Partida Rol por web

Investigaré ese proyecto haber si encuentro algo. Si no tenemos más de donde tirar puede ser un comienzo.Sea lo que sea debemos descubrir que está pasando

-Creo que podríamos comenzar investigando acerca de ese proyecto -me uní a la sugerencia de Santiago y Daniel-. Ahora mismo tenemos varias posibles vías de investigación, aunque esta podría ser una buena forma de continuar.

Buscaré información en el Ayuntamiento, o sobre la empresa y arquitectos que trabajaron en dicho proyecto

Olivia había estado anotando concienzudamente todo los detalles que iban apareciendo, ya fuera en conversaciones, investigaciones propias o en noticias que había leído. La cantidad de pistas era notable, un poco abrumadora quizá. Había llegado la hora de repartir trabajo. Su vena de líder salió a relucir al ver que nadie tomaba la iniciativa. 

-Vale, entonces, si no me equivoco tenemos varias pistas que seguir. -tomó aire antes de empezar a reller aquellas anotaciones que estaban subrayadas. -Por un lado, el parque del Ebro, sin olvidarnos del parque de la Grajera. Pero las obras de 1993 creo que son un acontecimiento importante, y quizá averiguando más sobre ello podamos... encontrar a los trabajadores, la empresa encargada, el responsable político... fue hace algo menos de veinticinco años, toda esa gente debe seguir por aquí, en Logroño.

Asintió levemente, leyendo en voz baja el resto de la página de su cuaderno. Al fin encontró lo que buscaba. Miró a Laura. -También está la pista de los nombres, ¿verdad Laura? Un tal Marcos Díaz y, ¿alguno otro nombre tenías apuntado, verdad? Tratar de encontrar a esas personas, si es que existen, y ver que relación tienen con los comentarios que nos dejan en la web.

Esta vez se dirigió al ex guardia civil. -Claudio, lo que nos has contado es muy grave, y sinceramente, creo que es una locura, pero puede estar conectado con el resto. ¿Por qué no hablas con ese hombre, el encargado de Proyecto Hombre? Parece una buena pista...

Yo me encargaré de mirar información sobre las obras de 1993. Os mantendré informados en todo momento si descubro algo

Escuché las informaciones que compartían mis compañeros, y esperé paciente a que Olivia empezara a repartir responsabilidades. Llevaba ya unos cuantos años retirado, y no sentía la necesidad de volver a sacar galones a relucir. Si aquella mujer quería tomar la iniciativa y ponerse a repartir tareas, no iba a encontrar obstáculos en mí.

Cuando llegó mi turno, me asignó seguir tirando del hilo de los encargados de Proyecto Hombre y lo que pudieran saber sobre estos casos. Tenía toda la lógica del mundo ya que ese tema lo había sacado yo en la conversación.

-Muy bien, intentaré entrevistarme con alguno de los encargados de Proyecto Hombre lo antes posible, a ver que podemos sacar en claro por ahí.

-Perfecto -afirmé, ante la división de trabajo que había establecido Olivia-. Me encargaré de indagar sobre los nombres que figuran en la red. -Repasó su cuaderno de notas para ver de cuántos disponía-: Marcos Díaz, FMartínPinedo, Nanolitro y nuestro amigo Lantarón.

Santiago asintió gravemente ante las órdenes de Olivia. Aquella mujer sabía liderar, no cabía duda. Después se dirigió a Claudio. 

-Si no le importa, quizá podría acompañarlo en su visita a los responsable de Proyecto Hombre Logroño. Tengo cierto trato con las personas a las que ayudan, a menudo se pasa por aquí algún sin techo, alguna persona con hambre, y yo les proporciono algo de alimento, y un techo bajo el que dormir si hiela en invierno.

Olivia asintió energicamente, encantada con que cada uno hubiera aceptado su parte del trabajo. Depués, echó una ojeada nerviosa su a reloj de pulsera. Había estado tan absorbida con la desaparición de Manuel Cidacos y aquella trama oscura que apenas había tenido tiempo para dedicar al resto de noticias. Le esperaba otra larga noche de trabajo.

-Esta bien Daniel, investigaré contigo a ver que información podemos obtener de aquellas obras del parque del Ebro, quizá el ayuntamiento sea un buen lugar donde comenzar. Lo demás me parece perfecto, Santiago y Claudio tras la pista de aquel trabajador de Proyecto Hombre y Laura averiguando algo más sobre los nombres... quizá suene la flauta.

Sin esperar ni un segundo más, Olivia se levantó, un poco agobiada por el ambiente sacro de aquella sala y por toda la tarea que le quedaba por hacer. Se fue a marchar, pero se giró hacia los otros, añadiendo:

-Ah, y otra cosa. He visto que el foro por Internet quizá no sea el lugar más discreto para compartir información sobre la investigación. ¿Que tal si hacemos un grupo de WhatsApp?

Todos asintieron expresando su conformidad con la idea. Todos, menos Santiago, que miró hacia los lados confuso. ¿Wasap? Olivia sonrió condescendientemente. -A tí te lo explicaré personalmente, Santiago, es muy fácil. 

La reunión se disolvió una vez todas las tareas fueron asignadas. Santiago repitió el mismo ritual que el día anterior al salir de la Iglesia: cerrar el portón a conciencia después de asegurarse de que todas las luces quedaban apagadas. La pesada llave giró dos veces sobre sí misma, blindando la puerta de entrada al santuario. 

-Supongo que nos mantendremos en contacto... -musitó el cura, que todavía trataba de memorizar las instrucciones para comunicarse a través del teléfono móvil. Las explicaciones de Olivia había sido claras, pero él era ya un hombre mayor, de los de papel y lapicero. 

El grupo se volvió a separar. La noche llegó rápida y pasó sin mayores incidentes.

El alba dio paso a un nuevo día de verano. Un nuevo día sin tener noticias de Manuel Cidacos.

Realmente, he llegado a un punto culmine. Esta infestación no avanza, como representante de la iglesia creo que no debía meterme demasiado en cuestiones de la policía, pero Vero que la inacción es dañina, en este caso para familia y amigos.

También me resulta impactante la cantidad de progresos que han hecho las mujeres y los pocos que hemos hecho los hombres. Dios ha quitado una costilla para hacer algo grande. Ahora me involucraría de otra forma. Ahora investigara de verdad, habia una vida en juego, porque, quien dijo que Manuel esta muerto?​

Habia muchos cabos sueltos:
La historia de la ciudad, pero no la resiente, la ancestral. Eso de las brujas, no era una buena punta para seguir?
El largo recorrido del rio, que sucede rio arriba? Las aguas que arrastra, arrastra muchas cosas no solo agua y quizas, no solo cosas de este mundo. Los toda son tan antiguos como el planeta.
Las fechas de las muertes (no las fechas del hallazgo de los cuerpos, o esqueletos. Seria genial poder saber cuando murieron las personas que murieron allí, para abre si siguen algun patrón temporal, como suele suceder con las muertes en sectas. En rituales.
Que hay detrás de esos pactos suicidas, investigar las parejas que se suicidaron juntas, su entorno, su historia.

Habia mucho, pero por algo habia que empezar. Y con la fuerza del Señor, este sacristán iba a dar todo de si, en el oscuro mundo de los hombres.

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Tras disolverse la reunión regreso a mi casa para estudiar todo lo que habíamos averiguado hasta el momento, que la verdad no era demasiado, cada vez teníamos más frentes abiertos y menos cerrados. Eso sí lo que tenía más que claro era que algo estaba sucediendo, no eran imaginaciones nuestras, cada vez había más cosas y todo no podía ser fruto de la casualidad, asi que algo había pero... ¿qué?, ¿qué podía estar sucediendo en una ciudad tan tranquila como aquella?

Me dejé caer en la cama, cerré los ojos y me quedé allí un largo rato dándole vueltas a mis pensamientos, intentando atar cabos sin mucho éxito. Mañana quizás llamaría a algunos de los de la reunión para intentar juntos solucionar algo más, dos cabezas piensan mejor que una, o eso decían...

Parecía que todo el mundo estaba de acuerdo con el reparto de tareas. Me alegraba formar equipo con don Santiago. No es que tuviera ninguna desavenencia con alguien del resto del grupo, pero el párroco era una cara familiar, alguien conocido con el que sentirme un poco más cómodo en el trato. Aunque tenía la impresión de que íbamos a compartir mucho los integrantes de aquel variopinto grupo que se había formado de una manera tan espontánea.

Pero no era tiempo de entretenerse en divagaciones personales. Teníamos una investigación entre manos, y por lo que todavía le quedaba de costumbre profesional, recordaba bien que el tiempo era algo valioso en este trabajo. Nos despedimos del resto del grupo e iniciamos la marcha.

-Muy bien don Santiago, nos vamos usted y yo.-Apenas llevábamos unos metros caminando, cuando decidí preguntar.- ¿Entonces conoce bastante a la gente de Proyecto Hombre? Yo reconozco que no he tenido mucha ocasión de coincidir con ellos, pero supongo que este tipo de organizaciones en ocasiones comparten proyectos solidarios con otros colectivos como las parroquias.

Toda la información previa que pudiéramos poner en común siempre era algo importante.

- Si bueno - comencé a hablar, mientras nos encaminabamos hasta la fundación - la verdad es que estamos siempre en contacto. Mas de la mitad de las veces que suena el telefono en le sacristía es de parte de los chicos y chicas del proyecto. Muchos adictos, o personas que están tocando limite, recien a Dios, a la casa de Dios, y adivina quien los espera en la casa de Dios. Los recibo, los escucho, y les doy de comer y beber lo que tengo, ropa y demas. Enseguida me comunico con ellos los vienen a visitar. Si llegana un acuerdo, si los muchachos afectados, los menesterosos estan de acuerdo, se los llevan a sus comedores y pensiones. Los cuidan, tienen profesionales de todo tipo, psicólogos y demás, los rehabilitan y los reinsertan en la sociedad. Estan cerca del Ebro, no tardaremos en llegar.

Ya cruzábamos la avenida de la Paz y decidido a hablar en concreto de lo nuestro, agregué.

- alguno de los encargados allí nos podran hablar de los desaparecidos pertenecientes a su programa. Tienen todos los registros. Fecha de entrada, salida, y demas. Espero que podamos sacar algo en claro. Este misterio ya esta empezando a incomodarme. El Señor entiende lo que los hombres no entendemos, solo debemos abrirnos como canal de su sabiduría.

Santiago pronunció sus enigmáticas palabras al tiempo que la pareja llegaba a las puertas de la asociación. El entorno era privilegiado, en primera línea, con vistas al parque de la Ribera. Al fondo, por supuesto, el Ebro. 

Accedieron a través de un cuidado jardín al interior del edificio. Un joven atendía a los visitantes. ¿Andrés Brazaola? -respondió afirmativamente a la pregunta de Claudio con un marcado acento riojano. -Pues no sé si se habrá ido ya, que es tarde. -miró al reloj, que a punto estaba de dar las nueve de la noche. Preguntó a una compañera. -Pues sí, subid al piso de arriba, en el salón de actos, creo que están terminando el ensayo. Suerte que lo habéis pillao por aquí, que siempre anda liado con historias. 

La verdad es que era tarde, y el edificio estaba casi vacío, pero el grupo de teatro solía quedarse siempre un poco más para aprovechar al máximo los ensayos. Y Andrés Brazaola era el director de la obra, por lo visto.

-Vale, vale, pues la semana que viene más y mejor. -se dirigió al grupo. Era un hombre fuerte, alto, con barba espesa. Su edad no superaría los treinta y cinco. Tenía una sonrisa jovial y una voz potente. -Acordaos de recoger el decorado, que siempre tengo que venir yo luego por detrás a recogerlo, hostia. 

Se sorprendió al ver al cura, al que conocía de vista, pero todavía más al ver a Claudio. Aun así no perdió su sonrisa. -Estamos ya terminando, pero ensayamos todos los miércoles a las siete. ¿O veníais a otra cosa?

El escenario del Espolón fue el punto de encuentro acordado. A las diez de la mañana, puntuales los tres, Olivia, Laura y Daniel pusieron dirección al ayuntamiento, que no quedaba lejos de allí. Cruzaron por delante del Instituto Sagasta, lugar donde el más joven de los tres estudiaba primero de Bachillerato. Sin decir palabra echó una ojeada rápida a la puerta principal y a las ventanas del primer piso; sus compañeros estarían ahí dentro, en clase de Historia, que es lo que tocaba hoy a segunda hora. De nuevo, él había hecho pira. Pero estaba tranquilo, los profes del Sagasta eran bastante laxos en cuanto a la asistencia. ¡Además, el Bachillerato ya no era obligatorio!

En el ayuntamiento reinaba la calma típica de los edificios gubernamentales. Había gente por aquí y por allá, haciendo cola por diversos motivos, pero el ambiente en general era de silencio. Tanto, que las palabras de Olivia resonaron por todo el vestíbulo cuando se dirigió a la secretaria. -Buenos días, somos Olivia y Laura, de Rioja2. Tenemos que pediros algunos documentos. Simplemente un poco de documentación para un reportaje sobre los proyectos urbanísticos de los últimos treinta años. La secretaria asintió. Por supuesto que conocía a Olivia. Era una pequeña celebridad en Logroño, y el ayuntamiento era como su segunda casa. Quizá os puedan ayudar en la planta de arriba, en la hemeroteca. Contestó amablemente. Podéis coger el ascensor, ahí a la izquierda. Señaló.

Afortunadamente, a pesar de que era un poco tarde, habíamos dado con el tal Brazaola, el hombre que me habían recomendado para hablar de este asunto. Despedía a la gente del grupo de teatro y parecía que había acabado su jornada de aquel día. Estaría cansado, pero por otra parte no debería tener ningún compromiso que apurara su tiempo. Salvo que hubiera algún asunto personal, claro. Esperaba que no fuera el caso.

-Buenas noches, ¿Andrés Baraola, verdad? Mi nombre es Claudio, y creo que el padre Santiago no necesita presentación, me comentaba de camino hacia aquí que han colaborado en muchos casos para ayudar a toda esta gente. ¿Podríamos hablar con usted un momento? No serán más de cinco o diez minutos a lo sumo, se lo prometo.

Decidió esperar por si el sacerdote quería añadir algunas palabras, a modo de presentación o alguna otra cosa que le apeteciera decir, antes de entrar de lleno en el asunto que los llevaba a entrevistarse con Baraola.

- Si, por favor. Necesitamos de su ayuda. Hay gente en peligro... - digo mientras dejo que Claudio tome la iniciativa de las preguntas. Lo único que esperanza era no perturbar el equilibrio que habia alcanzado aquel hombre en la fundación, ya que la linea que separa la recuperación de la recaída, suele ser muy fina en tiempos de incertidumbre.

La expresión de Andrés se ensombrecio al escuchar las alarmantes palabras del párroco. De despidió de los demás e hizo un gesto para que Claudio y Santiago lo siguieran. Murmuró algo sobre una sala que podría estar disponible y bajó hasta la primera planta, donde minutos antes les habían recibido, para coger un gran manojo de llaves. Finalmente, una de ellas consiguió abrir una de las puertas del final del pasillo. Dentro había una sala pequeña pero bien equipada para reuniones. Era el sitio ideal para mantener una charla confidencial.

- Veamos si podemos avanzar algo hoy, al menos aquí deberíamos encontrar documentos antiguos que puedan ayudarnos, yo voy a ver si en algún atlas o algún libro puedo encontrar cual es la segunda colina más alta de la que hablaba Lantarón.

Una vez estamos rodeados de libros me pongo manos a la obra, estaría allí lo que hiciese falta hasta que lo encontrase.