Partida Rol por web

Herederos de Gozushi!

Morriña (Escena 1)

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03/06/2018, 01:53
Faisal

¿Acababa de decir el eso? “Joder tío, si no te matan es porque creen que eres subnormal perdido” se dijo a sí mismo mentalmente “En la ofi estarán despollandose”, de hecho le extrañaba no estar oyendo por el chivato a su hermana, no claro... estaría muy ocupada mandando el video por guassap a toda la familia.

-¿Que opinas?
“Oh! Oh...” ¿A quien le estaba preguntando? “¿Ahora es cuando sale el hijoputa de Ogynt y me desintegra?” Nope, fue aun peor
-Está asustado como un pajarillo. Le tienes acojonado-
Faisal se irguió en el asiento intentando componer una pose más “manly”
-Estéticamente es lo mismo de siempre-
“¡¿COMO!?”
-Quizá no tan espectacular como Batista, pero es guapo-
“¡¿WHAT!? ¡¿QUE!? ¡¿Pero ésta de que va?! ¿Eres Terminator o qué? ¡¿Y quien puñetas es el Batista ese?!”
Una niña de 14 años acababa de dejarlo K.O., ahora sí que estarían al borde del coma en la oficina de tanto reir. Arqueó la ceja dignamente “¿Faisal Choi “lo mismo de siempre”? ¡No mames!” eso era peor que llamarle pichacorta. Intentaba no mirarla para fingir que no le había herido en su orgullo, lo intentaba...
-Creo que es verdad lo que dicen de los Choi, que son todo corazón...- ¡No! ¡NO! El era un tío duro, un super agente secreto y era tiernamente cómico ver como apretaba los labios entre el enfurruñe y el azoramiento.
Padre e hija siguieron hablando sin importarles lo más mínimo que él estuviera presente, una costumbre muy Mascarenhas por lo que había visto también en Suhayla. Suhayla... con aquella escena a Faisal le quedó claro que no era ella el ojito derecho de papi si no esa mini Nari brasileña ¡Un momento! Eso hacía de su chica... Ximena! ¡Estaba saliendo con la Ximena versión carioca! Su mirada se descompuso. Deseó equivocarse, Xime era su prima pero era una maruja mala, y aunque “Su” (así empezaba a apodarla) estaba loca... creía que era más dulce rollo su madre (¿Alguien dijo complejo de Edipo?).
Que la hermanísima insinuara que lo suyo era amor de verdad y no encoñamiento no pareció hacerle mucha gracia al dictador. Joder, el ojo vago ese que tenía le daba un mal rollo de cagarse pero la mueca de su cara (esa que no solía mostrar en la tele y las fotos) tras esas palabras estaba a otro nivel.
-...vamos a hacer un trato...-
“dijo Hitler...”
-nada de guarradas bajo mi techo-

nada soprendente ¿Donde estaba la trampa?
-no hasta que pongas un anillo de pedida en ese dedo-
¿DA FUCK? Jodó, la ley “anti-pelandruscas” de su madre eraun chiste en comparación, una cosa es ir rápido y otra ir a match3. Dos días y ya hablando de compromiso ¿Es que iban a sellar la paz entre Brasil y la TU casandolos como en la edad media?
-lo que voy a vigilar es que te portas con mi hija como un autentico caballero-
“lo que yo te diga, la puta edad media”
-Por que está claro que eres un poco... bueno como a ella le gustan los chicos-
“¡Ehhhhh! Ni me compares con el mierda ese del Lobko! Y habrá que ver como es el tal Batista”
-Si vas a estar dispuesto a sufrir un poco para conseguir lo que quieres-
“Me cago en todo... éste me va a hacer la cama fijo”
-¿Tenemos un trato?-
A ver quien era el guapo que respondía que no. Todo en su cerebro le decía que era una mala idea, los pactos con el demonio siempre tienen una vuelta siniestra ¿Pero que podía hacer? Solo apretar el culo, respirar, asentir con la barbilla y decir alto y claro -Tenemos trato-. En un recóndito lugar de su alma sintió como si se grabara alguna clase de marca indeleble que sellaba aquel pacto infernal, la estancia en Brasil prometía ser un campo de minas. De haber sido cristiano se habría santiguado (por si acaso)
Las cosas que se hacen por amor... por Suhayla, por los Choi, por la Tierra, por sus huevos...
Puta vida Tete.

Notas de juego

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03/06/2018, 20:58
Director

Había sellado un pacto con el Diablo, no le cabía duda alguna. Pero ahí estaban, en aquel infierno tropical donde hacía un calor considerable, húmedo, acompañado por aquel viento suave que mecía las copas de los árboles en la colina. Estrecharon las manos, sintiendo como él intentaba estrujársela fuertemente (mecanismo clásico para "medir la hombría") en el que él no flaqueó.

Texeira se llevó entonces la mano al pinganillo y mientras ambos separaban las manos, se acercó a su jefe para decirle una cosa al oído. Éste asintió e hizo un gesto como indicando que podía proceder. El guardia de seguridad dijo algo a través del comunicador y un minuto más tarde apareció una chica en ropa de runner, trotando alegremente. El trote hacía que... bueno, podemos imaginarlo sin necesidad de describirlo.

Venía feliz como una perdiz, casi sin sudar. No habría corrido mucho hasta llegar allí, pero lo justo para que las feromonas le atacaran como una metralleta. Tenía ese puntillo jovial de las brasileñas, que a los extranjeros les parecía propio de "chicas fáciles", pero que en realidad era simpatía pura y ganas de vivir.

-Hola señor M -dijo en portugués.
-Hola, encanto. ¿A que debemos tu visita?
-Me acabo de enterar de que ha vuelto Suhaila.
-Si que te has enterado rápid
o -dijo él, asintiendo despacio- Pero yo se algo que tu no sabes.
-Muchas cosas, que para eso usted es el presidente
-dijo casi riéndose.

El dictador sonrió. Era curioso, pues siendo mujeriego, como decían las malas lenguas, no la había mirado de ninguna manera en particular, más como se mira a una sobrina o un familiar, con cariño e interés sincero. Él estiró la palma de la mano.

-Te presento al nuevo novio de mi hija. Nada menos que el hijo de la presidenta del planeta... un braguetazo épico.

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03/06/2018, 21:14
Marcela da Fonseca

La chica se inclinó de modo muy gracioso, moviendo el dedo como si le echara la bronca por algo, en plan coña.

-Así que tu eres el famoso Faisal, del que llevo escuchando desde ayer.

Se rió y su risa sonaba como campanas de cristal. Faisal no podía evitar sonreír un poco como si fuera subnormal, cosa que no pasó desapercibida ante la hermanísima, que aprovechaba para seguir haciéndole un terminator sin que él se enterara. Estaba demasiado ocupado intentando no mirar descaradamente aquel buen par de tetas y un culo a juego. Bueno, un todo a juego. Era la chica "blanca" más proporcionada que había visto en su vida, y eso que había conocido a muchas.

Se levantó como un resorte, recordando la costumbre brasileña de saludar a las mujeres con un beso (simulado) en la mejilla. Ella se acercó con desparpajo y, aplastando parte de su teta derecha contra su brazo, se contorsionó lo suficiente como para que él pudiera darle los "besos". De ésta manera sintió la fragancia hormonal contra su pituitaria, como si la hubiera disparado con una escopeta de cañones recortados.

-¿Te está gustando Brasil? Creo que es tu primera vez aquí.
-Si, claro... aunque acabo de llegar
-respondió por compromiso.
-¿Si? Seguro que tienes jet lag, a mí me deja matada.

Aristides sonrió, sin perderse ripio de lo que sucedía. No sería la primera vez que Marcela le quitaba un novio a su hija, o que se lo follaba por mera diversión/emoción. Iba a estar gracioso, ver como se desenvolvía el chaval en aquellas situaciones.

-No os he presentado. Ella es Marcela, mi ahijada y la mejor amiga de Suhaila. Están juntas desde la secundaria. Él es Faisal Choi... ¿O era Fehr-Choi?
-Es verdad, que su madre les puso el apellido compuesto -dijo la hermana pequeña- Otro detalle ñoño más.
-Pues a mi me parece muy bonito -dijo Marcela.

Aristides se volvió a apoyar en la silla, el típico gesto del que tenía que levantarse para hacer ésto o aquello.

-Suhaila está en su cuarto -dijo a modo de invitación.
-Ok, gracias, señor M. Por cierto, le veo más delgado. ¿Ha estado haciendo deporte?
-No se escapa nada, ¿Eh?
-dijo con una sonrisa y una mano apoyada en el vientre.
-De joven era usted un Adonis.
-¿De joven?

Se rieron como si fuera la forma más graciosa del mundo, y él en medio, sonriendo como un gilipollas. Ella lo abrazó sin venir a cuento y él no sabía donde meter las manos.

-Ay, perdona, Faisal. Que te he dejado con la palabra en la boca. Te decía, que nosotras te enseñamos Río. ¿Si? Ésta noche hay una fiesta en un sitio que te gustará, con playa, cócteles y música. Muy guay. Así te presento a todas las amigas y conoces a la gente. Seguro que les flipas, el hijo de la presidenta Choi. Jijijiji...
-Es una idea excelente
-intervino el dictador, levantándose- Podéis llevaros a Yara, aunque no me gustaría que la emborrachéis.

La jovencita abrió los ojos como si hubieran mentado a la bicha.

-Es verdad, ya tiene edad para echarse el primer novio*, jijijiji. Además, tiene el cuerpo de su madre, es muy guapa, y va siempre vestida así tan nerd. ¿Tienes un bikini, nena?
-Claro que tiene, si no no se bañaría todos los días en casa
-dijo su padre.
-Uno bonito, que le favorezca.
-Escogedlo ambas. Yo os dejo solos, que hay asuntos que requieren mi atención.

No hizo falta decir "tú ya sabes, como si estuvieras en tu casa", por que así era. Yara parpadeó, mirando a su padre con disgusto. A ella no le gustaban esas cosas y ahora le tocaba ser la carabina de la fiesta, por que tonta no era y sabía perfectamente el interés de su padre.

-Yo me voy a... -dijo ella, en cuanto su padre se ausentó.
-A depilarte, espero.
-Me depilo, ¿Sabes?
-¿Si? Jo, que guay. Ésta noche te presento a un primo que tiene tu edad. Ey, podría traerse a sus amigos, y así no estás entre carrozas.
-Me puede el entusiasmo...
-dijo, colocándose las gafas en el puente de la nariz.
-Y ponte lentillas, cariño.
-¿Alguna instrucción más, sargenta?
-Jijijiji, como eres, ¿Eh? Anda, luego me paso por tu cuarto y miramos un bikini chulo. Hasta lo podemos comprar con paquetería express, que te viene el dron a casa.
-Deseando estoy...

Se marchó la joven, no sin antes mirarle a él de forma significativa. La pelota estaba ahora en su tejado. Se quedaron solos, absolutamente solos en aquel bonito jardín, y ella le miraba por alguna extraña razón con sonrisa en los labios y unos ojos que no sabía muy bien si querían decirle algo o no... La tensión sexual podía cortarse con un cuchillo de la fruta.

-Eres más guapo que en las fotos, tío. De verdad. No me extraña que le hayas flipado a mi Suhi. Ella tiene buen ojo con los tíos, casi tanto como yo.

Apoyó una mano en su pecho, sonriendo como si estuviera jugando a algo, aunque él no tenía ni puta idea de el qué. En aquel momento su instinto de picaflor libraba una durísima batalla con el amor que sentía por Suhaila, que era fuerte pero nuevo. Costaba quitarse los viejos vicios de encima, y en otra época le hubiera dado la vuelta, bajado el leggin y... bueno, vamos a callarnos. La mano de ella le quemaba como si estuviera hecha de salfumán.

-Oye, antes de que vayamos a donde está Suhi, te tengo que decir que tengas cuidado... -él parpadeó sin entender- Las amigas son muy malas, siempre van a ver si le roban el novio a la otra. Es como un juego que tenemos desde el insti. Pero no te preocupes, conmigo te puedes fiar, que yo tengo novio ahora.

La mano no decía eso precisamente, pero él asintió despacio.

-Además, la gente puede ser muy cruel, ¿Sabes? El hijo de la presidenta Choi, uff. Aquí somos enemigos de esa gente, ya lo sabes. Aunque a mi la política me da igual, pero no a todos. El servicio militar hace que haya muchos besabanderas por aquí. No se, a lo mejor es prudente ponerte una identidad falsa, como un agente secreto...

De repente, el comentario de Laila por el comunicador intracraneal.

-No se si es más tonta que guapa o más guapa que tonta. Totalmente tu tipo, hermanito.

Se escucharon risas en al otro lado de la línea. Seguro que se lo pasaban en grande a su costa. Teixeira le miró significativamente. ¿Era capaz de captar aquellas transmisiones o es que intuía algo?

-¿Quieres que te mandemos bromuro en pastillas? Lo vas a necesitar.

Ella parpadeó, separando finalmente la mano. Pero la cosa empeoró, pues ahora le cogió la mano a él y con trote jovial tiró de ella. Parecía el típico anuncio de la chica enamorada en el prado verde que tira de la mano del hombre, con cámara en primera persona, para llevarlo al jardín de las maravilllas de los champús con frutas.

-Vamos, hay que ponerse al día con Suhi. Y me tienes que hablar de ti, que eres un misterio.

Caminó con aquel trote jovial, tirando de él. Se cruzaron con un par de criados y personal de seguridad, que pasó de ellos olímpicamente, mientras recorrían estancias enormes de aquella supercasa en la colina, a la que no le faltaba de nada, excepto el buen gusto decorativo.

Y finalmente, tras subir unas largas escaleras y recorrer un pasillo con unas pinturas carísimas, abrió la puerta y pilló a Suhaila en pelotas de cintura para arriba, cambiándose de ropa. Pero al verla, el gesto de ponerse el sujetador murió y soltando ella su mano, que ya estaba bien, se fundieron en un abrazo entre chillidos de serotonina desatada. Pecho contra pecho, blanco y negro fusionándose con la elegancia del café latte.

-¡Cuanto tiempo nena!

Notas de juego

*En Brasil la edad de consentimiento eran 14, dado que el país era un destino de turismo sexual famoso en el mundo entero.

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03/06/2018, 21:52
Suhalia Mascarenhas

Abrazo fuerte, tejidos adiposos que se espachurran de manera bastante erótica. "Y ahora es cuando se besan con lengua", pensó Faisal, pero no, no sucedió. Al menos de momento.

-Estás en tetas tía -dijo Marcela.

Suhaila se partió el culo de risa, cayendo en lo obvio. Se separó y haciendo la coña, cogió un manojo de plátanos que estaba en la mesita y se lo "tapó" con él.

-Si quieres te hago un Josephine Baker.

Siguieron partiéndose como si él no estuviera allí. Entonces Marcela se percató de la cara que él ponía en aquel momento.

-Tápate, anda, que le va a dar algo a éste.
-Ya las tiene vistas, no te preocupes. Además, ésto es Brasil.
-Es verdad, tía. Aquí las tías nos sacamos las tetas cada dos por tres en carnavales. ¿Te acuerdas de la última vez que participamos?
-Si, si, llevabas un traje increíble, de verdad.

Suhaila seguía sin taparse y él carraspeó, como para hacérselo notar. Ambas le miraron con cara de ser MUY malas, y en realidad lo eran.

-¿Que te pasa, te asustan unas tetas?
-No, que va...
-A ver, Marcela, vamos a ponernos a la par -dijo, tirando de su top deportivo hacia arriba.

No, no podía ser. Éstas mierdas no sucedían en la vida real, solo en las películas porno. Pero entre risas, estaba a punto de suceder, pues la negra tiraba de la ropa de la blanca y ésta no ofrecía demasiada resistencia, entre risas.

-Quita, loca. Ésto parece aquella vez que fuimos al Mardi Grass.
-Es verdad, los americanos ven un par de tetas desnudas y se flipan.
-Jajajajajaja.

Faisal calló como una prostituta, pues no iba a ser él el que rechazara darse una alegría a la vista. Sin embargo, fingía estar ofendido y avergonzado.

-Venga, si de todos modos tenemos que ponernos el bikini.
-¿El bikini?
-Si, hay fiesta ésta noche con la gente, en la isla.

¿Habían dicho, "la isla"?, ¿Iban a llevarle a un lugar apartado de la costa, por mar, a una fiesta loca de alcohol y tetas al aire?

-Venga, es verdad. Hay que enseñarle lo que son un buen par de tetas brasileñas.

Dicho ésto, la tal Marcela se quitó el top y se quedó en tetas. ¡Y Dios que tetas tenía! Suhaila era más de culo, y los pechos no eran tan abundantes. La minipimer (uno de los apodos afectuosos de su pene) le dio un par de avisos, mientras ellas se reían haciendo el loco como el par de pijas inconscientes y sueltecillas de clase alta que eran o habían sido.

-Mira, somos café con leche -dijo Suhaila, manoseando una teta de su amiga- ¿Cuales te gustan más? Y no mientas, ¿Eh?

No sabía qué contestar, ni como comportarse. Aún para los Choi, que según el estándar norteamericano eran unos europeos decadentes y relajados morales de tomo y lomo, aquella escena resultaba kafkiana e iba más allá de todo lo humanamente razonable.

-¿Le dejas que toque? -preguntó Marcela.

Se partieron la caja nuevamente, disfrutando de verle en aquel aprieto de la leche. Ambas eran plenamente conscientes de que en casa del dictador imperaba la ley seca, y estaban despollándose con el tema a sus expensas. En otro tiempo, el Faisal del pasado se habría sacado la herramienta y abría comenzado a trabajar, transformando las risas en gemidos. Pero esos eran otros tiempos y otro Faisal.

-Tíaaaaaa, que es mi novio.
-Jajajajajaja, vale, entonces que no mire.

Siguieron riéndose, y él no sabía si tirarse por la ventana o cometer una imprudencia sexual. Fue entonces cuando, salvado por la campana, recibió una llamada de teléfono: era mamá. Se excusó, saliendo del cuarto. Las amigas quedaron en tetas, riéndose, hablando de él y de qué bikini ponerse.

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03/06/2018, 22:08
Móvil

Descolgó con los sudores de la muerte. Y al otro lado de la línea, estaba su madre, entre la risa y la seriedad más grave, a medio camino, sin hallarlo.

-Me ha dicho tu hermana que te llame, cielo. Me lo estaba contando. Por cierto, no me has llamado al llegar... -típica pulla de madre- Hijo mío, quiero que respires muy lentamente y te serenes. Ésto es una trampa, por más de un motivo. No sabes como podemos ser las amigas íntimas cuando estamos en ese plan... por eso yo te insistía en que te fueras a jugar con la consola cuando estaba aquí la tía Mary. ¿Lo de las tetas? Si te contara lo que hemos llegado a hacer y decir tu tía y yo...

Exceso de información, que ahora le abochornaba de otra manera muy diferente.

-Tengo una reunión de ministros, pero que sepas que acabo de hablar con tu "suegro". Ésto comienza a marchar, puede ser algo muy importante. Por eso necesito que estés tranquilo. Espera, que te paso a tu padre.

Iba a decirle "no hace falta", cuando escuchó la voz de su padre al otro lado.

-Hijo, no te preocupes. Ésto es una prueba para todos nosotros, pero especialmente para ti. Habla luego con ella, que corten el cachondeo. Ahora mismo... ¿Tienes una ducha a mano? Pégate una ducha, quédate tranquilo, ya me entiendes. Aquí estamos orgullosos de ti y respetamos tus decisiones.

¿En serio, esas palabras en ese momento? Joder, papá.

-Además, hijo mío. Según me ha contado tu madre, su padre os vigila en casa. ¿Vais a salir, no? Pues ya sabes, luego te desquitas. Pásatelo bien y ten cuidado, que en Brasil tenemos enemigos por doquier.

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14/06/2018, 04:49
Faisal

Le tocaba los huevos soberanamente que se metieran con sus apellidos. “Su madre les puso apellido compuesto, otro detalle ñoño, ññññññññ, arde en el infierno Lisa Smithson...”. Había gente muy hija de puta suelta por el mundo que buscaba hacer daño a la presidenta atacando a su marido. Se reían de él llamandolo “primera dama”, “Sr. Choi”, “Julia”*, eso los más “educados”... Sí, en el futuro siguen existiendo los machistas-retrógrados-racistas, y si aun a los Obama había quien los criticaba... a los Fehr-Choi (los nuevos Obama) los ponían a caer de un burro. Era de esperar una lluvia de pullas en Brasil, pero que una niña de 14 años, que para nada tenía pinta de ser una chica tradicional (no como la tetona), se metiera con su apellido compuesto... era pasarse 100 pueblos. A él lo podían pintar de maricón y tonto del culo cuanto quisieran pero a sus padres ni tocarlos, especialmente su padre que era un santo varón.
Prefirió no responder (ni a la pregunta de Aristides ni a la pullita de la niñita tocacojones) y seguir sonriendo como el idiota que creían que era.

La conversación entre Marcela y Mascarenhas era kafkiana, “Señor M. De joven era usted un Adonis, jijijijiji”... lo flipas...claro que siendo su ahijada... el padre de la Barbie sería algún jerifalte del régimen para el que firmar sentencias de muerte mientras desayunaba era lo normal.
Entonces esas enormes pechugas se espachurraron contra él y el olor a “fóllame” le penetró hasta el cerebelo “Mierda, mierda, mierda...” rígido como una tabla solo le salió decir -¡Guay!- con el pulgar arriba en respuesta a lo de la fiesta. Que a Mascarenhas le pareciera buena idea le escamó pero, visto por el lado bueno, el escamamiento se sobrepuso a la excitación. La sorpresa vino cuando sugirió que se llevaran a Yara y la reacción de la niña le trajo recuerdos y sentimientos encontrados ¡Como le sonaba la situación! “Nari...” otra con la que no pudo hablar en el cumpleaños, esperaba que tío Hwo o Zero la tuvieran controlada, cuando se ponía depre daba miedo.
Cruzaron miradas y la niña le dejó solo con Marcela “Noooo... quédate”. Daba igual lo que hiciera, pestañear, respirar o sencillamente quedarse de pié, Faisal veía esos labios sonrosados y jugosos y su corazón bombeaba como tambores en un ritual de fertilidad pagano. El rol había hecho de él un chaval imaginativo así que el spray de hormonas fue como echarle gasolina al fuego ¿Formaría parte del infierno diseñado por Mascarenhas para él o simplemente era el karma? ¿La retribución cósmica por años de ser un follarín de los bosques? Era demasiado fácil, obvio que era una trampa, pero que trampa...
-te tengo que decir que tengas cuidado-
¡¿Que?!
-Las amigas son muy malas, siempre van a ver si le roban el novio a la otra-
“Em... eso no se llaman amigas...”
-Pero no te preocupes, conmigo te puedes fiar, que yo tengo novio ahora-
“Sí, sí... me estas convenciendo...” si con ella podía estar “tranquilo” miedo tenía de la manada de zorras que prometían ser las “amigas” “Por Dios que sean todas orcos” deseó. Y por si fuera poco -a lo mejor es prudente ponerte una identidad falsa, como un agente secreto- la que faltaba para el duro se manifestó (al fin). Como sospechaba Laila y los de la ofi estaban deshuevados. “Cabrona...” pensó divertido por la situación, le acababan de recordar lo que le gustaba de su trabajo ¿Bromuro en pastillas? Mejor en gotero y por hectolitros...

-¿Me recuerdas a mi tía Wook? Era la m...- le había costado subir sangre al cerebro para poder juntar esas palabras y todo ese esfuerzo se fue al garete cuando llegaron al cuarto de su chica y se topó, no solo con ella semidesnuda si no con un festival de tetas bamboleandose, apretandose y frotandose, y tetas... y además tetas... y por cierto... tetas... tetas, tetas, tetas...Hijas de su madre, cómo lo sabían... ellas parloteaban pero el solo podía pensar en carne blanda y suave, saliva, lenguas enroscadas y cosas introduciendose en cavidades húmedas, cálidas y apretadas entre gemidos operísticos. ¿Cómo lo soportaba Texeira? ¿Castración química? ¿Un braguero de acero? ¿Cirugía?¿Entrenamiento Shaolin?¿Era gay? Ésta última tenía muchos puntos.
-¿Cuales te gustan más? Y no mientas ¿Eh?- riete tu de Paris y la manzana de la discordia
“Señor aparta de mi éste cáliz”, si no paraban podían pasar dos cosas, que reventara la bragueta con la erección mas bestia de su vida y “muerte por kiki”o que le diera un infarto cerebral, en cualquier caso acabaría muñeco y desencadenando la 3ª guerra mundial ¡Y solo acababa de llegar! Con razón el Mascarenhas se fue tan tranquilo, no le hacía falta mover un dedo para dejarlo bien jodido. Peor, no jodido.
En la oficina debieron darse cuenta (ya que monitorizaban sus constantes vitales) y tuvieron la clemencia de echarle un cable a su manera. El móvil zumbó en su bolsillo sacandolo del bucle mamográfico, salió al pasillo y descolgó apretando los ojos sin decir palabra.
Muy elegante su madre dijo que Laila le había dado aviso pero el reducido lapso de tiempo entre el magreo y la llamada le hacía sospechar que había todo un gabinete de crisis reunido viendo sus tribulaciones en pantalla grande y en directo. No obstante sonrió por el tirón de orejas.
-No sabes como podemos ser las amigas intimas cuando estamos en ese plan- Ni falta que se lo dijera teniendo en cuenta lo suyo con Irina -Si te contara lo que hemos llegado a hacer y decirtu tía y yo...- Vale... lo único bueno que podía sacarse de semejantes palabras era la certeza de que su mamitis en realidad no era complejo de Edipo, le recorrió un escalofrío con el flash de Queen y Mary sobandose igual que Marcela y Suhayla en esas habituales fiestas de vino y piscina... ¡Oh, Señor! La imagen le atormentaría mucho tiempo. El día que se publicaran las memorias de su madre esperaba estar muerto, intuía que había muchas cosas que realmente no quería saber. Por fortuna la conversación regresó a derroteros políticos ¡Buenas noticias! Su sacrificio estaba sirviendo para algo, pero cuando se creyó a salvo... ¡ZAS! -Espera que te paso con tu padre-
¿¡DA FUCK!? ¿Él también estaba allí? ¿Viendolo todo? ¡¿Por qué?! Quiso morir -Pegate una ducha, quédate tranquilo, ya me entiendes- ¿Acababa de recomendarle hacerse una paja? Hasta las charlas padre e hijo tenían límites que no debían pasar -Aquí estamos orgullosos de ti y te respetamos- y el asunto lo sobrepasó con creces... -luego te desquitas- frunció el ceño en un mohín dolido, entre todos iban a conseguir que le cogiera tirria a follar y tampoco quería que el sexo con su chica fuera eso, así había sido siempre y con ella el cuerpo le pedía algo distinto. Aunque todo sea dicho... iba a estar difícil de cojones con la niñata de “sujeta velas”.
-Sí papá...- dijo en un tono cansado que denotaba muchas cosas -tendré cuidado...- soltó aire fuerte por la nariz -gracias por llamar. Cuidaos vosotros también, ya... me contareis como va la cosa... Os quiero-
No tenia ganas, ni fuerzas, ni ingenio como para decir nada más, de hecho estaba un poco enfadado y triste a la vez. Muy posiblemente le hiciera falta dormir, por el jet lag y tal... y la paja y la ducha pues... más todavía.
Respiró hondo tomandose un segundo para armarse de valor antes de volver a la habitación, lo mismo estaban haciendo un 69 y a ver como se resistía.
-Perdón, me tiraban de las orejas por no avisar de que había llegado- entró meneando el movil antes de guardarlo. Se rascó el pecho -¿Por donde íbamos...? Ah sí!- se acercó a Suhayla, la cogió de la cintura y le dio un morreo de esos que él sabía dar que prometían otras cosas y te dejaban el chirri pasado por agua. De paso deslizó una mano y amasó culo. Pudo notar como se le ponían los pezones como rocas ¿Ella quería jugar al juego de ponerle calentorro? Muy bien, él también sabía jugar a eso. Luego tomó la mano de Marcela, la besó cual caballero y habló educadamente teatral -Me temo que no soy la persona adecuada para responder a vuestra pregunta- volviendo al tema de las pechugas -Soy de todo menos imparcial- miró a Suhayla a la que aun asía por la cadera -siempre elegiré a mi chica- desplegó su preciosa y endiablamente encantadora sonrisa y le dio un piquito en la mejilla. -Ya te pillare ésta noche y te daré lo tuyo...- le susurró -¡Me tiene hechizado!- exclamó divertido buscando hacer reir a la amiguísima ¡Hasta le miró a los ojos en vez de a las peras! Entonces hizo cómo que se le escapaba un bostezo -Señoritas- se separó unos pasos -ahora si me lo permiten- se llevó una mano al pecho y puso gesto afectado -creo que las dejaré ponerse al día mientras me acicalo para la velada- e hizo una reverencia historiada, era muy de hacer el mono en ese plan cuando quería disimular. Cuanto más quería esconder algo, más payaso actuaba -así que me retiraré a mis aposentos- en portugués aquello sonó de lo más pomposo.
Rió travieso con esos ojos rutilantes que enamoran y se despidió robando otro beso a su chica y haciendo gesto de destocarse a Marcela -Nos vemos luego- e hizo mutis por el foro con un petardo en el culo. Estaba llegando al límite de su resistencia sexual.
Al segundo volvió asomando la cabeza por el marco de la puerta -Esto... cual es mi habitación?- 
 

Notas de juego

*Por Julia Child, a modo de mofa de su carrera televisiva y sus libros de cocina
https://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Child

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15/06/2018, 02:46
Director

Ducha con paja, un clásico norteamericano que se volvía atemporal. Como le dijo una vez su padre, "a veces es mejor ir a una cita con el arma limpia". Su padre, que no era de armas, imagínate a lo que se refería. Le habían dado una habitación al final del pasillo, con lo que el cachondeo nocturno estaría garantizado. ¿Una prueba de su suegro? Posiblemente. Dios... ya pensaba en él como su suegro. ¿Que mosca le estaba picando?

Escuchó risas desde el cuarto y se reconcilió con la cama, echándose una siesta con la alarma puesta, por si acaso. Cayó muerto y aprovechó bien el sueño, a causa del jet lag (en los aviones modernos se acentuaba todavía más). Cuando se levantó la atmósfera era irreal: calma como una balsa de aceite, con los sonidos del bosque, los pájaros y los animales tropicales, que llegaban desde el balcón, con el precioso atardecer cayendo sobre Río de Janeiro... La verdad era que el sitio era bonito de pelotas, aunque no lo estuviera disfrutando, no del todo. Se fumó un vapeo que llevaba en la maleta, acodado en la barandilla, reconciliándose con la tranquilidad y el recogimiento.

Al darse la vuelta y entrar en la habitación, vio a la joven Yara sentada en su cama, jugando a una especie de consola portátil. Le habían puesto un bikini bastante pijo que le hacía tipín, por que aunque fuera la lista de la familia los genes eran los que eran y no era fea. ¿Del montón?, ¿Una belleza simple con un toque chubby y africano? Llevaba puesto un pareo de colores muy graciosos, con canarios, plantas y todas esas referencias tropicales, con las gafas de sol encajadas en el pelo.

-Era el único sitio donde podía huir de toda esa serotonina -dijo, sin más.

Tenía las piernas recién depiladas, detalle del que se percató por que se rascaba con molestia. Compartieron una mirada de circunstancias: ella sin gafas, con unas lentillas (parpadeaba por la molestia) y él desnudo de cintura para arriba, con la camiseta sobre un hombro.

-Me pareces un tío legal, Faisal. Se que te estás haciendo el tonto y no te pega mucho. Texeira me ha dicho que estás triangulado con una base avanzada del OIG en México. Que la señal rebota, pero que no son tontos.

Parpadeó, rascándose el ojo.

-Imagino que eres un superespía y eso mola. De ahí lo de Luanda y salvar a mi hermana de un croat y tal. Mucha casualidad que estuvieras en el lugar y momento preciso para pillar a Lobko traicionándonos.

Se incluía en aquello como si fuera Mata Hari o lo que fuese, y le hacía gracia.

-Papá está cabreado, por que parece que el Dominio no está haciendo la cama. Nunca fue una alianza de futuro, más bien fruto de las circunstancias, pero quieren a mi hermana muerta e imagino por que es.

Señaló algo, algo de él. Algo que estaba debajo de su cintura, y que él apodaba de muchas maneras fanfarronas. Luego subió el dedo y le señaló a él.

-Estás cambiando la línea temporal, o algo así. Eso siempre les pone muy nerviosos. Supuestamente, es algo que tu madre hizo en tiempos... ¿No te lo ha contado?

Picaron a la puerta y la conversación murió ahí. Preguntaron por ellos y Suhaila entró en el cuarto con una enorme sonrisa, dándole un beso. Luego miró a su hermana con una sonrisa divertida.

-¿Que pretendes en la cama de Faisal, lagartona?
-Uy, si, me muero por cepillármelo...

Comenzó una guerra de cojinazos que empezó a dos bandas y terminó a tres, entre risas. Aquello relajó un poco la tensión de la conversación de marras, durante la cual su hermana se había mantenido callada como una tumba al otro lado de la línea. Marcela llegó al cabo, con gesto mohino y preocupación: tenían que irse ya o se les haría de noche por el camino. Las preocupaciones de un pijo son diferentes de las de un ser humano normal.

Atardecía en Río, con una luz anaranjada y melancólica, mientras el coche con escolta les llevó al puerto deportivo. El viento mecía las copas de las palmeras.