Partida Rol por web

El mercenario estaba dolido, su cuerpo vibraba, se entumecía, pero el deforme estaba también herido. Aquel titán estaba cortado.

Dax aprovechó la oportunidad. Vio que la bestia estaba cerca de un pincho para carne, solo necesitaba un empujón y quedaría allí, como sus victimas.

Dax cargó, era intimidante ver ha aquel tipo gritando mientras se lanzaba hacia el mutante, cual bárbaro. Dax apretó el puño con rabia, hasta que los nudillos se le quedaron blancos e impactó un puñetazo contra la nariz del ser, para luego pegarle una patada en el pecho y desplazarlo.

Dax aprovecha el momento de debilidad del deforme para asestarle el golpe de gracia.

A cámara lenta, mientras Dax suelta toda su furia.. se ve como el puño se hunde en la cara del canibal y su cara se deforma más aún, se ve como de su boca sale sangre, e incluso algún diente tambien sale disparado.

Dax se coloca de nuevo, apoya bien la pierna, y con una patada lo estampa contra la pared. El ser no responde, el impulso de la patada le hace retroceder varios pasos hasta caer.. pero antes de eso, se ve como un pincho de carne que estaba contra la pared, atraviesa la cabeza del canibal. Este abre los ojos de par en par y por la inercia del golpe, se cae al suelo, pero no llega a tocar el suelo del todo.. se queda medio colgando del pincho. Su cuerpo se convulsiona y sale bastante sangre, se ve que está peleando..pero al poco tiempo se rinde y el cuerpo se queda colgado, inerte.. Lo ha matado.

Cerca hay un interruptor, Dax le da y se enciende la luz, encontrandose una escena dantesca.

El canibal que queda fuera intenta moverse, pero le resulta imposible.. lo que va a conseguir es caer al suelo.

Dax miró un instante el cadaver del mutante. Tosió y se pasó las manos por el vientre. Estaba destrozado, aquella bestia tenía una fuerza increible.

El mercenario se acercó a un interruptor y se quedó paralizado al ver la dantezca escena. Había visto muchas cosas en su vida de mercenario y había visto escenas de canibalismo, pero aquella despensa de carne humana le revolvió las tripas. Respiró hondo para no vomitar y ladeó la cara y miró al invalido. Vio un pincho para carne en la mesa y lo cogió.

Dax salio fuera, como un toro embravecido, lleno de sangre y casi desnudo. Colocó su pie descalzo sobre la espalda del ser, para que no se moviera.

-Te he estado mirando. Me ha costado, pero lo he hecho. Por como tratas al resto...eres el cabecilla ¿no?.

Inquirió, colocando el filo de su machete en su hinchado cuello.

-Solo abre esta asquerosa boca cuando yo lo diga ¿está claro? una palabra de más, y pasarás a la historia.

Colocó el filo del machete en su barbilla.

-¿Estás solo?

Inquirió mirando hacia arriba.

-¿Volverán para traer a los demás?

Una vez deja atrás la primera cabaña se da cuenta de que la pareja oriental estaba mucho más cerca de lo que pensó en un principio. No hubiera creído que les die3ra alcance tan rápidamente, lo cual fue una sobresa agradable. Se aproximó hacia ellos agitando la mano hacia delante, pidiendo que lo esperasen. Sería mejor no alzar la voz por si había oídos indiscretos... y caníbales.

-Que alegría dar con otros supervivientes... -masculló jadeante al llegar hasta ellos- ¿han visto por casualidad a otro grupo en una de las cabañas de allí atrás?

Normand señaló con el pulgar por encima del hombro.

Mira a Normand desde donde está... parece un estirado de esos, pero le sorprende que no se sacuda el polvo de la ropa nada mas levantarse... parece que tiene un poco de sentido común...

-Si no nos ponemos en marcha ya, los caníbales nos atraparán y esta vez no habrá oportunidad de escapar...

Observa a su alrededor para captar más movimientos de sus captores y para ver si el terreno está despejado para continuar la marcha...

Luego mira a Normand.

-Si pretendes venir con nosotros ten claro que solo habrá un ritmo... procura seguirlo, sin hacer ruido... 

Miró un tanto sorprendido a la mujer. Ya había escuchado hablar antes, en contadas ocasiones, al asiático, pero no esperaba que ella también hablase su idioma. Pese a todo prefirió ahorrarse el comentario.

Asintió levemente a la determinante advertencia, no planeaba quedarse atrás, arriesgándose a ser otra víctima de lo que fuera que habitase ese pueblo del diablo...

Sus ojos se movían rápidos y nerviosos de un lado a otro, no conseguía ver que era lo que estaba pasando ahí dentro y eso le asustaba porque no era capaz de moverse ni de defenderse.. por eso estaba encerrado en esa casa, desde allí lo controlaba todo.

Estaba tan nervioso, que la manta se calló al suelo y al intentar moverse, terminó cayendo él tambien al suelo. Se dió de bruces contra este. Desde ese lugar, veía como se acercaba a él y sintió su pie en su espalda. El ser se quejó de dolor, le dolía lo que le hacia.

- No.. no diré nada!!!

Dax hizo que el mutante viera su propio reflejo entre oxido y restos de sangre en el machete.

-Es un buen cuchillo. Posiblemente tus putillas con esa cara tan fea hayan usado este arma más de una vez para hacerte la cena, gordo asqueroso.

El mercenario clavó el arma en la madera del suelo.

-Es madera, podrida, pero madera, me he cargado a un hijo de puta muy feo ahi detrás con esto. Tu, bueno...tu pareces más frágil que él, serías como mantequilla. Joder, me estoy empalmando con solo pensar en huntar el suelo con tus tripas.

Exageró para intimidarlo, era lo que solían hacer en la compañía, y Dax había aprendido muy bien.

-Si no me vas a decir nada, me voy a pegar el gusto...

Dax aferró sus dedos al machete y lo levantó, para intimidarlo más.

El ser se vió reflejado en ese cuchillo y las palabras de aquel tipo lo acojonaron más de lo que lo estaba, si es que en el fondo era un auténtico cobarde.

- Está bien, está bien!!!

Protestó casi temblando, ya se imaginaba como el machete atrevesaría su piel con toda la facilidad.

- Yo soy el cabecilla.. somos un total de 5.. Esto es la sala donde despedazamos, el almacén de carne.. Cuando consigan atrapar a tus amigos, vendrán aquí y a por tí.. no saldrás vivo de aqui..

Dijo mirándole de reojo.

Dax sonrió complacido.

-Cuento con ello.

El mercenario cogió de la nuca, ese pellejo de carne forunculosa que le salía de detrás y por el brazo. Lo alzó y lo apoyó en la pared, cogió el machete y clavó lentamente el filo en el cuerpo del ser, se tomó su tiempo, que le doliera.

Atraveso su costado, pero asegurándose de que no iba a morir. No inmediatamente. Clavó el filo en la pared, casi hasta el mango.

Luego lo miró.

-No te voy a matar ahora, como pago. Pero te voy a dejar clavado...

Se echó a reir y le dio unos bofetones en la mejilla.

-Joder que feo eres. Esperame aqui.

Dax sacó todo su lado despresiable y se acercó despacio a la puerta. La cerró y usando el perchero, trabó la puerta. Volvió sobre sus pasos, volviendo a pasar delante del ser, sin mirarlo. Volvió hacia la ventana por donde había entrado y la abrió, metió la mano y cogió la escopeta, entrándola, luego cerró la ventana.

De nuevo, cinico, volvió a pasar delante de la criatura y siguió de largo, con la escopeta apoyada en el hombro.

Subió al piso de arriba y se aseguró de que no había nadie. Luego, pasó al baño y dejó la escopeta al lado de la ducha.

El mutante podía oir desde abajo, como, con sangre fría, el asesino se daba una ducha en su propia casa.

El agua le caía tonificante por el cuerpo, aunque con radiación, pero ¿qué no tenía?.

Salió desnudo de la ducha, goteando, limpio.

Pasó hasta una sala donde había muchos maniquís. Suponía que era ropa de los muertos. Cogió una camisa, unos pantalones, un abrigo largo y abrigado, aunque viejo, y también unas botas. Por último cogió los guantes de uno de los maniquís.

Se vistió despacio, como si estuviera en su casa, poco a poco, empezando por la ropa interior, luego los pantalones, la camisa, las botas, atándoselas con cuidado, y por último los guantes.

Cogió la escopeta y volvió abajo.

-¿Me echaste de menos?

Dijo, con crueldad. Luego registró la habitación y puso un poco de aquella vieja musica, mientras se dejaba caer en el asiento del salón, encarando al ser, con la escopeta en las rodillas.

-Mis compañeros me dan igual ¿sabes? Solo me interesa una muchacha rubia, que va con ellos. ¿Está viva? Más te vale que lo esté.

Inquirió y luego amenazó. Su plan era el siguiente: usar al jefe de cebo, y tender una emboscada a los otros. Había dicho 5. Uno estaba trinchado. El jefe estaba en la pared, trinchado también, contó al del hacha y también al que chilló. Faltaba uno.

-¿Todos son como tu? que familia tan mona.

Era un peso muerto, la cabeza atravesada hasta quedar clavada en la pared, al igual que uno de sus costados. Si no hubiera sido porque tenia casi todo el tronco en el suelo, la cabeza se habría desgarrado con el cuchillo al tener que soportar todo el peso.

Se quejó, chilló de dolor cuando lo estaba atravesando.. la sangre corria por su cabeza y un charco comenzaba a formarse en el suelo, inclusó salió despedida manchando las fotos familiares que había cerca. En el costado le pasó más de lo mismo, se quejaba sin parar, pero no se movía.. no podía moverse y si lo hacía lo que conseguiría era que le destrozara más cualquier parte de su cuerpo.

Cuando le dió los bofetones, eso le hizo cabrear más.

- Ya verás cuando te pillen!!! Te van a destrozar!! Desgraciado!!!

Gritaba sin parar hasta que comenzó a escuchar el agua, eso es que no estaba en la sala, sino en la planta de arriba.

Deseaba que llegara su familia alli, que le sacaran.. pero eso no ocurria, todo seguía igual y él, iba perdiendo fuerzas poco a poco. El dolor desapareció, sobretodo el de su costado, como si ya no sintiera nada. Pero el tipo volvió a bajar las escaleras y escuchó su plan.

- No vas a poder llevartela.. le hemos destrozado las piernas, no podrá caminar más.. - decía entre jadeos - Y cuando ellos te pillen.. te van a deshollar vivo.. vas a gritar como un cerdo.. te lo aseguro.. vas a gritar como un cerdo.. - repetía.

Dax se mesió en el viejo sillón, mirando al mutante.  Le cambió el gesto al oir lo que le había hecho y luego sonrió, para no mostrar lo que pensaba.

-Yo me cargué a esa cosa, tu amigo, tu hijo, tu lacayo, lo que sea. Lo rajé como a una caballa y lo dejé colgado, iba a enseñartelo, pero, sería dar un "mal paso" así que creo que estamos en paz.

Dijo, sarcástico, refiriendose a que no podía caminar. Dax se echó a reir y se acomodó en la silla.

-Ah mira, te traje un regalo.

Dax metió la mano en el bolsillo y sacó el garfio para carne.

-Lo usaré contigo.

Le dijo.

-A los otros bueno. Tal vez le destroce la cara de culo que tiene el colega alto, el del hacha. A los otros no los he visto. Aun. Pero seguro que son igual de guapos.

Luego volvió a mirar el garfio y con la voz ronca, mirándolo de reojo empezó a hablar:

-...¿si te rajo vendrían a ti? ¿si te hago gritar? ¿te necesitan tanto..?

Acarició el filo del arma con dos dedos.

Las palabras del hombre le enfurecían, pero las fuerzas le iban disminuyendo y no podía hablar tanto como quería. Si pudiera moverse, le destrozaría, maldecía una y otra vez su problema, el por qué estaba asi.

- No les hagas daño.. ellos te destrozaran a ti.. ya.. ya lo verás.. - ya no gritaba porque casi no tenía fuezas

Abrió los ojos de par en par cuando le dijo que si él gritaba, el resto acudiría.

- No lo hagas.. no.. no.. no lo harán.. les doy igual..

Por un lado estaba acojonado, por otro quería proteger a los demás aunque él más débil era él.

Dax sonrió de forma afilada mirando al ser. Lo había conseguido. Sabía el punto flaco.

-Voy a hacer un pequeño experimento.

El mercenario empezó a registrar la sala en busca de algo útil. Pero no vio nada interesante. Luego subió al piso de arriba y bajó con una manta. Se sentó en la escalera, y con el arma empezó a deshilarla.

Ató un extremo a la barandilla de la escalera y otro lo ató, tenso, en el pomo de la puerta. Hizo algunas pruebas, quitando la percha que la atrapaba. La idea era sencilla. Cuando la puerta se abriera, la cuerda improvisaba caía sobre la frente del mutante. ¿Qué para qué servía? para nada. Así para nada. Pero todo iba a cambiar cuando atara al hilo que caía sobre la cabeza del mutante aquel garfio, entonces se iba a convertir en una trampa.