Partida Rol por web

Ryuk mira desconcertado al tipo que dormía tranquilamente y boztezaba de ese modo tan poco discreto, tan poco elegante, pestañeó con fuerza y rompió a reír - que tipo tan curioso.

Ryuk mira desconcertado al tipo que dormía tranquilamente y boztezaba de ese modo tan poco discreto, tan poco elegante, pestañeó con fuerza y rompió a reír - que tipo tan curioso.

Unos pocos minutos sentado en mi mesa observando al resto de integrantes me habían permitido formar una ligera idea de que tipo de personas eran. A excepción del representante israelí y del francés todos parecían más jóvenes que yo y por tanto mucho más "inexpertos" quisieran reconocerlo o no. Podría haber algún genio oculto, esas singularidades existían pero eran la excepción que confirma la regla. Yo valoraba la experiencia por encima de todo y temía al desgaste, esa era mi lucha.

¡Los años no pasan en balde Viktor! Mira con que entusiasmo interpretan su papel...yo era igual que ellos jaja.- recapacité y sostuve entre mis manos el petate y di un trago.Siempre quedaremos tú y yo, querida

Aunque "a priori" nada me hiciera sospechar del resto y solo estábamos reunidos para abordar la amenaza "Kira" era innato en mi valorar en potencia los sujetos a los que veía y con los que interactuaba. Esta situación no difería de lo habitual en mi trabajo y con los años me había permitido desarrollar una excelente habilidad analítica imprescindible para sobrevivir en este duro sistema. Era la ley del más fuerte.

No pude evitar observar al inglés, su pulcra vestimenta, su refinado y orgulloso estilo, su pedante forma de hablar tratando de aparentar ser mejor o más inteligente que el resto...era evidente que actuaba e interpretaba su papel. El argentino con el que había tenido el ligero roce más de lo mismo, puro teatro. Al igual que muchos otros. Era lo común en estas situaciones en las que no controlas el medio que te rodea.

Actúan tal y como les han enseñado, sujetos al estándar...que poco creativos...

Como prueba para valorar aptitudes y capacidades, este confinamiento estaba muy bien planificado y si en verdad íbamos a hacer contacto con "L", daba por hecho de que ese tipo o tenía mucha experiencia, lo que sería lo más probable o era un maldito genio, una singularidad en el sistema.

Finalmente me levanté del puesto y me acerqué hasta el israelí y el rumano que conversaban. Su interacción me había parecida cuanto menos curiosa y quería saber más del israelí. Sabía que su red de inteligencia era abrumadora y probablemente era el tipo con más experiencia de los presentes. Quizá hablásemos de algo que valiese la pena.

Viktor Tarasovich, el representante ruso. Aunque eso es algo evidente - me presenté cordialmente y sonreí. Veo que estáis animados por aquí ¿Os importa que me una?

Dentro de lo posible, diversas células de agentes con intereses o personalidades afines parecían ir formándose según pasaban los minutos, nada raro, ciertamente, pues por naturaleza la humanidad es gregaria y resulta por demás lógico buscar eco o contraste para ayudarse a pensar, sobretodo en una situaciuón como en la que estaban. En el caso de Beatrice, ella encontró un poco de ambos por parte de Gran Bretaña, al cual dirigió su atención entonces.

— Hablemos de eficiencia, pues. Yo no estoy tan atada como tú pareces estarlo, pero estoy tan comprometida en descubrir y atrapar a Kira como, creo, cualquiera de los presentes. Aseguró la sueca.

— Partiendo de eso opino que ayudaría mucho a nuestra causa y a su ritmo que quien tuviese alguna información útil sobre el asesino la compartiera sin reservas, claro está que no me refiero a su identidad o a alguna cosa imposible de obtener a estas alturas, sino a asesinatos, consecuencias de estos o cualquier otro hecho aislado o no lo suficientemente sospechoso como para tener un punto de partida; si bien todos provenimos de agencias con redes de inteligencia sólidas, sería cuando menos imprudente creer que un solo grupo conoce todos los hechos a detalle y sin cabida para aportaciones. De otro modo Kira ya habría sido atrapado y nosotros no estaríamos aquí.

Dicho lo anterior la nórdica dirigió una mirada por demás inquisitiva a todos los presentes, alejada de las ansias de ordenarles que parecía tener el británico pero también ajena claramente al desapego casi generalizado. No podía evitarlo, socializar nunca fue su fuerte, como si lo era el ser diligente y metódica, Beatrice era una agente que por poco parecía sacada de un manual, pero eficiente como para ser convocada a la par que otros más veteranos. Ahora bien, faltaba que los otros quisieran responder o siquiera escucharla, pero eso ya no dependía de ella..

Observó con cierta gracia como el representante coreano a pesar de la situación y del jaleo que había, intentaba pegar una cabezada, debía importarle más bien poco lo que pasara alrededor o el pobre hombre estaría excesivamente cansado, le pareció muy curioso a la par que entretenido. ¿Aportaría algo útil a la investigación sobre Kira?

Su compañero ruso, dejó de tomar cosas con las chicas y se acercó a él - Claro compañero, siéntate y compartamos una enriquecedora conversación sobre que agencia es mejor - dijo a modo de broma, quería llevarse bien con aquél tipo, sobretodo porque iba a ser su única fuente fiable de alcohol de calidad.

Escuchó a la sueca hablar sobre compartir ya información - Señorita, debo discrepar con usted, a pesar de que me parece una buena idea que compartamos información, no sabemos si es lo correcto o no, primero deberíamos esperar a que L se pronuncie, quizá nos diga algo que luego nos haga arrepentirnos de haber compartido ya lo que sabemos. - dijo, por primera vez, con un tono serio. 

Después de hablar con el guardia guardo mi cuaderno en el mismo bolsillo en el que guardé la viróme.

Pues, como dice nuestro amigo... ¿Mihai, cierto? No tenemos suficiente información, tampoco tenemos confianza entre nosotros, por ahora somos solamente compañeros de trabajo. le dije a la sueca.

Despues me acerco al hindú. Creo que no lo he dicho, pero por ahora me llamo Andrés, un gusto conocerte -digo extendiendo mi mano para saludar-  creo que debemos sacar toda la información posible de este lugar antes de continuar con nuestro objetivo, y es sorprendente que alguien logre conservar el buen humor viendo todo lo que sucede, trataré de ayudar en lo posible, pero para ello primero debo conocerlos a ustedes.

Alice sin mediar palabra se dispone a preparar los cafés mientras escucha con atención a cada uno de los presentes. Ya completamente distendida se quita la prenda que cubría su cuerpo mientras se permite lucir aquel vestido negro al cuerpo. 

- Vaya, justo iba a darte la taza. -  se dirige al Argentino. - Bueno, será para la próxima. 

Ahora con una bandeja entre sus manos, le entrega al Americano y a quién se lo ha pedido con anterioridad mientras decide tomar asiento junto a él para mantener el hilo de la conversación al pie de cada palabra. 

- Creo que las exigencias por parte de los presentes, pueden resultar un tanto... ofensivas. Cada uno tiene información sobre lo que ha investigado y supongo que de ser relevante L nos dirá que abramos la boca. - afirma la Alemana en un tono relajado. - No olvidemos quién está arriba nuestro, más ahora que nos encontramos aquí y debemos convivir mientras se encuentra el camino para atrapar a ese asesino en serie. Por lo que me adhiero a las palabras de Rumania, completamente. 

 Una vez que su voz hizo eco en la sala, se encoge de hombros mientras disfruta del intenso aroma de la infusión, no sin antes contemplar con cierta inquietud a USA ya que al parecer no es un hombre de muchas palabras. 

- Espero que sea de su agrado, no puedo vivir sin mi dosis de café. -  confiesa sonriendo divertida. 

Walter parece llegar el último a la reunión, el viaje le ha parecido más largo de lo que esperaba y tenía unas ganas enormes de abandonar ese ensordecedor helicóptero que lo ha traído hasta este misterioso lugar.

Al entrar en la estancia siente un calor abrumador y se despoja de su gabardina gris lanzándola hacia uno de los guardias para que la coja al vuelo y la guarde como si de un ropero se tratase, pero el guardia impasivo no hace el más mínimo ademán por recoger el abrigo y este cae a plomo sobre el suelo, con lo que a Walter no le queda más remedio que recogerlo esperando que nadie se haya dado cuenta de su absurdo movimiento entre tanto café y parloteo.

Tras dejar el abrigo sobre el respaldo de una silla se dispone a dar una vuelta e inspeccionar la sala y habitaciones.

Con tanto abastecimiento bien parece que esto va para largo... Piensa mientras dirige su atención hacia el resto de agentes.

-Me llamo Walter y soy el representante del ASIS australiano. Parece que lleváis un buen rato aquí ya- dice sin dejar entrever que no le ha quedado más remedio que aceptar esta misión debido a su última pifia en una colaboración del ASIS junto con el MI6.

Sin esperar respuesta de nadie prosigue con su inspección preguntándose por qué hay un hombre con el rostro cubierto y cuanto tiempo aguantará el ruso una vez se acabe el preciado licor de su petaca.

- No se preocupe. - Le contesto afablemente a Alemania, agarrando el café que me tiende -En la CIA es cuestión de tiempo hasta que uno se vuelve adicto a la cafeína. Usted se imaginará lo que es estar en guardia, a veces hasta por 48 horas corridas. - Le dedico una sonrisa. Luego, me levanto de mi asiento y alzo la voz un poco, como para que me escuchen todos en la habitación.

- Y usted junto con Rumania tienen mucha razón con respecto a nuestro proceder aquí. Creo que todos deberíamos ser más reservados con  la investigación de Kira hasta escuchar lo que L tenga para decir. No sabemos que tipo de información delicada podríamos entregar inconcientemente. Les recuerdo que tratamos con un asesino serial que mata solo con saber el rostro y el nombre de una persona.-

Luego de decir esto, me siento de nuevo al lado de Alemania. Sorbo un poco de café, y le digo riendo suavemente:

- Ahh, este café está delicioso. Supongo que estoy muy acostumbrado al café de máquina de la oficina -

Después de notar que esta reunión drenara mas tiempo del que pensé (Ya que no es algo que me sobre justo en este momento) mi estado de animo no podría estar en peor estado, después de calmarme por unos minutos entiendo que quejarme no servira de nada ahora, la unica salida de esta ineludible situación es buscar información y acabar con esto cuanto antes.

Me dirijo a la cocina en busca de un lugar fresco. con algunos agentes con los que hablar y compartir información sobre nuestro objetivo en esta congregación.

Les importa si los acompaño a su té? digo conjuntamente al agente japones y frances   

-Eh eh Andres, eh eh estoy seguro que estudie los saludos del mundo, pero ¿Como saludaban en Argentina? ¡Namasté!- alcance a responder retorciendo mi mano de varias formas distintas terminando de cruzar pulgares recordando algo de alguna paloma de la paz que seguro no tenia nada que ver con un saludo. Pero mi torpeza me traicionaba y me hacia quedar en ridiculo constantemente.

Vaya, me olvidé de la diversidad cultural que hay en este salón, me hizo sentir pésimo el haberle confundido.
Namasté Aandaleb, perdón por haberle hecho pasar un mal rato, ya es demasiado con que hable mí lengua.
Junto las manos como si fuera a orar y hago una inclinación respetuosa.
Confío en que nuestras habilidades nos ayudarán a atrapar a Kira, creo que conocernos bien será crucial ahora

La botella de Coca Cola ya hacía rato que estaba vacía pero el juguetear inconscientemente con los dedos dándole golpecitos me hacían aún tenerla en las manos.
La gente comenzaba cada vez a reflejar sus puntos de vista y eso me hacía sonreír por dentro. No había duda, todos eran muy inteligentes, pero al igual que yo, pensaban que más de lo que realmente somos. Dejé la botella en la mesa más cercana y me crucé de brazos antes de hablar y arqueé la cadera hacia un lado para no parecer más seria de lo debido.
- No se confundan, a día de hoy no somos más que unos incompetentes que no hemos sabido hacer bien nuestro trabajo y que no merecemos ni una sola moneda que cobramos de los contribuyentes. Kira lleva atacando años, ha creado un estado de terror internacional, algo aún más poderoso que Al-Qaeda años atrás y nosotros no hemos conseguido ni siquiera frenar su avance. Sí hasta una televisión del país nipón lo adora como un Dios- miré de reojo al representante japonés aunque sin ningún tipo de recriminación-¿Y queremos compartir información? ¿Información de qué? No tenemos mucho más de lo que pueda tener el que esté a nuestro lado. Lo que necesitamos es ahora,
todos juntos, sentarnos aquí y usar nuestros cerebros para parar a Kira, sea como sea. Pero solo cuenta el ahora, olvidad lo pasado.

Rodeé la mesa donde dejé la botella y cogí otra y le di un trago, me coloqué el cabello y miré a alguno de los presentes.
- Y por favor, dejaos de saludos por gestos, como alguno se le ocurra saludarme como si portarse un hacha, le meto la botella por donde más le pueda doler- mi rostro serio desapareció al decir esto.

Alguno de los representantes se estaban poniendo más agresivos de la cuenta. Guido negó ligeramente con la cabeza, aún era demasiado pronto para empezar con las disensiones, por experiencia sabía que éstas llegarían por sí solas sin necesidad de forzarlas.

Cuando el agente sirio se les acercó, le hizo un saludo de bienvenida.

-Un placer tenerle con nosotros. Por supuesto, puede acompañarnos con el té.- Le dice con amabilidad.

-¡Cuánta impaciencia se respira en esta habitación! Pero, por mucho que deseemos avanzar, hay ocasiones en las que hay que saber esperar también.- Sonríe.

-Disculpad, creo que he reflexionado en voz alta.- Dice dirigiéndose a su colegas de China, Siria y Japón.

- Son las horas invertidas analizando cada información lo que me ha llevado a preparar un delicioso café. Cómo verá, los ánimos están algo tensos y es mejor optar por mantenerse relajado así uno no enloquece en el proceso. - responde al Americano. 

Ya acomodada junto a USA sonríe y alza la taza de café apoyando las palabras de Dinamarca. Esa necesidad de compartir información, resulta un tanto sospechosa, así que es mejor guardar las formas que es un análisis continuo aquella sala. Aquella mujer en unas cuantas palabras, ha dicho todo lo que la Alemana tiene en mente. 

- Nos toca esperar y convivir... Con todo lo que hay en la cocina, es evidente que nos veremos las caras muchos días. Así que toca esperar hasta que L haga acto de presencia y nos dé las directivas. - conversa con USA.

Dando vueltas absorto en mis pensamientos empiezo a pensar que vamos a estar aquí una larga jornada. Tenemos comida suficiente y baños pero ¿habrá camas suficientes para tantas personas?, creo que L nos pone a prueba antes de enviarnos el primer mensaje, y digo bien, porque no vamos a hablar con L, más bien él nos hablará a nosotros y esta es la primera prueba, una prueba de resistencia, a ver quien es el primero en romperse. Así que creo que una postura tranquila y calmada es la más apropiada ya que es necesario dosificar las fuerzas.

Mientras camino mirando todos los rincones,  esquinas, techo y la escasísima decoración de nuestra nueva oficina paso junto a la silla donde está sentado el agente de Canadá, pero tan absorto como estoy en otras cosas no veo la punta de su pie izquierdo ligeramente levantada al reposar sobre el derecho y antes de darme cuenta tropiezo con él y empiezo a tambalearme sin posibilidad de mantener el equilibrio y caigo de bruces.

Sonrojado me levanto a duras penas. -Lo lo lo siento compañero, andaba tan distraído que no me he dado cuenta que pasaba tan cerca tuya. Soy Walter Moss, representante de Australia, espero no haber interrumpido tu meditación.

Me quedo mirándolo sonrojado de pudor y esperando que no se haya enfadado por mi torpeza.

- Ahora que lo dicen...  camas...  ¿alguien ha visto si había más pisos durante nuestro descenso...  porque yo no vi parada alguna? ¿de verdad se piensan que vamos a convivir todos juntos durmiendo sobre las mesas como animales?

- Los civilizados sois...  demasiado incivilizados para mi gusto.  No necesito una cama, pero tampoco estoy dispuesta a dormir sobre una mesa...  además, mi ojo...  o mejor dicho, mi no ojo requiere algunos cuidados, entre ellos que me lo quite para dormir y estoy segura de que eso a más de uno le incomodaría...

La sueca emitió un breve suspiro tras la ahora copiosa cantidad de respuestas recibidas, si bien a quien inicialmente le lanzó la pregunta todavía no se pronunciaba en el asunto. Muy a su personal pesar, Beatrice se había adelantado al hacer caso de un sentido del deber ciego, dejando la lógica en la que tanto confiaba relegada a un segundo plano para intentar priorizar eficiencia vacía. Por suerte los otros allí no tardaron en hacérselo recordar. Eco y contraste, como ya decía.

— Aún así, no entiendo la necesidad de holgarse tanto. Concluyó.

Si bien, de momento, no intentaría seguir abogando por trabajar, su rostro serio casi de forma perpetua evidenciaba que tampoco se uniría naturalmente al resto. Lo que le quedaba entonces era esperar por la llegada o aparición del famoso detective genio para ver si este lanzaba nueva luz sobre el asunto, así como seguir observando al grupo. De explorar el lugar ya se encargarían otros. 

Yossi decidió ignorar al rumano ya que, a su juicio, solo decía tonterías. Seguidamente, uno de los pocos que le había llamado la atención, se acercó en ese momento, el ruso.

No sabía su nombre pero ya había visto su cara anteriormente, en ese momento echó de menos tener cobertura, para poder llamar a su equipo y, en un minuto, saber todo de aquel peculiar ruso.

- Estás en tu casa - le dijo amigablemente - tendremos que ser todos amigos, al menos unos días parece.

Seguidamente, siguió mirando como había estado haciendo hasta ahora, a John, el americano. 

¿Por qué coño habrá dicho que es de la CIA? ¿Por qué no mandaron a nadie de la NSA? Algo no cuadra aqui... escudriñaba en su mente, ajeno, por un momento, a toda la parafernalia a su alrededor.

Tras presentarme al representante israelí y verlo de cerca acabé por reconocerle aunque evidentemente no conocía su nombre. Ese tipo era alguien a quién tener en cuenta, de eso estaba seguro. Al ser invitado a unirme agradecí el gesto y le hablé para captar su atención, me fijé que estaba observando al estadounidense.

Como bien dijiste ahora, las presentaciones no son necesarias. Al fin acabo de reconocerle y supongo que en breves me recordará si no lo ha hecho ya. Le refrescaré la memoria. Pero antes que nada me alegra que los israelíes no hayan traído a novatos, la verdad. Pensé que esto era una pérdida de tiempo antes de venir aquí. - dije con afecto y tratando de captar su atención. Sabía que en breves se nos uniría el americano si no era un incompetente y podríamos tratar de entrar en materia.

¿Recuerdas los programas Karspersky?- conseguí captar su atención y la del americano. Reí levemente.

Fue una buena jugada por vuestra parte prevenir a los estadounidenses de que habíamos metido con un antivirus un troyano en sus sistemas informáticos de la NSA. Ya habíamos robado muchos documentos clasificados y hubiéramos seguido así si no les hubierais dado la voz de alarma, ¡que considerados! jaja. - mi risa sonó sarcástica y denotaba que aquello me hacía gracia.

Me jode aceptarlo pero vuestra red de inteligencia superó a la nuestra aquella vez, aunque desenmascaramos al final varios de vuestros espías... ¿Tú dirigías la operación por aquel entonces?- pregunté rascándome la cabeza aunque ya sabía la respuesta.

Claro que la dirigías viejo... Y yo la nuestra... ¡Que bonitos recuerdos!

En fin, que me gustaría saber tu opinión al respecto de cómo puede ser que el supuesto "Kira" mate conociendo sólo el rostro y nombre de la persona, sin haber tenido contacto con el individuo... sinceramente, eso nos trae de cabeza.

Miré al estadounidense y le pedí que se acercara. Sabía que nos había estado escuchando al igual que muchos de los presentes.

Escucha, rencillas aparte, por esta vez estoy dispuesto a colaborar con ustedes, este parece un tema delicado

Aguanté su mirada. Esperaba que se sentara con nosotros.