Partida Rol por web

Historias Secretas: Trovas de amor a un jirón de carne

El Regreso a casa

Cargando editor
27/07/2015, 18:22
Rodrigo de la Sierra

Todavia no podia creerme lo que me estaba pasando, una parte de mi me decia que estaba soñando, que todo era una fantasia. Pero otra ojeada a las afiladas garras de la criatura me puso en guardia. Vi en sus ojos que se disponia a atacarme, asique la intento esquivar, despues le tiro arena del suelo de la caverna, con la esperanza de dejarla ciega o desorientada.

Notas de juego

Tiro para esquivar y por treta.

Cargando editor
27/07/2015, 18:42
La Loca

Aquella mujer estaba, ciertamente... loca. Et que tales de sus actos hacían gala a su apodo, ya que se lanzó contra tí y no tuviste tiempo de desprenderte de ella. Sus garras no consiguió aliviarlas en tu carne, empero que que mordió cerca de los riñones, casi por la espalda, et sentiste los suyos dientes atravesando la tuya carne... Un terrible crujido hizo deshacerte de dolor por el suelo*...

Daño: 8 (-2 por Gambesón): 6 puntos de daño.

Tras ello, que vos pusísteis de pie como pudiérais, et que teintentaste lanzarle tierra a los ojos; empero que en la cueva había poca et que no tuviste puntería alguna en tal momento.

- Tiradas (9)

Notas de juego

La Loca te ataca dos veces, una con garras y otra con mordisco.

*: Te han quitado la mitad de PV de un sólo ataque. Ello acarrea una tirada de secuelas. La secuela es:  Pelvis Fracturada: El golpe destroza varios huesos de la pelvis y la cadera. Reduce en 2 puntos la Fuerza y la Agilidad del personaje, que adquiere además la vergüenza Defecto Físico (Cojo).

Réstate pues 2 PV en FUE y en AGI

_______________________________________________________

Siguiente turno: del mismo modo, ella gana la iniciaitiva. Asique declaras primero dos acciones ;)

Cargando editor
27/07/2015, 20:25
Rodrigo de la Sierra

Me puse a temblar, notaba la sangre resvalando por mi pierna y sentia un agudo dolor en la espalda. Aquella bestia de otro mundo me seguia observando y yo solo tenia una daga para defenderme.

-Joan! Despierta, hermano! Ayudame! -Intento llamar la atencion de Joan.

Casi a la desesperada intento atacar a la mujer con la daga en el mejor momento posible, justo despues de haber esquivado el ataque de sus garras, intentando ponerme detras de ella.

Cargando editor
28/07/2015, 00:41
Director

Notas de juego

Una cosa: es harto difícil (por no decir imposible) ponerte detrás de ella. Ella sobre sale del interior de la cueva, y no va a dejar que te pongas así como así a su espalda ;)

Cargando editor
28/07/2015, 11:02
Rodrigo de la Sierra

Notas de juego

Voy a ser su cena :(

Bueno, pues intento esquivar, y le ataco por delante

No puedo hacer nada como tirar una piedra al techo para que se derrumbe y cosas asi no? xDDDD

Cargando editor
28/07/2015, 17:39
Director

La mala dentellada hizo que sacaras la daga que de tantos apuros habíate salvado. Empero que la mujer, entonces lanzóse contra tu cuello, y sentíste pues su mordedura entre tu cuello y sobre tu oreja, que así o más tanto abarcaba su bocado. Luego apretó sus dientes y tiro... ¡tiró con fuerza! ¡un reguero de sangre inundó la oscura sala de piedra!

Daño: 10 (x2 en cabeza) (-1 por gorro de cuero): 19 pv.

(Tu personaje queda a -15, superando ampliamente tus puntos de vida (RES) por debajo de su valor negativo. Esto significa... que has muerto).

- Tiradas (5)

Notas de juego

La Loca te intenta esquivar y te ataca con mordisco.

Cargando editor
28/07/2015, 17:50
Director

Rodrigo cayó al suelo mientras aquella mujer de cuerpo escultural y cabellos enredados le devoró la sesera, pereciendo justo en ese momento. De lo que sucediera con Joan, tu querido hermano, tampoco se supo, pues tal era su obsesión por ella que cayó en sus redes. Redes mortales para siempre. La Loca de la pedrera, la Loca de Montjuic, os hizo sucumbir en su cueva.

:: FIN ::

Notas de juego

Bueno, pues tus augurios parecían ciertos. Has sucumbido en la cueva. Lo cierto esque ha tenido ella suerte con los dados ¿eh?

Espero que lo hayas pasado bien, ¿quieres que te cuente a modo de epílogo toda la verdad?

Cargando editor
28/07/2015, 20:11
Rodrigo de la Sierra

Pues la verdad es que me he quedado con las ganas de saber mas jeje, si no te cuesta mucho trabajo me gustaria ese epilogo :P

Pufff vaya tiradas a sacado, estaba hambrienta jajaja y mi bufon era un poco manco xDD

Muy divertida la historia, donde puedo drte un voto positivo?

Cargando editor
28/07/2015, 20:59
Director

Notas de juego

Por supuesto. Mañana te colgaré el epílogo y sabrás más de la historia, ¿ok? La verdad que las partidas de 1 sólo jugador son un poco dessequilibradas, a no ser que seas un soldado o tener una profesión bélica, jeje.

En cuanto al positivo, en mi ficha de usuario. Pero antes de dar nada, te conmino a que aguardes a Septiembre, donde seguramente abrá cuatro partidas al mismo tiempo, y juegues en una (con más gente). Me gustaría tener tu participación (posteas realmente rápido y con calidad, y me gustaría tenerte entre mis jugadores).

;)

Cargando editor
29/07/2015, 10:35
Rodrigo de la Sierra

Notas de juego

Gracias :D a mi tambien me gustara jugar otra partida contigo de master, ha estado muy divertido y me he llegado a sumergir en la historia... Una pena que mi juglar no convenciera a la lamia de unirse a su feria ambulante xDD

Nos vemos en septiembre :)

Cargando editor
29/07/2015, 11:00
Director

Epílogo. De las lamias.

¿Et qué era aquella mujer que tan embebidos tenía los senidos a tu querido hermano pequeño? No era sino una lamia, una riatura con apariencia de mujer muy hermosa, con una larga mata de pelo rubio desordenado y revuelto, ojos enloquecidos a punto de salir de sus órbitas y que acostumbraban a tener alguna característica animal, como garras y dientes de fiera salvaje, o patas de oca, cabra o gallina. Al llegar la noche sufrían una transformación y su pelo, a veces, se volvía completamente blanco, los ojos rojos y la piel se les arruga como a una vieja. Las lamias raptaban y devoraban a los niños de las aldeas pequeñas y de las granjas más alejadas, aunque también acechaban a los viajeros solitarios, a los cuales hipnotizaban y atraían con su canto.

Además, solían hablar diciendo exactamente lo contrario de lo que pretenden, así que cuando daban a elegir entre un lingote de oro o ganar una cola de burro, hay que pedir lo segundo para conseguir lo primero. Paradójicamente, les disgustaba mucho la mentira, castigando siempre que podían a todo aquél que les mentían, y odiaban los símbolos cristianos, pues minaban su poder. El mayor tesoro de una lamia es su peine de oro (en vasco, orrazi) con el que se peinan continuamente sus cabellos, y están tan apegadas a él que amenazarán con mil y un males a todo aquél que intente robárselo. Hay quien cree que sin el peine morirán, mientras que otros afirman que la lamia simplemente obedecerá al poseedor del peine hasta el fin de sus días, o hasta que logre recuperarlo de nuevo.