Partida Rol por web

El transporte se detiene por fin con un suave ronroneo. El motor deja de vibrar y se escucha una puerta abrirse y volver a cerrarse. No había sido un viaje demasiado largo, pero si lo suficientemente incómodo como para desear que se acabara de una vez. Nadie conocía a nadie y se les había dado a todos los pasajeros instrucciones bien claras: Nada de interaccionar entre ellos. Ya llegaría el momento de conocerse.
Solo media hora antes habían embarcado en una de las cocheras que la Corporación poseía en el corazón de Boston. El transporte era un enorme camión blindado con capacidad para seis pasajeros, el conductor y el copiloto. Una pantalla de seguridad polarizada dividía a unos de otros de forma que no habría contacto entre ellos. Parecía tanto un transporte militar de tropas como un furgón de detención y levantaba alguna que otra sospecha sobre la naturaleza de la Corporación.
No todos los aspirantes habían sido reclutados o habían acudido a las oficinas de Jericó de aquella ciudad para presentar sus solicitudes, pero dado que sería allí dónde operarían de ser contratados, allí sería dónde llevarían a cabo la selección de personal. Cuestiones de logística, les explicaron. Transporte gratuito hasta Boston en clase business y taxi desde el aeropuerto hasta la sede. Todo muy limpio y legal, sin problemas en los accesos o salidas. Y la promesa de ser devueltos a sus lugares de origen en caso de no resultar aptos.
Un hombre en traje de chaqueta y corbata, tan anodino como podría ser cualquier encargado de logística de una multinacional, les había indicado que serían movilizados en un transporte blindada hasta las instalaciones secretas de entrenamiento que poseía la Corporación en algún lugar de las afueras. Por supuesto no atendió a consultas o dudas, ni escuchó sugerencias sobre dónde podía meterse su actitud. Simple y llanamente les indicó que si querían seguir adelante, debían subir al vehículo, mantener la boca cerrada y esperar llegar a un destino dónde les explicarían todo lo necesario. Si tenían alguna queja, podían dar media vuelta y regresar por dónde habían llegado.

Las puertas laterales del furgón se abrieron con un siseo hidráulico. Una voz metálica les invitó a bajar y, cuando estuvieron todos en tierra, su propietario les tendió a todos una carpeta con una sola hoja de papel a la vista, cogida con un clip y acompañada de un bolígrafo. Con una altura de dos metros la máquina humanoide que les había atendido esperaba paciente a que leyeran el contrato de confidencialidad que les ataba a mantener en secreto, bajo pena de demanda judicial, todo lo que iban a ver, oír o experimentar a partir de ese punto.

El color gris mate del material con el que iba blindado aquel ser, combinado con una serie de circuitos de luz azulada de aspecto futurista era toda una declaración de intenciones. Se acabaron las formalidades y los hombres en traje de chaqueta, había llegado el momento de las maravillas.

- Permítanme presentarme - Comenzó con voz átona - Mi nombre en clave es Carbono y seré su supervisor a partir de este punto. Han sido transportados a uno de los campos de selección de personal de la Corporación Jericó. Como deben entender, personas excepcionales como ustedes requieren medidas excepcionales de seguridad y en la Corporación no queremos que nadie salga herido. Somos una empresa consciente de nuestro lugar en el mundo y conscientes de que la población en general no posee las capacidades de las que ustedes pueden hacer gala. Es por este motivo que contamos con instalaciones únicas, controladas en todo momento por especialistas y observadores del gobierno, para garantizar su seguridad, la nuestra y la de aquellos a los que prestaremos servicio, los ciudadanos de a pié. - El tono de grabación con el que decía todo aquello hacía que ese discurso fuera desapasionado y frío. No invitaba a empatizar de ninguna forma.

Estacionados bajo un potente foco de luz que provenía de algún punto sobre el grupo, no había forma de ver nada mas allá de unos metros, pues todo lo demás permanecía en la más completa oscuridad.

- Se trata de un mero formalismo, pero antes de continuar deben firmar todos el contrato de confidencialidad. Si alguien se niega, puede subir de nuevo al transporte y se le llevará de vuelta a Boston, desde dónde podrá regresar a su casa. - Hace una pausa en la que no mueve ni un solo centímetro de su cuerpo aunque todos los presentes tienen la sensación de que los ha observado uno por uno, estudiando sus rostros - ¿Alguna negativa? ¿Alguna pregunta al respecto?

Firmo la hoja mientras habla, para mí no hay nada de vuelta en casa, solo queda seguir adelante, pero tengo que descubrir bien cómo usar mi poder o podríamos perder esta competencia y eso es algo que no me puedo permitir, miro a mis compañeros de equipo espero que ninguno de ellos sea un loco o terminare muerto.
Una vez listo le entrego el formulario a Carbono.

No soy nadie, pensó Mateus, ni tengo ningún interés en que nadie sepa quién soy o qué hago.

Firmó el contrato de confidencialidad como un formalismo más. Había venido desde el otro lado del océano y no se iba a echar atrás por mera burocracia. Ni siquiera lo leyó: ¿qué más daba? Ojalá hubiese algo peligroso en este asunto. Ojalá algo que acabase con él. Ojalá hubiese algo que pudiera deshacer lo inquebrantable.

Había cometido un pecado que ya no tenía remedio. Nunca más tendría miedo.

Dado que no podíamos hablar entre nosotros, me alegro de tener conmigo mi Ebook, para leer un poco las tesis de mis alumnos. Este nuevo trabajo era para pagarme mis investigaciones de los próximos años, no para que dure una vida. Mientras tanto, aun tenia exámenes que corregir y tesis que juzgar. No puedo evitar resoplar ante algunas cosas que leo escritas. Pese a los correctores ortográficos y los casi 20 años de esmerada educación, aun cometían multitud de faltas ortográficas, como si no prestaran atención o no les importara lo suficiente. Todos esos verían su nota media reducida, aunque fuesen auténticos genios. En la interpretación de la historia antigua no se pueden dejar pasar los descuidos. Cuando por fin nos desembarcan salgo y me estiro con toda tranquilidad durante un buen rato, satisfecha de sentir el calor del sol en la cara y las partes del cuerpo al descubierto. Sonrío para mis adentros al percibir como algunos de los guardias me presta mas atención a mi que al resto del grupo. No es culpa mía que desde que surgieron mis poderes mi cuerpo haya cambiado a mejor, ni que el material del que esta fabricado mi traje sea tan caro que solo pudiera cubrir lo mas básico de mi anatomía. Quizás con el primer cheque...pero en realidad me gustaba un poco que se fijasen en mi, cosa que antes no sucedía. Cuando Carbono nos recibe y nos da la "charla", le escucho mientras doy una lenta vuelta a su alrededor, muy interesada en la alta tecnología, pese a que lo mio era la historia antigua. Cuando llega el momento firmo sin problemas y le tiendo el documento. Al mismo tiempo me acerco y paso una mano por la suave superficie de metal. Hummm, que voz mas a lo Darth Vader...alguna vez podremos ver a su propietario?.

Matthew había llegado por mera equivocación o más bien por la pasta que daba la empresa, había llegado hace poco, estaba hospedado en un hotel cerca del lugar, cuando llego el día había entrenado toda la noche casi, las explosiones hacían que la gente de abajo se quejara, Matthew siempre sonreía, las cosas parecían que habían cambiado.

Al llegar a la corporación mira lo grande que era, ese lugar seria su nueva casa desde ahora y no dejaría que nadie se llevase su premio de estar en ese lugar, al caminar por el lugar, veía como muchos mercenarios se hacían presentes, llegaban a una sala y luego le pedían llenar un formulario.

Tomo asiento hasta ser llamado para pertenecer a un grupo, al llegar ve que sus compañeros son un tanto extravagantes, ve que la mayoría son hombres pero había una mujer, se sienta a su lado y le sonríe un poco, luego una persona en un traje baja y comienza a explicar que esto era solo la preselección.

- Que hay que hacer señor... Si debo mostrar que soy eficiente para que me contraten entonces lo hare.

No era el sueldo, mucho menos la necesidad de ayudar a otros, definitivamente aquella corporacion me habia convencido con aquello de ofrecer asistencia legal y proteccion. Despues de todo donde obtendria mayor seguridad que rodeado de una caterva de tios con super poderes.
Me buscaban de todas partes, FBI, CIA, KGB, Interpool, el vietcom e incluso los chinos y japoneses. Es verdad que me lo habia buscado, aquella broma de los misiles habia estado de más pero yo solo queria mostrarles que su sistema era en verdad vulnerable. 
Llegar a Boston habia sido la parte más dificil, pero el tedio del ultimo tramo de viaje casi que hacia olvidar que hacia yo ahi. Al bajar del blindado hecho un ojo a mis "compañeros" habia oido aquello de que harian pruebas, no sabia  que tipo de evaluacion tomarian, pero era seguro que no habria nada que con que no pudiera lidiar, cuanto mucho me ocuparia de convencer a alguien a cambio de no divulgar sus imagenes subidas de tono que descuidadamente guardaba en su disco duro.
Al llegar el tio de metal, casi tuve una ereccion, sin quitarle el ojo de encima, estudiando sus intrincados circuitos y la facinerosa superficie metalica me pase todo su discurso, al entregarme la hoja de confidenciabilidad, tarde un rato en comprender y me quede alli adivinando la aleacion utilizada e incluso el tipo de alimentacion que llevaria algo tan costoso a nivel energetico.
Cuando todos hubieron entregado su planilla y yo aun seguia estudiando al Carbono.¿ Acaso seria carbono endurecido, como solian poner en los autos de carreras? Entonces repare que necesitaban que firmara para que podamos continuar.

- Disculpen. No me tardo más que un segundito-Les dije a mis compañeros esbozando la mejor de mis sonrisas y luego me perdi en el texto legal. "...el abajo firmante se compromete...no divulgar...ni hacer uso de la informacion en provecho....Bla, bla, bla...delito penal...etc.
Levante la hoja del papel y me detuve una milesima de segundo antes de que la tinta comenzara a rasgar la planilla.

- Tengo una pregunta: ¿Me garantizan que no divulgaran ni haran uso de toda la informacion que acontinuacion puedan conocer sobre mi? Ya que me piden que sea discreto, no puedo menos que pedir lo mismo.

- Puede estar tranquilo por eso, señor HDT. Nuestros secretos son sus secretos. En el texto legal que acaba de revisar se incluye una cláusula que también les cubre a ustedes. Garantizamos su seguridad al tiempo que garantizamos la nuestra de forma que si alguna de las dos partes rompe el acuerdo, la otra puede disponer de la información aquí recogida de la manera que considere oportuna.

Un tipo en traje de chaqueta, aparecido desde más allá del círculo de luz que proyecta el potente foco, espera paciente tras Carbono, seguramente para llevarse los contratos. Cuando HDT acaba por firmar, Carbono recoge las carpetas y se las entrega. El hombrecillo se las lleva saludando a los aspirantes con un gesto de cabeza. ¿A dónde? Imposible de averiguar para los sentidos de los presentes.

- Por supuesto, señorita Ragnardottir. En algún momento, si supera las pruebas de selección y acabamos colaborando en la Corporación. - Respondió sin entonación alguna, aunque quedaba patente que pretendía ser amable.

- Señor Wraith, para ustedes soy simplemente Carbono, no es necesario que me traten con mas deferencia que esa. Queremos que se sientan cómodos y entendemos que los formalismos pueden resultar molestos. - De nuevo, cero emotividad acompañando palabras amables. Creaba una sensación muy extraña escucharle hablar de esa forma. - Y respondiendo a su duda, esperamos que pueda mostrar que es capaz de mantener bajo control. Tenemos acceso a su historial. 

- Si no hay mas preguntas - Comenzó retirándose a un lado sin teatralidad alguna - Bienvenidos a SubCity.

Con esas palabras la luz del foco se atenuó hasta hacer discernible lo que había mas allá. Poco a poco empezó a ser visible algo que en un principio debería haber sido imposible. La humedad del ambiente era perfecta y se respiraba aire fresco, sin embargo, según su vista se iba a acostumbrando a las nuevas condiciones de iluminación revelando dónde se encontraban, los aspirantes no pudieron dejar de sorprenderse.

A pesar de haber comenzado el viaje de día, sobre ellos se extendía una noche sin estrellas y ante ellos lo que parecía una calle cualquiera de una pequeña ciudad cualquiera.

Pisos de hasta diez alturas se extendían mas allá de la vista. Escaparates de tiendas mostrando sus productos, bloques de oficinas con algunas luces encendidas tras las ventanas, farolas, bocas de riego, carteles, señales de tráfico... Todo parecía tan normal que debía ser imposible... Pues estaba bajo tierra. Enormes columnas se alzaban sobre algunos edificios, sujetando una bóveda excavada en la roca natural, cuajada de troncos de estalactitas cuidadosamente recortados para evitar accidentes innecesarios.

Las aceras estaba sucias, papeles y bolsas volaban libremente y algunas paredes estaban decoradas con pintadas poco inspiradas e inspiradoras.

Pero lo mas peculiar era le gente. Gente haciendo vida en aquella ciudad subterránea. Entrando y saliendo de las tiendas, charlando en las aceras, caminando cabizbajos sin fijarse en los demás, subiendo a sus coches y poniendo la radio para regresar a sus casas tras la jornada laboral. Hombres y mujeres de todas las edades y razas. Lo único que parecía faltar era la presencia de niños...

Doy una vuelta de 360º sobre mismo mirando la cuidad subterránea creada por la corporación, cuánto dinero tienen estas personas para poder crear algo así, un dulce hormigueo corre mi cuerpo, esto se estaba volviendo interesante, debo de mostrarme más sereno de lo contrario pensaran que soy un idiota que no conoce nada, pongo cara seria ¿tenemos algún trabajo carbono?  O iremos primero a nuestras dependencias para acomodarnos y conocer un poco la ciudad. Debo tratar de parecer profesional, y debo encontrar como funcionan mis poderes y rápido.

Madre mía, pensó Mateus, ¿qué es esto? Nunca había visto nada parecido. Era tan... surrealista. Iba a pensar antinatural, pero claro, hay tantas cosas sobrenaturales... ¿Y cuánto habrá costado todo esto?, pensó. ¡Qué barbaridad!

-¿Éste será nuestro hogar a partir de ahora? -dijo en voz alta, a sus compañeros y a quien pudiera oírlo.

Los demás por fin lo observaron. Parecía un chico normal; no tendría más de veinte años. Moreno, delgado... no parecía una amenaza en absoluto. Tenía un acento extraño, pero parecía hablar bien el inglés.

Matthew miro y llega a sorprenderse aunque sabia que su vida no era la gran fiesta, pero algo habia pasado aqui, bajo tierra y sobre todo no solo estaba la especie humana sino que otras pequeñas razas, miro a mis compañeros y luego abro la boca en forma de sorpresa.

- Que... Que.. Es... Esto?, Me parece que no estamos en la realidad, sera un sueño.. 

 Mientras vuelve hacia Carbono y lo mira en busca de alguna respuesta.

Le guiño un ojo a carbono cuando me habla y me pregunto si sera verdad lo que dicen, que la mayoría de los héroes en armaduras son mujeres. Cuando la ciudad se despliega por sorpresa ante nuestros ojos lanzo un silbido por lo bajo. Vaya...que sitio mas..pintoresco. Tendrán un Spa?, me hace falta un buen masaje tras este viaje tan incomodo. Luego sonrío y me acerco al primer hombre joven que hay cerca, para tocarle el hombro. Luego, con mi mejor sonrisa le pregunto. Disculpa...conoces algún buen Spa en la ciudad?.

Veo como la pelirroja se acerca hacia uno de los ciudadanos y le pregunta por un Spa, sonrió al ver que todos mantienen el humor, disculpa no tengo ningún título pero si quieres sería un placer hacerte un masaje de cuerpo completo y liberar la tensión que pueda haber acumulado tu cuerpo después del viaje, sonrió con la esperanza de tener algo de suerte, pero creo que quizás este fuera de mi liga.

Le sonrio satisfecho al ser metalizado y devuelvo la sonrisa al resto de mis acompañantes. La muchacha llamativa al parecer  intentaba llamar la atencion mà de la cuenta, como si deseara a toda costa resaltar del resto del grupo. Tome nota mentalmente de aquello, podia significar un claro sintoma de complejo de inferioridad.
Ante la revelacion de la denominada SubCity, mi unica muestra de sorpresa se identifica en la inmediata quietud y la rapidez con que mis ojos comienzan a intentar registrar todo lo que ahora estaba delante de su vista. Aquello era una obra de arte arquitectonica, la forma organica en el cual las altas columnas se entremezclaban con los altos edificios e incluso la forma en que las irregularidades del terreno eran aprovechadas en favor de la distrubucion de la ciudad eran digno mencion, casi tanto como la normalidad con que los habitantes deambulaban por alli sin encontrar diferencia alguna con las metropolis sobre la tierra.
Las palabras de mis compañeros pasaron a ser un monotono bufido, e incluso poca atencion preste a los movimientos de la llamativa mujer, por dentro comenzaba a aguijonearme la idea de que adelantos tecnologicos podria llegar a albergar esta coorporacion, cuanto saber podrian poner a mi disposicion si tan solo lograba sobrepasar sus pruebas.

- Carbono, llameme Han simplemente, HDT es solo un pseudonimo. Nos llevara de paseo por la ciudad o ya comenzaremos con las pruebas por nuestros propios medios?

- A nosotros nos consta HDT como denominación para su persona, que sea un seudónimo o su nombre real es irrelevante por el momento. Debemos funcionar según la información de que disponemos y usted nos facilitó, y así lo haremos. Cuestiones de protocolo. - Respuesta fría y mecánica, propia de una máquina.

En el momento en que Anja comienza a caminar hacia el primer individuo que tiene al alcance, Carbono se desplaza con elegancia y amablemente la detiene colocando su mano derecha sobre el hombro de la chica, interponiéndose entre ella y la ciudad. Su tacto era agradable, cálido y gentil. Difícil de asociar con el frío material del que parecía estar forrado.

- Señorita Ragnardottir, de momento no puedo permitirles abandonar la zona segura. - Con la mano libre señala el suelo, enfocando la vista de todos en un gran círculo amarillo de seguridad que rodeaba toda la zona en la que se encontraban y los separaba del resto de la ciudad. Lo suficientemente grande para contenerlos a todos y al transporte que los había llevado hasta allí - A ninguno.

- Lo que ven no es mas que un gran campo de entrenamiento. No va a ser su nuevo hogar. Y mucho menos se trata de un sueño, aunque lo pueda parecer. Yo tampoco lo creí la primera vez que puse mis ojos sobre la ciudad. Tan realista, tan completa. Impensable - Dio unos pasos en dirección a la ciudad, saliendo del círculo de seguridad y adentrándose en la ciudad. - Pero los edificios están huecos, las tiendas son poco mas que lo se se ve en el escaparate. Solo funciona la electricidad. No hay agua corriente, ni teléfono o conexión a Internet. Los metros de tierra que nos separan de la superficie y una serie de medidas electrónicas protegen este lugar de cualquier intento de espionaje. Es prácticamente imposible llegar hasta aquí si no es con el consentimiento expreso de la Corporación.

Extendió el brazo y señaló al chico hacía el que se había dirigido en un primer momento Anja, que ahora se alejaba calle abajo.

- Simulacros. Todo en SubCity es artificial, incluidos los ciudadanos. Observadlos bien. - Dejó uno segundos para que el grupo hiciera lo que les había pedido. - Movimientos repetitivos y mecánicos, ausencia de expresión más allá de lo programado. Fijaos en que nadie se ha asombrado al vernos. Nadie parece reparar en nosotros.

- Normalmente solo utilizamos estas instalaciones para entrenar a los nuevos miembros del cuerpo de Seguridad Especial, pero en su caso haremos una excepción. Por circunstancias que escapan a nuestro control, hemos recibido una avalancha de solicitudes de ingreso en apenas unas semanas. Parece ser que hay mucha gente interesada en formar parte de la Corporación. ¿Los motivos? Nos son indiferentes. Pero tenemos un número limitado de plazas pactadas con el gobierno. Solo podemos ofrecer cobertura a ocho aspirantes, por lo que el resto deberá volver a casa y esperar una posible ampliación de personal o la apertura de un nuevo departamento especial. Lo lamentamos.

Se vuelve de nuevo hacia el grupo, regresando al interior del círculo, desplazando de nuevo su enorme a la vez que estilizada armadura con total fluidez.

- Esperamos que sean capaces de superar una serie de escenarios que reproducirán con fidelidad la realidad de un día de trabajo para el personal del Departamento de Seguridad Especial. Se enfrentarán a unos desafíos diseñados cuidadosamente por especialistas, en este entorno controlado, supervisados en todo momento por los sistemas de seguridad y vigilancia, así como por observadores del gobierno. Por supuesto, un equipo médico se mantendrá alerta en todo momento para evitar riesgos innecesarios. - Regresó sobre sus pasos, colocándose a la misma altura que el resto del grupo y observando la ciudad a través de los filtros de su visor. Ahora que la verdad sobre SubCity había sido revelada, no se podía evitar comprarla con un gran decorado de cine - En algún punto de la ciudad hay una fábrica. North Central Positronics es el nombre. Dentro, en los niveles inferiores, hay una cámara acorazada. Y en esa cámara está guardada una caja que contiene un documento que debéis recuperar y traer aquí en el menor tiempo posible.

- No hay mas directrices, ni consejos o ayudas, así que si, deberán enfrentar la selección por sus propios medios.. Así serán los trabajos y así es como actuamos en la Corporación. Se nos supone completamente capaces y autónomos como para poder funcionar por nuestra cuenta y riesgo en cualquier situación, siempre minimizando los daños materiales y manteniendo la buena imagen de la empresa. ¿Alguna duda?

Estoy listo si el resto lo está. Creo que debemos conseguir un vehículo y ponernos en marcha, mientras lo buscamos tal vez podamos encontrar donde está situada la fábrica. Bien hay que mostrar iniciativa, eso siempre les gusta en las entrevistas o no, diablos y si hable sin pensarlo mucho, mira la cara de mis compañeros esperando una respuesta.

-Estoy listo -dice Mateus -. ¿Tenemos un tiempo limitado para cumplirla?

Mientras espera la respuesta cavila sobre cómo encontrarán aquella fábrica. Supone que les indicarán de alguna manera. También desconocían si los civiles mecánicos serían capaces de darles respuestas, quizá pudiesen interrogarlos, pero lo dudaba.

Miró a sus compañeros, intentando discernir cuáles serían sus habilidades o poderes. La chica pelirroja llevaba un traje de superhéroe, pero parecía carecer de poderes, a pesar de su mirada inquisitiva y de su complaciente labia. Después había dos chicos bastante normales, aunque uno de ellos mostraba un semblante un tanto siniestro, pero no parecían poseer ninguna habilidad extraordinaria. Y el grupo lo completaba un hombre que parecía ser un soldado, que irradiaba un aura de peligrosidad.

Pero bueno, al fin y al cabo tampoco él infundía ningún temor. Al menos en su forma humana.

Me giro sonriente hacia Carbono cuando me toca y no hago ademan de que me moleste. Le escucho y asiento con la cabeza suavemente. Algo así me había imaginado al no ver niños, aunque en un primer momento pensé en actores o miembros de la corporación. Cuando escucho lo que debemos hacer, frunzo el ceño de forma graciosa y me cruzo de brazos, tocándome los labios con el dedo indice mientras pienso. Esta claro Mr Carbono. Luego me dirijo al ultimo miembro del grupo que ha hablado y le digo suavemente. En el menor tiempo posible. Ese es el limite de tiempo supongo.