Partida Rol por web

 Se llevó una zarpa a la cabeza después de toser repetidas veces, su cuerpo le exigía deshacerse del humo que se había filtrado a sus pulmones mientras intentaba rastrear a alguien en el 5to piso pero todo el ajetreo del ataque le había jugado una mala pasada. Después de recuperar un poco el aliento y escuchar las palabras de Red en su cabeza sacudió el pelaje y soltó un sonoro gruñido.

- No estoy siendo de mucha ayuda aquí - se replicó volviendo a apoyarse sobre sus cuatro patas y continuó con su camino edificio arriba, si no era efectivo rescatando personas entonces al menos serviría para llevar al villano al techo del lugar evitando que causara más daños y dándoles tiempo.

Una vez que llegó al piso 10 volvió a intentar rastrear con sus sentidos agudizados, el humo y el ruido harían su trabajo más complicado pero al menos debía intentarlo, si esto no funcionaba entonces tendría que avanzar a ciegas abriendo toda puerta que tuviese a su paso para encontrar a alguien.

Respiré hondo y traté de concentrarme de nuevo, el tiempo apremiaba y yo tenía que ayudar al equipo aunque no los conociera, las vidas de gente inocente seguían en peligro y yo no podría perder ningún segundo dudando, aún si fuese la más débil del equipo, sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo, y mis manos no dejaban de temblar, escupía maldiciones en mi mente y me hallaba desorientada tratando de encontrar soluciones rápidas para salir del problema

Hunter seguía concentrado en percibir a través de sus largos apéndices serpenteantes, había encontrado más gente en el siguiente piso. Pero necesitarían de las capacidades psíquicas de su compañera si querían encontrarlos a todos. Y lo que más le preocupaba, no tenían nuevas de Ithan. Si el maníaco seguía extendiendo un mar de llamas por el edificio podría llegar a comprometer la estructura, y entonces el coloso de ladrillo y hormigón se convertiría en un gigante moribundo capaz de sepultarlos a todos con su caída.

Apretó los puños con impotencia, tratando de concentrarse en el aquí y el ahora. Inconscientemente levantó los brazos para dirigir los tentáculos de acero, dispuesto a salvar las dos víctimas que había localizado, una en el piso 11 y otra en el siguiente. Solo esperaba que las víctimas del incendio no salieran huyendo de las pinzas que estaban destinadas a salvarlos. El seguía suspendido sobre su otro tentáculo mientras el que quedara libre volvía a su lado para ayudarle a pivotar y rescatar al menos a los dos primeros inocentes.

- Animo chicas, podemos con esto. No os dejéis llevar por el terror y centraos en el ahora.- Gritó más para si mismo que para sus compañeras. - He localizado otra víctima en el piso superior. De momento podemos salvar a estos tres.

Os ayudáis entre vosotros y descubrís que mínimo hay una mujer en el piso 12 completamente rodeada de un humo espesísimo y tóxico. No va a aguantar mucho. En el 11 hay dos personas en dos pisos diferentes y el humo es leve aún y es probable que las personas aun estén conscientes, si les abrís la puerta es probable que puedan escapar por su propio pie.

El humo era tan espeso que parecía una cortina viva, ondulante, casi sólida, que se aferraba a las paredes del piso doce como si no quisiera dejar escapar a su presa. Gwen la había visto solo por un instante—una silueta borrosa, temblorosa, al fondo de una estancia envuelta en sombra, rodeada por un gris negruzco que casi dolía a la vista—No había llamas visibles, pero sabía que eso no significaba seguridad. El fuego era traicionero y podía estar al acecho, lamiendo ya el suelo bajo los pies.

—Mírala... asustada, sola, con los pulmones ya ardiendo. Vamos por ella antes de que se apague del todo...—Vera siseó en su cabeza, impaciente, como una loba oliendo presa.

Gwen no esperó más.

Balanceándose en un amplio arco desde el piso once, impulsada por una red que zumbaba al tensarse, se estrelló contra la ventana del doce con precisión quirúrgica. El cristal cedió con un crujido apagado, amortiguado por la envoltura simbiotizada que ya recubría su cuerpo como una segunda piel.

Entró en la habitación como un espectro en mitad del humo. Se dejó guiar por la simbionte, y, en apenas segundos, localizó a la mujer. Estaba encogida, con los brazos sobre la cabeza y los ojos llorosos, apenas consciente. La envolvió con cuidado con los brazos, asegurándose de que quedara bien sujeta.

—Te tengo—murmuró Gwen, aunque la mujer ya no podía oírla y venía a ser una suerte.

Con una maniobra rápida, tejió una red en la entrada de la estancia, bloqueando más humo, y se impulsó de nuevo hacia la ventana por donde había entrado.

De repente al abrir las ventanas para insertar sus serpientes de metal reptante una deflagración de humo lo sorprendió. Hunter empezó a toser con fuerza, bajando un par de pisos en busca de aire mediante su soporte metálico, su salvavidas mientras se sacudía buscando aire. Los otros dos trató de enviarlos para salvar a la pobre víctima atrapada entre las llamas. Tendría que haber solicitado una mascarilla a la agencia antes de subir al helicóptero, por desgracia su falta de previsión la iban a pagar en víctimas inocentes. Trató de forzar al máximo la distancia de su brazo metálico para alejarlo lo máximo posible de la enorme columna de humo negro que amenazaba con asfixiarlos.