Partida Rol por web

Una mañana cualquiera, un desayuno de siempre, la misma televisión de siempre, y en el mismo lugar de siempre. Aunque las cosas parecen cambiar después de cada trabajo, la vida parece seguir siendo la misma. Hoy te ha llamado "El Camarada", también conocido como el jefe. Es el que manda ahi.

Cuando entras a su despacho del segundo piso de la nave, ves que está sentado tras la mesa de madera oscura, con la lámpara que parece tene encendida todo el rato, fumando un puro de aparente buena calidad y leyendo el periódico del día. El olor es agradable, una mezcla entre tabaco y pino.

Buenos dias Valentín, toma asiento amigo mio.- Tras acceder a sentarte, el camarada deja de leer el diario y deja caer un poco de las cenizas de su puro en un cenicero.

Te mira fijamente de forma cordial. - Sigo tu trabajo desde hace tiempo. Hijo, tu tienes futuro dentro de este negocio, llegarás lejos. Mira, ahora voy a contribuir personalmente en ese futuro. Uno de los nuestros ha desaparecido, necesito que lo encuentres y lo traigas de nuevo. Se trata de Andrei Nesky- Andrei Nesky era uno de los trabajadores mas solicitados, especialmente para los trabajos fáciles, como recoger el dinero de los protectorados y recogida de información. - Ayer su compañero le vió ir hacia un puticlub cerca de aqui. Deberías empezar a echar un vistazo por ahi. Un trabajo fácil para colaborar con tus logros. Cuento contigo, supongo que nohabrá ningún problema, ¿verdad? - Dice amigablemente.

En la salita de estar del piso inferior de la nave, que es vuestra base, tu y tu compañero Sergey hablaís de vuestros romances con las muchachas de la ciudad. Sergei te cuenta una de sus historietas que tiene para todo.

Pues aparqué el coche detrás, y ella apareció enseguida. Joder, que pivón, sus tetas podían servir de globos aeroestáticos si estuvieran llenos de aire. Joder, cuando camiaba parecían que quisieran escapar de esa camiseta de tirantes. Bueno, unas tetas preciosas. Luego me fijé, ojos verdes y rubia, su minifalda era especataular. El caso, la invito a entrar, y en mitad de la barra me enseña que no tiene ropa interior. Eso ya fué la bomba, terminamos la ronda y me la llevé al coche, menudo polvazo, ojalá todos los polvos fueran así. Como esperaba sus tetas eran perfectas para hacer su trabajo. No, no era una puta de esas, pero podría pasar como una de lujo. Luego, cuando terminamos salimos del coche, ella desnuda y yo en calzoncillos, nos fumamos unos cigarrillos, me estuvo contando que es bailarina de una discoteca, ¡que fuera cuando quisiera y que lo haría con mas ganas! ¡¿Te lo puedes creer?! ¡Y gratis! Eso no se ve todas las noches. Tendré que volver a follarmela del todo. - Ensimismado en contarte la historia, descansa y te mira sonriente. - ¿Y tu, no has tenido ningun encuentro así estos dias?

*Para el master :P*

Wola, si te parece que no lleguen muy pronto al club así que le de tiempo a Arlen a ver si va a esconder el cadaver o que quiere hacer ^^

        Mientras Sergey habla emocionado, me dedico a disfrutar de mi cigarrillo, un Marlboro... Si hay algo que realmente merezca la pena en este país es su tabaco... No se hace tabaco así en Rusia. Cuando Sergey termina, le miro con una media sonrisa... parece mentira que aún no me conozca cuando me pregunta algo así.

       Joder Sergey... parece mentira que aún no me conozcas, esas putas americanas solo sirven para sacarles información o una bonita enfermedad... No quiero tener nada que ver con ellas a no ser que sea estríctamente necesario... - Una nueva calada al cigarrillo anticipa una sádica sonrisa al recordar el último encuentro que tuve hace un par de días - Sin embargo, ya que quieres saberlo... Hace poco tuve un encuentro con una preciosa mujer de nuestra patria... La pobre ilusa pensó que iba a conseguir cazarme o algo, alabando a Lenin y contándome patrañas sobre su rica familia con influencias... Creo que pretendía que "le hiciese el amor" y quizá incluso pretendía entablar algun tipo de relación amorosa... Si no se le quitó esa idea cuando la obligué a ponerse de espaldas para disfrutar de su precioso culo, sin duda se le quitó cuando le tiré unos billetes antes de dejarla tirada en la cama sollozando...

        Lo cierto es que la pobre mujer me había dado lastima, pero en ningún momento le había prometido nada, y no llegué a forzarla... ella se dejó voluntariamente, pero eso no me había conmovido, no era la primera vez que una zorra intentaba que le jurase amor eterno... y probablemente no sería la última.

Sergey rió. - Mira que eres bruto. Jajajaja. - Acto seguido se levanta y va hacia una pequeña neverita que hay en la estancia. -Voy a por un poco de jugo. ¿Quieres un poco? - Abre la nevera y saca una cerveza.

Hay veces en que esas zorras se lo buscan, entonces es hora de recordarles lo zorras que son. Y luego se van llorando a algún rincón tachándote de malvado. No emciendas un fuego que no sabes si vas a apagar. Una vez, una chica me calentó, y luego intentó dejarme ahi tirado. La agarré del brazo y le dije seriemamente. "Si la subes, la bajas". No sabes como gritaba la condenada, tuve que meterle su cinturón que usaba como falda en la boca para que me dejara follármela tranquilamente. En serio, hay veces en que no saben comportarse.

Luego acordándose de lo que tenía entre manos. - Bueno, ¿quieres esa cerveza o no?

       Comparto las risas de Sergey, y afirmo con un gruñido al ofrecimiento de cerveza. Ésta segunda anécdota me resulta bastante más... divertida, más tipica de los viejos tiempos, cuando un soldado podía hacer lo que quisiera... Rio con ganas antes de contestar a su invitación mas claramente que con un gruñido:

Por supuesto que si, trae una para acá... - Apago el cigarrillo en el cenicero medio lleno para sacar otro inmediatamente, y un segundo que tiendo a mi compañero - Y cambiando de tema... ¿Vamos a hacer algo productivo? Porque si no, quizá podríamos salir esta noche los dos juntos, me han hablado de un local donde sirven el vozka como es debido, enfriado en botella y acompañado de unos exquisitos zakuski...

Deivid, puedes darle caña a los rusos (a ritmo normal), ya tengo claro lo del cadaver ruso que murió de un infarto ^^

Sergey te mira sonriente. - Eso sería lo ideal. Esperemos que no nos hagan trabajar mucho... - Dice con un suspiro tras es frase.

Ahora mismo el jefe está hablando con "el camarada". Se ve que le está encargando algo. Y tendrémos que ponernos a recoger la basura de la calle. - Sonríe y le da un trago a la cerveza.

     Asique "El Camarada", ¿eh?... - Miro a Sergey con una sonrisa que no oculta cierta emoción - Bien, puede que nos venga bien salir a "recoger la basura" antes de irnos de juerga...

    Doy un largo trago a la cerveza mientras observo a Sergey, y espero a que lleguen noticias del jefe o a que Sergey se decida a añadir algo más.

Miro al Camarada con aire serio y centrado, sabia la fama que tenia de conservar costumbres del país del que nos fuimos hace años. Pero ello no le impidió imponerse entre los nuestros en el negocio. Además tenia mas experiencia, apreciaba que se había fijado en mi, algo que tardo en hacer la verdad. Pero ahora estaba ahi y me encargaba algo personalmente.

De acuerdo – mire la hora del reloj – supongo que aun no están abiertos. Ire solo o tengo que ir con alguien? – preguntaba por los detalles del encargo. Simplemente encontrar a alguen, parecía fácil al principio, pero la vida me enseño que era de las misiones mas complicadas siempre. Por que se torcían las cosas o alguien quería que no le encontrasen. O otros… se encargaban que de que no le encontrásemos.

El camarada te mira y sonría. - Jejeje, llévate a tu equipo, a Andrey y Sergey. Están esperandote en la sala de estar.  Toma, la direccion del puticlub.- Te lo dá con una sonrisa, como imaginandose un disfrute con alguna de las chicas. - Ya puedes marcharte compañero. Buena suerte. Jejejeje. Aunque creo que no la necesitarás, sois buenos.

Entendido - dije saliendo de la sala y dirigiéndome a recoger a mis subordinados. Teníamos que hacer el trabajo rápido y sin mancharnos demasiado. Cuando entre en la sala de estar les dije que vinieran rápido, y que teníamos asuntos pendientes. Salimos a la calle y me senté atrás en el coche dejando a mis compañeros delante. Siempre me sentía mas seguro atrás, la verdad. Se podía esconder mejor uno de un tiroteo, o en caso de golpe te llevabas menos daños.

Valentín sale de la reunión con “el camarada”, su rostro es pensativo pero no muy preocupado, debe de ser algo sencillo el trabajito que le ha pedido, busca con la mirada a sus compañeros y no tarda en dar con ellos.

Andrey y Sergey charlan despreocupadamente a unos metros, el ambiente es distendido, están de pié tomando unas cervezas casi en la misma puerta del almacén pero aún dentro, estaban esperando a que saliese Valentín para ver que había que hacer.

Tras un rato de conversación por fin aparece el jefe, y por su expresión deduzco que, por desgracia, hoy tampoco recuperaré las emociones de los viejos tiempos. Encendiendome un nuevo cigarrillo, me aparto de la pared en la que me habia apoyado y me dirijo a Valentín:

¿Qué hay jefe? - Le tiendo el paquete por si quiere coger un cigarrillo - ¿Vamos a tener algo de emoción o será la monotonía habitual?

Sergey se levantó como si tuviera un resorte en su asiento. - Hola jefe, ¿tendremos fiesta hoy o nos tocará irnos a casa? - Su sonrisa no podía disimularse tras su cerveza al darle un trgo mas.