Partida Rol por web

- Estoy de acuerdo con Sombra, vayamos directamente a la fortaleza y intentemos reservar energías para asesinar el jefe, los orcos pierden toda la cohesión cuando el orco mas fuerte, el que los dirige, muere... cuantos menos recursos debamos malgastar, mejor.

- Si puede ser... no me gusta la idea de dejar orcos a nuestra espalda, pero quizás tienen razón - les contesta el chaman - Será cuestión de preguntarle a "nuestro amigo" cual es el mejor camino para llegar a esa fortaleza y si hay más puestos de avanzada en el camino -

-Adelante infeliz -La bárbara asozó al orco con su enorme espada para que les guiara el camino hasta la fortaleza.

Fueron otros dos días los que transcurrieron, sin que nada fuera de lo común ocurriera: El orco prisionero guiaba el camino por un sendero 'oculto', que el grupo jamás hubiera encontrado. Sombra demostraba sus dotes de supervivencia cuando de cuando en cuando dejaba su caballo al cuidado del resto y se alejaba, al cabo de un rato volvía con algún bocadilllo para la cena, por lo general ratas e insectos, pero bajo ese páramo desolado, era lo que mas se podría obtener.

El sol empezaba a ocultarse del cielo, cuando el orco señaló al frente, a lo lejos se alcanzaba a visualizar la 'ciudadela gris', la antigua fortaleza orca también llamada Xul-Yarak.

La lluvia caía y un espeso manto de bruma baja cubría el suelo de tierra. Frente a los viajeros,mas allá del velo gris, una descolorida fortaleza se alzaba amenazadoramente sobre un montículo de roca negra. Ninguna luz surgia del abandonado edificio. En algún lugar al norte y al este de la ciudadela, a varios cientos de metros de distancia, podían escuchar orcos......... Muchos orcos!!

- Parece que llegamos - comentó lo obvio Ozymandias al ver la fortaleza sobre el risco - Solo queda entrar, encontrar a los nobles secuestrados, si es posible eliminar al jefe y volver... casi nada - se encogió de hombros el chamán antes de volverse al orco que los había guiado

- Acaso además de un camino para llegar... conoces alguno para entrar? - le preguntó mientras desenfundaba su martillo y se preparaba a dejarlo caer sobre una de sus patas

Al ver la fortaleza, un ápice de emoción se iluminó en los ojos de sombra, al fin tendría la oportunidad de cazar orcos por montones.

-Al fin hemos llegado, lo importante es aplastar la mayor cantidad de cabezas verdes posibles. -Rió cínicamente, dirigiéndose al orco -Responde a mi compañero alimaña, o te las verás con mi espada que está muy ansiosa de tomar sangre orca!!.

Su mirada era de una persona que no estaba bien de la cabeza! -Debemos acercarnos con precaución, no quisieramos que todos los orcos se nos abalanzaran encima a la misma vez, verdad? -dijo algo mas calmada, sus compañeros empezaban a hacerse la idea de la bipolaridad extrema en la que se sumergía por momentos la bárbara guerrera.

- Ya sabeis que podeis recurrir a mis ilusiones ¿no?