Partida Rol por web

La gente se agolpaba en los asientos improvisados alrededor del pequeño recinto circular que habían montado para el pequeño espectáculo.

Un murete de tablones de no mas de un metro y medio separaba a los espectadores de la lucha… la sangre estaba asegurada y el espectáculo bien lo debía valer ya que muchos de los tablones estaban salpicados por manchas de sngre reseca….

Poco a poco la gente se agolpo en el limitado aforo, el olor a sudor y humanidad se fue acrecentando…

Cuando Sebastián entro por la puerta y se puso a calentar las risas fueron varias, y los silbidos también acompañaban a los abucheos del publico

… ROK… ROK… ROK… empezó a corear la multitud…

Cuando se abrieron las puerta y una mole de casi 2 metros entro en la estancia… el rugido de la muchedumbre fue increible

Al escuchar su nombre y el de su contrincante, Sebastian sonríe complacido mientras se encamina hacia la arena con paso firme y decidido. Una vez allí, se quita el pañuelo azulado con cuidado y, lentamente, se pone de rodillas para iniciar unos rezos en su lengua dirigidos, al parecer, a alguien que el solo conoce..

-"Que la suerte de los héroes entre dentro de ti..."-

Después de la breve y exótica ceremonia, el joven se vuelve a poner en pie y, al tiempo que que se coloca de nuevo el pañuelo, observa como una chica preciosa con una katana en su cintura le está observando con cierto detenimiento. Cuando el pequeño se da cuenta de que hay un cruce de miradas se da la vuelta...
Luego... su rostro se torna frío y el combate está apunto de dar comienzo entre los balbuceos de la gente gritando frenéticamente el nombre del gladiador..

EL gigantesco ser situo justo en el otro extremo de la arena, vestido con una coraza dorada y un yelmo de igual color levanto los brazos en saludo a la multitud que comenzo a vitorear al coloso.

Con movimientos energicos tenso las correas del escudo y desenfundo una gran espada de filo ondulado. Con un pas de movimientos destenso los musculos e inclinando la espada hacia el chico a modo de saludo se preparo para el combate.

Casilla de comienzo fijo.
1º Sebastian
2º ROK

Aún tenia que decidir que arma utilizar. El arco era su mejor aliado, pero esta vez se veía obligado a dejarlo en su espalda junto al carcaj, mantenía la espada en su mano torpe y en la otra una extraña bolsa de cuero..

-Tranquilo. Atacar y moverse, atacar y moverse..- se repetía a si mismo, una y ota vez al ver como le señala con la espada su adversario. Escucho como alguien decía que daba comienzo el combate y entonces todo cambió, su expresión fría como la roca examinaba a su adversario, un digno adversario en el cuerpo a cuerpo. Le dedico una sonrisa a su respuesta y empezó a encaminarse hacia el con movimientos precisos, con quiebros para intentar despistarle y que no quite sus ojos de los del joven Batidor en todo momento..

Cuando ve su punto débil lanza la extraña bolsa hacia el gladiador, esperando que reviente el líquido viscoso que se ocultaba en su interior..

ROK
Guerrero N3
PG 26
Espada Bastarda, Golpe con Escudo, ataque poderoso.
FUE 18 DES 12 CON 14 INT 9 SAB 5 CAR 3
CA 10+1+2+5=18 Coraza --->16
Armas
Espada bastarda +7 1d10+4
Escudo +7 1d4+4
Con las 2 -6 y -10

La bolsa del niño salio despedida contra el escudo del coloso, que instintivamente la bloqueo y para su sorpresa la bolsa rebento despidiendo un liquido amarillo para todos lados empapando a la mole y pegandola a las paredes y suelo.

Con un rugido, el mastodonte avanza rompiendo los hilos que le pegan al suelo y se situa al lado del joven... los hilos cuelgan de los brazos y piernas del guerrero como si fueran simples hebras mientras levanta la espada para golpear al zagal...

Sonríe pícaro al ver como se rompe la bolsa, y al ver como se queda pegado durante unos instantes demasiado cortos. Su enorme fuerza le favorece y rompe parte de ese pegajoso líquido que le impide moverse con comodidad..

-¿Te estás divirtiendo?..- suelta en un tono gracioso al ver como levanta su arma dispuesto a atacarle. Intenta esquivar su ataque rodando por el suelo y aprovechar ese mismo movimiento para atacarle en su punto flaco con el filo de su espada..

-"Vaya, como lo he echo.."-

La multitud aplaude enfervoreciada al zagal, impresionada por sus movimientos.

El coloso sangra profundamente por el costado... pero se mantiene en pie girando su mirada para encarar al zagal...

Con la espada fuertemente asida lanzo una tremenda estocada contra el muchacho, que este tranquilamente esquivo agachandose y dejandola pasar... y viendo como saltaban multitud de astillas al golpear esta contra la barrerra...

... muerte....

-Ufff...-
Le salió de la boca al esquivar el contraataque y quedarse asombrado hasta el mismo de sus precisos movimientos. La gente le respondió con aplausos a esos movimientos y de nuevo se preparaba para el combate. Su mirada era como la de un felino cuando intenta cazar a su presa, observando sus puntos débiles para que sean atacados y dañados..

Con fuerza y valentía se encara de nuevo al gigantón de dos metros para atacarle en la misma zona que estaba sangrando. Blandió su espada a dos manos y dirigió un ataque ascendente casi perfecto para después echarse hacia atrás y dejar que el gladiador tome aliento en caso de que resista..

Sujetandose la herida del costado, undio la rodilla en la tierra... y mirando con ojo de desconcierto al chico cayo hacia adelante...

...imposible...

Una chica salio corriendo en pro del gigante para intentar agaararlo antes de que tocara el suelo, pero el peso de este la pudo y cayo encima de el...

Rok...

Llorando la chica intentaba tapar la herida del gigante de la brotaban borbotones de sangre...

La multitud estaba sorprendida y gritaba el nombre de Sebastian... mientras lanzaban monedas al chico.

-Lo sabia, pequeno; nos veremos pronto.- dijo Urzam mientras recogia su dinero, presto a marcharse del lugar.

El enano habia demostrado con creces su ojo clinico, ante la impresionada mirada del maestro de combates:

-Llamame cuando tengas otro gladiador; parece una sencilla manera de seguir con mi labor.- casi escupio el fornido tullido mientras salia.

La espada de Sebastian lanzo un fiero tajo en un costado al gigante gladiador que nombraban Rok. El pequeño se sentía mas apenado que victorioso al haber vencido este combate. Su nombre rugía entre la multitud de la gente, rugía por que casi había acabado con la vida de aquel valiente guerrero.
Ni siquiera levanto la espada apuntando al cielo a modo de alegría, como ya dije antes solo quería aprender a luchar. Observó como una mujer envuelta en lágrimas saladas corría desesperadamente a socorrer a Rok, lo vió caer en sus brazos y un cosquilleo recorrió todo el cuerpo del joven Batidor..

-Espera. Déjame a mí..- le dijo a la mujer. Clavó la espada en la arena y se llevo una de sus manos a la espalda. Allí encontró un pequeño frasco que no dudo en abrirlo y ponerselo en la boca al gladiador. -Le curará..- sonrió a la mujer al tiempo que cogía su espada y se marchaba del campo de batalla a recoger su premio, premio que lo aceptaba por obligación si quería sobrevivir al Reino...

- Bien hecho... "guerrero" - saludó el semiorco al pequeño que había demostrado su valía en el campo de gladiadores - Bien hecho -

Con todo, lo importante era que había conseguido mejorar su bolsa... eso era importante, siempre era necesario tener algo deresto para poder curarse si en el campo de batalla tenía un mal día. Ahor podría seguir combatiendo!

Bien hecho chaval… impresionante como te mueves y combates…

Acercándose el hombre te da un saco de monedas, y se vuelve para la pareja. El chico gracias a tu poción a abierto los ojos, y la herida se ha cerrado parcialmente aunque aun mantiene un feísimo aspecto.

Si alguna vez quieres trabajo te doy seguro…

Y tu… incompetente… ya pague demasiadas monedas por vosotros… no quiero volveros a ver.

Tras eso ves como la chica se levanta, viendo que el guerrero esta bien. Con agradecimiento te mira y corre desesperada detrás del comerciante… ves como le suplica para poder seguir con el que necesitan el dinero… sino su madre morira… y ya las palabras se pierden…

Rodeada del clamor de muchos, de sus ansias de sangre y muerte, yo observaba espigada y silenciosa el combate… Los gritos y los gestos me envolvían en aquel lugar atestado de gentes deseosas del rojo de la sangre… del dorado codicioso del oro… Nada de todo aquello compartía… no aquella diversión enferma de ver morir a hombres solo por su disfrute… no la necesidad de riqueza obtenida con vileza gracias al sudor de otro… No…

En silencio observaba… atenta… con la mirada prendida de los movimientos certeros… Sebastián se movía hábil, determinante… demasiado rápido y eficaz para un gigante como aquel… Pronto todo hubo acabado… y la sangre de aquel Rock, antiguo héroe de muchos, se derramaba sobre la arena…

Ummm…

La mano izquierda se me había posado suave sobre la katana, y ya giraba tranquila para retirarme cuando el gesto de aquel chico me detuvo… me inclinó de nuevo la cabeza en el movimiento familiar… me dibujo la sonrisa tenue en los labios… Realmente… era honorable…

Uuummmmmm

Volví a erguirme… a encararle mientras ayudaba a aquel hombre… mientras se levantaba para ir a recoger su premio… Y a pesar de que no la viera, la inclinación fue breve pero sincera en mi saludo al campeón… Realmente aquel chico lo era… por muchos motivos…

Ya caminaba hacía la puerta de nuevo cuando la voz de la mujer me detuvo… y apenas giré la cabeza para buscar con el negro de los ojos por encima del hombro…

Ummmmmmmmmmmmmm……

Aquella mujer y yo… teníamos que hablar…

Mientras salía de la arena...

Con un ligero movimiento de muñeca se guardó la espada en la funda que descansaba al lado derecho de su cintura. El joven notaba con la mirada como se le acercaba el anciano a felicitarle y a entregarle el premio por sus movimientos certeros en combate.

-Vaya. Gracias. Creo que aún puedo dar mas de mi..- dijo satisfecho el joven Batidor. Cogió las monedas y estaba apunto de marchar cuando sus ojos volvieron a contemplar aquella chica de la katana que le hizo detenerse y escuchar disimuladamente las palabras del viejo..
-No quiero trabajar para vos. Pero si alguien osa retarme, ya sabéis donde me encuentro..- si hubiera tenido su espada en mano, no hubiera dudado en colocársela en todo el gaznate al anciano por las duras palabras que el viento les llevo a Rok y a su mujer.
Dudó de si tenía que ir a socorrerlos unos instantes, pero vio como aquella joven de la katana que os hablo se interpuso a él..

-"No puedo dejarla a su suerte....."-

Giró sobre sus pasos y corrió hacia la mujer que suplicaba por dinero y por su familia..
Mirando cómo la muchacha pide otra oportunidad, se acerca antes de verla caer, ayudándola a posarse suavemente en el suelo. -Cargáis demasiado vuestros problemas.. - le dice distraídamente, pero con una suavidad en su voz, extraña en él -Tomad. Aceptadlo, no es mucho. Pero os mantendrá con comida durante unos días...- Su mirada aunque puesta en la mujer, parece estar recordando a la chica de la katana. La observa a los ojos y se retira con una majestuosa reverencia..
-No sabía que habías venido señorita..- Con estas últimas palabras acompañadas de una sonrisa se retira aquel joven, entregando parte de su botín como recompensa de sus actos...