Partida Rol por web

Dos policías investigan la escena del crimen, al final de la playa y el comienzo del puerto, mas al sur.

elo ahi, un perfect xD

edit: no me acordaba, que si se sacaba el 10 se tiraba otro dado :P y el total es 30 :P

Alrededor del cadaver ves muchas pisadas, posiblemente de la gente que se baña por el día. Pero parece que hay un pequeño trecho que no tiene huellas, como si hubieran barrido las huellas. El "camino" va desde el lugar del cadáver hasta el agua del mar. Posiblemente alguien fué por al parte del agua, borrando sus huellas.

Ves un montón de pisadas en la arena alrededor del cuerpo y por toda la playa. Nada fuera de lo normal. Posiblemente mataron a la víctima en otro punto de la playa. Sin embargo, el cadáver se encontró a unos metros del agua.

Bill, aqui.- Dice señalando un trozo en la arena- Parece que han borrado un sendero por aqui, y termina (o empieza) en el lugar donde encontraron el cadaver
Examino mejor el sendero creado por las huellas borradas, teniendo cuidado en mirar a ver si hay algo sospechoso en sus alrededores, que se le halla podido caer al que borrase el rastro.

Cortando la tensión del momento, por vuestras radios hace eco de una señal de alarma. - A todas las unidades cerca del puerto, a todas las unidades cerca del puerto, se han escuchado disparos en un bloque de edificios de la zona, repito, se han escuchado disparos. Presentense inmediatamente e informen. Corto.

Al escuchar el mensaje de radio y ver la reaccion de Bill, Se aligera en direccion al coche. En cuanto Bill termina de instigar al guardia, y entra en el coche, acelera para llegar rapidamente al lugar
-Pon el pirulo, Bill, haz el favor. Nos facilitará el viaje.

Se centra en lo que esta haciendo, dejando de lado el caso, mientras se dispone a ocuparse de algo mas urgente y que puede tener solucion. Lo de Johanna no tiene solucion, salvo encontrar al asesino o asesinos, pero se podria evitar victimas interviniendo en el tiroteo.

Y mas victimas no es lo que queremos.

Llegáis al bloque de edificios, ya os habían facilitado los datos del denunciante, el edificio, escalera y número de puerta. Era un edificio situado muy cerca del paseo marítimo, que discurría por detrás de éste tras otra manzana. La gente se arremolinaba alrededor de vosotros, guardando las distancias. La curiosidad era mayor que sus asuntos...

Se escuchan las sirenas de la policía, realmente demasiado rápido de lo que te esperabas.

Maldita pasma, cuanto mas inoportuno es, mas rapido son en llegar.

A pesar de estar bastante seguro de que no tenia nada incriminatorio, cuanto menos viesen los polis mejor. Mientras llegaban, Stephen decididio cerrar todas las puertas de la casa, dejando solo abiertas las que llevaban directamente del recibir a la escena del crimen, la cocina. Si daba tiempo incluso saldria a recibirlos a la puerta.

No contaba con ello, pero habia una muy leve posibilidad de que pudiera convencerlos de contar la historia sin que tuviesen que estar cotilleando por su casa.

Aparca el coche y baja de el, cerrando la puerta tras si. Comprueba la municion de su pistola, y se dirije a la parte trasera del coche, de donde saca un chaleco antibalas* y se lo coloca. Ajusta su pistolera para que no le resulta incomodo el coger su arma debido al chaleco, y mientras hace esto habla a Bill- Bill, ponte el tuyo, no vaya a ser mala suerte y recibamos un tiro Tras esto le lanzo el chaleco sobrante, esperando a que este atento para cogerlo.

Tras esto me dirijo a los mirones- Largo de aqui, esto es asunto de la policia, no hay nada que ver- Con actitud autoritaria y dura, haciendoles señales para que se larguen.

Atento a lo que ocurre coge en el aire el chaleco que le lanza su compañero y comienza a ponérselo.

No comenta nada, pero aprueba totalmente lo que McLeon hace con los mirones. Después de todo, puede que no fuese tan blando como le había parecido.

-   Vamos a por esos cabrones.- Gruñe con satisfacción, mientras coge la escopeta y la carga en un claro gesto de lo que va a venir luego.

Cierras las puertas tal y como indicas, escuchas como una coche patrulla se detiene justo debajo de la puerta del edificio, no tienes visión directa, pero apagan la escandalosa la sirena y se ve el reflejo de sus luces azules que siguen en marcha, pronto estarán aquí.

Ambos os preparáis con los chalecos y Bill agarra la escopeta, un arma que da mucha confianza.

La multitud se aparta ante los gestos claros y serios los agentes, una anciana desde el portal de enfrente señala a un edificio, aproximadamente a la tercera planta.

Ahora mismo no se escucha nada, no se ve la menor actividad, un vecino de la primera planta se asoma en albornoz al balcón y mira hacia arriba.

En el coche también tenéis el megáfono para hablar a distancia, la puerta es la normal de un edificio residencial, metálico y la botonera de timbres al lado.

Deja el arma junto a la pequeña mesita del recibidor de la casa, desde luego lo ultimo que quiere es recibir un disparo de unos polis asustados.

Seguidamente abre la puerta con prisas como si saliese ya al encuentro de los agentes, lo que de hecho hace.

Un hombre de aspecto anodino abre la puerta del edificio y hace señas a los policías como si quisiera hablar con ellos, va desarmado y se acerca a ellos, pero se nota que no quiere que le disparen.