Partida Rol por web

HLCN - Caos en el Olimpo

Día 3: Madre

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04/02/2016, 20:22
Eris

Desde mi divan observaba la escena.Que divertido!!Las discusiones prometian mucho...pero sabia que Dionisio ocultaba algo.

Podria haberlo hecho de otra menera en vez de engañar a la diosa.Cielos!Si hubiera dicho que tenia el vino de la verdad hasta yo misma habria bebido...pero engañar...nonono..no era muy propio de el.

Bien fuera traidor o no ,no me podia fiar de nadie.

-Bueno...y por que no  a los 3?Si votamos a los tres a la vez no dudaremos si hemos hecho bien con uno o mal con otro...Sed razonables, hermanos y padres...tarde o temprano...aunque solo fuera por las dudas, esto terminara convirtiendose en dos bandos y todos dudaran de todos.

Luego oi lo de los "poderes"

-Ah, pero que teneis mas de un poder?-digo extrañada.-Yo solo tenia el de siempre...hasta que Cronos llego y cambio nuestras esencias...con lo que me sentia distinta.Con la llegada de la madre Rea...parece que me recupero..o eso creo.Pero no tengo mas que lo que era mio.Deberia dudar de todos entonces por tener mas de uno?Deberia acusar a todos lo que dicen tener mas de loq ue eran?No es eso extraño?

Viejos rencores y fantasian andan sueltas por aqui...

-Yo votaria a los tres...pero aun no se a quien sera el primero.Desconfio mas de esta trinidad ahora mismo que de los otros

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04/02/2016, 21:05
Perséfone

Intentó estar atenta a las sugerencias de unos y otros, pero se había armado tanto revuelo y alboroto que era imposible sacar nada en claro de toda aquella algarabía.

Estaba bastante convencida de que había algo extraño entre Zeus y Poseidón, si uno decía la verdad, el otro debía mentir, pero actualmente no sabía como discernir entre uno y otro.

En esos pensamientos estaba cuando las palabras de Dionisio la sacaron de su ensimismamiento. ¡Sus ojos se abrieron con la sorpresa de tener algo a lo que aferrarse! Él decía la verdad, puesto que si sabía que ella no estaba con los titanes el resto de sus afirmaciones debían de ser ciertas. Saber que también tenía el mismo convencimiento sobre Hades no hizo más que provocar que una ola de relajante calma la inundara. Si bien sabía que iba a confiar ciegamente en Hades no podía evitar notar que quizá aquello fuese una mala decisión y que pudiera llegar a ser perjudicial. Ahora, con las palabras de Dionisio, la seguridad en esa idea le daba fuerzas.

Puso los ojos en blanco ante las palabras de Zeus sobre lo que parecí ser su alianza con Poseidón. No dijo nada al respecto, era evidente que el haber pensado lo mismo que Poseidón antes la había colocado en el punto de mira del dios del Olimpo, pero era algo que ella no podía cambiar... Había dicho lo que pensaba en ese momento y no se arrepentía de ello. Por lo demás y por una vez, se sentía confiada cuando habló.

-Mi voto será para Hefesto, confío en las palabras de Dionisio y para mí en estos momentos es el único punto de seguridad. Hasta que no aparezca algún acontecimiento que me haga dudar sobre ello, voy a acompañar cada voto que diga, puesto que creo ciegamente que sus palabras son ciertas.

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04/02/2016, 21:14
Ares

Escuchó atento mientras sus compañeros, los demás dioses hablaban y lanzaban acusaciones unos a otros de forma constante. Los cuchillos volaban, pero únicamente de una forma metafórica, la cuál era menos divertida para Ares. Sin embargo pudo ver como poco a poco las acusaciones se cernían sobre su Afrodita. Cuando ella comenzó a andar y se ofreció para sacrificarse, la reacción del dios de la guerra no se hizo esperar. Caminó a paso firme cerca de donde ella estaba y colocó su lanza sobre el suelo diciendo. - Quien intente algo contra Afrodita, sufrirá mi cólera y yo no soy de los que engalana las situaciones con largos discursos ir a por ella es provocar mi ira, tenedlo en cuenta para vuestros próximos movimientos. - Al finalizar aquellas palabras lanzó una larga mirada hacia el resto de dioses que allí estaban, uno por uno.

- Si queréis eliminar a alguien hacedlo con el lisiado. - Dijo en clara referencia a Hefesto - es desagradable a la vista, taimado y rencoroso. Además ¿qué supone el riesgo de perder al dios de la fragua frente a la diosa del amor? Desde luego si hay alguno por encima de vosotros con motivos suficientes para intentar acabar conmigo, ese es Hefesto. - Como de costumbre la voz de Ares sonaba grave y potente, saliendo de su casco crespado y resplandeciente. El vencer a aquel ataque le había dado un nuevo empuje, además de más ganas de marcar su posición. Fue por ello que no dudó en expresar sus opiniones con firmeza a la espera de ver que decían el resto de dioses.

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04/02/2016, 23:26
Hefesto

Mientras todos chillaban y se acusaban mutuamente permanecí mudo, sabiendo lo que se avecinaba. Por lo visto mi muerte estaba próxima. De modo que decidí irme con estilo.

-¿Enclenque? Taimado y rencoroso, vale. - Me fuí acercando al dios de la guerra con cada palabra.- Lisiado es un hecho, no es lógico ni decoroso negarlo. Desagradable a la vista, bueno puedo vivir con eso, si me aceptasen por mi apariencia, no les aceptaría yo. Pero Ares, ¿De verdad te preguntas que puede hacer el pobre dios de la fragua frente a la diosa del amor? Comprobémoslo.

Me giré encarando a Afrodita.

-Ah mi dulce esposa. Que buenos ratos hemos pasado... Bueno, yo no, pero tu te lo has pasado en grande, sin duda.-Dejé escapar una sonrisa mientras llevaba mi mano a mi boca, exhalando fuego sobre la misma.- He tolerado tu caza de dioses durante demasiado tiempo, titán. Tu, Iris y Poseidón ya no me controlaréis ni me tendréis entre vuestras abyectas filas de compañeros. Hefesto es libre, y pese a que mi muerte está próxima disfrutaré la eternidad de sombras y dolor sabiendo que no me iré solo.

Exhalé fuego hirviente de la palma de mi mano directamente a la diosa. Era un uso impío del don que Hestia me había otorgado. No se quién, cómo ni porqué había tenido este don, pero tendría mi gratitud por siempre. Cuando terminé de exhalar, me giré al resto de dioses abriendo los brazos con lentitud y cerrando los ojos.

-Vamos, maldita sea. No tengo toda la eternidad.

-

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04/02/2016, 23:48
Iris

No voy a gastar fuerzas defendiendome Zeus - dije mirándole - Las palabras aquí son vanas y vacías. Ya he dicho que no me fío de nadie. No es una posición derrotista, y no volveré de entre los muertos - dije mirando a Hades - Nadie me traerá de allí, porque como ya dije, el primer golpe, sea por votación o de los Titanes, me quedaré aquí. Intuyo que de igual manera que Ares. Algo me dice que nuestro poder se parece.

Cogí aire, estaba cansada de hablar, total nadie escuchaba con atención - No tengo ni idea de los múltiples dones de los que hablas Zeus, ya dije antes que yo sólo conocía ese, no sé si es que no tengo otro, o que simplemente no se ha manifestado y espera a que algo o alguien lo active. Lo desconozco, pero si alguien lo adivina y me lo cuenta estaré encantada.

Tras eso me aparté un poco del grupo y me senté en una piedra cercana esperando la decisión de todos. Esperaba que quienes llevaban las riendas de las conversaciones no fuesen titanes y que la mayoría saliese con vida. Si yo debía ser un daño colateral para que el bien triunfase, dejaría que las musas cantaran sobre los caídos para que los olímpicos triunfasen en una batalla contra el mal

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05/02/2016, 02:13
Eros

Después de lo presenciado me quedé estupefacto con mis alas extendidas y erizadas por el asombro de ver lo que Hefesto había hecho con su esposa... 

 Doy un paso atrás al ver las llamas ardientes que brotan sin compasión de la boca del dios de los forjadores de metales. Esto sin duda lo ponía en el blanco de la mayoría...

Hefesto... que has hecho?.... modulo al final mientras pasmado, espero la reacción del imponente Ares que está justo en frente suyo.

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05/02/2016, 03:54
Calíope

El dulce canto de las Musas se detuvo mientras el aire alrededor de Hefesto se calentaba. Una llama parecía brotar de su interior, haciendo que su piel se tornara del mismo color que su cabello y poco a poco, el suave fuego de la hoguera hizo que Hefesto despertara su amor por la forja. Recordó su martillo contra el metal ardiente, el olor que desprendía al ser golpeado y la fuerza de sus manos para darle acabados perfectos a cada una de sus creaciones.

Entonces, ese fuego que le cubría de pies a cabeza comenzó a concentrarse en su mano, la cual apuntaba sin fallar a Afrodita. La diosa pedía clemencia a su marido, aunque ambos sabían la falta de amor de dicho matrimonio y Hefesto solo sonrió antes de hacer que todo ese fuego cayera en el voluptuoso y perfecto cuerpo de la diosa del placer. Esta gritó mientras sentía cómo el fuego consumía su piel. Sin duda, era una sensación completamente desligada del placer y mientras su agonía se hacía eterna, la luz inundaba el salón, cegando a todos y todo.

Por un momento, cubrieron sus ojos para luego abrirlos y ver la figura de bronce de la antes amante de Ares.

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05/02/2016, 22:08
Calíope

No tuvieron tiempo de comprender lo que había sucedido con Afrodita cuando algo más turbó el ambiente. El suave canto de las musas dejó de expresar tristeza y comenzó la melodía de la batalla. Muchos sabían quién sería el escogido pero, esta vez, no fueron pocos quienes arremetieron en su contra.

Casi como si de un adivino se tratara, Hefesto estaba listo para contraatacar, sacando su fiel martillo de forja y sujetándolo con fuerza. Si bien su movilidad no era la mejor, no caería sin dar pelea. El primero en lanzarse hacia él fue el Fauno, quien lo embestiría con su cornamenta y aunque chocó contra su martillo, logró hacer retroceder al hijo de Hera. Nyx aprovechó el desequilibrio y cubierta con su manto nocturno, se acercó a él para empujarlo, al igual que había hecho su antecesor. Hipnos, siguiendo los movimientos de su madre, obligó a Hefesto a quedarse en el suelo, debilitando su cuerpo, causándole somnolencia, pero el dios parecía no verse afectado por ello. En cambio, prendió su martillo en llamas, dejando claro que no se iría sin dar pelea. Los rezos de Hécate se hicieron sentir a medida que el tiempo pasaba y, poco a poco, se volvieron más intensos, más profundos, más ensordecedores. Sus palabras hacían eco, haciendo que el dios herrero se viera confuso y aturdido, ocasión que aprovechó Morfeo para crear sueños en su cabeza. Sueños de destrucción y muerte, sueños sobre lo que le esperaba. Hefesto comenzaba a verse afectado por lo que le hicieran y sacudía su martillo hacia todas direcciones para tratar de librarse de ello. A pesar de eso, fue Dionisio quien rompió la tensión, al acercársele y darle de beber unas cuantas copas de vino. Decía que él estaba a favor de la confianza y por esta acción, el dios herrero sentía, por primera vez en su vida, los efectos del alcohol.

Aprovechando el suave tambaleo, Helios dirigió un fuerte rayo de luz hacia Hefesto pero este lo absorbió, al fin y al cabo él también era fuego, hazaña que no pudo repetir al ser atacado por los señores del averno. Perséfone levantó dos cadáveres, los cuales le atraparían y Hades trajo sus almas para que lo atravesaran. No había nada más doloroso que aquello y gracias a la atadura de huesos, el dios no tenía más que resistir. Por último, unas alas se desplegaron a toda velocidad y al ver que Hefesto por poco se tropieza tras sentir las almas atravesar su cuerpo, lo apresó del cuello y observó con una gran sonrisa a quien venía de último. Se trataba de Ares, quien parecía estar buscándole directamente. Tal vez esperó hasta lo último para tener el bocado más dulce pero no podía saberse nada debido a su inexpresivo rostro.

Apuntó a su pecho, justo donde se encontraba el corazón pero en vez de atestar un golpe, tomó la espada con la cual Hefesto había atravesado a Hipnos y la clavó en su corazón. Ojo por ojo, tal vez. El cuerpo de Hefesto se cubrió de bronce y este solo pudo mirar a su esposa, a aquella que él mismo había condenado, mientras una última sonrisa y una severa mirada quedó grabada en su rostro a través del bronce. 

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05/02/2016, 22:40
Rea

Los dioses no tenían la forja, tal vez no tendrían las armas pero la violencia podría prevalecer. Al haber perdido a otro, Rea solo observaba con dolor y un hoyo en su corazón. Miró a Hera, quien acababa de perder un hijo, y luego se giró hacia todos.

- Yo no he escapado de Cronos, él no ha hecho daño a las Titánides. Somos sus hermanas y yo su esposa, pero a pesar de eso, no somos tampoco parte de su plan. No sabemos lo que ha hecho ni cómo. Apenas pude romper la barrera de su poder, entré aquí. Tal vez vendrá por mí, no lo sé. Tal vez me dañará, no lo sé. Solo sé que les he dado un rayo de esperanza a todos por igual, será su opción el cómo usarlo - posó su mirada en la estatua de Afrodita y Hefesto y bajó la mirada triste.

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05/02/2016, 22:47
Cronos

El silencio cubría el ambiente cuando Cronos se hizo presente y Rea se giró hacia él, temerosa, tal vez realmente asustada.

Pero si se trata de ti, mi señora - hizo una reverencia un tanto exagerada y siguió - Por supuesto no has contado la parte en que te dejé entrar, ¿Verdad? Te encerraría al igual que a nuestra madre pero... - en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba a su lado, con su mentón apoyado en el hombre derecho de la titánida - No podría hacer esto - dijo mientras lamía su rostro con lascivia.

Una pieza más, más diversión - dijo mirando a Zeus - a ver si logras salvar a tu madre, hijo - después de esa risa, el tiempo se detuvo otra vez, aunque pudieron escuchar el grito de terror de Rea en el último instante.

Notas de juego

- FIN DEL CAPÍTULO 3 -