Partida Rol por web

Highway to hell

Resumen de la partida

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11/04/2009, 17:14
Director

Jugando a la play en la casa de High-T, el jefe de una pandilla de negros sin afiliación conocida a ninguna banda, están Tony, el fumeta (que se pasa el rato mirándole el culo a la madre de High), Shelby, la novia de High (una blanquita aficionada a los gangsta), V-Ray (un rapero con aspiraciones) y su hermana Janette (toda una diva de barrio bajo).

De repente, High recibe una llamada de Jack "el Grasiento", un mecánico que tiene un taller en Santa Mónica donde apaña coches robados para revenderlos. El italiano le propone que vaya a verle, para darle un trabajillo. Asi que, sin perder mucho más el tiempo, nuestros protagonistas tomaron un bus y luego un tren para llegar hasta el universo de los blancos bohemios y los paseos cargados de chicas en bikini y vigilantes de playa con mono rojo.

La peña se quedó en la puerta del taller, mientras Jack daba los pormenores a High, el tipo duro de la banda. Había que fangar dos Chevrolet Camaro del 69, que estaban ya localizados. El primero, en un parking público, les dió pocos problemas. El segundo, sin embargo, estaba en el garaje de un chicano que parecía estar en casa. Mientras el grueso de la pandilla intentó entrar por la parte de atrás de la casa (saltando una valla), Janette probó por delante. Casualmente, Miguel, el dueño de la casa, había salido en ese momento, y la voluptuosa negra le sedujo con palabrería y le convenció de ir a un descampado. Allí, el mexicano no se encontró con las caricias de Janette, sino con los puños de High-T.

Con dos bugas en su poder, volvieron ahora al taller de Joe. Paralelamente, los agentes de la división Rampart del LAPD Robert Thompson y Ezequiel Harvest estaban nerviosos. Se les había ido la mano, y se habían cargado a Joe D'Amato, un camello y vendedor de información, y lo habían escondido en el maletero del coche de su amigo Miguel. Ahora, se habían dado cuenta de que Miguel no estaba en casa, y el coche tampoco. Tras indagar, supieron que Jack el Grasiento estaba detrás de los robos, y fueron a por él.

Jack estaba en su taller, todavía reparando unos Gran Torino, y solo dejó a High meter un coche. El otro, hubieron de aparcarlo en un garaje cuyo llavero era, curiosamente, propaganda de un club gay de San Francisco, "Leather's". High escuchó a Jack hablar por teléfono con el transportista que iba a llevar los coches a San Francisco, y que iba a cobrar 30.000 pavos. Intentó convencer al grasiento de que le dejara hacer el trabajo, pero no pudo.

De todos modos, cuando High-T volvió al taller a por la pasta de su encargo, se encontró a Jack fiambre, con todos sus mecánicos. Harvest y su compañero habían pasado por allí, dejando los cabos atados. El otro chevy no estaba allí, pues se lo habían llevado para tirarlo al mar. High-T cogió el número y la dirección del tipo de San Francisco al que debía llevarle el buga, y tras convencerse de que no podía volver a su barrio (los polis, que sabían que ellos tenían el coche "bueno", habían comenzado a indagar), decidió irse con su peña a San Francisco.

El camino fue largo y accidentado. El primer día, pararon a echar gasofa cuando High se percató de que el maletero del coche goteaba sangre. Un poli motorista se le acercó, poniendole los huevos de corbata, aunque solo se interesó por el modelo de su coche. Despues, pararon en Mesquit, un pueblucho lleno de blancos racistas en medio de la nada, donde Shelby compró unas palas para enterrar al fiambre que llevaban en el maletero. El sheriff del pueblo vió a High quitarse la camiseta, lleno de tatuajes, y les persiguió hasta echarlos de allí.

Al día siguiente, pararon a comprar algo de comer en una gasolinera. La puta gasolinera equivocada. Un blanco se bajó un pasamontañas y entró allí para robar, pipa en mano. El viejo dependiente sacó una escopeta, y se lió una merienda de negros. El ladrón terminó muerto en el suelo, y High-T recibió dos balazos, que le tuvo que curar un médico clandestino tras apoquinarle casi toda la pasta que llevaban.

Enterrado el fiambre, pararon en un motel de carretera a hacer noche. Les dieron una habitación equivocada, y se toparon con unos chicanos armados con los que casi se lian a tiros. Una vez resuelto el entuerno, Janette, muy estresada, se pegó una ducha, mientras en otra habitación High y su novia se hacían cariño. Los polis llegaron, acompañados de la patrulla de carretera, y V-Ray saltó por la ventana. Primero se confundieron, entrando en la habitación de los chicanos. Eso dió tiempo a High y Shelby para salir por la ventana. Sin tiempo para improvisar nada más, Janette se desnudó y fingió estar tirándose a Tony, que llevaba todo el viaje teniéndole ganas. Los polis les dejaron en paz.

Escapando por la ventana, entraron en su chevy, y comenzaron a ser perseguidos por la pasma hasta que les dieron esquinazo, llegando por fin a San Francisco. Allí, se toparon nuevamente con los polis, y protagonizaron una persecución digna de Starsky y Hutch, terminando los dos maderos estrellados contra un coche de reparto que estaba en medio de la toma de una persecución en una peli.

Llegaron por fin a Leather's, pero el cabrón de su dueño se negó a pagarles. Desarmados en la entrada, fueron apresados y conducidos a un vestidor, donde les cubrieron de cuero y les esposaron, soltándoles en medio de un peep show. Con viejos pajeándose detrás de los cristales, apareció una mole vestida de cuero, Big Boss Man, que pretendía provocarles algún que otro derrame anal con su colección de fustas y consoladores. Entre todos, consigueron reducir a hostias a la bestia, y quitarle las llaves de las esposas.

Luego, salieron a las calles de San Francisco, en plena Castro Street, donde los gays aplaudieron aquella "performance" improvisada. Mientras ellos volvían como podían a Los Ángeles, el dueño de Leather's fue pillado conduciendo el camaro, y se comió todo el marrón por el asesinato de D'Amato y el pandillero blanco de la gasolinera.