Partida Rol por web

En habiendo dejado las riendas del ducado a tus consejeros personales (así como tu primo, Su Majestad don Pedro I, te envió alguno de sus contables para una mayor seguridad durante tu ausencia), pasó un mes y medio (casi los dos) de vuestra salida de Torrenegro. Et que decimos "vuestra", puesto que a Gabriel Soto de Queiroga, noble y Grande, amante y duque, le acompañaba aquel chiquillo de diecisiete, natural de Tui, que bien presto para cualquier acción entrábase: el joven Xacome. Andábase muy contento, puesto que su amo habíale regalado una montura. Y esque, pese a joven, no era torpe en lo de cabalgar (no es que fuera jinete experimentado, pero hacía sus pinitos intramuros del castillo).

Et ahora que habíais salido, hacía dos días, de Cidones, al sur del río Duero, ya muy cerca de Soria. Frente a sí teníais un pequeño conjunto montañoso, no muy alto, por cierto, aunque eso sí: bonito y poco poblado (con lo que las vistas deberían ser geniales desde arriba). Claro que la noche llegó, y Xacome de Tui andábase algo intranquilo, según le vísteis en su rostro.

Señor Gabriel... -te dijo Xacome-: paréceme a mi que nos hemos extraviado... ¡perdidos! Me ha de perdonar, que bien me explicaron el camino mas, con esta niebla, es imposible seguir a derechas. Perdidos del todo, diría yo...

 - No perdamos la calma, será cuestión de hallar un refugio donde pasar la noche y seguir por la mañana, joven... - Respondí, de manera tranquilizadora.

De acuerdo, mi señor Gabriel -respondio Xacome-; avancemos un poco más para buscar algun refugio, o aunque sean unos peñascos inclinados para acampar...

Et así que tuvísteis que hacer, pues era noche cerrada ya y el único signo de cercanía que percibísteis fue horas antes, a media tarde, y no era asino el toque de companas procedentes de Soria. Sin embargo, en esos momentos, nada de nada. En éstas que visteis un par de árboles en la falda de un monte, copas anchas, cercanas al suelo y abundantes en su altura: un lugar bastante bueno donde resguardarse de manera improvisada.

¿Qué le parece allí, mi señor? -relamente no había mucho donde elegir, más bien nada-.

 - Si, me parece una opción razonable... - Respondí a mi criado, asintiendo con la cabeza. Tampoco es que tuviéramos donde elegir.

Era ya cerca de la medianoche, cuando, alertado por la cara de Xacome, oíste muy cercana una campana que tocaba a difunto, ¡por éstos lares! Cuando la niebla cesó un poco (que no del todo), os dísteis de un estrecho camino que ascendía al monte cercano serpenteando hacia su cumbre y rodeado por un bosque de corte silencioso, oscuro y frío. El tañir de campana parecía proceder desde dicha cumbre, en ese monte.

El único sonido audible aparte de la campana eran aullidos en alguna parte, como de los lobos. La montura y la de Xacome se mostraban nerviosos.

se...Señor Ga... Gabriel... -Xacome tartamudeaba-. Te... ¡tengo miedo!

 - Tranquilo, no permitiré que te pase nada... - Le dije en tono tranquilizador, mientras trataba de ubicar el sonido de las campanas...

Fue entonces que, sin que el joven Xacome oyera nada ni tu tampoco, una manada de lobos (concretamente 4) os asaltó por detrás*, la cual habíase acercado a vosotros con gran acecho, probablemente mientra mirábais la montura o escuchábais esa campana procedente de lo alto del monte. ¡Y qué enormes fauces tenían los condenados! ¡Y sus uñas! ¡Y su furia! ¡E que cómo rugían!

INICIATIVAS:
Lobo 1: 25
Lobo 2: 21
Lobo 3: 21
Lobo 4: 21
Gabriel: 21
Xacome: 15

 Le dije a mi criado:

 - ¡Ponte detrás de mí, cúbreme las espaldas!.

 En realidad lo que quería era protegerle de los lobos y que no le pasase nada. A continuación ataqué al mas cercano...

El resto de Lobos te atacan a ti y a Xacome (1 y 2 a tí y 3 y 4 a Xacome). Todos usan "mordisco

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Fue entonces cuando la manada, que giraba sobre vosotros dos (colocados espalda contra espalda), saltó sobre vosotros: dos contra el joven de Tui y dos contra tí. Sus dientes centelleaban aun siendo de noche, y hasta podíais notar su terrible hálito salivoso...

Mientras tanto, Xacome aguardaba preparado, Daga en mano, haciéndose de vientre como joven que era, mas seguro de estar con el señor de Torrenegra en aquel lugar... Cuando vio que los dos lobos que echábansele a él encima pifiaron en su intento, se giró e intentó parar el mordisco de los que a tí te venían... Aquel muchacho teníate mucho aprecio.

Resumen turno 1:

En tanto que el joven Xacome andaba preparado, el primer lobo que atacaba (1) que debía ser el líder de la manada, se abalanzó sobre el duque de Torrenegra, et que ni el de Tui pudo hacer nada por evitar que éste le dentelleara la cota de placas de Gabriel, y hacíalo con ferocidad y firmeza:

Daño: 9 (-6 por cota de placas): 3 puntos de daño.

Acto seguido, el segundo lupus en discordia fuóse contra Gabriel también, pero el de Tui hizo buena gala de maestría con su daga (pese a su corta edad y larga inocencia) et que consiguio que con la hoja de ésta los dientes del can castañetearan contra el metal, evitando el embiste. Igual pasó con los otros dos lobos, que nada pudieraon hacer por atacar a Xacome.

Claro que, el de Torrenegra quiso venganza, y con su espada y aguantando el peso de su armadura dio tal tajazo al lobo en los cuartos delanteros que lo quedó seco...:

Daño: 11 (x 1.5 por Carga) (sin protección): 16 puntos de daño.

Y tan grande fue el tremendo tajazo que al momento el cuerpo del animal quedó separado bajo su cuello, y patas delanteras y cabeza quedaron sueltas de su cuerpo... Et que los humores y vísceras de éste quedársonse desparramadas por el suelo del campo y en la mesma armadura del duque.