Partida Rol por web

Otra noche comienza, debes seguir con tus investigaciones y negocios, ¿Por dónde deberías empezar? Eso es lo primero que deberías plantearte.

Llegaste a Genova, buscando a tu sire, esperabas encontrar una respuesta que no fuese humo como las anteriores, ¿Qué es lo primero que harías? Lo normal es presentarse al príncipe, pero no tiene por qué ser la primera noche, aunque llevarse bien con el más respetado de la ciudad te puede ayudar a conseguir mejor información, deberías ver que es lo que te salía más rentable.

Después de un largo viaje llegaste a Genova, donde deberías buscar un refugio, al igual que presentarte ante tus iguales, pero son cosas que podían esperar, al menos para un lunático, ¿Qué sería lo primero que pasara por esa cabeza?

Descansabas plácidamente hasta que alguien te despertó de tu sueño, era Cesare, el cual gritaba y te zarandeaba, parecía alterado, cuando pudiste recuperarte y centrarte tu rostro cambio completamente, la habitación estaba llena de sangre y lo que parecían los zarpazos que podía crear un grangel, o cualquier vástago que tuviera garras, bajaste la mirada y viste que tu ropa estaba medio destrozada y llena de sangre, por fin pudiste escuchar lo que Cesare decía.

- ¿Qué diablos hiciste María? Has matado a tu acompañante, ¿Qué ha podido pasar para que hicieses algo así? – Miraste a la cama donde habías dejado a Helena, estaba hecha pedazos, y salvo sangre ninguna señal del cuerpo de tu acompañante. – Deberíamos marcharnos de aquí, no tardaran mucho en enterarse de algo así, y que te encuentren con la ropa hecha girones y llena de sangre no ayudara en tu defensa, lo primero será huir de aquí y después pensar que hacer para solucionarlo. – Cesare te veía que aun estabas algo descompuesta y ausente. - ¿Estás conmigo? ¿O debo darte una ducha de agua fría para que vuelvas?

¡Pero que coño...!

El sobresalto deja paso a la vergüenza por dejarme sorprender, pero no dura mucho para dejar lugar a una genuina sorpresa mayúscula.

No recuerdo nada... esto no tiene sentido, ¡yo no pude hacer esto! ¡Ni siquiera me enteré! ¿acaso alguien se cree que iba a asesinar a sangre fria a la persona que unas horas antes estaba ayudando y después echarme la siesta como si tal cosa?... ¡Joder! ¿este no era un lugar seguro? ¿quién más sabía que estábamos aquí?

Me termino de recomponer un poco y corro hacia el baño cogiendo de camino una camiseta larga y unos vaqueros.

Tienes razón, ya habrá tiempo para preguntas, ahora hay que largarse, pero no puedo ir ensangrentada por ahí sin llamar la atención.

Abro el grifo de la ducha y comienzo a quitarme los restos de la ropa

Como se te ocurra mirar vas a desear haber sido tú el que ocupara el lugar de Helena...

Apenas 1 minuto más tarde, salgo empapada del baño poniéndome los vaqueros pero con la camiseta ya puesta.

Vámonos de aquí, Fiorno. Cuando estemos en un lugar seguro ya será momento de preguntas

Cuando por fin anochece de nuevo me levanto y me visto mientras mando a mi criado Jacques a buscar al líder de los mercenarios que tengo contratados para indicarle que se reúna conmigo en el despacho.

Tras estar preparado voy a mi despacho, pasados un par de minutos llega William Fox.

-Bien William, siéntate y cuéntame si visteis algo inusual mientras montabais guardia en los alrededores de la fiesta de anoche.

Tras llegar a Genova Brandon se encamina en la búsqueda de el Elíseo de la ciudad durante el inicio de su noche.

Buscaste durante un tiempo a ver dónde se encontraba el Eliseo de la ciudad, por mucho que buscaste y preguntaste solo encontraste un lugar, un bar muy conocido en la ciudad llamado La Noche Es Nuestra, parecía lo más cercano al Eliseo, un lugar donde los vástagos podían ir y divertirse sin utilizar sus habilidades y sin provocar peleas, además habías escuchado que era un lugar que el príncipe iba mucho, y donde otros vástagos iban a presentarse a este.

William no tardó mucho en llegar cuando lo hiciste llamar, cuando lo mandaste sentarse obedeció y se sentó, después se dispuso a contestar.

- Estuvimos haciendo guardia, como usted nos pidió, al principio no paso gran cosa, aunque al rato escuchamos ruido, y pudimos ver un combate entre dos vástagos, un combate muy desigualado, al poco apareció una mujer, la cual ayudo al vampiro que iba en desventaja, pero no fue útil, después la mujer detuvo al enemigo y huyo, no sabemos nos centramos en la chica, asique no pudimos ver como desaparecía el vampiro congelado, pero sí puedo decirte que esa mujer se reunió con Marcelo y tras charlar un rato ambos se fueron. Eso es lo más importante que podríamos contarte de la ciudad.

Cesare no parecía tener interés en comprobar tu ira y no miro, cuando estuvisteis listos salisteis fuera, cuando bajasteis no bajasteis a la entrada como la última vez, sino que te llevo a un garaje subterráneo, te llevo hasta su coche, donde se encontraba el botones que os había recibido el día anterior. Cesare le cogió y mirándole a los ojos le empezó a preguntar.

- ¿Quién más sabia que estábamos aquí?
- Nadie señor, nunca le traicionaría, ya lo sabe, le temo demasiado. – El hombre contestaba como controlado, que era probablemente lo que había hecho Cesare hace tiempo ya.
- Esto no puede ser, es complicado que me traiciones, ya que tienes un vínculo generado por mi sangre… - Cesare miro por unos segundos al botones, después te miro a ti y mientras te miraba partió el cuello del humano. – Tristemente no puedo arriesgarme a que alguien lo haya controlado o le saque información e intenten cazarte a ti.

Lo metió en el maletero, después te hizo una indicación para que te montaras en el coche y se montó el también, después empezó a conducir sin decirte un rumbo ni nada por el estilo.

Miro a William con semblante serio, la noticia no era nada buena y no pintaba nada bien que en los alrededores del lugar donde se encontraba el príncipe hubiera peleas entre vastagos.

-¿Pudisteis oír algo de lo que hablaron la mujer y Marcelo? Callo un instante. ¿Visteis bien la cara de la mujer y el vastago congelado? Si es así necesito su descripción.

Brandon ingresa al local en búsqueda de alguna pista... Algo inusual que llame la atención.

Era nuevo en la ciudad y sin duda era un lugar totalmente extraño, las miradas se posaban en él, nada que no haya pasado antes y no se pueda manejar son normalidad, se acerco hasta la barra y desde allí observo todo el panorama cuidadosamente.

Llegar a Génova ha sido fácil pero, ¿por qué mis pasos me han traido hasta aquí? Ni idea pero ... aquí estoy.

Deambulo por las calles sin rumbo observando todo lo que me rodea. Por un momento me olvido de las tradiciones vampíricas hasta que en un momento de lucidez algo se "ilumina" en mi interior.

Me acerco al Eliseo para presentarle "mis respetos" al Príncipe y a todos esos petimetres que seguro que tiene a su alrededor.

- Si, será divertido. - me digo a mi mismo sonriendo mientras dirijo mis pasos al Eliseo.

El jefe de seguridad hizo una pausa algo larga hasta que volvió a hablar.

- Lo siento señor, yo no tengo un oído tan bueno como muchos de vosotros, asique no pude escuchar nada de la conversación. Del vástago congelado no pudimos ver nada, una descripción vaga, pero nada útil. Por otro lado la mujer pudimos verla mejor, tenía el pelo castaño, pálida, como la mayoría de los de vuestra especie, y aunque al principio no me di cuenta, después caí, se llama Anne O`connell, una famosa cantante, si busca sobre ella será fácil conseguir información.

Al entrar en el Local pudiste ver que era un sitio curioso, había una pista de baile, donde se encontraban los vástagos bailando, bueno, y lo que no es bailando, ya que los había que se alimentaban de los humanos que se encuentran en unas jaulas y son obligados a bailar y servir de alimento. También los había que se alimentan entre ellos, algo que podría ser útil para un vampiro como tú, el cual desde hace sesenta años aproximadamente no encuentra suficiente sustento con la sangre humana. Cuando te acercaste a la barra un camarero se te acerco.

- ¿Qué quieres tomar? No eres un cliente habitual, asique no sé qué debería servirte. Cuéntame que es lo que le apetece. – Mientras el camarero te preguntaba si querías algo, un hombre entro en el bar, un hombre que sin duda llamaba bastante la atención con su apariencia, sin duda no era alguien difícil de olvidar.

Tras un rato deambulando y buscando el Eliseo, pudiste descubrir tras unas pocas preguntas a algún otro vástago que te encontraste que lo que podía ser llamado Eliseo, era un bar llamado La Noche Es Nuestra, que podía hacer a la vez de Eliseo, ya que era un lugar donde los vampiros no podían usar sus poderes, y los combates estaban prohibidos, también era un lugar donde el príncipe iba muy a menudo. Al llegar al local entraste, viste que era un lugar curioso, los de tu especie estaban en una pista de baile, alimentándose de humanos, los cuales se encontraban en una jaula obligados a bailar y a servir de alimento, aunque también es cierto que varios se alimentaban entre ellos, algo útil para un ser como tú, el cual ya no encontraba suficiente sustento en la sangre de humano, aunque aun así tenías que ser disimulado, ya que siempre se podía ir de manos para alguien que se alimentaba de sangre de vampiros y no era aconsejable matar a ninguno, al menos no a simple vista.

Tras la intervención del camarero Brandon dice nada por el momento muchas gracias, un toque de educación se dejaba salir a través de su voz, estaba más interesado en la búsqueda de su Sire o del Príncipe para una presentación más formal ante este.

Dejo que el camarero pasará y mantuvo al recien llegado vastago bajo una discreta observación desde uno de los rincones del local, era sin duda un sujeto muy extraño y de una apariencia sumamente excéntrica, sin embargo no dejo que esto le perturbará, quien sabe que nuevos sujetos se adentrarían en el transcurrir de la noche al local.

El viaje fue rápido, en vez de ir a tu guarida os dirigisteis al parque donde residía Cesare, si no era la primera vez sería la segunda que estabas en ese lugar, ya que el vástago no dejaba entrar a nadie en sus tierras. Cesare te llevo al centro del parque, donde había una especie de garita, para algún guardia, entrasteis dentro, y ahí Cesare te ofreció un asiento.

- Deberías decirme todo lo que recuerdas, ya que actualmente estas en peligro querida y puede que te sentencien a una caza de sangre, debes esforzarte lo máximo posible por recordar.

Intentas ver cuantos vampiros se encuentran en el local, pero la zona de baile esta demasiado llena como para hacer un calculo, aparte de los camareros y los que se puedan encontrar por el local y no los hayas visto aun.