Partida Rol por web

¡Hay un primigenio en mi sopa!

VII - FeB - El Guardián de mi Hermano

Cargando editor
18/01/2022, 14:59
Director

Notas de juego

¡aAJAAJAAJAAJAAJAAJAJJAJAJAAJA!

Me la estáis liando entre todos. ¡ME LA ESTÁIS LIANDO PERO BIEN! ¡QUÉ LOCURÓN VA A SALIR DE AQUÍ!

Cargando editor
18/01/2022, 14:59
Samuel

Samuel. Samuel White —saluda el joven de las gafas a Korsgaard, que tiene la palma de la mano inusualmente fría—. Encantado, doctor. Le estábamos esperando para el reconocimiento, ¿verdad?

El interrogante, dirigido a todas luces a Victoria, va sucedido por un pastoso silencio, de esos que omiten entre paréntesis pensamientos incómodos para oídos sensibles.

Samuel White tiene los ojos más claros que recordáis en un ser vivo.

El joven se ajusta las gafas con parsimonia antes de añadir al doctor:

—Soy el hermano de Alex. Entre otras cosas. Si no les molesta mi impaciencia, tengo muchas ganas de conocer a mi hermana. Espero que me comprendan.

Se le ve disimulando con cierta dificultad un incoercible entusiasmo.

Notas de juego

ANTES de avanzar esta escena, necesito cruzar un par de mensajes ocultos con ambos.

Me estoy poniendo muy nervioso... ¡Poeta! ¡Un café!

Cargando editor
18/01/2022, 15:14
Samuel

Samuel no llega a replicar cuando le adviertes de la presencia del FBI en las inmediaciones, pero sus ojos observan al Dr. Korsgaard inquiriendo, deseando saber si es parte de este súbito giro de los acontecimientos.

La frialdad de su mirada te recuerda de un modo certero a la dureza que rezuma la mirada de Alex.

De algún modo sabes que contemplaba la posibilidad de que su encuentro con Alex no fuese tan sencillo. Solo eso explica que su voz no tiemble, su piel no se haya alterado en su inmaculado tono lechoso o que parezca una figura esculpida en hielo en mitad de Red Hook.

Notas de juego

Interesante (y arriesgado) giro de guion. A ver con qué me sigues sorprendiendo... ;-)

Cargando editor
18/01/2022, 15:26
Narrador

Un zumbido en el interior de tu chaqueta te alerta de que has recibido un mensaje en tu teléfono móvil.

Se trata del Rabino, ese maldito cabrón 2.0. 

Sé que has cantado y que les llevas a ella.

Nunca la encontraréis, porque me he adelantado.

Pero te perdonaré si haces una jugada que puede ser carambola: llévales a esta dirección (coordenadas) diciendo que estoy allí y una vez lleguéis diles que es la guarida de los sectarios y que están torturando a una chica en su interior. Allí tendrás manos que coser y alguna cabeza cortada. Amigo. Yo te doy más que ellos. Confío en que no serás tan banal como para no seguir a nuestro lado. 

Notas de juego

Ahí lo llevas, brothel.

Mae mía cómo se está poniendo esto, neneeeee...

Cargando editor
18/01/2022, 20:24
Dr. Kristian Korsgaard

Korsgaard evaluó con su mirada a aquel hombre, Samuel White, y pareció llegar a la conclusión de que aparentaba ser inofensivo.

—¿Hermano? ¿Querrá decir quizá medio hermano? Digo, por el apellido. Creía que los hermanos solían compartir apellido.

En ese momento, sin embargo, el doctor levantó un dedo para impedir cualquier respuesta por parte de su interlocutor, se llevó la mano al bolsillo interior de su chaqueta y sacó un móvil que observó con indiferencia. Se mojó ligeramente los labios mientras lo miraba y luego volvió a guardarlo. Miró de nuevo al señor White.

—¿Así que me estaban esperando? Supongo que el efecto sorpresa no es mi fuerte. Pero no se preocupe, señor White, puedo llegar a ser interesante por otras razones. Quizás algún día logre entenderlo. La señorita Liebermann seguro que le puede hacer un resumen ejecutivo. —Esbozó de nuevo una tenue sonrisa, apenas una inclinación de las comisuras de sus labios hacia arriba—. Sin embargo, me temo que su espera ha sido en balde. Si suben al departamento, seguramente lo encontrarán vacío. Pero intuyo que esta noticia no es completamente nueva para todos los presentes.

Recogió de nuevo su maletín y miró por última vez a aquellos dos:

—Si me disculpan, tengo trabajo que hacer.

Y, tras decir estas palabras, se dio media vuelta y se fue por donde había venido.

Cargando editor
18/01/2022, 20:26
Dr. Kristian Korsgaard

Korsgaard caminó de vuelta hacia los furgones, maldiciendo en su interior y atento de reojo a cualquier movimiento que pudieran hacer la señorita Liebermann o el señor White. El doctor estaba sediento de sangre, aquel triángulo de mierdas conformado por Rutherford, Rawlins y Hershko ya le habían jodido suficiente; no sabía si sería sangre judía o sangre negra, pero iba a hacer correr sangre. Por los cadáveres en cloroformo que guardaba en su buhardilla que esa noche iba a hacer correr sangre. Y, sépanlo, después se haría una enorme paja encima de toda esa sangre y esas vísceras.

No iba a ser tan idiota de subirse a los furgones a la vista de Liebermann y White, sino que, tras pasar junto a los furgones, pasaría de largo. Si Liebermann y White tenían el coraje de seguirlo, esperaba que fueran secuestrados por esos idiotas del FBI. ¿No son ese tipo de gilipolleces las que hacen los del FBI? ¿No estaba él también secuestrado?

Notas de juego

Aquí quedo un poco a merced o a la espera de ver qué hace Queen. La verdad, el doctor ya les habría invitado a pasar y les habría rebanado el cuello de no ser porque está el FBI husmeando. Sin embargo, intentaré atraer a estos dos incautos hacia los furgones del FBI, a ver si los cazan a ellos también. Si no lo hacen, en último caso, Korsgaard sigue caminando hacia la ubicación de Hershko. ¿Es accesible a pie o queda demasiado lejos?

Cargando editor
19/01/2022, 18:40
Miss Kukoo

-Es un misterio que a mí también me gustaría desvelar -acoté al comentario del apellido que hiciera el doctor. Luego vino una sucesión de palabras y hechos que parecían las sombras chinescas, las cuales reflejadas en la pared no dejan de constituir una verdad aparente o una pantomima. -¡¿Qué? ¿El departamento, vacío?! -el corazón me comenzó a latir precipitadamente -Pero ¿Qué está diciendo? -de ninguna manera iba a dejar que ese cabrón se fuera tan campante, me apresuré a correrlo y a tomarlo del brazo -¡Y me lo dice así, tan ligeramente! ¡¿DÓNDE ESTÁ ALEX?!

Cargando editor
19/01/2022, 19:30
Dr. Kristian Korsgaard

Korsgaard notó el brazo de la señorita Liebermann y, simultáneamente, sus gritos. Pero el doctor siguió inmutable. Esta vez no sonreía, pero tampoco transmitía ninguna emoción definible.

—Señorita Liebermann, le rogaría que me suelte el brazo. ¿Sabe? Creo que me está arrugando el traje.

No hizo ningún esfuerzo por quitarse de encima aquella férrea mano que le apretaba el brazo. Se mantuvo quieto, esperando que aflojara por sí misma.

—Entiendo que no le han informado de esta novedad. Supongo que se debe a que, quizá, nuestros amigos comunes no quieren mezclar a supuestos hermanos en todo este asunto. Ahora bien... —Se humedeció ligeramente los labios—, si quiere saber dónde está Alex, le seré sincero: no lo sé. Y nadie me lo dirá, por desgracia. Bienvenida al mundo de las marionetas, señorita Liebermann. Ahora, si me disculpa, debo tomar un taxi.

Y, tras decir eso, levantó la mano libre para detener algún taxi que pasara por allí.

—Si usted quiere seguirme en otro taxi, lo cual no dudo que hará, es libre de hacerlo. Eso es lo bonito de este país: la libertad, ¿no cree?

Zanjó con una sonrisa irónica.

Cargando editor
19/01/2022, 20:08
Miss Kukoo

Saco mi móvil y escribo a Abel: "Lo siento, se la ha llevado el equipo de Rex, creo. El doctor Korsgaard ha hecho un divertimento para entretenernos y se ha salido con la suya, muy a pesar mío. No me gusta que me tomen por idiota, estoy con el hemano de Alex, o al menos eso es lo que dice él".

Cargando editor
19/01/2022, 20:11
Miss Kukoo

Me volteo al muchacho -Lo siento, la verdad es que ahora mismo estoy tan confundida como supongo que estará usted -retrocedo unos pasos en caso de que la gratitud de este hombre ahora se trastoque en otro sentimiento menos favorable hacia mí. Me llevo una mano al corazón, al final la niña es el trofeo de todos estos hijos de puta.

Cargando editor
20/01/2022, 16:43
Samuel

@Korsgaard: ¿Hermano? ¿Querrá decir quizá medio hermano? Digo, por el apellido. Creía que los hermanos solían compartir apellido.

Samuel, despreocupado, se encoge de hombros.

—Puede que sea así para ustedes, pero... en mi familia, la sangre es blanca —dice en un sutil juego de palabras que parece ocultar algo más—. Alex es una White. Ustedes, evidentemente, no pueden comprender lo que esto significa.

@Korsgaard: —Entiendo que no le han informado de esta novedad. Supongo que se debe a que, quizá, nuestros amigos comunes no quieren mezclar a supuestos hermanos en todo este asunto. Ahora bien... —Se humedeció ligeramente los labios—, si quiere saber dónde está Alex, le seré sincero: no lo sé. Y nadie me lo dirá, por desgracia. Bienvenida al mundo de las marionetas, señorita Liebermann. Ahora, si me disculpa, debo tomar un taxi.

Ante esta súbita declaración de Korsgaard, Samuel frunce el ceño y esboza una sonrisa en la que está presente la sombra de la confusión.

—¿Quién le ha informado de tal cosa? —inquiere Samuel sin perder la calma.

—¿Quién no quiere mezclar a... supuestos hermanos en todo este asunto?

Este segundo interrogante no va sucedido de lo que por otra parte sería una lógica enfatización. Samuel no parece estar discutiendo. Solo quiere saber qué diablos está pasando.

—Disculpe, doctor... Creo que ese taxi puede esperar. Hasta hace un momento, Alex estaba aquí. ¿Qué le ha hecho cambiar de parecer?

Luego, Samuel dedica una elocuente mirada a Victoria.

—¿En qué apartamento está, Victoria?

Notas de juego

Me encanta cuando la tensión es REAL.

Voy a hacer una secreta tirada de dado mañana, en plan dirimir si pasa algo que añada spice al tema (MÁS) o no.

La escena es muy caótica porque, en fin, estáis siendo marioneteados vilmente (¡Y YO NO TENGO NADA QUE VER! ¡LO JURO! xDDDDDDDDDDDDDD).

Cargando editor
20/01/2022, 17:12
Dr. Kristian Korsgaard

Korsgaard suspiró al escuchar al supuesto hermano de la jovencita Collins. Pero se detuvo. Algo de lo que dijo ese hombrecillo le hizo dudar. Se aproximó a él, hasta quedar lo bastante cerca como para que el joven pudiera ver las escasas arrugas que se podían adivinar en el afilado rostro del doctor si se ponía mucha atención. Su fría mirada se clavó en el señor White, lo taladró sin mostrar emoción alguna, sólo la imperturbabilidad de una estalactica de hielo que está a punto de caer sobre tu cráneo para atravesarlo inclemente.

—Si alguien hace preguntas aquí, ese seré yo, señor White, ¿entiende? Dígame: ¿Cómo está tan seguro de que Alex estaba aquí hasta hace un momento? Usted mismo ha dicho que no la ha visto todavía. Responda de forma directa antes de que se me agote la paciencia o le aseguro que le rebano una oreja antes de que pueda decir «Van Gogh».

Korsgaard se quedó mirando a aquella piltrafa de gafas de pasta unos segundos, esperando su respuesta, antes de girar el cuello hacia la señorita Liebermann con la misma frialdad robótica:

—Señorita Liebermann, muéstrenos el departamento en el que supuestamente debería estar Alex. AHORA. No hay tiempo que perder. Dejémonos de estupideces de una vez, ¿de acuerdo?

Tras decir esto, emprendió rumbo al edificio, con ánimo de subir al departamento y comprobar si realmente estaba vacío o no.

Notas de juego

Perdón si te estoy saltando, Queen, pero... ¡es que no me aguanto, oigaaaaa!

Cargando editor
20/01/2022, 19:02
Miss Kukoo

Me encanta cuando me subestiman porque eso me da ventaja. Dejo que la suposición del doctor sobre mis actividades resbale como el farol que es, si opina eso de mí me preocupa poco, toda mi vida he lidiado con personas que se creen mejores que yo y la gran mayoría está muerta, y yo no. Eso tiene que significar algo, y no es suerte, no.

Aquí hay otras cosas andando detrás, las presiento como la araña tiene la certeza de que la mosca ha caído en su tela. Es como estar en el ojo del tornado, en medio de la aparente paz el caos orbita un instante de tibia lucidez. Uno puede ver aquello que fue una vez la vida cotidiana de muchos girar en torno de esa fuerza centrípeta que lo quiere engullir todo con su rugido inhumano, en aquellas privilegiadas ocasiones uno es un curioso testigo de cadenas de sucesos que conducen a un desenlace vislumbrado en medias sombras.

-Vamos -digo mirando a Samuel.

Notas de juego

No hay problema, por favor! jaja.

Cargando editor
20/01/2022, 19:14
Miss Kukoo

Me doy cuenta de que le he enviado a Abel un mensaje que no es del todo cierto, decido no corregirlo. Quizás esto me sirva de maneras que de momento solo puedo conjeturar.

Cargando editor
20/01/2022, 19:16
Miss Kukoo

Notas de juego

Supongo que subimos, ¿no?

Cargando editor
20/01/2022, 19:48
Director

Notas de juego

Mañana os digo qué sucede a continuasió.

Muy buena pregunta, doctor.

Aguantad el nerviosismo si podéis xDDDDDDDDD

Cargando editor
22/01/2022, 10:43
Samuel

@Korsgaard: —Si alguien hace preguntas aquí, ese seré yo, señor White, ¿entiende? Dígame: ¿Cómo está tan seguro de que Alex estaba aquí hasta hace un momento? Usted mismo ha dicho que no la ha visto todavía. Responda de forma directa antes de que se me agote la paciencia o le aseguro que le rebano una oreja antes de que pueda decir «Van Gogh».

La sonrisa de Samuel se esfuma de su rostro. Una de sus cejas de enarca con parsimonia mientras alza una mano y se cubre una oreja en lo que parece una medida precautoria ante la amenaza del inquietante, si bien elegante, doctor.

—¿También es otorrino? —inquiere con un matiz de duda en la voz—. Sin duda es usted un hombre ilustrado, doctor. Pero no se enoje conmigo. Creo que no nos hemos entendido con precisión. He razonado que Alex está aquí porque sé que Victoria es su tutora legal. Quiero decir, vengo siguiéndole el rastro desde Oklahoma City, ¿sabe? Solo me he limitado a unir los cabos hasta dar con ella. Luego... Bueno, admito que la he seguido, no se ofenda, pero consideré procedente entenderme con la tutora legal de mi hermana porque... Creo que no es de dominio público que Alex tiene más familiares.

Suena convincente y lo dice calmado, como si no tuviera nada que ocultar.

—Subamos, sí, subamos —añade a las palabras del doctor, tomando la retaguardia.

—¿Es usted adicto a la cafeína? —pregunta al médico al superar el portal—. Se le ve nervioso, doctor. Por cierto, no me ha contestado. Anteriormente dijo... Hum... «nuestros amigos comunes». Quisiera saber quiénes son esas amistades porque, oiga, diría que usted no está demasiado cómodo en esta situación. ¿Me equivoco?

A estas alturas Korsgaard sabe que este joven le recuerda demasiado bien a algunos de sus más recalcitrantes alumnos de Anatomía Forense II, con la peculiaridad de que no parece fácil de amedrentar hasta la lágrima, lo cual no deja de asentar cierta e insidiosa frustración en el doctor en esta aciaga noche de titiriteros.

El portal del edificio es como la propia estructura sobre la que se cimenta, anodino y deprimente. Red Hook, el barrio del ladrillo rojo, es un lugar de Arkham que siempre ha estado rodeado de polémica. Ya a comienzos del siglo XX fue testigo de numerosas revueltas sociales que parecen haber traspasado los poros del cemento, para luego devenir nido de criminales y hampones relacionados con el contrabando de alcohol y derivando finalmente en un nicho para los desesperados y los marginados sociales que no tenían cabida en el corazón de la ciudad. Eso fue así hasta la década de los ochenta, cuando el Alcalde Cartwright se empeñó en revitalizar el área ante la imposibilidad de afrontar una expansión urbanística. Desde entonces, el barrio mantiene su célebre impronta de rojo arcilla por las paredes de los edificios, habiendo ganado la reputación de ser un vecindario de currantes de clase baja, pero más seguro que antes.

Durante vuestro ascenso al apartamento se os instala en el estómago la incómoda sensación de que os están vigilando.

Para Korsgaard, esta sensación no es novedosa. Es más, empieza a hastiarle. Para Victoria, en cambio, empieza a derivar en una inclasificable mezcla de angustia... y liberación.

Notas de juego

Ayer se me complicó la cosa, pero hoy vengo con el cuchillo entre los dientes. ¡AJANDEMORRRRL!

Cargando editor
22/01/2022, 11:08
Narrador

Cuando llegáis al apartamento es Victoria la que abre la puerta. Solo hay dos copias de la llave. Una la tiene ella. La otra está en posesión de Sadie Bell.

Para sorpresa de la rubia, la cerradura vence al instante, sin necesidad de los dos giros de rigor que son necesarios habitualmente para acceder a su interior.

¿Cerró la puerta al salir?

¿Quién fue la última persona que estuvo en el interior?

Solo ella capta este singular detalle, pues Samuel no deja de darle la brasa al buen doctor sobre la conveniencia de tomarse la tensión de vez en cuando, y este empieza a sufrir palpitaciones en la vena que reluce en su ebúrnea frente.

Al acceder al interior del piso, encontráis a la niña en el salón, la única habitación iluminada de todo el apartamento. La joven Alex permanece sentada arrebujada en un sillón, pintando abstraída en la tablet.

Cargando editor
22/01/2022, 11:14
Alex

La pequeña Alex ignora completamente que alguien haya entrado en su santuario artístico.

Todo el apartamento está sembrado de dibujos e ilustraciones. En las últimas semanas, estas han cambiado la temática desértica, incluso cósmica, que tanto parecía obsesionar a Alex. Tampoco reflejan el rostro de la muerte en cadáveres de la más variada condición. Ahora reflejan una secuencia peculiar, como si de alguna forma estuviesen relacionados, como si guardasen un orden concreto, como en un puzle.

Las ilustraciones reflejan con la precisión sobrenatural que caracteriza el arte de Alex lo que se asemeja a una lente. A través de ella, la imagen se distorsiona para mostrar una silueta, la lánguida y deformada silueta de un hombre de negro. Dependiendo de la ilustración, la figura está más cerca o más lejos.

En la más cercana, el hombre parece regurgitado por una pesadilla ubicada en Elm Street.

Alex alza la cabeza con indiferencia cuando profanáis su estado de quietud.

Victoria detecta otra anomalía.

Hay un cuaderno de dibujo sobre la mesa.

Alguien ha dibujado a mano una muy satírica versión del Dr. Korsgaard, añadiendo un bocadillo como en un cómic en el que puede leerse:

Confíe en mí... Soy un perturbado.

Alex centra su visión en Samuel.

Sus pupilas se dilatan. 

Cargando editor
22/01/2022, 11:23
Samuel

—Hola, pequeñaja. ¿Sabes quién soy?

No hay respuesta.

Samuel admira los dibujos con interés.

—Asombroso. Parece que es cierto... La chica tiene talento —dice para sí mismo—.