Partida Rol por web

Herencia de sangre

Recepción y almuerzo

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20/02/2021, 18:13
The Point

La orquesta en vivo resonaba, fresca y vivaz. 

El recibimiento de los ilustres invitados de aquel evento que era uno de los pilares de aquella sociedad, había sido opulento, como cabía esperar. Copas de espumoso Moet Chandon Rosé, en un cócktail de bienvenida que incluía los productos más excelsos de diferentes partes del mundo, trasegaban aquí y allá, en los amplios jardines frontales de la gran casa principal. Una casa de estilo colonial, de una estructura de madera de caoba exquisitamente tallada, con un gran porche. 

Las conversaciones, aquí y allá, se sucedían. Negocios, felicitaciones y cuchicheos se esparcían por igual, mientras los más rezagados hacían acto de presencia, antes de que se abrieran las grandes puertas y se diera paso al salón engalanado de blanco, con hermosas calas a modo de adorno en cada centro de mesa. 

El menú constaba de dos platos, postre, café y copa. Los invitados habían sido conducidos a sus respectivas mesas. Cada familia tenía la propia asignada, salvo los homenajeados, distinguibles por su vestimenta azul añil completa, que era tradición en aquel evento, que tenían una mesa asignada en posición presidencial, dentro de la sala. 

Los primogénitos de cada familia homenajeada compartían también una mesa común. Cada nombre, escrito en dorado y colocado con mimo sobre el primer plato vacío en lo que era una estudiada floritura, rezaba quién debía sentarse junto a quién. Aunque la mesa, siendo circular, no daba lugar a posiciones preferentes. 

Notas de juego

Cada uno que elija dónde se sienta. Pueden conocerse de vista o no, si lo desean, y tienen el off para poder ponerse de acuerdo. Recomendaría que cada cual describa un poco a su personaje, por introducirlo, al ir posteando. 

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21/02/2021, 19:03
Amirah Oksana Izmire-Illa

Lo había vuelto a hacer. Acabar en otra 'Soire', a rebosar de animales sociales, donde era escasa la oportunidad de encontrar seres humanos. Y más aún, interesantes.

Sin embargo, estaba vinculada a las buenas maneras y un nivel de ironía y desaprobación bajo. Por la promesa que le había hecho a Nana. Ella era el único motivo de su contención y su depurado esfuerzo por saber estar.

Empezando por la elección meticulosa de su vestimenta llegando a la preparación de su juego de actitudes, tenía dispuesta su panoplia adecuada para aquellas veladas. No era una performance. No una máscara interpuesta a su realidad, si no la disposición de su esencia, a fuego mínimo, lindando con lo que era socialmente admisible.

Había maneras de ser displicente y cortes que ya tenía dominadas. Así que deambuló, por los corros de rostros, con su deslumbrante conjunto de trasparencias negras y sedosas. Largo, en concepto, hasta el suelo y recatado hasta el cuello, pero visualmente poco obstáculo de revelación de lo que se cubría debajo. Como concesión a la ocasión no negó el uso de algo de lencería que cubriera e incitara a la imaginación. Pero eso si la más golosa y excitante.

Barra de labios oscura y maquillaje funcional y ningún complemento excepto en el cabello, completando el efecto.

Disfrutó de la única aprobación que contaba, la de Nana, la benevolencia de Madre, el descontento de Seforah (que por una vez había hecho caso a mama y también lucia deslumbrante a su modo) y la indiferencia funcional de los tres varones de la familia, Padre, Kolia y su abuelo. La actitud de este la sorprendió en contraste con su rutinaria beligerancia, pero lo achacó a que de cierta forma, aunque incitante, en la cabeza de Deda llegaba al acuerdo de aprobarla.

Ese pensamiento de propio ablandamiento la atosigo irónico, mientras recorría la jungla, repartiendo sonrisas civilizadas y cordiales palabras. La verdad es que peinaba su libertad con los deseos de Nana, pero su abuela era, de su familia, su favorita y el sentimiento era mutuo. Así que lo enmarcaba con reverencia y se amoldaba al respecto.

Allá, hacia la distancia de su puesto de preeminencia, junto a los otros homenajeados, le mandó otra sonrisa densa de cariño a su Abuela en añil. Alguna alma desamparada a penar trabajando en este purgatorio de pudientes la interrumpió para indicarle que tenía un lugar asignado propio. El que hubiera llegado primera al mundo importara en la mente de los organizadores de este evento, seguía pareciéndole brutalmente incorrecto y anacrónico.

Seforah era diez veces más heredera del espíritu de los Izmire por mucho que se retrasara en venir trece meses por detrás de ella. Pero estaba entre las paredes destiladas de pensamientos cargados de una lógica vetusta. De mode, pero a duras penas camino de la extinción.

Asintiéndole al modelo uniforme de camarero decido que acabar allí y sentarse confería una buena oportunidad de evitar el grueso de la multitud. Movió su paso grácil hasta la primera de las sillas con orientación al lamido de las mejores vistas de la sala. Vio los carteles colocados con esmero y les dedico una muda hilaridad sarcástica. Pasaba porque la ordenaran a acabar en una área determinada de la sala, pero no iba a permitir que la pastorearan hasta el último detalle.

Se aposentó donde había decidido y se acomodó cruzando las piernas por debajo de la larga falda y teniendo cuidado de liberar su larga mata de cabello de la mordaza de su espalda con el respaldo. Hoy no la llevaba en la cómoda trenza de trabajo, si no en la delicada catarata sujeta con anillos que había copiado de la juventud de su abuela.

Por distraerse, de su bolso extrajo su bloc de notas por si le venía la inspiración, pero divergió más en coger el cartel del sitio que había conquistado con el fin de leerlo.

Notas de juego

Como llega la primera a la mesa y le va a idiosincrasia del PJ no he preguntado lo del sitio. Si alguien quiere comentar algo que lo diga. Bambiche!!

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22/02/2021, 03:47
Portia Hastings de Sussex

Outfit.

Saber hacerse esperar era todo un arte que Portia dominaba con elegancia desde el despertar de su adolescencia. Tanto como el de hacer una buena entrada, unos minutos más tarde de lo previsto. Así que cuando pasó al salón lo hizo pisando fuerte, con la barbilla alta y una sonrisa encantadora prendida en los labios. Su mano se posaba con delicadeza en el antebrazo de su acompañante habitual en ese tipo de eventos, Caspian.

Para ese día la joven influencer y futura condesa de Dorset había optado por un vestido blanco de corpiño ceñido y escote bajo ribeteado de plumas que oscilaban en suave danza cada vez que se movía. La falda de seda, que le llegaba hasta los tobillos, tenía una abertura en un lateral y su caída se amoldaba a unas piernas bien torneadas, hasta terminar en unas sandalias de tacón. Llevaba el cabello peinado hacia atrás y un maquillaje pulido, con labios rosa oscuro y ojos bien perfilados. Un maquillaje de princesa, de niña bien, que combinaba con el vestido que dejaba sus hombros y su cuello estilizado al aire, dándole el aspecto de un cisne blanco, elegante y distante.

—Espera, vamos a hacernos un selfi en el arco de la entrada. —Selfi que estaría en las redes en cuestión de minutos, para extender el estilo de vida que Portia pregonaba desde su palco particular—. Hacemos otro desde ese ángulo para tu perfil.  

Vio a sus padres y se inclinó para susurrar algo en el oído del joven que iba con ella, preguntándole si quería que se acercasen a saludarlos, y una risilla divertida acompañó sus palabras. Y, más tarde, cuando sus ojos se cruzaron con los de su abuela vestida de añil la saludó con la mano y una enorme sonrisa. La anciana era una de sus personas favoritas y Portia estaba enormemente feliz por ella y por el homenaje que iba a recibir. 

Cuando llegó el momento dejó que los guiasen a la mesa que había reservada para ellos. Allí buscó su nombre y el de Caspian en las tarjetas. Esperaba que los hubieran sentado juntos, pero de no ser así, simplemente se encargaría de intercambiar una de ellas para que quedase a su gusto. 

En la mesa solo había una mujer por el momento y le dedicó una sonrisa cordial, aún sin haber tomado asiento. 

—Hola, ¿qué tal? Soy Portia Hastings —saludó, ofreciéndole la mano—. Hace un día perfecto, ¿verdad? 

Notas de juego

Portia se sienta al lado de Caspian, frente a Amirah.

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22/02/2021, 04:52
Caspian Belleville

¿Podría haber ido vestido como un caballero londinense y hacer que todos sus abuelos se sintieran orgullosos de él? Sí. ¿Lo había hecho? No, ni de cerca. En vez de eso, en una conjunción perfecta de su propia excentricidad y el impecable sentido de la moda de Portia, había decidido vestirse por completo de negro, con pantalones de cuero, una camiseta, botas, y un enorme abrigo que asemejaba plumas negras. Incluso se había pintado las uñas de negro, para complementar. Bueno, eso diría, aunque lo cierto era que lo había hecho de mero aburrimiento en el camino al evento. Lo de las plumas había sido idea de Portia, claro, pero eso no significaba que él no pudiera canalizar su Maléfica y su Lucifer interiores para llevar ese atuendo con la barbilla en alto y derroche de estilo, como si fuera el dueño del puto mundo. Y eso, con su acompañante del brazo, fue precisamente lo que hizo.

Sus ojos escanearon la escena con avidez. Buscando caras nuevas, escándalos intentando ser disimulados, o cualquier fuente de entretención que transformara un bodrio de evento social en una ocasión memorable y le permitiera ignorar un poco a quienes no quería encontrarse. Antes de llegar a descubrir algo prometedor, o siquiera dilucidar rutas de escape por si las necesitaba más tarde, Portia reclamó su atención.

Lo que diga mi community manager - bromeó con una sonrisa ladeada, siguiéndola bajo el arco. Allí se sacó una foto con ella, sacando la lengua y haciendo la señal del diablo con una mano mientras con la otra la abrazaba por la cintura, como si en vez de un evento de gala estuvieran en un concierto de rock. Para la segunda foto, que le interesaba bastante menos, se limitaría a posar como Portia le dijera y ya. Al final, esa cuenta la mantenía por un asunto de marketing más que nada. Por eso, y por tocarle los cojones a Mike.

¿Y poner a tu padre celoso tan pronto? Que va, ya cumpliré mis deberes de amante luego - bromeó, guiñándole un ojo con una sonrisa pícara, mientras caminaban hacia la mesa que les habían asignado. En realidad, adoraba a ambos, y ni soñaría con cruzar ese límite. No solo por lo mucho que le importaba Portia, sino porque los padres de esta eran más familia para él que aquella con la que sí compartía sangre. Desde lejos, saludó a la abuela de Portia con una sonrisa sincera. Ella sí que se merecía un homenaje.

Tras abrirle la silla a Portia, Caspian se sentó a su lado con cierto desparpajo, recorriendo a la morena con la mirada antes de clavar sus ojos en los de ella. Apreciaba, más allá de lo que podía explicar la intensidad e interés en su mirada, o la casi imperceptible sonrisa en la comisura de sus labios, la peculiar elección de vestuario de esta.

Caspian - se presentó, sin más. Algo le decía que ya se hablaría lo suficiente de apellidos esa noche, y si no, no tenía duda alguna de que Portia acabaría por decirlo si lo veía necesario. Sinceramente, prefería la conversación sobre el clima y lo bonito del día a sacar el árbol genealógico.

Notas de juego

Outfit

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22/02/2021, 12:19
Alice Kimberly Stewart

Alice estaba encantada con el hecho de que su abuela Rachel recibiese hoy un homenaje. A pesar de que era su padre quien habitualmente se llevaba el mérito de haber llevado al éxito la empresa que fundó su abuelo,Alice tenía claro qeu ninguno de los dos habría sido capaz de lograrlo sin el apoyo incondicional de su abuela Rachel. Le había besado la mejilla con cariño antes de que esta ocupase su lugar en la mesa de honor.-Abuela, eres la mejor.Le había susurrado con cariño antes de separarse de ella para unirse a su padre en la charla previa a la comida. Desde que estaba a punto de graduarse en derecho empresarial su padre había perdido una parte importante de la reticencia que antes mostraba a la hora de dejarla relacionarse más de cerca con la empresa.Asi que allí estaban, ella con un vestido bastante sobrio codo a codo con su padre saludando a importantes empresarios y miembros de la alta sociedad con una sonrisa que, para su sorpresa, no era fingida. Poco antes de que empezase la comida se dirigió hacia la mesa que le habían asignado y mientras con disimulo buscaba su nombre en una de las tarjetas sonrió presentándose al resto de comensales. -Buenos días, mi nombre es Alice.Con amabilidad les tendió la mano a los presentes en la mesa antes de ocupar su lugar.Pensando al ver los estilismos de los demás lo orgullosos que estarían sus padres con su aspecto pulcro y sobrio de perfecta abogada de buena familia de Ohio.

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22/02/2021, 13:48
Ravinia Mondragone

Ravinia soltó un soplido de hastío cuando su coche pasó la entrada al club, iba fumando en el auto cosa que a su chofer le sacaba de quicio y probablemente fumara al entrar otro cigarrillo, de alguna forma había que lograr bajar la ansiedad que toda esta pantomima le producía.

Esperó junto a su familia para poder entrar al salón soportando los comentarios sobre su vestimenta, los halagos de su padre a sus hermanos y las críticas a ella, para variar... Hacía rato que lo que le dijera su padre le importaba un rábano pero decirlo en voz alta era imposible y se abstuvo de pronunciar algo más que monosílabos con una sonrisa desenfadada y cortés como la que todos esperaban de ella. Como predijo, se prendió un cigarrillo en una ventana apartada y desde allí observó a la fauna local con mirada autosuficiente hasta que no quedó otra opción que entrar.

Al ingresar al salón todo el arreglo de la estancia se le ocurrió soso, y de pronto, toda la fiesta le supo a comida recalentada a pesar de que no se habían ni siquiera sentado. Saludó a su abuelo con un beso en la mejilla como se acostumbraba y le apretó fuerte las manos para que no quedara duda de su amor incondicional, al menos en apariencia.

La buena noticia llegó cuando se enteró que estaba destinada a otra mesa, ¡Eso era nuevo! Se acercó con paso seguro y cadente, llevaba un vestido negro de raso con estrellas bordadas en plata, stiletos negros y maquillaje sobrio, salvo por los labios que iban de un color malva rojizo. Al llegar repasó con la mirada a todos los que estaban sentados reparando especialmente en los reyes de las cacatúas allí presentes.

-Buongiorno amici miei, Ravinia Mondragone -saludó alzando la mano a modo reina, solo hasta la mitad del pecho y moviéndola ligeramente, con suma elegancia y desenfado, se apartó la silla sola y se sentó desenfadadamente, sin ser chabacana pero tampoco rígida, cruzando las piernas suavemente, pero se reclinó hacia atrás de modo tal que quedó como ubicada en un chaise longue de la cintura para arriba, al mejor estilo romano. -¿Dov'è l'alcol quando ne hai bisogno? Me muero por una copa proprio adesso...

Notas de juego

Edité unas erratas.

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26/02/2021, 21:30
Javier Contreras Izquierdo

Javier llegaba tarde. De hecho se sentó a la mesa, con el resto de primogénitos, cuando casi estaba por empezar la fiesta. Con retraso. Con todos los puestos ya ocupados. Con cierta displicencia levantó la mano, saludando a su abuelo y a su padre. Su madre, como era habitual, no estaba. 

Je, ella ha podido librarse de todo esto.

Y como era costumbre desde hacía ya más de lo que le gustaría, al decirse incluso a sí mismo, "librarse" sintió la mordida de una mano helada sobre su pecho. Pero el dolor que eso pudiera suponerle, o pudiera reflejar, no llegó a sus ojos, ni a su mirada, ni a su sonrisa.

Javier vestía con elegancia, con cierto aire desenfadado, de un estilo falsamente desenvuelto y casual. Pero había en sus movimientos indolentes el conocimiento de como vestir, de como moverse.

- ¿Parece que nos sentamos juntos no es así? Una sorpresa bastante agradable, la verdad- sonrió a los presentes con sinceridad que, de ser aparente, estaba bien lograda.- Javier Contreras Izquierdo. Y perdonad el retraso, me lié con unas llamadas y bueno... supongo que os hacéis cargo.

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28/02/2021, 23:15
Jimmy Walton

Un último invitado, se aproximaba a la mesa, ocupando el único asiento que aún quedaba vacío. Siete sillas, para siete herederos.

Qué tal.-saludó, con un gesto de la cabeza y una sonrisa comedida- Jimmy Walton, para servirles. Un placer.-dijo, reparando, con cierto disimulo, en la presencia de Alice, Portia, Amirah y Ravinia. No era una mirada descarada, pero sí apreciativa. Walton era un apellido conocido. Era el apellido de los propietarios de la cadena Walmart. Gente que siempre se encontraba en el top 20 de los hombres más ricos del planeta, de la Forbes. 

Notas de juego

Aún queda otro post. 

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28/02/2021, 23:51
Beatrice Lardaceus

Tan pronto como el heredero de los Walton tomaba asiento en la mesa de los primogénitos, la música baja el volumen. Una mujer que debía tener unos cincuenta y largos, bajaba la larga escalinata que presidía el salón de eventos. Vestida de blanco azulado, con una cala similar a las que adornaban las mesas anclada a la solapa de su traje de pantalón y chaqueta formal de cara manufactura, unos tacones bajos de salón, y el pelo cano cuidadosamente peinado y alisado. Era una mujer alta, y más bien estilizada.

No era difícil reconocerla. Su imagen, era la imagen actual del club The Point. Se trataba de Beatrice Lardaceus, la actual presidenta de la sociedad- Bienvenidos seáis todos.-dijo, en el rellano de la escalera. Un hombre de pelo rubio, casi albino, le alcanzaba un micrófono, preparado para la ocasión- Como cada año, desde que tengo el honor de presidir, ésta, nuestra sociedad, el club The Point, me corresponde dar mi más sincera enhorabuena a nuestros más ilustres miembros. Aquellos que llevan tanto tiempo con nosotros y han vivido en carne propia la historia de esta institución, durante al menos las últimas décadas.-dijo, juntando las manos, sobre el regazo, para luego abarcar con un gesto de su mano enguatada a todos los homenajeados que vestidos de azul añil, ocupaban la mesa principal- Ellos son el pilar en el que se basa nuestro presente. Al igual que lo serán aquellos que los sucedan, en el futuro.-añadió, abarcando entonces, con la mano contraria, la mesa de los herederos primogénitos de cada familia- Que este futuro sea brillante y próspero. Y otorgue dignos descendientes de nuestros nombres a nuestra institución.-concluyó, con un asentimiento, provocando que tanto homenajeados como la mayoría de los demás invitados, aplaudiesen.

Y ahora, disfrutad de nuestro especial almuerzo.- indicó, una vez concluyeron los aplausos, acudiendo a su lugar de honor, en el centro de la mesa presidencial. Los camareros, como una marabunta sincronizada, comenzaron a repartirse por las mesas, repartiendo el primer plato. Tratándose del The Point, cada heredero había podido sugerir sus propias preferencias. Y fueron cumplidas a rajatabla. 

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01/03/2021, 13:51
Portia Hastings de Sussex

Aún bailaba una sonrisilla divertida en la comisura de los labios de Portia por las bromas de Caspian cuando empezó a sentarse más gente a la mesa. Su atención se fue desviando hacia cada uno de los primogénitos que se acomodaban allí y para todos ellos tuvo una sonrisa agradable y un gesto de saludo. 

—Portia Hastings, es un placer. 

Escuchó a la señora Larda​​ceus cuando tomó la palabra y aplaudió cuando concluyó su discurso, mirando a su abuela con un gesto de devoción digno de revista. Tenía la esperanza de que Caspian le hubiera sacado una foto en ese momento, estaba segura de que quedaría muy emotivo cuando lo subiera a sus redes. 

Después devolvió su mirada a la mesa donde un camarero colocaba un plato con un timbal de langostinos y melocotón sobre Bloody Mary de chiles. Una copa de vino rosado de aguja lo acompañaría. 

—Evonia está preciosa, ¿verdad? —comentó con su acompañante, para después dirigirse al resto de comensales con un brillo curioso en la mirada—. Creo que va a ser un almuerzo memorable con buena compañía.

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02/03/2021, 23:20
Amirah Oksana Izmire-Illa

El esfuerzo de devolverle a la posible compañera en outfit blanco le salió en automático con cortesía y el leve miramiento oportuno por habérsele dirigido directamente a ella.

- Um... Ya se verá, pero complacida del encuentro - se avino en respuesta con un ligero cabeceo y un rápido apretón de mano. Luego les ofreció a la pareja un inquisitivo y curioso repaso por breves instantes. Fue a ofrecerles un espacio a elección, pero lo obvió porque ellos no lo necesitaron. Agarraron asiento sin complejos. Los sintió interesantes pues, en aquel duo, creía ver traído a este lugar de ranciedad un poco de oposición. La única nota de digresión le fue aquel remarcado 'Hastings' que ella se aprestó, bajo su gusto, a enarbolar demasiado. Sintonizó mejor con aquel Caspian más concreto, pero no se le escapó que lo que cocían lo hacían al alimón.

Algunos nombres le sonaron y algunos se le escapaban, pero pronto lo dejó estar pues era una cuestión que le importaba muy poco. Estaban confinados en un espacio de tiempo concreto y acordado en el que compartir con unos desconocidos aire y desperdicio de horas. No luchaba por todos los detalles sino al menos los más sugestivos.

En una fauna de siete, el compendio desplegaba bastante bien la variedad recurrente de arquetipos posibles, entre, hizo una nota mental, se encontraba ella también hoy.

Saludó a los demás con una mirada indolente aunque profunda pero no alguna otra palabra. Tenía el semblante en calma y la mano descansaba sobre su inseparable bloc únicamente observando. Se predispuso a ganar parte de lo perdido imaginando el origen de que fábula saldría de esta velada empezando como siempre por el personaje que le nacería. Tarea en pañales alternada con la dedicación de atención hacia Nana radiante en su puesto de honor junto a los otros homenajeados.

En el punto hacia el álgido del hastío, la irrupción de la anfitriona al menos lo rompió un poco en la tendencia aunque la grandilocuencia de su discurso no le aporto nada más que otra nota mental de revisar su propio discurso, profundizando quizás en algo más rabioso.

Lo saludó, en su final, con un expresivo arco de sus cejas y la socarronería en los labios antes de, visto que iba a empezar la degustación, ajustarse a la mesa con el fin de disponerse a comer sus ensaladas, seguramente extremadamente cuidadas. No distrajo el agua mineral con sus burbujas y los primeros bocados mostraron que trataba su cuerpo como un templo al que disponer lo mejor. 

Se detuvo un momento al comentario de la Blanca Kore y le respondió con una media inclinación sin ironía de la línea de sus labios que pareció decir 'Porque no' aunque cínicamente apuntando sus dudas.

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03/03/2021, 02:17
Ravinia Mondragone

Devolvió el saludo a los que llegaron después de ella mientras jugaba con la copa de champagne en su mano, oyó el discurso sin dejar de pensar una y otra vez que las palabras podían ser tan bellas como huecas y toda aquella sarta de lugares comunes y complacientes le pareció la confirmación a su percepción. El hecho de que todos los agasajados vistieran del mismo color le chocaba sin que pudiera terminar de explicarse porqué y luego de pensarlo un poco se acordó de una peli sobre una secta que había visto hacía añares, aquello era una secta de ricos. Tampoco se quejaba después de todo era una de ellos.

Se encogió de hombros y bebió a la salud de todos los presentes, aplaudió pero al hacerlo recorrió con la mirada a todos los primogénitos de la mesa para ver si su emoción era verdadera o impuesta, o si por el contrario, ni siquiera se molestaban en disimular.

Le trajeron un plato de ravioles rellenos con queso pecorino y trufas blancas con salsa de setas, queso parmesano, nueces pecán y crema, luego un mesero descorchó un Bâtard-Montrachet Grand Cru y lo dejó en la mesa bajo su pedido. Probó un bocado de su comida y alzó una ceja en aprobación, luego comentó -Bueno, ¿Qué les parece si hablamos un poco de nosotros? No de nuestras familias, si no de nuestros gustos personales... A mí me fascina ir a la playa y salir con las lanchas a pasear por el mar, entre otras cosas.

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03/03/2021, 04:51
Caspian Belleville

Caspian no pareció particularmente interesado en los siguientes invitados que se presentaron en la mesa, aunque sí cumplió con la mínima cortesía de sonreírles en reconocimiento y saludo. Llegar hablando en italiano a una mesa en un evento internacional en Estados Unidos le parecía no solo maleducado, sino que un alarde innecesario. Estaba buena, y más con las poses con que los deleitaba, pero la atención que podrían haber reclamado sus curvas la repelía rápidamente el estampado infantil de su vestido. Y luego estaba la princesita Barbie americana, que le resultaba más sosa que un plato sin sal. A esta, al menos, le estrechó la mano cuando la vio estirarla. Los otros dos también distaron de impresionarlo a primera vista. El primero parecía el típico hombre de negocios ocupado, quizás él mismo que los padres de Caspian esperaba que él fuera, y el chico de los supermercados era el equivalente masculino de Alice. Claro, nada de esto quería decir que no pudiera divertirse con ese grupito, solo que por ahora evaluaba que costaría un poco de trabajo conseguir que hicieran algo que valiera la pena contar. 

La mesa de los críos. Hay una en cada evento formal. - sonrió de medio lado, burlándose de la etiqueta que él mismo se ponía en respuesta al comentario de sorpresa del hispano. Lo que sí había que reconocer era que al menos la mitad de la mesa ya se veía medio capaz de manejar la mesa de los "niños grandes".

Con una expresión de absoluta atención y una sonrisa perfecta para escuchar el discurso, Caspian disimuló perfectamente el enorme tedio que lo atormentaba por dentro. "Oh si, fantástica oratoria, que maravilla de evento, que gran anfitriona, increíbles homenajeados, que honor ser parte de esto". Se sabía el guión, pero lo creía casi tanto como que él sería uno de los "pilares del futuro". Si lo era, estaban jodidos, porque se les caería el edificio. Pero por supuesto, como se esperaba de él, Caspian agradeció con una sonrisa cálida pero medida y una inclinación de cabeza de profunda humildad cuando Beatrice señaló la mesa en que se encontraba, como si de verdad pensara que sus palabras y el cargo que le imponía eran un honor y que no se lo merecía.

Como la mayoría, Caspian aplaudió entusiastamente. Más aplaudía por Evonia que por cualquiera que portara su apellido, en realidad. Para lo único que se tomó una pequeña pausa fue para sacar el móvil y asaltar a Portia con una foto, pensando picarla un poco con la cara de boba que se le ponía cuando estaba fangirleando a su abuela.

Preciosa. - confirmó, tomando su propia copa, en su caso de vino tinto, y acercándosela a los labios deteniéndose apenas un segundo antes de beber - Debe ser genético - le guiñó un ojo a Portia, enmascarando una obvia sonrisa divertida al beber de su copa.

Al heredero de los Belleville y los Montcroix le pusieron delante un plato de chuletas de cordero con salsa de coñac y mostaza dijon, acompañado de una ensalada de pepino a la menta con aderezo de yogurt. El vino de su copa era, concretamente, un Domaine de la Romanee-Conti Romanee-Conti Grand Cru, Cote de Nuits. Si lo iban a obligar a venir a esta tontería, al menos podían pagarle en vino carísimo por ello. Suponía que Ravinia se habría guiado por la misma lógica... a menos que, a diferencia suya, tuviera el paladar para notar una diferencia entre el vino normal y el que, con un par de cajas de botellas, te podía pagar una casa.

Comida italiana, vino caro francés... Claro que disfrutas los paseos por la playa y las preciosas puestas de sol en la cubierta de tu yate - contestó con una sonrisa de medio lado - Pero, seamos sinceros, ¿quien no? Habría que ser gilipollas para ver un atardecer y detestarlo. Y soy el primero en decir que no soy un fanático de las multitudes en las playas, pero siendo nosotros, ¿cuando en la vida vamos a necesitar ir a una playa que no sea privada? ¿Y puedes pensar en algún otro posible defecto de sol, arena suave y un océano abierto para ti? - se rió suavemente - No, no, si vamos a hablar de gustos, que no sean tonterías como "adoro tomarme café por la mañana" o "me gusta cenar fuera de vez en cuando". Que sea algo que no me dirá también el noventa y cinco por ciento de la gente sentada aquí, o incluso, la gente de fuera.

Cruzando los brazos, apoyó ambos codos en la mesa, inclinándose ligeramente hacia adelante con cuidado de ni tocar el plato frente a él. Su mirada se volvió más intensa y su expresión algo más seria a pesar de las comisuras de sus labios ligeramente elevadas - ¿Que te gusta coleccionar? ¿Que pasatiempo inusual tienes? ¿Cual es una manía que te avergüence y enorgullezca al mismo tiempo? ¿Cual es tu rareza favorita de observar en otra gente? - preguntó mirándola a los ojos, para luego descruzar los brazos y volver a semi echarse en el respaldo con una amplia sonrisa -  No soy un iluso, no esperaría que nadie aquí me contara sus secretos ni rompiera protocolo, pero, si es por afán de distención y contacto... No veo problema alguno con compartir peculiaridades. Y ya sabes lo que dicen, si hay que hablar de dos, mejor partir por uno mismo. - alzó ambas cejas, incitándola a contestar antes de hacerlo él.

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03/03/2021, 08:01
Alice Kimberly Stewart

Justo cuando todos terminaron de sentarse comenzó el discurso de presentación. Le llamó la atención que hicieran incapié en presentarles a ellos sólo por el hecho de ser los primogénitos de sus familias. En el club había gente mucho más poderosa e influyente que ellos,pero supuso que lo habían hecho por deferencia a los homenajeados.Y por supuesto aplaudió convenientemente cuando el pequeño monólogo acabó.
La conversación había comenzado en la mesa cuando le sirvieron el que podría ser su plato preferido, lomo de venado sauté con repollo a la crema.Venía acompañado de un vino que no logró distinguir pero que sería bueno,había dejado la elección de la bebida al camarero segura de que tal y como se hacían las cosas en The Point no tenía por qué preocuparse.Y, efectivamente era el vino perfecto; tinto,con cuerpo y un poco afrutado,lo justo para realzar los tonos especiados de la carne de venado.
La mayoría de sus acompañantes le habían parecido demasiado excesivos, cómo si necesitasen hacer alarde de sus fortunas.A pesar de ello no había hablado con ellos lo suficiente como para formarse una opinión sobre ellos y el comentario del tal Caspian sobre la "mesa de los niños" le había parecido gracioso.
Se llevó un trozo de venado a ala boca esperando a ver que pasaba con el resto, la conversación tenía un tinte demasiado intenso para ser ellos desconocidos, pero tenía claro que no iba a llamar la atención de los presentes sobre este hecho.Esperaría a ver cómo se desarrrollaba todo antes de decidir cómo actuar.
 

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06/03/2021, 08:19
Javier Contreras Izquierdo

Era bastante obvio que Javier arrastraba un potente dolor de cabeza aunque, a pesar de eso, lo primero que pidió fue una buena copa de vino. Para ser exactos, una copa de Viña Tondonia, y cuando el camarero llegó le hizo un gesto.

- No se lleve la botella. Déjela en la mesa-  sí, era innecesario, y por supuesto, no era lo habitual. Pero no pensaba que la botella fuera a durar mucho, así que...

Tras el vino llegó su plato, bastante sobrio en realidad: sopa de ajo y asado de jabalí con setas. Sin grandes florituras, ni productos especialmente extraños, solo que con la gran calidad que sabía existía en tales eventos. Solo tras dar los primeros bocados miró a los primeros que habían tomado la palabra proponiendo un juego: Ravinia Mondragone y Caspian Belleville.

- Pues no me parece mal la propuesta. Veamos... Ya que ambos han preguntado, me lanzo a la piscina, como si dijéramos. Me gusta apostar. Y una buena copa de vino. O varias, si me entienden. Me gusta lo dionisiaco, me temo, como comprobarán. También me gusta una buena cata a ciegas porque, me temo, muchos se dejan llevar por la etiqueta o el precio de las cosas y, sin tales muletas, difícilmente podrían distinguir un producto de otro- hace una pausa para continuar.- Me gusta coleccionar relojes. De pulsera o de bolsillo. Nada digital. Lo se, lo se... es una estupidez que de poco sirve, pero desde que me compraron el primero de crío, me fascinó lo del tic-tac, tic-tac- se encoge de hombros, divertido.- En cuanto a pasatiempo inusual... ¿elegir al azar una ciudad para vivir la noche en la misma acudiendo a ella con tan solo algo de dinero suelto? Bueno, en realidad, algo más que algo, ya me entienden. Ese punto desconocido de no saber con lo que te vas a encontrar, de disfrutar de lo que una ciudad desconocida puede ofrecerte durante la noche... Me divierte-  sus ojos centellean, divertidos, como si rememorara algunas noches especialmente vívidas, para luego servirse otra copa y continuar.- Os puedo tumbar a todos bebiendo. Creo que eso podría incluirse como una manía que me enorgullece y avergüenza al mismo tiempo. Y me gusta mucho, mucho, mucho, disfrutar de la buena compañía de una joven que me haga reir, que sea guapa, y que sea al menos un poco más inteligente que yo. Para lo que, seamos sinceros, tampoco hace falta ser una Einstein.

Una ligera sonrisa aparece en sus labios al terminar de cumplir con lo pedido tanto por Ravinia como por Caspian. Y mira, entonces, a todos los presentes en la mesa.

- Bien... me temo que yo ya he procedido a desnudar parte de mis intimidades. Siento una enorme curiosidad por lo que los demás vayáis a contar, o a no contar. 

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06/03/2021, 15:16
Ravinia Mondragone

Su mirada se cruzó con el del muchacho, Caspian, mientras este hablaba y lejos de alejarla la mantuvo en un duelo que solo se vio perturbado cuando terminó de hablar, pues bajó suavemente sus ojos orlados de pestañas largas y negras solo para volver a alzarlos en una estudiada mueca de inocencia que de tal solo tenía el halo.

El hombre en la mesa que se había presentado como Javier comenzó con la propuesta, su mirada lo escrutó divertida mientras enumeraba sus complacencias y autoindulgencias asintiendo con su cabeza, tomando nota por supuesto.

Una sonrisa socarrona se esparció por sus labios mullidos cuando fue su turno de hablar -Colecciono amantes -se encogió de hombros y levantó la copa de vino al beber de ella luego de que la alzara haciendo un gesto que daba a entender que lo hacía en honor de la mesa -Las personas son las rarezas que me gusta observar -agregó luego sin que se le moviera un cabello, sus ojos sin embargo brillaban llenos de curiosidad.

-Ah, y me gusta bañarme desnuda al aire libre en alguna playa desierta, pero pública -agregó como si dijera una minucia. Pinchó un raviol con su tenedor y se lo llevó a la boca con delicadeza recorriendo al resto de la mesa con expectación.

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07/03/2021, 00:09
Jimmy Walton

Jimmy había escuchado con atención aquella conversación, llevándose un pedazo del faisán a las finas hierbas que había pedido a la boca. Sonreía, sin parecer escandalizado, a unos y a otros- ¿Hemos de suponer que lo que se diga en esta mesa será portada de una revista mañana a primera hora? -preguntó, a medio camino entre la broma y la amenaza velada- Ninguno de nosotros sería tan estúpido, ¿verdad?- dijo, encogiéndose de hombros.

Así que amantes.-repitió, estirando, ladeando su sonrisa- Bebida y mujeres agradables e inteligentes. Baños sin ropa en una playa pública aunque esté desierta... Suena emocionante. Sí.-concedió- Pero a mí lo que verdaderamente me apasiona es jugar a ser Dios. -confesó, con una mueca indescifrable que fruncía ligeramente sus labios, llevando la copa de tinto de gran reserva a sus labios- Me explico. Me gusta el noble deporte de la caza. Pero no soy hipócrita. La caza deportiva al final, se trata de jugar a ser Dios. De decidir qué vive y qué muere. Y por supuesto, se trata de luego destripar con tus propias manos el animal al que has abatido, asumiendo tu responsabilidad como Dios, sobre tus actos. -especificó.

Y cuando pruebas ese venado, o ese faisán, o ese pobre conejo que decidió atravesar tu camino en ese preciso instante, la cocina preparada con aquello a lo que has abatido jugando a ser Dios... Es la más exquisita. -apuntó, llevándose otro pedazo de faisán a la boca, masticando, muy despacio. 

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07/03/2021, 09:22
Amirah Oksana Izmire-Illa

El hilo, con el que agarrar una senda a través de los laberintos existentes con extraños, fue dando sus frutos. En una compañía como la suya, la labia y la falta de timidez habían venido con el carácter forjado. Con excepciones aquí y allá, se dijo mirándose a sí misma y la Kore rubia, pero eso era solo un receso efímero. Al menos en su caso ya se conocía que duraría poco.

Menciones hedonistas con diferentes grados de plasticidad personalizada a gustos, se escuchaban en las improvisadas o no, confesiones a las que ofreció respuesta de valoración únicamente con el gesto.

La limpia exportación de los gustos del rezagado Javier, extrajo afabilidad indulgente con las gotas caritativas de quien contempló lo duro que es el camino de Dionisos si se quiere hacer plenamente.

Reconocimiento afloró con la profunda observación en dos frases que lanzo Ravinia sin salvavidas. Su exposición, tan directa aunque pareciera casual, le alargó la búsqueda de sus ojos, explorando su hálito. Una llama tentativa de interés rasgaba el fondo de su cabeza entre pliegues. Diferente a la chispa que le había ofrecido a Javier más sugerente pero solo sensual.

Caspian entendió, que era de los que lanza la piedra, pero guarda la mano, perfecto agente Provocateur a la espera del siguiente asalto. Supuso que lo mismo atesoraba la Dama Blanca, Portia. Aunque lanzados a la provocación la estridencia la marcó el primogénito Walton. Con los misterios ensombrecidos con los que desplegó el alarde de su pasión.

Amirah detuvo el tenedor sobre el plato. Empezó casual, pero afinó todos los mecanismos para que la atención se fuera afilando en el heredero de Walmart.

-¿Pero sabe que no es Dios? ¿Cierto, señor Walton? - la voz suave, con el tono grave que poseía y ese armazón tieso que su acento germánico le daba a su inglés - Aprovecha las disposiciones de la causalidad que existen, ya sea el vigor destructor de la energía de la bala contra el tejido, la eficacia de penetración de un filo o el crudo empuje de la masa muscular, para romper las estructuras finamente diseñadas por otro. Otro que dejo unas y otras a nuestro uso.

Levantó la mirada despacio, vistiéndola con la pátina de prudencia de Metis tan interiorizada como que era una extensión fuera del escenario.

- Porque usted es solo un usuario y a veces, solo si está en sintonía - le dedicó una ligera ojeada a Ravinia y Javier - un intermediador.

- No puede cambiar la velocidad de una bala, ni embotar el cuchillo, y menos aún devolver la Animación a la criatura que haya roto, devolviéndola a ser la Misma que encontró.

- Tarde o temprano, la huella del entramado con el que está brillantemente sostenido el Kosmos, nos alcanza para poder mantener el fuego con la siguiente generación del ciclo. Así se hace perdurar sobre el acecho del Kaos.

- Pero me temo - dijo trazando una curva sobre el plato declarando la línea de las palabras a los hechos - que seguirá manteniendo la idea. - otorgó cierta ironía lobuna a sus rasgos - Tiene, tenemos o hemos tenido todos, los medios para haber crecido y creernos en la escala superior de una estratificación falaz. Es lógico. Es una inmersión intoxicante y enérgica. El Poder. Su espejismo en realidad.

Se recostó sobre el asiento, cómoda e inquisitiva.

- Más interesante que si se siente dios o no en realidad, es si se reconoce o no como asesino. El cazador que abate su próxima cena respeta a la criatura a la que ha aniquilado. A quien solo le respecta el subidón que le está generando es un Yonki - hizo un gesto poco agresivo de resignación a la realidad.

- Taxativamente todos caemos a la tentación de pensamientos como el suyo. Pero - señaló con la barbilla a Ravinia - Ella está más cerca de la Divinidad que usted.

El poso de perfidia de sus ojos corono el fin de lo que tenía que decir.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Editado: Ortografía y palabras aquí y allá sin cambiar nada del contenido.

Indicar que un mérito del personaje es que tiene Porte Regio (su presencia irradia dignidad - Postura, rasgos, tono de voz, aura de señorío, lo tiene todo)

Hago una tirada de Carisma + Expresión para remarcar el empaque de lo dicho. No he puesto el efecto del porte regio pero lo menciono.

Una de Percepción + Alerta para recoger los detalles de los gestos de Walton con algo más de profundidad. Sus significados no porque no lo enfoca con empatía.

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11/03/2021, 02:13
Portia Hastings de Sussex

Portia desmontaba el timbal graciosamente con el tenedor mientras estaba atenta a la conversación. Había sonreído con la comisura de los labios al escuchar a Caspian sacando la artillería desde el inicio de la velada, y después había contemplado con las cejas alzadas al español que se animó a ser el primero en responder. Tenía un modo de escuchar a la gente que provocaba que estar a su lado resultase agradable, allí donde su acompañante tenía el sabor fuerte de un whisky de barrica, ella resultaba ligera y abierta como un vino blanco de aguja. 

La intervención de Ravinia provocó un brillo curioso en la mirada de la joven. También un toque discreto en la pierna de Caspian por debajo del mantel. Un «ey, ahí tienes posibilidades interesantes» que no movió ni un ápice su expresión. Empezó a comer mientras tanto, lo hacía como un pajarito, con bocados pequeños que masticaba muy bien antes de tragar. 

Se rio después, divertida con la broma sobre las portadas de las revistas. Existía ese pacto tácito entre la gente de su clase de no enviar a los paparazzis en la dirección de sus congéneres. Pero, claro, ese pacto se rompía no pocas veces por rencillas o notoriedad. La información es poder, eso Portia lo sabía bien, y aún así disfrutaba de presenciar aquel juego. Contempló al primogénito de los Walton con atención, escrutando cada detalle y movimiento con una sonrisa. Tenía la sensación de que al joven le gustaba ser contemplado a través del escándalo... ¿sería así en realidad?

Al final, con la intervención de Amirah, más cercana a la filosofía que a lo que Portia entendía por una charla distendida, la escuchó también con interés. Y, de pronto, se quedó mirando a la chica que, como ella, se había mantenido en silencio. Le guiñó un ojo con cierta complicidad y se metió un bocado en la boca. Estaba cómoda en la escucha y la contemplación, al menos por el momento. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo la tirada oculta para que sea sorpresa :3. No sé qué dificultad tendría, pero tengo un -2, calibra tú como sea conveniente ^^.