Partida Rol por web

El escuchar a su tía poco cambió el pensar y actuar de Jon, ya había emitido su acusación y esta era para el Perro, pues después de que este le ofendiera con los comentarios dichos sobre su madre, el guardia de la noche no podría tener mayor descontento hacia alguien mas de los allí reunidos, incluso esperaba ser su verdugo.

Has de saber que en esta sala no hay quien te desprecie mas, Sandor Clegane. Así fuera el único que te acusara en esta sala, me mantendría en ello hasta el final de mis días o de los tuyos. Acepto que he errado con Melisandre y bien podría hacerlo contigo, pero la diferencia sería que en esta ocasión no lo lamentaría dice en un claro desprecio a su interlocutor.

Luego de que la abuela dijera lo suyo, Nieve no pudo hacer mas que quedar callado y escucharle, aunque solo fuese por respeto a su edad.

El Gnomo tenía la garganta seca. Tragó con dificultad, y buscó una jarra de vino que llevarse al estómago, de un trago, como si mañana pudiera aparecer muerto. Cuando, al fin, la encontró, la apuró con una mano ávida, y como si mamara de la teta de una nodriza, bebió hasta que la tripa se le hinchó, y el cinturón le apretó. Suspiró, feliz, y dejó la jarra vacía. Volvió a su Trono de Hierro, dio un pequeño salto para subir (comenzaba a aprender cómo empujarse para sentarse con mayor facilidad), y clavó su maltrecho trasero en el frío hierro.

Y escuchó. Y deseó que la espada de Jaime siguiera en aquella Sala para demostrar a las personas que había allí que a la Casa Lannister no se le podía ofender tan deliberadamente.

—Caballeros, damas— dijo con una voz potente y grave—, puede que no sienta ningún aprecio por mi hermana Cersei, y creo que todos saben la relación que tengo con mi padre, pero, al fin y al cabo, soy un león— un cachorro león, le dijo una voz mordaz en su mente.

Hizo una pausa, escrutando los ojos de los que allí estaban. Se lamentó que la broma con Lyanna no saliera bien, aunque, en el fondo, se entusiasmó cuando, en un principio, se había fijado tanto en él. No destacaba mucho. No por su altura menos, pero debía reconocer que había fantaseado con una mujer como Lyanna en su lecho aquello noche.

—Lástima— susurró al cuello de su camisa, pasándose la lengua por los labios, notando el sabor dulce del vino—. Verdadera lástima.

Se rascó la barbilla con un  gesto perezoso, y frunció el ceño ante las acusaciones que se seguían produciendo. Con un gesto de la mano, y una mirada brillante, indicó al Perro que se acercara y se pusiera a su lado, junto al Trono de Hierro.

—Mis señores— prosiguió Tyrion—. Me temo que no comprendo absolutamente nada. Mi fiel perro nos está diciendo que posee extraños sueños cada noche, que puede ver dentro de nuestros corazones, y saber si somos malvados o no— rió entre dientes, y se giró hacia Sandor—. No sé si habrás soñado conmigo, Perro, pero temo que seré tan malvado como esos traidores de los que hablan— llegaron a su mente imágenes de todas las correrías nocturnas que había pasado, de lo feliz que se sentía cuando lograba escapar de algún entuerto, de lo orgulloso que se ponía cuando podía hablar del oro de Roca Casterly, aunque su padre aún siguiera vivo y fuera, en definitiva, el banco de el enano. También se acordó del día que había robado la ropa a aquellas muchachas para ver cómo brincaban desnudas; también le vino a la mente la noche en que permitió que dos mujeres yacieran juntas mientras él se deleitaba con la mera visión, escondido tras una pared medio podrida, escrutando por un pequeño agujero.

Carraspeó con la garganta. Se obligó a dejar de pensar en aquellos recuerdos, pues sintió calor de repente bajo las ropas.

—Y, sin embargo— continuó, como si no hubiera habido interrupción—, su don terminará matándolo— hizo una mueca con su sonrisa—. No— negó con un dedo admonitorio—. Lo mataréis vosotros— la reconocida sombra pasó de nuevo por su mirada, oscureciéndole el rostro, y dándole un toque más siniestro a su cara—. El don que posee Sandor lo tuvo también mi hermana. Las familias unidas pasan ciertos regalos entre sí— hizo una pausa—. Queda claro que mi hermana estaba más unida al perro que a mí mismo— se señaló el pecho, con una mano débil, como si hubiera envejecido de repente treinta años—. Su hermano pequeño.

Una furia se apoderó de él, creciendo en su pecho, como una flor roja de primera. Acordarse de su hermana, y tras la muerte de Jaime, que hubiera preferido a Sandor antes que a él, le encolerizó durante una fracción de segundo. Siendo sincero consigo mismo, él también hubiera preferido a Sandor que a la serpiente de su hermana.

—Pido que los Siete os iluminen— imploró, casi rogando—. El Perro es fiel. Y nos ayudará a atrapar a los traidores— añadió—. Si puedes indagar en su corazón, te pido, pues, Sandor, que tomes todo el vino que creas conveniente para soñar con el Maestre Aemon o con Meñique, que son los más silenciosos. Puede que callen por temor a tu don privilegiado y veas algo que no quieren. Por eso tratan de pasar desapercibidos. 

A los pies del enano (o por la altura del Lannister, más bien el enano a los pies del Perro), Sandor habló con desdén mirando la altanera cara de la loba Stark.

- Sois una necia, Lyanna Stark. Os creéis tan inteligente como cotilla, y solo demostráis vuestra ignorancia en cada palabra que decís. Estáis acostumbrada a que en Invernalia nadie ose contradeciros y escudáis vuestra opinión en que es irrefutable. Esto no es el norte, niña. Esto es Desembarco del Rey, y aquí la soberbia se paga cara -dijo el Perro, escupiendo cada palabra con asco- No sabéis nada, os debe venir de familia -añadió mirando a Jon Nieve con el mismo desprecio-. Tal vez vos no seáis bastarda de sangre, pero desde luego, sí lo sois como persona.

Visiblemente enfadado, se dirigió a toda la sala:

- Adelante. Votadme todos como traidor. Calmad vuestra frustración linchando a otro inocente, mientras el asesino se regocija ante el espectáculo de la muerte ajena. Atacad a quien ha sido el único que ha hecho algo más por desenmascarar al traidor que hacer estúpidas conjeturas, como tanto os gusta; que mis palabras se queden albergadas en vuestros corazones (excepto en el de la Stark, pues el frío de Invernalia ha terminado por pudrirlo) cuando, una vez asesinado -e hizo hincapié en esa palabra- por vuestra ignorancia, se desvele mi inocencia.

A continuación, y tras las palabras de su señor, se relajó un poco. El Perro al menos supo que sus amos, la casa Lannister, le apoyaron hasta su mismo final, como quien se queda velando a su can moribundo. Al igual que Tyrion pensaba con su difunta Cersei (aunque esto el Perro no lo sabía), Sandor Clegane se alegró que el enano le hubiese mostrado más cariño que su propio hermano Gregor, la Montaña. 

- Gracias, mi señor -dijo a Tyrion, más como respuesta a todos estos pensamientos que a las palabras del Gnomo-. Ni yo mismo acabo de entender mis sueños, pero si los Siete me permiten quedarme entre los vivos -dijo, teatral, pues sabía que en esta ocasión nada dependía de los Siete, sino de los verdugos con los que compartía el salón del trono-, me acostaré pensando en quien prefiere callar antes que defenderse. 

El Perro suspiró negando con la cabeza antes de continuar, e involuntariamente, cambió su tono a uno más pesaroso.

- Os daré tantos detalles de mis sueños como pueda antes de mi inmediato asesinato -no se cansaba de usar esa palabra. Miró directamente a los ojos al segundo de los venados-. A vos, Lord Stannis, ya os los dije: sois tan inocente como un niño. En mis sueños, vuestro corazón albergaba una luz tan pura que iluminó mi juicio hacia vos. Ni aunque todos os votásemos como culpable, ni aunque nuestra convicción fuese tan fuerte como la que algunos tenéis hacia mí... ni en esas circunstancias podríamos condenaros. Mis sueños me desvelaron que, a diferencia de los demás -"De mí", habría querido decir-, en esta sala solo podéis morir a manos de un asesino.

Sandor Clegane se dirigió a la vieja de las flores:

- A vos, Lady Olenna... Creo que por haberos defendido os visteis durante un rato bajo la sombra de la sospecha de los demás. Lo lamento profundamente -dijo, con sincera tristeza-. Si bien os aprecio por vuestra sinceridad, tan valiosa en una fortaleza con tanta hipocresía, debo confesaros que os defendí porque sé que sois inocente. Soñé con vos una de estas noches... -y el Perro sonrió ante lo fácilmente malinterpretable que esta frase podría ser si se sacaba de contexto- ...y si no lo dije antes fue por protegeros. En mis sueños vuestra muerte no solo implicaría una pérdida en la casa Tyrell, sino que podríais llevaros a alguien más en vuestro viaje junto a los Siete.

Por último, el Perro miró al único miembro de la familia y de la casa Stark que creía que merecía su atención:

- Hodor. Con vos no he soñado, no puedo verificar vuestra inocencia a través de mis nocturnas visiones. Pero si Stannis dice que habéis pasado su enigmática prueba, que así sea. Sin embargo, me dirijo a vos para hablaros del difunto señor de Invernalia. No pretendo justificar la sucia acción de la pequeña Arya, pero he de hablar claro: para todos nosotros, una muerte tan rastrera fue la mejor que pudo sucederle al lobo. Vuestro señor era justo, pero también era fácilmente manipulable: la primera noche en Desembarco del Rey soñé con él. Era inocente, sí. Pero si el traidor hubiese conseguido reunirse con él... me temo que Lord Eddard no habría dudado en unirse a su bando. 

El Perro había terminado de desvelar todos sus secretos, nada ocultaba ya. Estaba listo para un juicio justo... o para ocupar un lugar entre los Siete antes de tiempo. Se lamentó por cómo había pasado su última noche: soñando con Lord Stannis en lugar de haberla pasado bebiendo y gozando con mujeres. Maldijo a los Nuevos Dioses y a los Antiguos por ello. Y al Dios Rojo, por haber acabado con Melisandre antes de que él pudiera haberla cortejado debidamente.

Hodor se sentía aliviado. Le habían creído, estaba muy agradecido a Lord Stannis por aquéllo. Sin embargo, ahora todos acusaban al perro, y él creía que estaban equivocados, pues cabía la posibilidad de que hubiese intentado suplantar un rol que en principio no le correspondía, y ahora le harían pagar por ello, cuando había otros mucho más sospechosos. Decidió protegerlo con su cuerpo mientras señalaba a quien creía mucho más sospechoso de culpabilidad, así que se puso frente al perro y de cara al resto de los presentes, y señaló a quien creía culpable: aquél al que llamaban Meñique.

- Hodor! Hodor!

La vieja miró con incredulidad al Perro. Si bien era cierto que lo dicho por Lyanna tenía sentido... él no estaba mintiendo. Sin duda tenía que tener tal cualidad, era cierto que en Desembarco del Rey las pareces tenían oídos, pero ella no había dicho nada a nadie sobre lo revelado, ni tan siquiera a su nieto. ¿Realmente estaban tan unidos él y Cersei?

- Por los Siete... ¡está diciendo la verdad! -Miró a todos los presentes, y finalmente a Lady Lyanna.- No le votéis, al menos por mi parte no ha mentido. Si Lord Stannis asegura que lo dicho sobre él es también cierto entonces ahí tenemos su prueba de inocencia. -Luego miró de forma severa al bastardo.- No seas estúpido, niño. Entiendo que sospecharas de él, pero decir que no lamentarias su muerte aún cuando somos tan pocos... Para mi Cersei no era un plato de gusto, me parecía una víbora, pero era inocente, y como aliada es de lo mejor que podíamos tener, y ahora es él -señaló a Sandor- quien tiene ese papel.

Una vez más, volvió a cambiar de parecer. El perro le dijo lo que él quería oír, por lo que volvió a quedarse como los primeros días... sin saber a quien votar.

-Habéis sido sincero, Clegane, voy a dar un paso adelante y hacer lo que otros ya habéis hecho, confesar. Lo que dice él es cierto, soy tan tonto como un niño y creo que ha quedado demostrado con mis fallos en las sospechas hasta ahora. Si tenéis tiempo de cambiar de voto los que realmente seáis honestos y buenos y hayáis votado por Sendor, cambiadlo.Creo que dice la verdad, aún en el caso de que Cersei hubiera comentado lo que vio por las noches a sus compañeros no le dio tiempo a espiarnos a mí y a Olenna y comentarlo, pues murió la segunda noche. Y si alguien cree que Olenna o yo mentimos porque tiene el mismo don, que lo diga ahora.

Estaba furioso consigo mismo por todos los errores cometidos, aunque por otro lado habían cercado el área.

-Eso nos deja a 6 principales sospechosos. Loras, el bastardo de Stark, Aemon, Petyr, Sir Lannister y Robert... y especialmente los 3 primeros son los que me dan peor espina- dijo, aunque no pudo evitar mirar a Petyr, como si él estuviera cerca de acompañar a los otros 3 en su lista de mayores sospechosos.

Esperaba que no le hubieran engañado para que excluyera de la lista algún traidor, aunque creía estar por primera más cerca de encontrar a los traidores.

Pero como puede este tomarles por tontos? Espeta Jon mientras señala a Sandor Es imposible que él tenga el don del que habla y si sabe de los dones de alguien mas es porque alguno dentro de vuestras propias familias le han contado, quien sabe bajo que vinculo. Además, en cabeza de quien cabe que los traidores hayan preferido matar a Melisandre que al él? Quien resultaría mas que una seria amenaza. Nieve no podía entender como podían creer semejante farsa.

Además, ya lo ha dicho lady Lyanna no se atrevió a llamarle tía, pues no tenía tal confianza He incluso usted mismo dice mirando a Stannis Es imposible que los asesinos le hubiesen permitido al Perro tomar aquel don que poseía su ama. Su molestia era clara, pero seguía sin responder a las palabras de la abuela, si ella seguía insistiendo en defender a Sandor, a Jon no le quedaría mas remedio que pensar que ella también era una traidora.

Olenna mira ya con lástima al bastardo.

- Muchacho... en mi caso, y estoy segura que en el de Lord Stannis también, nadie tenía conocimiento de lo que yo me traía entre manos. Que tu compartas con tus compañeros del Muro el número de pelos púbicos que tienes, no significa que el resto hagamos lo mismo con nuestras familias o alianzas.

-Yo también pensé en la posibilidad de que lo del Perro fuera una treta, pero desde luego hasta ahora no le había contado a nadie, incluyendo a toda mi familia, lo de mi condición especial. Reconozco que no tengo ni idea de como tiene ese don, pero en mi caso sí ha acertado de pleno sin que yo le dijera nada a nadie, y en Olena, visto que de momento nadie más ha dicho tener la habilidad de llevarse a alguien de por medio cuando muera, también confío. Es extrañísimo, lo sé... aún dudo de que pueda tener ese don porque creía que nadie podía compartir habilidades, y menos si ese alguien moría de noche. Pero así parece ser.

Miró al bastardo, sin saber si, al igual que él si no se lo hubieran demostrado, veía imposible esa posibilidad , o tenía miedo de que fuera real.

-Y sí, yo también pensé que los traidores debieron acabar con él por su habilidad, pero hasta hoy no la ha dejado clara... y no podemos olvidar que el don de Melisandre también era poderoso y lo mejor era asesinarla antes de que pudiera usar su pócima mortal. Al final la usó... aunque falló, matando a una inocente, que irónicamente había hecho lo mismo con su padre. Y quien sabe... igual sí que soy tonto y me la han dado con queso, pero hoy cambiaré mi voto, y supongo que irá para Loras, o para el cuervo ciego... y mudo.

Era en serio!? O acaso todos estaban mintiendo para defender al Perro? la mente de Jon parecía nublada por las emisiones, pero es que sin duda era imposible que Sandor tuviera la misma habilidad que Cersei.

Mirando con su ya marcado desprecio al Perro, Jon le cuestiona una vez mas Entonces dices tener la habilidad de ver en el corazón de cada uno de nosotros, desde cuando se supone que puedes hacer tal cosa? Has contado con el talento para copiar la habilidad de tu señora o siempre has podido hacerlo? No veía por que Sandor pudiera reusarse a contestar a aquello, solo había que esperar a que su propia respuesta le sentenciara. Veamos, dices haber soñado con lord Stannis, a lady Olenna y claro, a mi padre. Déjame contar... Has visto a cada uno en una noche o pueden tus sueños ver a mas de a la vez? El escepticismo de Nieve esta marcado a cada palabra.

-Sigo tentado en mantener mi voto hacia Clegane porque como vos, nieve, veo imposible que dos personas compartan un don tan importante, pero si es imposible que tenga ese don, ¿cómo es posible que sepa esas cosas de nosotros? De mi familia ya te digo yo que no es, porque no les había dicho nada, y de Cersei... no sé si le dio tiempo a observar a más uno, y menos aún, de contárselo a su familia.

El enano decía que la joven esposa de su hermano Robert no había hablado, pero el enano tenía lengua, y los que la tienen pueden mentir.

-Así que Nieve, ante dos elecciones imposibles, ¿cual elegimos?

-Cuida lo que dices Perro. Mejor hubiera sido que te quemaran esa lengua tuya antes que la cara.-Lo señalo con la mano izquierda, pues la derecha estaba ocupaba sujetando un muslo de pollo, cuando insulto a su querida Lyanna y acuso a su hermano Stark.

Poco después al parecer él decía la verdad, pero tenia suficiente orgullo como para no disculparse con ese engendro.
No obstante no parecía sorprenderse al escuchar por la propia boca de su hermano que era tonto, de echo tuvo que ahogar una risotada, al recordar su niñez. Pero parece que el chico bastardo y su hermano eran el centro de atención, aunque por una vez no se acusaban mutuamente.

-Muy bien, entonces decidamos rápido.-Miro hacia las ventanas y vio que el cielo empezaba a oscurecer.-Como yo lo veo estamos entre Perro, El cuervo ciego y el caballero de las flores.-Descarto a Meñique simplemente por ser de su casa y pensaba que ya había bastantes candidatos.

-El primero parece tener el poder de mi difunta esposa y el resto lo ha corroborado.-Miro a de nuevo a perro con algo mas de odio si cabe, deseaba saber mas que nadie que clase de relación había tenido con ella, ¿Se había atrevido a profanar su posesión?

-El segundo es como un gatito asustado, hace acto de presencia y se esconde en las faldas de su abuela, supongo que porque no esta aquí mi hermano menor.-Era estúpido ocultarlo a estas alturas, ademas sabia que todo el mundo era consciente de ello.

-Y el tercero es un viejo que parece poco mas de una estatua, siempre callado, siempre expectante.-Ademas de que era un Targaryen, otro aliciente para el propio Robert.

Por que he de ser yo quien le de luz, lord Stannis, si bien estoy en su lista de los mas sospechosos... Saquen ustedes mismos las cuentas, es imposible que el Perro haya podido escudriñar en el alma de los 3 que menciona, aunque claro, estaba esperando a escuchar que excusa presentaba. Él no tiene el don ni de soñar ni el de poder aprenderlo y es por esto que no puede ser mas que un asesino. Lady Cersei debió exponerle a su familia que ella era una soñadora y por eso fue asesinada luego de que dijera a quienes había "visto" y entre esos debió haber estado usted. dice con la mirada fija en el segundo de los Baratheon Y por eso usted fue seleccionado como la siguiente víctima, pero su sacerdotisa supo mantenerle con vida y habiendo confesado ella tal hazaña, era necesario eliminarla antes de que ella, contando con algo de suerte, acabara con uno de ellos. dice casi seguro de ello, pues todo parecía tener sentido.

"Yo tambien soy inoscente! Acaso Lord eddar no habló bien de mi?! Yo también hable bien de él y lo he defendido! No se olviden que de haber asesinado a Lord Stark, su esposa jamá me lo hubiera perdonado! Los asesinos estan áun escondidos pero todos estamos cada vez más alerta!!"

- Si heredaste el poder de Cersei y hoy hace cuatro días que estamos aquí. ¿Cómo pudiste soñar en tres noches distintas? Porque ella apareció el segundo día muerta. Si heredases el poder, eso te dejaría con dos sueños propios. -Miró al Perro con los ojos ligeramente entrecerrados. Entre todos estaban consiguiendo que se volviese una paranoica.

Se mantiene en silencio mientras escucha las discusiones que mantienen entre todos. Incluso escucha su nombre entre ellas, pero decide ignorarlo totalmente. Se queda pensando en lo que dicen, y empieza a hacer cálculos mentales,

Si descartan a los que estaban diciendo, la abuela, Hodor, el Perro, Lady Lyanna y Stanis son inocentes.

Mira a los demás.

Sin contarme a mi, quedan 5 sospechosos. ¿Pero quien será? No ha caído ningún traidor hasta ahora, ¿cuantos serán?

Entonces vuelve a escuchar su nombre y niega con la cabeza mirando a ambos Baratheon. Luego observa a Robert con la mirada crispada al haber mencionado al joven de los Baratheon.

-No, yo no soy un traidor, pero no puedo demostrarlo, al menos no de la forma en la que otros lo hacen. -mira fijamente a los Baratheon, sabe que no va a convencerles con vagas palabras, pero no puede decir más sin ponerse a si mismo en peligro, o lo que es peor, a su abuela.- A mi parecer, Aemon Targaryen o Petyr son más sospechosos que yo. Mi voto será para uno de ellos. 

No pudo evitar asentir a alguna de las palabras del bastardo. Él mismo las había dicho ya antes que Nieve, que Cersei podría haberse ido de la lengua. Por eso a él le gustaba ser cauto y solo decir cosas vitales cuando podía servir de algo. por otro lado, estaba el tema de los desajustes de días.

-Si el poder lo heredó el día siguiente a la muerte de Cersei es imposible que observara tres noches, a menos que lo hiciera la misma noche que ella murió o que tuviera mismo poder que ella antes. 

Miró a todos los presentes.

-Por favor, si el que puede copiar los poderes de otro está presente, que lo diga ahora, para no equivocarnos más.

Aunque Stannis creía que de haberlo, ya habría hablado... a menos que fuera el Cuervo y de ahí su interés en el tema.

-Aunque, Olenna, estaríamos en las mismas, ¿como pudo Cersei observar a dos personas y contarlo todo a su familia cuando ni siquiera sobrevivió para ver un segundo día tras los asesinatos? Lo de Stark, obviamente es fácil de inventar, ¿pero lo de su condición? Supongo que es usted una mujer sabia y que a su familia no le ha contado nada de lo suyo, ¿no? ¿Como supo los secretos de dos de nosotros tan pronto?

Sin embargo, a pesar de su defensa al perro él mismo estaba en el lugar de los que desconfiaban en él. La verdad es que habían incongruencias, y la idea de que dos personas compartieran un mismo don que aparentemente ni siquiera pudo ser copiado, le daba a todo aún menos credibilidad.

- Es lo que yo tampoco llego a entender, Lord Stannis. -Negó lentamente con la cabeza y se mantuvo callada, intentando aclarar su mente.- Si heredó el poder, solo podría haber soñado con dos personas. Pero igualmente, si está mintiendo, Cersei solo habría podido soñar con uno, ¿no? A menos que el mismo día del fallecimiento del Rey, ella ya hubiese soñado con alguien. Entonces haría un total de dos. Y el tercero, de mentir, podría haberlo inventado el Perro, pues reveló que había soñado con la inocencia del Señor de Invernalia después de que este muriese... Y no fue hasta hoy, que dijo lo que realmente este escondía. Y juraría... que alguien lo había mencionado antes que él.

La noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No terminará hasta el día de mi muerte. No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos. No llevaré corona, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en mi puesto. Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir. Jon repetía aquel juramento en su mente mientras esperaba el desenlace de las acusaciones. Solo lamentaba no poder refutar las nuevas posibles sandeces del Perro.

Le encantaba que el Perro estuviera teniendo tanto protagonismo. De esa forma, podía escrutar los rostros de los presentes sin miedo a ser descubierto. Tan solo quería saber cómo se tomaban la noticia de que el don de Sandor era tan poderoso que hasta los mudos llegaban a hablar de improviso.

El Gnomo sonreía de manera fría cuando Meñique habló, tembloroso, temiendo por su vida.

Y hacéis bien en temblar como una hoja sacudida por un viento de otoño, Baelish, pensó el enano mientras se miraba las uñas. Espero que seáis el siguiente en caer y podamos llevarnos el triunfo de haber atrapado a un ser despreciable como vos.

Sin embargo, la sonrisa se le fue borrando de su asimétrica cara cuando el asombro dejó paso al miedo y la incertidumbre. Frunció el ceño, y negó con la cabeza.

—Repito que mi hermana jamás nos reveló su secreto— dijo Tyrion, irritado. Que se hablara de Sandor no le molestaba. Es más, le gustaba, pues era su momento de triunfo más allá de los fieros combates que llevaba a cabo con su espada. Pero que se hablara de su hermana, cuando ya estaba muerta… No, no quería. La paz había vuelto a su vida, no iba a empañársela comentarios desafortunados sobre Cersei—. Un día nos dijo que había un par de personas aquí en la Sala del Trono muy interesantes. Y, el Perro se lo confirmó diciendo algunas palabras enigmáticas para mí— dijo, recordando la conversación—. Pensé que se amaban o que tenían un plan entre ellos en el que ni mi hermano Jaime ni yo entrábamos— se encogió de hombros, como si no le diera importancia—. Puede que mi hermana no le diera el regalo cuando se fue de nuestro mundo, caballeros— añadió Tyrion, ladeando la cabeza—. Puede que ya lo tuvieran juntos y lo compartieran… aún más juntos— frunció el ceño, y le hubiera gustado que Jaime estuviera allí para que supiera que su amada hermana era una arpía desde su cabello dorado hasta el mismísimo dedo gordo del pie—. Sandor y Cersei compartían algo, más allá de lo que jamás he compartido yo con ella. Quizá, se encontraron en la noche y descubrieron que tenían el mismo don, y juntos, compartieron confidencias. Pero, no lo compartieron con el resto de la familia.

Hizo una pausa, suspirando, algo alicaído. A él también le hubiera gustado tener algo especial. Algo importante. Incluso si protegiera a Sandor o a algún otro de un ser malvado, sólo podría hacerlo a la mitad inferior.

—Sandor ha sido más generoso que mi hermana, eso está claro—indicó Tyrion, tratando de acomodarse en el Trono de Hierro—. Ha compartido todo lo que sabe aquí, delante de todos vosotros.