventuras como Julio Verne, Hawthorne, Salgari, Tolkien y demás.

- Bueno... ¿y qué querías? -pregunta Jaizzme, mirando atentamente hacia la bolsa en la que Andrés no para de remover su mano en busca de algo- ¿Qué buscas? Yo por ahora no he descubierto demasiado... Sé que desaparecieron en primavera, que aparentemente no lo hicieron de forma voluntaria, ya que tienen un montón de comida en la despensa, que uno era celíaco y que fueron a un concierto de Mitzie y los Ballantines poco antes de desaparecer.-descarga toda su información, tratando de evitar el incómodo sonido del silencio mezclado con el remover de su compañero.

-Ajá. Y dime. ¿Cómo has llegado a todas esas conclusiones? No a la de que hay un celíaco, por la comida está claro. Yo he encontrado medicación en el baño también. Y, ¿sabes...? Soy celíaco. Y esta habitación podría ser la de mi juventud. Y... ¿me equivoco, o la otra podría haber sido tuya...? Lo digo por lo de la música, y todo eso. Tengo... un mal presentimiento. Bueno, no exactamente malo, o sí, pero no sé decirte por qué...

Sigo trasteando en mi bolsa, y sacando cosas de ella. Las voy depositando sobre la cama, con orden. Un tablero de plástico imitando madera, enrrollado, una especie de puntero triangular con un agujero enmedio, una grabadora, una cámara pequeña de vídeo...
desenrrollo el tablero, y entonces aparece claramente mi intención. Es una ouija.

-Vamos a ver qué cazamos. ¿Has hecho alguna vez una sesión de ouija? Es muy fácil. Simplemente, cállate, y atiende. Procura "creer" en lo que hago. Ayúdame con tu voluntad, con tu fuerza vital. Con tu fe. Si tienes alguna pregunta que hacer, hazla ahora. Si quieres que preguntemos algo concreto, dímelo. Si durante la sesión ocurre algo raro, fíjate en mi, y sigue mi pauta. Si quieres hacer alguna pregunta durante la sesión, espera un momento de silencio, y hazla, tal cual. ¿Todo entendido...?

Cojo una silla y la pongo a un lado de la cama, y le indico a Jaizzme con un gesto que haga lo mismo a mi lado, con el tablero frente a nosotros. Pongo en marcha la grabadora y la cámara de video, que he apoyado en una estantería. Miro a mi compañero.

-¿Empezamos...?

- Bueno, encontré una entrada del concierto con la esquina arrancada-dice, sonriente, haciéndola asomar por el bolsillo para que la vea Andrés- Y lo de que desaparecieron en primavera, ya lo sabía.-el músico aficionado se lleva la mano al mentón, deslizando el dedo gordo por su cuidada barba casual cuando el médico le pregunta sobre la habitación en la que habían estado antes- Hombre, no tenía mal gusto vistiendo, pero le faltaban algunas obras clave del mundo de la música que echo en falta y, desde luego, yo no escuchaba a Mitzie y Los Ballantines de pequeño -ríe levemente, levantando un poco los hombros.

Jaizzme se queda con el gesto petrificado cuando ve cómo su compañero no para de sacar y sacar cosas, confirmando cada vez más sus sospechas. En cuanto ve la ouija, extiende su brazo, con la palma de la mano abierta, sacudiendo la cabeza.

- Eh, eh, eh, NO.-niega con rotundidad, juntando los labios mientras sacude la cabeza- No pienso hacer eso, tío. Yo he venido aquí pensando en que me habían citado para otra cosa y no pienso meterme en ningún lío de esos... ¿Pero cómo? Estás completamente zumbado.-se muerde el labio, mientras su cabeza y sus sinceros ojos reafirman sus palabras. ¿Y es psiquiatra?- Anda, vamos a cenar...

-Vale, vale...! Joder, tampoco es para ponerse así, muchacho. Vete, no te preocupes, puedo hacerlo solo. No será tan efectivo, pero por probar... Pero no te quedes ahí, será mejor que por lo menos no interfieras. Vete preparando algo abajo, para cenar. Luego bajo. Ah!... y ten en cuenta, por favor, que soy celíaco. No te será complicado hacerme algo, tiene que haber montones de comida para el celíaco que vivía aquí...