Partida Rol por web

-Do do do do do - Asuranceturix afina su arpa mientras escucha las conjeturas del resto de galos. ¿Un asesino entre ellos? ¡Horror! -"Espero que mi canción pueda apaciguar a la bestia"

Falbalá, que no había dejado de llorar desconsoladamente desde que se enteró de la notícia, era incapaz de decir una sola palabra. Estaba sentada en un rincón, llorando con un pañuelo en al mano.

Yo creo que lo más importante ahora es darle un entierro digno a este alma inocente y puro, que no tenía culpa de nada. Dijo con tristeza en su voz.

Tras recoger al pequeño Idéfix por el camino, Obélix se acercó a ver que ocurría. Todo el mundo decía que el hijo de Julio César y Cleopatra había muerto. Por suerte para todos, ésto es un dibujo animado para niños, y como todo el mundo sabe, en los dibujos animados para niños estas cosas no pasan. El niño sólo estaba noqueado, pero era un sueño profundo del que por algún motivo ni el mismísimo Panorámix era capaz de despertarle.

Una vez visto que ocurría, el galo se dirigió a su inseparable compañero Astérix, para decirle— ¡Yo no creo que haya sido nadie de dentro, Astérix! ¡Seguro que han sido los romanos con algún sucio truco! ¡Los romanos no juegan limpio! ¡Dejadme que salga a vérmelas con esos de ahí fuera, que ya verán lo que es bueno!

Al decir ésto, escucho las palabras de mi dulce y querida Falbalá, por lo que me pongo colorado como un tomate— Oh mi dulce y bella Falbalá... —Antes de que pueda decir nada más, mis tripas resuenan de forma estruendosa. No he desayunado— Bueno, mejor vamos luego. No puedo combatir romanos con el estómago vacío. ¡Deberíamos cazar algún jabalí, y luego enseñarle a esos romanos lo que es bueno!

¿¡Sabes lo que te dicen mis pies!?

      Esa fue toda la respuesta del pescadero a Eseautomatix, ignorando al anciano y, en general, todo lo que sucedía a su alrededor, mientras apretaba aun más su nariz contra la del hombre que les había insultado a él y a sus pescados... Solo Tutatis sabía qué impedia que ya le hubiese propinado una buena patada o un puñetazo, ¿quizá la gravedad de la situación? Si, podía ser eso...

A pesar del enfado de Ordenalfabetix, la atención de Esautomatix se había desviado hacia una amenaza más temible e inmediata que un salmonazo en la cabeza: el bardo amenazaba con empezar a cantar

- ¡Eh, he dicho que nada de canciones! ¡Es lo último que necesitamos ahora mismo!

Pero bueno ¿hay pescado fresco de verdad o no? pregunta ya enfadado Edadepiédrix, mientras agita su bastón pensando en a quién atizarle primero...

—¿A quién le importa el pescado? ¡Yo lo que quiero es jabalí! —grita Obélix a Edadepiédrix. ¿Quién quiere pescado pudiendo comer jabalí?

Desde que te caíste en la marmita de poción mágica de niño, nunca has sido muy brillante, Obelix.

Si mi adorable mujercita quiere pescado, yo le compro pes-ca-do dice el anciano con un bufido, ya un poco harto de tanto problema para comprar algo de pescado fresco estando junto al mar... Y si no hay pescado fresco... pues me voy a buscarlo en otra parte!

¡Por supuesto que hay pescado fresco!

      Respondió Ordenalfabetix al anciano, cuando Eseautomatix se desentendió de la riña para atender lo que, sin duda (y en eso debía estar deacuerdo toda la aldea), era una cuestión de importancia mayor... evitar que el bardo cantase.

Cuando terminemos la reunión, ven conmigo y te daré una de las mejores piezas, fresquísima... acabo de recibir un cargamento en carro de bueyes, procedente de Massilia, que hará las delicias de tu mujer.

-¡¡¡¡BASTA!!!- Grita el Cesar subitamente, desenfundando su espada -Por Jupiter, mis guerreros romanos solo han acudido aquí para proteger de algún posible ataque a su emperador, no para matar a nadie. El asesino de mi hijo se encuentra entre vosotros, dioses galos, y juro por mi imperio, ante Marte, que la ira de Roma acometerá contra el culpable con toda su brutalidad, que salga ahora el culpable, o caereis todos

La indignacion del emperador/dictador romado era tal que ya miraba con cara de desconfio hasta a la propia Cleopatra, y gruñía de mala manera a aquellos que su imperio consideraba dioses

Calma, Julio, calma. Te aseguro que si el asesino está entre nosotros lo entregaremos a la justicia.- el siempre dialogante Astérix trata de calmar a César, el cual debe estar muy enfadado por lo ocurrido. Si finalmente el asesino es uno de nosotros, acabaremos por descubrirlo. Alguien tiene que haber visto algo. No creo que el niño estuviera solo y desprotegido.

Cuando Falbalá habló con voz triste, Tragicomix dejó de gritar  que sacrificaran al culpable para intentar calmarla. No podía verla llorar sin sentirse mal.

-Tienes razón, el niño necesita un entierro digno- dijo para calmarla, pero siguió hablando en susurros- pero el asesino se merece un garrotazo en sus partes.

Falbalá asintió algo más tranquila y asintió acabando de secarse las últimas lágrimas. Era cierto que el entierro del niño era lo primero, pero sin duda, lo siguiente sería encontrar al malnacido sin corazón que había sido capaz de hacer algo así. Era algo que no le entraba en la cabeza. Un niño. ¡Un pobre niño! Que seguro que no tenía la culpa de nada...

Gracias Tragicomix. Le dijo con una leve sonrisa de agradecimiento.

Filatelix,no sabia que decir, normalmente la aldea estaba tranquila cuando llegaba, algún que otro manporro si que había pero lo típico para una aldea gala, así que simplemente se sentó en una silla a revisar su correo.

Las palabras de Obélix hacen olvidar a Idefix, por el momento, la búsqueda de una esencia más allá del penetrante olor a pez que rodea a Ordenalfabetix y que satura su agudo olfato. ¡Jabalí! El pequeño perro comienza a correr alrededor del cargador de menhires lanzando algún que otro ladrido de placer.

Después de todo, Asterix está en la aldea y Panoramix puede facilitar poción a los vecinos ...por más romanos que aparezcan, todo terminará como debe ser, ¿por qué no afrontar los problemas con el estómago lleno?

-Gracias, dios galo de poderosos puños... Tiene razón, seguro que alguien estubo vigilandolo ¡¿CLEOPATRA?! ¿Dónde estabas cuando raptaron a nuestro hijo? Habla ahora, mujer, y habla rápido, nadie acaba con el digno sucesor del Cesar, y te recuerdo quién era la encargada de cuidarlo

      Ordenalfabetix se giró con expresión sorprendida y desconcertada para mirar a César. Las palabras que acababa de pronunciar y el tono con que había hablado a su amada Cleopatra habían descolocado al pescadero... ¿Acaso era posible sospechar de una mujer con una nariz tan hermosa? ¿Es más, no era ella la madre del niño? Sin embargo, el emperador de los romanos tenía razón, ella era la encargada de cuidarlo... Esta vez no dijo nada, pero su mirada a la egipcia dejó claro que de pronto dudaba de ella.

Oh, como añoró las cálidas arenas de Egipto así como sus musculosos y aceitados hombres varoniles y guapos.