Partida Rol por web

Mire a los tres y sonrei, pues ahora estaba como en una ruleta rusa, y era comico, lo que me podia pasar se decidia en un rato, pues no dejaria que le pasara tampoco nada a Florentine...

Espere en silencio mientras no me preguntaran nada, pues aqui ya no podia opinar.

- Si, muy valiente, pero no olvidemos que Nesky y Valentín están muertos, creo que hay que cobrarle a alguien, y por muy guapa que sea creo que le ha tocado a la afortunada presente – Dijo el jefe con una sonrisa macabra.

- Sergey, llévala a la sala de torturas, entretente un rato como más te guste y cuando acabes no dejes ni rastro… - Dijo sin vacilar

- Andrey, creo que has simpatizado demasiado con ella, llévate una pala, encárgate del cadáver de Nesky y de Valentín que está en esa sala de torturas, bajo tierra y en cal viva, nada de tirar al río, eso es para aficionados

Vaya, le jefe para variar había sido contundente, a Sergey le encantaría encargarse de la nueva amiguita.

La sujetó fuerte por el brazo a la morena y le dedicó una sonrisa a Andrey – Vamos preciosa, no hagas esperar al dolor… - Soltó una risotada y comenzó a empujarla a la sala donde aún estaba el cuerpo de Valentín

Apesar de las palabras del jefe o se vio miedo en mi rostro pues hacia mucho que tenia claro que esto hiba a pasar, pero antes de salir di un tiron apartandome dle ruso que me sujeta y mire al jefe de forma directa - Muerta no ganas nada, sabes que el club es regentado tambien por los italianos, no preferirias que la puta mas cara del local trabajara para ti... te informara y ayudara a saber cosas de ellos... - Le digo con una sonrisa - Claramente el pago es mi vida y la de los del club, tu chico mato al guardaespaldas principal asi qeu creo que ya pago alguien por ello.

      Mi expresión ante la decisión del camarada fué impasible, nadie habria podido decir qué pasaba por mi cabeza, aunque en apariencia no me importaba lo más minimo... cosa que no tardé en recalcar encogiéndome de hombros y enfilando la puerta. Sin embargo, al escuchar las palabras de Arlen, una leve sonrisa iluminó mi rostro, aunque nadie llegó a verla pues, cuando volví a girarme, había recompuesto el gesto impasible.

Si me permite señalarlo, jefe, a la puta no le falta razón... hemos perdido a Valentín, y Sergey y yo somos los depredadores, los "brutos"... no servimos para el espionaje ni para pensar. Al menos esta zorra es lista... y me atrevería a decir que de fiar. Pero no seré yo quien se ofrezca a responder por ella... - repetí el gesto de encogerme de hombros y me giré hacia la puerta, añadiendo con tono de tedio y claramente irónico antes de salir - a pesar de mi costumbre de "simpatizar" con zorras.

Mire a mi ruso y sonrei de medio lado - Por cierto soy puta por razones personales no por necesidad, pues aparte de informacion puedo salvar el culo de muchos de tus chicos pues en realidad soy medico cirujana de echo - Mire Andrey y sonrei de medio lado pues las razones por las que habia llegado al club aun seguian ahi, algo que siempre me perseguiria y una de las pocas cosas que me atemorizaban, o la unica quizas.

El camarada comenzó a reírse a carcajadas - ¿Los italianos? Los italianos son historia, ya no existen, caput

Cuando se calmó su risa prosiguió hablando – pero me acabas de dar una idea - dijo sin dar a entender si se refería a lo de los contacto o a lo de que eras cirujana - ten en cuenta que me debes la vida, pero ahora hablaremos de los detalles…

Levantó la voz – Sergey, ayuda a Andrey a enterrar los fiambres, tengo que hablar con la puta a solas

- Pero… - Comenzó a decir Sergey y puso cara como si le hubiesen quitado un caramelito.

Pero era un tipo listo y sabía que mejor no cabrear al jefe, quizás ya llegaría su oportunidad más adelante.

- Como mande… - y salió del despacho hacia la sala “del matadero” a por el desangrado cuerpo de Valentín

Sonrei satisfecha ante la respuesta del jefe de los rusos y volvia a mirar Andrey de reojo, espere a que los dos hombres se fueran para saber que era lo que queria el ruso principal de mi.

Cuando lso hombres salieron mire al jefe de forma directa, clavando mis ojos azules en los suyos - Y bien ¿Que debo hacer a cambio de mi vida? Aunque realmente me importa mas la de los mios, siendo sinceros - Le dije con mi eterna claridad. Con aquel fuego que se podia ver en mis ojos, pues otra mujer ya estaria llorando y suplicando...

      Mientras cerraba la puerta, pude escuchar las risas del jefe... buena señal. Al ver salir a Sergey sin Arlen, me fijé en su expresión y sonreí.

¿Se te fastidió la diversión? Lo lamento, pero si lo piensas, es cierto que puede sernos útil... no te preocupes, esta noche buscaremos otra con la que divertirnos, después de beber a la salud de Valentín. ¿Te parece bien?

El jefe esperó a que los suyos se hubiesen ido – Bien, a partir de estos momentos tu vida me pertenece ¿Está claro? - Sabes que te puedo eliminar con facilidad y no dudaré en hacerlo si me traicionas.

- Quiero que vuelvas a tu vida normal, a tu trabajo, estarás tentada de pensar que no ocurrió esta conversación, pero no caigas en ese error, en algún momento, no se si pronto o tarde, te haré llegar una nota, para que te cargues a alguien, se que usando tus encantos no te resultará difícil, pero puede ser a cualquiera, a cualquiera – repitió

- ¿Alguna pregunta? – te miró a los ojos

Escuche sus palabras y hacia mucho que sabia que era mas lista que la media, y tenia muchas cosas claras en mi vida ase que simplemente engue con la cabeza - Ninguna pregunta, solo una condicion - Le dije sabiendo que no esperaria aquello - No matare a nadie del club, bajo ningun concepto, si tienes en mente que lo haga ya puedes pedirle a tus matones que vengan a follarme, torturarme y matarme en el orden que prefieran - Mi mirada no se separa de la suya - Quitando a esa gente las vidas del resto me son completamente indiferentes...

- ¡Maldita furcia! – dijo levantándose de forma airada y titando unos papeles al suelo de su escritorio - ¡Eres más dura para negociar que una piedra en el riñón!

Te miraba con severidad - No, no será nadie del club, ahora lárgate de aquí antes de que cambie de opinión y ojito, no me la juegues o será lo último que hagas, recuerda a quien pertenece tu vida – sabías que no era el tipo de hombre que perdonara una jugarreta y que simplemente caerle mal te borraba del mapa, de echo quizás le habías caído bien aunque mejor no abusar de esa posibilidad.

Sonrei sin poder evitarlo ante su actitud, y cuando me contesto lo que queria asenti satisfecha - Me encantaria irme jefe pero me trajeron con los ojos vendados y no se ni donde estoy ni tengo forma de volver.. - Le dije sin perder mi habitual sonrisa y dejando clara la palabra JEFE.

- Mmmm... He pensado algo, no por el echo de que me "perdones" la vida, si no por el bueno de Andrey, que aparte de encañonarme un par de veces cumplio su promesa de que si lo ayudaba intentaria interceder por mi vida. - Le explique mientras me acercaba a el e iba recogiendo los papeles que habia tirado y dejandoselos de nuevo sobre la mesa. - ¿Que es lo que mas deseas? Soy lista, muy lista y casi podria asegurar que tengo mas pelotas que muchos de tus chicos. No te ofrezco el echo de matar a alguien, si no de conseguir lo que mas desees para ti, y podria conseguir culaquier cosa, lo se. - mi mirada dejaba claro que no jugaba ni alardeaba, que podria hacer mucho mas d eloq ue ese hombre imaginaba.

Frunció los ojos sabiendo que tenías toda la razón del mundo y cambió de tema – Hay más, ya que has dicho lo de la cirugía, si alguno de los nuestros resulta herido, lo tendrás que atender de forma prioritaria ¿si?

Ahora parecía más calmado, le gustó que recogieras los papeles del suelo, demostraba sumisión.

Se quedó pensativo con lo que le dijiste, en la ciudad, el control absoluto para hacer sus negocios - No descartes lo de eliminar a alguien, no te vas a librar de eso, pero quizás hay una cosa… controlar al Alcalde, si controlamos al alcalde controlamos a la policía, supondría carta blanca para operar…

- No habra problema con lo de operar, ya lo tenia presente - Comente comenzando a unir los papeles y a darles toquecitos en la mesa para que se juntaran ordenadamente, mientras aun tenia mi trasero apoyado en esta.

- ¿El alcalde...? No sera problema, si me pidieras que manipulara a una mujer me costaria mas, peor un hombre caera facil... - le digo con una sonrisa mientras miro a la puerta - ¿Y hasta que alguno de tus chicos me saque de aqui necesitas algo mas? - Pregunte dejando los papeles sobre la mesa ya perfectamente colocados.

Te miró el silencio mientras arreglabas esos papeles, sin duda “los tenías bien puestos”

- Vale, pues manos a la obra y no, ahora llamo a uno de mis chicos – descolgó un teléfono negro de mesa y llamó a uno de los compinches, a un jovencito alto y flaco, el camarada le dio instrucciones para llevarte a donde quisieras de la ciudad.

EL chico no parecía muy hablador y no siquiera te dijo en nombre, te subió al asiento del copiloto y ye preguntó a donde te llevaba.

El primer sitio era el club, tenia que cambiarme, ver como estaban las cosas y dejar a Florentine tranquila. Tras ello me informaria por interner sobre nuestro querido alcalde, proximos actos publicos y puntos donde me pueda "chocar con el".

Pase todo el camino en silencio tambien pensando en mis estratejias.