Partida Rol por web

La fiesta avanzó con normalidad entre chanzas, bailes y conversaciones entre los invitados, hubo tiempo para una gran tarta que trajo el servicio y se encargó de repartir entre los asistentes. 

Tras apurar las últimas cucharadas de su plato la señorita Granger, prima del señor Malloy se puso en alto y a grito de voz empezó a animar nuevamente el cotarro:

-¡Venga ahora a abrir los regalos!- Y sin esperar mucho tendió el primer regalo. El paquete que trajo la señora Peterson. -De parte de Frederick Short. -Anunció mientras se lo tendía al cumpleañero.

Tras desenvolver cuidadosamente el paquete apareció una bolsa de viaje y dentro de esta un diario. El aspecto de dicho diario es de un libro con cubierta de cuero con aspecto de haber sido bastante manipulado. En la primera página se puede leer "Diario de Frederick Short", el resto de las páginas se encuentra lleno de anotaciones.

-¿Y este quién es? -Preguntó Vincent Malloy extrañado por el regalo. -Desde luego no te ha dejado ninguna hoja libre. -Agregó tratando de caldear el ambiente.

-¿Le conoces Charles? No recuerdo su nombre entre las listas que manejamos

-¡Qué extraño!

-¿Eso es todo lo que hay en el paquete?

-¡Vaya Charles! ¿Un diario? algo muy raro para como regalo ¿no?. Comenta Robert extrañado. - Aunque es lo que yo llamaría un regalo personal. Añade sonriendo para quitar hierro al asunto.

Ansioso por ver todos los regalos como si de un niño se tratara, el Profesor Charles se dirige hacia la sala de reuniones donde había una gran mesa.
-"Aquí, aquí. Todos los regalos aquí. Así podremos verlos todos.". Dijo algo excitado y bastante ilusionado.
El primer regalo era de parte de Frederick Short. La verdad es que con tantos invitados,  amigos y conocidos y tan expectación, no recordaba ese nombre. Aunque dicho sea de paso tampoco se acordaba muy bien de algunos de los presentes.
-"El tío Freddy!!" Gritó después de unos segundos.-"Era doctor en Arqueología y siempre que iba a algunas de sus expediciones me traía un regalo, y si es su propio diario....es el mejor regalo que podría....., sabiendo mi gran interés por sus aventuras" dijo sin tratar de disimular su cara de gran alegría y expectación.

-¿Qué es? ¿Un diario? -Catherine gira la cabeza para mirar a Robert. Había decidido colocarse al lado del amable caballero. Se medio incorpora para poder ver por encima de las cabezas con pelucas y los estrafalarios disfraces. 

-Léanos algo, señor Diehl -anima, medio en broma. Pese a estar acostumbrada a beber, el alcohol siempre había tenido la propiedad de soltarle la lengua. 

Richard se acerca interesado al grupo que se está formando. Curioso regalar un diaro personal. ¿Querrá transmitile algún tipo de mensaje? Pero, en ese caso, ¿por qué esperar ahora, en su cumpleaños? Aunque, por otra parte, he visto compras cosas más raras para regalos.

- Sí, Carles, ¿por qué no nos lees algo? Tengo curiosidad por saber por qué el señor - inclina la cabeza para leer mejor la etiqueta - Short piensa que este diario suyo puede ser un regalo.

Ante aquellas numerosas peticiones Charles optó por hacerles caso, empezó a pasar las páginas con calma, sin saber por qué fecha empezar... Numerosas anotaciones al margen y algunos dibujos aparecieron intercalándose entre fechas hasta que finalmente escogió una que le llamó la atención de sobremanera.

14 de Mayo:

He descubierto la llave que destruye la ceremonia. ¡DiosMío!. Es tan obvio, pero debe de haber alguna alternativa. Lo he apuntado, aunque ya siento que sus detalles están grabados en mi cerebro.

¡Ahora la necesidad de adquirir el amuleto es mucho más urgente

El silencio se hizo en la sala. 

-¿Amuleto? ¿Ceremonia? Esto parece el guión de una película de un arqueólogo... ¿Estás seguro que es un diario? -Preguntó Scott Routh un tanto inquieto.

<RIIIIIIIIIIIIIIIIING> Sonó el teléfono cortando la tensión con un cuchillo.

-¿Sí? -Preguntó alguien del servicio.

-¡Señor Diehl es para usted!

- ¿Es usted el señor... Charles Diehl? Soy el Dr. Franklin, juez de instrucción del condado. -Se adivina un tono severo en su voz.

-Le llamo para informarle que ha habido un "incidente". -Su voz adquirió tintes nerviosos. -Un incidente en casa del señor Frederick Short. Me pongo en contacto con usted por ser el único pariente vivo del que tenemos constancia. Por favor diríjase cuanto antes al depósito de cadáveres para identificar el cuerpo. Lo lamento no puedo darle más información al respecto. -Se apresuró a añadir en cuanto adivinó más preguntas por parte de su interlocutor.

Las palabras del diario le dejaron perplejo con cierta preocupación, su tío parecía preocupado y algo asustado. Lo cual le sorprendió porque era una persona fuerte y segura de sí misma; cualidades importantísimas para un aventurero sin miedo a lo desconocido. Algun invitado que otro estuvo acertado al decir que aquello parecía el guión de una pelicula...... El sonido del teléfono le devolvió al presente. Avanzó rápido y con paso firme hacia el aparato, se lo puso al oído y... -"Sí, el profesor Charles Diehl al habla". contestó mirando a algunos de los invitados

La sorpresa y melancolía comenzaron a invadir su rostro. No podía creer lo que acaba de oir. Sus invitados esperaban que dijera algo. Sin embargo, las palabras le abandonaron al igual que la felicidad provocada por la fiesta. Sólo un pitido largo al otro lado del auricular del teléfono le devolvió a la dura y cruel realidad.
-"Disculpad... Amigos míos, pero ha surgido un terrible suceso que requiere toda mi atención." Dijo mientras colgaba el aparato.
-"Mi tío Freddy, muy apreciado por mí, la persona que me ha regalado ese diario, su diario....ha sufrido .....un accidente....ha muerto"decía con voz temblorosa y apenada.
-"Comprenderán que tenga que dar la fiesta sorpresa por finalizada.....Agradezco enormente su presencia y compañía....pero en estos momentos me gustaría estar solo" hablaba mientras se dirigía a la puerta para despedir a los invitados.

Richard se acerca con aire compungido a su amigo, que ha pasado de la alegría más palmable a la expresión más sombría en un suspiro. También él se encuentra triste: no importa cuánto ha vivido, la muerte siempre es un tema al que nunca se acostumbra.

- Charles, si me necesitas para cualquier cosa, no dudes en pedírmelo.

Tras escuchar a su amigo, Robert se debate entre dos frentes, dos impulsos. Por una parte, quiere apoyar a Charles, darle su pésame y estar ahí. Por otra, su instinto periodístico le dice que algo no cuadra. -Que su tío, le "regale" su diario personal y al poco tiempo sufra un accidente mortal....¿casualidad?. El periodismo político, le ha enseñado que no hay casualidades. - Aunque quien sabe, quizá me este volviendo un poco paranoico.

Finalmente, se acerca a su amigo y le da un fuerte abrazo.

 - Lo siento mucho amigo mío. Aquí estoy para lo que necesites, ya lo sabes. No dudes en contar conmigo para lo que sea. 

Tras dar el pésame, Robert se acerca a Richard, para de forma discreta hacerle partícipe de sus sospechas y pedir su opinión.

Con un sentimiento de tristeza y empatía, Catherine escucha cómo Charles explica el fallecimiento de su tío y la cancelación de su fiesta. Espera a que el señor Bishmark y el señor Howard den su pésame al anfitrión para acercarse después, despacio. Agarra su brazo y lo aprieta levemente en señal de apoyo.

-Lo siento mucho señor Diehl. -comenta en un susurro- Se lo dolorosa que es la pérdida de un ser querido, sobre todo si es tan inesperada. No dude en acudir a nosotros, estaremos encantados de ayudarle con lo que sea. 

Para no acaparar al pobre Charles, se retira en silencio, acercándose otra vez a sus dos nuevos amigos, los cuales parecen estar cuchicheando acaloradamente.