Partida Rol por web

Salieron una vez más al detenerse el tiempo, sabiendo que debían cumplir la tarea que Cronos les había encomendado y pudieron sentir la tensión en sus músculos, las ansias de muerte se hacían cada vez mayores, pero esta noche sería diferente. Esta noche agregarían una baza a su juego, un miembro del cual nadie sospecharía, un miembro que les daría una nueva oportunidad.

Se acercaron a Dionisio e Iris vigilaba mientras Helios clavaba su mano en el pecho de Dionisio. El cuerpo de Dionisio convulsionaba violentamente mientras la esencia de Atlas trataba de tomar posesión de su cuerpo, ganando terreno a cada instante. En cuestión de segundos, Atlas suprimió a Dionisio, adueñándose de su cuerpo y obligándolo a dárselo, uniéndose así al ejército de Cronos. Allí, el antiguo Dios del vino se encontró con Helios (Menecio), Iris (Jápeto) y Poseidón (Ceo), quienes serían sus compañeros de lucha de ahora en adelante.

Iris escuchó ruidos, ruidos que le recordaban a aquellos cuando Dionisio la había descubierto y fue tras esos sonidos, sigilosa, letal. Al llegar, pudo ver a Nyx, quien parecía espiarles y había visto a Helios. Debía encargarse de ella y con gran rapidez y ferocidad, atravesó su pecho, encerrando en el frío bronce a la diosa de la noche.

Con la caída de la estatua de Afrodita, vuelve a aparecer aquí, encontrándose con Dionisio, Helios, Iris y Poseidón.

Hermanos, Hefesto nos ha delatado a Jápeto y a mi, nuestra hora se acerca, pero no temo morir si con ello cumplimos el objetivo de nuestro padre y acabamos con los Olímpicos. Tenemos que planear nuestro próximo movimiento, ya que probablemente muramos en las siguientes votaciones. Terminemos con la peste de Zeus, su don ha sido usado en Afrodita y con su muerte, la vida de Hera terminará también...

- Vuestra única esperanza, - digo mientras doy un traspiés debido a la debilidad, antes de desplomarme y quedar sentada en el suelo, - es acabar con ellos antes de que ellos acaben con vosotros. Y por desgracia, yo ya no seré de mucha ayuda.

-No alarguemos más las cosas, acabemos con Zeus y Hera, y votemos al unísono, con que los dioses tengan diferencias será lo suficiente para darnos la victoria.

- No podemos confiar en eso Poseidon, debemos seguir un plan, pues aún siguen siendo más que nosotros y estamos en su punto de mira, debemos defendernos de sus acusaciones como podamos, y quizás Dionisio y yo podamos conseguirlo, además Zeus ha cometido un error al acusar a Morfeo, deberíamos intentar aprovecharlo y que lo acusen a él en este turno. Y para esta noche, sí, lo mejor es acabar o convertir a Zeus, lo dejo a vuestro juicio.

Dejad que me acusen a mi Helios - dije lentamente- No estabas por aquí, pero, no he mentido del todo a los dioses. Ciertamente, no van a matarme. Puedo librarme de la muerte una vez. Aprovechemoslo para desacreditar a Hefesto y Zeus. Preocuparos solo de defenderos y dejemos a Morfeo tranquilo un poquito, quien sabe si con el tiempo puede ser una baza.

En cuanto a quien convertir, hagámoslo con Nyx o alguien de quien nadie haya desconfiado aún, sólo así creo que podremos alcanzar la victoria.

- Entiendo Iris, y espero hermanos que podáis perdonarme si os acuso este turno, pero es la única salida si queremos prosperar. No recomiendo matar a Zeus, pues dejaría claro a los demás que sus acusaciones eran ciertas, yo votaría por ir a alguien un tanto más alejado del rey de los dioses, quizás a por Hades o Hera, ¿qué decís ustedes?

Asiento ante las palabras de Helios mientras intento ponerme en pie.

- Helios tiene razón, atacar a Zeus es un suicidio. Y no podemos atacar a Hera sin que caiga él primero. Si una ventaja tiene el haber tenido que hablar con él, es que ahora entiendo su poder. Zeus debe caer bajo las votaciones de todos los Dioses, no bajo la nuestra. Es una tarea difícil, pero no imposible. Por otro lado, no estamos teniendo en cuenta el don que nos concedió Rea a cada uno. ¿Alguien aún puede usarlo a nuestro favor?

Yo aún puedo usar mi don, puedo cambiar un voto a mi gusto.