Partida Rol por web

Recordando las palabras del pergamino y ante la perspectiva de que puede ser la única oportunidad para ella y sus compañeros saca la estatua de unicornio, la deja en el suelo y concentrándose dice en voz alta Limbuil ayúdame!, por favor, te necesito

Una vez lo ha hecho, y sintiendo que no puede abandonar a Rognar que ha caído defendiéndola lanza un nuevo ataque contra el enemigo que había herido anteriormente

Sivil deja escapar un suspiro mientras la vida se le escapa.-Mi...tius, mal.....nacido.

Con un halo de luz blanca, lo que antes era una estatuilla se convierte en un hermoso unicornio. Al piafar, emite una clara pregunta directa a tu mente:

¿Qué puedo hacer por ti?

El grimórlock aterrorizado sacude la cabeza, se da un puñetazo y se gira hacia ti. Los otros tres te rodean. De tu arco sale, tímidamente, una última flecha, directa al pecho de la criatura que derribó a tu jefe. Sin embargo, esto no lo detiene.

Tiro yo. Tienes un 10% de probabilidades, así que tiro 1D100 y vemos si tu cuerpo se estabiliza. En este caso, no lo has conseguido, así que estás a -9.

Sí, estás inconsciente. Si al siguiente turno no eres estabilizado, habrás muerto.

Has hecho lo correcto, nadie lo dudaría. Y los que lo dudarían, o no están presentes o están a punto de morir. Así que enhorabuena.

¿Y ahora qué haces?

Son, ochenta dias son... Miro a Quycus. Vaya, cada día me sorprende más la inteligencia de este sapo. Como se nota que le he dado de comer mi merengue especial hecho con libélulas grandes, gordas, jugosas y uhmmm... tan crujientes, que... mierda, otra vez me ha vuelto a pasar- ¡Quycus! -digo mirando a mi sapo- No quiero que me vuelvas a proyectar tus gustos culinarios en la cabeza, a menos que esté cocinando para ti. No quisiera golpearte con un saco de naranjas -Y bien, ¿y ahora qué?... Ya se, iré por el otro pasillo, a ver que encuentro. Espero que no sean mas criaturas horrendas, que sean ricos y nutritivos sacos de naranjas, y libélulas, muchas libél...- ¡QUYCUS!...

Ayúdame a salvarles, por favor... Rognar, el grandullón, es un gran amigo y está así, al borde de la muerte, por protegerme de estas criaturas malvadas y el drow.. resulta que no es tan malo como pintan a los de su raza Le dice mentalmente mientras se concentra en intentar esquivar las acometidas de sus enemigos

Limbuil se acerca a Rognar y agacha la cabeza, ignorando a las bestias que se os acercan. Su cuerno entra en contacto con la herida mortal del bárbaro, haciendo brotar un destello de luz.

Tu caída hacia la oscuridad se frena y entra algo de luz. Sin embargo, te sientes dentro de un sueño, uno del que no puedes despertar. Oyes los gritos desesperados de Meiar y los rugidos de las criaturas a su alrededor. Te maldices por no poder hacer nada, salvo estar tendido en el suelo de la mazmorra.

Vuelves a la encrucijada. A tu disposición, el corredor de la izquierda o los dos pasadizos a los lados de la puerta blanca con el letrero "Sala de Evaluación Final". Tú eliges.

Del corredor, te llegan los gritos de tus antiguos compañeros. Definitivamente, has elegido bien.

Juju, una pena no poder disfrutar del espectáculo, aunque tendré que conformarme con los gritos. Y ahora... ¿Qué hacer?... Visto lo visto, creo que lo mejor será ir por el pasillo izquierdo, a ver que encuentro. Espero que no sean más criaturas inmundas...

Impresionada y totalmente agradecida por que curara a Rognar, Meiar se centra en intentar con los malvados grimloks. Para ello dispara al que ya le ha clavado un par de flechas con la esperanza de que al ver caer a uno de los suyos los demás se alejen un poco de ella

Atraviesas la cabeza de la criatura de parte a parte. Da un paso más, después renquea, y cae de bruces, con un ruido seco, dejando caer su rústica hacha, que tantos quebraderos de cabeza os ha provocado*.

Algo aliviada por haber acabado con aquel que ha herido tan gravemente a Rognar ahora se concentra en esquivar las embestidas de los demás.. o intentarlo al menos, mientras no deja de mirar asombrada al magnífico Limbuil

Te sumes en la oscuridad del corredor. Ah, estúpida naturaleza humana, mira que depender de la luz para ver...

La oscuridad te envuelve. Eres consciente de cómo te acercas, paso a paso, al fin de tu vida.