Partida Rol por web

Donde quiera que estuvieras, hicieras lo que hicieras... un mal presentimiento te invadió... no supiste saber de donde vendría, ni que sería... pero algo mal iba a pasar y ese algo pasaría en nada. Empezaste a correr instintivamente hacía el puerto, en busca de agua donde te sientes siempre más seguro y poderoso; pero a cada paso que ibas dando tu cuerpo pesaba demasiado... más y más hasta tal punto que caíste de rodillas sobre la arena hundiéndote hasta la cintura... poco a poco la temperatura fue subiendo y un circulo de llamas se abrió ante ti, la arena empezó a cristalizarse mientras sentías como te abrasabas por completo... usaste tus dones y toda el agua que creabas se vaporizaba por completo...

Poco a poco empezaste a perder la noción del tiempo y aún con esa herculea resistencia acabaste por desmayarte...

Un olor desagradable llegó a tu nariz y te hizo despertar... un olor a huevo podrido... un olor que te hizo abrir los ojos para descubrir donde estabas...

En medio de un volcan, en una "isla" de piedra rodeado de lava viscosa que iba fluyendo de un lado a otro... el calor era insoportable pero ni por asomo era el sufrido anteriormente... no sabrías decir cuanto tiempo había pasado, horas... ¿días? ¿semanas?... pero ahí estaba el elegido de Neptuno, abandonado a su suerte, solo y en un volcán...

Miro a mi alrededor algo abrumado - ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Moses? Y... ¿Dónde están mis cosas?... Tengo que encontrar una salida y saber quién me ha traído hasta aquí - comienzo a caminar, al tiempo que me hidrato porque esa temperatura no es agradable, hacia algún punto que esté elevado con la intención de vislumbrar dónde me encuentro. Siempre ojo avizor por cualquier peligro que pueda aparecer.

Andando como buenamente podías por aquel islote rodeado de lava empezaste a escuchar un ruido extraño... parecían piedras entrechocando entre ellas, piedras antiguas, piedras que parecían fluir. Al principio sonaba por delante de ti, pero luego el sonido se fue distribuyendo al rededor tuya... y una nueva sensación te heló por completo... estas rodeado.

Sin quererlo volviste sobre tus pasos y te quedaste en el centro de aquel islote mientras sorprendido veías como manos de una textura parecida a la piedra se fueron apoyando a los bordes... saliendo de la mismísima lava. No tardaron demasiado en salir y eran muchísimos... completamente rodeado de unos seres enormes que superaban los dos metros y medio de estatura... negros como el carbón, piedras con forma humana... de sus cabezas surgía un reguero de lava que iba descendiendo y latiendo ritmicamente... como si fuera un corazón... su mera presencia era perturbadora y tu respiración comenzó a agitarse y volverse aritmica por completo...

La histeria se apoderó completamente de ti.... no había posibilidad alguna de controlar tu cuerpo y solo supiste llorar y gritar angustiado por aquella visión de terror... pero ellos no se movían, solo miraban impasibles mientras emitían aquellos extraños ruidos...

... Y la tierra tembló...

... y otra vez...

Los rios de lava empezaron a saltar "salpicando" a aquellos seres inmunes al poder abrasador de la lava... de aquellos rios empezarón a surgir formas de piedra, como si fueran costillas y el cielo se volvió gris... el color rojo que predominaba todo aquel lugar acababa de ser sustituido sin dificultad.

El sonido de una pesada armadura avanzando llegó a tus oídos mientras una fuerza te orpimía... una fuerza física pero no tangible... te obligó a levantar la cabeza y ahi viste a aquel "hombre" te miraba con el desdén en tus ojos

 - ZALASEO... EL HIJO ASESINADO... QUE VOLVIÓ DOS VECES DE ENTRE LOS MUERTOS... DIME, TRISTE MORTAL CON ATRIBUTOS DIVINOS... ¿CUAL ES TU DESTINO? - su voz sonaba ruda, cruel... penetraba en tus oídos como una serpiente gigantesca derrumbandolo todo... el silencio sobrevino mientras todos te observaban....

- Nunca antes me había encontrado con algo así... el camino comienza a ser difícil, pero debo ser capaz de llegar al final - le miro a los ojos y le digo sin moverme de donde me encuentro - Mi destino es el marcado por los Dioses... ¿Quién eres tú?, ¿Cómo sabes de mi? -

TODOS SABEMOS DE TI - respondió con cierto deje de sorna - LOS TRISTES MORTALES ME LLAMAN U'ZHUL-EK, EL CAZADOR DE MAGOS - pareció encogerse de hombros - PERO ES UN TITULO UN POCO CORTO... NO SOLO CAZO MAGOS - y una sonrisa turbadora asomó en sus labios - ENTONCES DIME ¿QUE DESTINO ES ESE?

- Tengo que tener cuidado con él - le miro fijamente y contesto con la seguridad que tengo sobre mi destino - Proteger al mundo del mal... y dime, U'Zhul-Ek, ¿Cuál es tu destino? y ¿Qué quieres de mi? - me mantengo lo más firme posible, pendiente también de esos otros seres que están a mi alrededor.

¡SALVAR AL MUNDO! - y empezó a reírse, mandíbula batiente, más de un minuto riéndose estuvo aquel ser - ¡AL MENOS ES GRACIOSO! CREO QUE TE TORTURARE PARA QUE ME HAGAS REÍR MIENTRAS TE ARRANCO LA VIDA TIRA A TIRA - se relamió los labios imaginando esa futura situación - YO NO TENGO DESTINO, YO LO FABRICO CON LOS CADAVERES DE AQUELLOS QUE SE CREEN HEROES EN UN MUNDO EN EL QUE LAS TINIEBLAS REINARAN - con un destelló azul intenso apareció un puñal en su mano derecha que acercó a tu mejilla la cual cortó con una facilidad increíble, algo no iba bien - POR CIERTO... TUS PODERES AQUÍ NO TIENEN LUGAR - y sonrió mientras una fuerza invisible te levantaba y te ponía a su altura - DIME, ¿A DONDE TENÍAS QUE IR?

Justo al hacer esa pregunta una voz dura, de tenor, llegó a tus oídos - no respondas... tu destino seguira su curso... pero no hables, no le hables más... concentrate... - la voz resultaba tranquilizadora y al lado de tu captor una imagen semitransparente apareció... se trataba de un ser alado, túnica negra que le tapaba el rostro por completo y una imponente espada asida con facilidad...

Noto como se corta mi carne, una desagradable sensación recorre mi cuerpo - Me ha cortado... - todo parece ir mal, pero una voz se hace hueco en mi mente... - No hablaré - y mantengo mi mirada fija en U'Zhul-Ek sin mediar palabra, manteniéndome a la espera de los acontecimientos que empezaban a precipitarse sobre nosotros.

Tu captor empezó a jugar con tu desnudo torso al arrastrar sobre el aquel puñal... no intentaba cortarte, solo lo pasaba como "acariciandote" con la hoja metálica del arma - ¿Y BIEN? ¿AHORA DECIDES CALLAR? - sonrió alegre - ASÍ SERA MAS DIVERTIDO - y dicho eso la mano libre que tenía estalló en llamas y la acercó a tu rostro... el olor a carne quemandose llego a tu nariz en el acto... y el dolor se hacía insoportable por momentos

Un olor repulsivo me llega, pero me mantengo firme y no medio palabra - ¿Por qué querrá que me quede callado?... Bueno, si eso me ayuda, bienvenido sea. -

Por un momento, tu captor se quedó quieto por completo mirándote fijamente... mirando a tus ojos... parecía que pudiera ver a través de ellos, mas allá de esos vidriosos globos oculares y su humor vitreo, más allá de tu propio cerebro... Una sensación incomoda inundo todo tu ser, la sensación de que se había internado en los más profundo de tú mente hizo que el pánico comenzara a asomar.
La respiración se te hizo más difícil, algo estaba empezando a ir muy mal y lo sentías en cada fibra de tu ser.

Los segundos fueron minutos, los minutos horas... las horas días... la noción del tiempo resultó ser, cuanto menos, una quimera de tu imaginación, no había forma humana de poder calcular cuanto había pasado... ¿Hipnotizado quizás? Quién sabe, ni tu mismo sabrías determinarlo... era imposible saber nada...

... un parpadeo... languido, aburrido, anodino... un parpadeo y en cuanto abriste los ojos solo pudiste ver el rostro de aquel ser de pesadilla - NO HA SIDO DIFÍCIL DARME CUENTA DE TU AMIGO... AQUÍ SI QUE ESTARÁS SOLO - dijo con voz confiada; se apartó de ti dandote la espalda y extendió sus brazos a un cielo nuevo... un cielo rojo, un cielo colérico, angustioso... un cielo... infernal...

 - BIENVENIDO A MI HUMILDE MORADA - te dijo haciendo una ligera reverencia mientras seguía dándote la espalda.

No cabía duda... el infierno, el infierno... almas condenadas, gritos agónicos empezaron a llegar a tus oídos, todo se caía a tus pies, todo moría... la esperanza, la ilusión... tu alma lloraba amargada ante aquella horripilante visión; y no solo eso... la sensación de no poder hacer nada te abrumó hasta tal punto que el corazón dejo de latir unos instantes...

 - BIEN... HE VISTO COSAS... Y TU NO SALDRAS JAMÁS DE AQUÍ - y dicho eso desapareció en una nube de azufre, aquel olor a huevos podridos se te clavó en la nariz y no parecía estar dispuesto a abandonarla.

Y ahí estabas,solo, abandonado, en mitad de una montaña en tierra de demonios... castigado sin derecho... castigado por algo que harías y que parece que no podrás hacer nunca... castigado para toda la eternidad.

Miro angustiado al violento cielo - Tengo que ser fuerte... tengo que ser capaz de salir de aquí... esto sólo es un obstáculo en el camino. - miro a mi alrededor y lo primero que hago es buscar algo robusto y contundente para poder usar como arma -Aquí voy a necesitar de todo mi ingenio para evitar problemas - tras lo que comienzo a caminar, siempre buscando los senderos más altos para poder escudriñar el horizonte en busca de algo que me pueda ser útil en esta empresa.

Rebuscando y rebuscando encuentras sin mucha dificultad una barra de hierro... su construcción es extraña, de hecho, jamás habías visto algo así... cilindrica, hueca por dentro pero contundente. Piedras hay de todos los tamaños y durezas... todas al rededor tuya.

Recojo esa extraña barra - ¿Qué puede ser esto? No se parece a ningún arma que haya usado antes, pero parece contundente, creo que puede servir - la examino, la blando un par de veces y habiendo recogido también alguna piedra continuo la marcha, siempre oteando a mi alrededor en busca de cosas útiles, caminos que lleven a algún sitio...