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Hell is an ocean away

ENTRECAPÍTULO: ESCALA EN HAWAII

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06/11/2020, 07:23
John Abrahams

Abrahams estaba de mal humor. De muy mal humor, de hecho.

Su paso por aquel maravilloso purgatorio en el que se lo prometía regado de alcohol y mujeres bonitas y descocadas había desembocado en el encontronazo con retrasados mentales de la marina, más interesados en hombres que en mujeres, dadas las pruebas. Y para colofón, había dado con sus huesos en una celda donde, aparentemente, agotar su permiso. ¿Podían las cosas ponerse peor?  Siempre podían.

Y a decir verdad fue cuando empezaba a enderezarse el asunto cuando acabaron tocando fondo.

La jornada pudo haberse arreglado al dar con una striper encerrada enfrente de ellos. Quizá con un par de buenas palabras y apelando a su sentido del deber podrían conseguir un poco de espectáculo para adultos antes de regresar al infierno. Pero casi como si de una broma se tratase, el infierno fue a buscarles a ellos allí mismo.

El Sargento iba a romper su malhumorado silencio para tratar de entablar conversación cuando aquellos chilidos mecánicos accionados por manivela empezaron a ensordecer a todos los presentes.

-¡Mierda. joder! ¡Ataque aereo! ¡Esas cabezas a cubierto, alejaos de los barrotes y cubríos bajo los camastros!-chilló, tan resolutivo como siempre.

-¡Carcelero! ¡Abre la puta puerta! ¡Se nos necesita fuera!- gritó agarrado a los barrotes tratando de llamar la atención de los guardias antes de que entrasen en la vorágine de caos que estaba a punto de engullir la base.

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06/11/2020, 12:45
Rhys MacReady

MacReady no pasó por alto que la chica no dejaba de mencionar que su novio la sacaría de allí. Se la veía muy convencida de ello, cosa que inevitablemente llamó la atención del soldado.

En ese momento, escuchó aquella sirena que resonaba con fuerza como alarma antiaérea. El joven religioso se llevó una mano al crucifijo de su cuello casi al instante, sabiendo que si en efecto se trataba de un bombardeo japonés, no tendrían modo alguno de escapar y buscar un lugar seguro al estar confinados en una celda.

-Padre nuestro, que estás en los cielos... -comenzó a rezar, retirándose hacia una esquina.

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06/11/2020, 19:43
Thomas Penwater

- ¡Déjate de pamplinas ahora MacReady! - Le ordenó a su compañero cuando empezó con su cantinela habitual. 

Estaban siendo atacados y encerrados en aquella celda no podían hacer nada, sino... rezar. Curiosamente la opción que había elegido Rhys era la mejor y por la cual Penwater le había dado una reprimenda. 

¡Tenemos que hacer algo más productivo que esperar la intervención divina! - Trató de convencerse a si mismo, casi más que a MacReady. - Tenemos que conseguir que nos saquen de aquí...

Se acercó a los barrotes y buscó con la mirada a sus carceleros. Tenía que invocar su rango para tratar que los sacaran de allí. De lo contrario podrían morir allí mismo si una bomba estallaba sobre sus cabezas y sin poder hacer nada para tratar de salvarse del bombardeo. 

¡Carcelero, soy capitán del batallón bravo! - Gritó tratando de persuadir al carcelero. - ¡Estamos en tiempo de guerra aquí y ahora! ¡Saquenos de la celda y dejé que mis hombres y yo defendamos este puerto! ¡Qué somos veteranos del Pacifico, joder!

- Tiradas (1)
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07/11/2020, 21:10
Sam

Creo que no te oye... o quizás es que ha salido tan deprisa de aquí que no hay nada que podamos hacer -dijo Sam, colocando su mano en el hombro de Abrahams, y mirando hacia arriba, a la espera de la llegada de los aviones japoneses, porque solo podía ser eso.

Los rezos de MacReady no le molestaban, pero tampoco le daban ninguna confianza.

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08/11/2020, 01:57
Thomas Penwater

Thomas chasqueó la lengua fastidiado. Les habían abandonado a la muerte en aquella celda. Casi no se lo podía creer, pero no le quedó más remedio porque esa era en esos momentos si triste realidad.

Pensó unos momentos en que hacer. Allí encerrados estaban a merced de las bombas, así que tenían que salir como fuese. La instalaciones no parecían muy nuevas, así que quizás podrían, con la ayuda de todos, hacer fuerza agarrando la puerta y tirando hacia arriba desencajrala de sus goznes y de esa manera poder escapar. Conseguirlo era improbable, pero debían intentarlo.

Penwater corrió hacia la puerta, agarró por los barrotes horizontales y comenzó a tirar con fuerza hacía arriba.

- ¡Venga, ayudadme! - Les dijo a todos los que miraban. - Si tenéis una idea mejor, podéis compartirla. 

- Tiradas (1)
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09/11/2020, 13:58
DIRECTORA

Varios de vuestros compañeros de pelea se acercaron a los barrotes, pero estaba claro que no iban a ceder. Los malditos policías lo habían dispuesto todo para que no salieseis y ahora, bajo el sonido incesante de la alarma, parecía que también se convertiría en vuestra tumba particular.

Entre gruñidos desesperados y gotas de sudor cayendo al suelo, un crujido resonó por todas partes, haciendo temblar el pasillo y las celdas. Fragmentos de cal y de techo volaron por todas partes, dando la sensación de que en cualquier momento, todo el lugar colapsaría. Pero no se oían bombas cayendo, por lo que no entendíais lo que estaba sucediendo.... hasta que el muro de la celda de las chicas se vino abajo, en mitad de la calle.

Al disiparse el polvo que se extendió por el interior de las celdas, visteis a una figura entrando tranquilamente, pasando por al lado de unas cuerdas atadas a la parte trasera de un camión.

-Ya te dije que vendría a por ti, pequeña -le dijo a la chica del uniforme grande -. Activé la alarma y no ha quedado ni un alma en las calles.

La chica sonrió y se lanzó a los brazos del recién llegado.

-¡¡¡Danny!!! ¡Nunca lo dudé! -le respondió, dándole a continuación un sonoro y pegajoso beso

Tras separarse, como si alguien hubiese tirado de una ventosa, el hombre miró a las chicas.

-Bueno, chicas. Podéis veniros si queréis. En mi camión hay sitio para todas.

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09/11/2020, 15:12
Thomas Penwater

Aquel soldado estaba completamente loco. Acababa de hacer sonar una alarma de bombardeo sin que hubiera una sola amenaza real, y si no estaba especificado como delito, si que sin duda era una indisciplina que podría llevarle ante un comité de guerra. Es más, había destruido una propiedad del ejército haciendo volar aquella pared. Sin duda, no se iba a salir de rositas de aquella y el propio  Penwater se encargaría de ello, que para  algo era capitán.

Soldado, se ha equivocado y mucho. - Le dijo Thomas. - Soy el capitán Thomas Penwater del escuadrón Braco, por favor, deme su nombre y su rango. Me veo en la obligación de informar de lo sucedido y de proceder a su arresto. -  Miró a sus compañeros. Si no era arrestado por las buenas, confiaba en que se le tirasen todos encima para inmovilizarle. Aquello no podía quedar así.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me toma por el pito del sereno, no? XD

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09/11/2020, 16:01
Director

Notas de juego

jajajajjajaa, tú qué crees? XD jajajajajajajajjajajaja me parto jajajajajajajaja

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09/11/2020, 16:03
Soldado

El soldado se puso en posición de firmes y se llevó una mano a la frente, saludando como un auténtico patriota.

-Soldado Elasbolas, señor. Nometoq es mi nombre. Del primer batallón -dijo, levantando el dedo medio de su mano derecha, tras bajarla después del saludo.

Acto seguido, miró a su chica.

-Vamos, cariño. ¿Y vosotras qué hacéis, chicas?

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10/11/2020, 07:22
John Abrahams

Abrahams emepzó a bullir por dentro a medida que fue comprendiendo la situación, como una cafetera puesta al fuego que empieza a gorgotear.

Tomar consciencia de que mientras él había estado recibiendo balas japonesas, mientras muchos de sus hombres habían perdido la vida  tirados en una playa en la otra punta del mundo para que niñatos como ese que deberían encontrarse  a su lado en el frente o, al menos, en casa ayudando en el esfuerzo de guerra se encontraban, sin embargo, saboteando instalaciones militares y los ya de por si escasos suministros de los que disponían en el Pacífico.

La vena del cuello se le hinchó mientras agarraba los barrotes con ambas manos. Y cualquiera que le hubiese visto habría llegado a creer que el Sargento habría sido capaz de doblar los barrotes de hierro por la manera en la que los apretaba, si bien aquella manera de apretar parecía ayudarle a contener, en parte, la furia que le estaba consumiendo.

-¡Escúchame, puto niñato!-acabó por escupir.

-¡Por si no lo sabías estamos en estado de guerra y tú estás vistiendo un uniforme del ejército de los Estados Unidos! ¡Acabas de organizar un sabotaje en instalaciones militares y el ejército tiene identificada a tu novia y todos los presentes te hemos visto esa cara de cateto que gastas, por lo que en menos de medio día estarás ocupando esta puta celda!

El Sargento estaba acostumbrado a saber chillar sin dejar de sonar razonable y lógico.

-Te espera un consejo de guerra, eso tenlo por seguro, solo resta saber si tu destino será la prisión o el paredón junto a los traidores. ¡Tú decides, chaval!

Mientras hablaba aprovechó para buscar fallas o grietas producidas por el derrumbe de la pared de enfrente que pudiesen facilitar su salida.

 

- Tiradas (2)
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10/11/2020, 08:44
Marinero

Vamos, sargento. El muchacho solo quería sacar a su chica de la celda. ¡No sea tan duro! Bastará con unos buenos azotes y que nos ayude a salir de aquí. 

El marinero parecía confiado, e incluso alegre, pero se volvió hacia el soldado y le miró con fiereza.

-¿Verdad que no volverá a hacer algo así y nos sacará de aquí?

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10/11/2020, 12:44
Rhys MacReady

MacReady sabía que los barrotes de la celda no cederían por la fuerza de los hombres, sino que únicamente podría resultar tumbados por la voluntad del Señor. Por ello había seguido rezando para sus adentros, esperando que Dios les ayudara con aquella situación. Fue entonces cuando vio que había fragmentos de cal y techo volando por todas partes y, cuando el polvo desapareció, divisó la figura de un soldado que llegaba con unas cuerdas atadas a la parte trasera de un camión.

Al oír lo que decía aquel soldado, el joven religioso dejó de rezar de inmediato y dejó escapar una sonora maldición.

-Me cago en la puta...

Decían que el amor era ciego, pero desde luego también debía estar loco. Solo eso explicaría el plan que había ideado ese hombre para liberar de las celdas a la joven, haciendo creer que se encontraba en medio de un ataque aéreo.

-El capitán Penwater siempre cumple con su palabra, así que no le quepa la menor duda de que le espera un consejo de guerra, soldado -dijo MacReady, adoptando un tono de voz más serio-. Yo que tú abriría nuestras celdas. Así no te delataremos nosotros y podrás pasar unos minutos u horas más con tu chica, aunque más tarde o más temprano algún testigo informará sobre ti y te detendrán igual. ¿En qué momento pensaste que esto era buena idea?

- Tiradas (1)
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10/11/2020, 12:43
Thomas Penwater

- ¿Después de la destrozada y la alarma que ha causado? - Negó con la cabeza. - Imposible...  

Lo que había hecho aquel hombre no era comparable a una mera pelea de taberna. Causar alarma entre la población, destrozar mobiliario del ejército y planear y ejecutar la huída de una reclusa. Si no acababa en el paredón tendría suerte.

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10/11/2020, 13:26
Soldado

El soldado llevó a su chica hacia el camión, mientras ayudaba al resto de chicas, a Roberta y a Laurel a salir. Después, se giró un momento, hizo algo de espaldas a vosotros y se volvió unos segundos más tarde con dos naranjas en los ojos y la cabeza envuelta en una media.

-Tiene mucha razón, señor. Deberían formarme consejo de guerra, fusilarme y después echarle del cuerpo. Se me saltan los ojos de las órbitas solo con pensarlo. Ojalá fuese soldado para poder sentirme mal.

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10/11/2020, 13:29
Recluta

La chica se giró hacia vosotros antes de subir al camión.

-Sí, a mi pichoncito no le dejaron entrar. Dijeron que psicológicamente no era estable, o algo por el estilo. Pero yo lo quiero igual.

La chica le lanzó un beso al aire, aunque su "pichoncito" no tenía en esos momentos ojos para ver nada, ocultos detrás de las dos naranjas.

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10/11/2020, 13:39
Rhys MacReady

-Diooooos mío... -deja escapar MacReady, con un ligero suspiro, dejándose caer sobre una de las camas. Desde luego aquel individuo disfrazado de soldado había perdido el juicio. Aunque no le cabía la duda de una cosa: lo de esos dos sí que era amor-. ¿Pero quién es este pirado?

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10/11/2020, 14:16
John Abrahams

-¡Muchacho, ser civil no te exime de poder ser juzgado por un tribunal militar si realizas sabotaje en tiempo de guerra!- dijo sin ya demasiada convicción de que fuese a servir de algo.

-Y tú, chica. te recomendo que pienses bien en las consecuencias de tus actos.

dicho lo cual se limitó a caminar hacia el camastro y sentarse en él.

 

 

 

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10/11/2020, 20:16
DIRECTORA

Fue todo lo que necesitaba aquel viejo lugar.

Nada más sentarse el sargento en el camastro, este se vino abajo, y con él, el techo, las paredes y la maldita reja, cayendo cascotes por todas partes, llenándolo todo de polvo y quedando el lugar como si de verdad una bomba hubiese caído justo encima de vosotros.

En aquellos instantes, la prisión daba a la calle como si nunca hubiese estado separada de ella.

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10/11/2020, 20:18
Soldado

-¡¡¡Guaaaauuuu!!! ¡¡¡Eso ha sido... G-E-N-I-A-L!!!

El soldado, o no soldado, se quitó las naranjas de los ojos, y la media, y se fue hacia la aprte delantera del camión, poniéndolo en marcha.

-¡¡¡Venga, vamos. Esto es una fuga!!!

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11/11/2020, 15:35
Thomas Penwater

¿Les estaba esperando a ellos? Thomas meneó la cabeza. 

No puede ser... - Se dijo a si mismo.  

Desde luego, ni él, ni ninguno de sus hombres subirían a ese camión. Como ya había dicho, no era lo mismo una pelea de taberna, que una fuga y ser cómplices de la destrucción de mobiliario militar. ¿Qué  tendrían que dar muchas explicaciones? Posiblemente, pero prefería simplemente  pagar una multa por la pelea  a ser sentenciado a la horca por el tribunal militar que lo haría con aquel tipo  disfrazado de soldado.

-  Ni se os ocurra subir a ese camión. - Les dijo a sus hombres.

Notas de juego

¿Está lejos el camión? ¿Va armado el tipo? ¿Puedo intentar detenerle?