Partida Rol por web

Miró alrededor aturdido .. no tenía mucha idea de como había llegado allí y había permanecido en silencio desde que Igor les explicara la situación. Prestó atención a los números y se extrañó al ver la cantidad de gente deseosa de que esto acabara mal.

El espectáculo que siguió fue especialmente lamentable. Se fijó en el policía y en Asrai, quienes simplemente no sabían ni comportarse e iban a ser sus compañeros en esta "épica aventura". La gorda también era terrible, no por gorda, sino por grosera. Ryland suspiró y se presentó:

-Soy Ryland Horst, espero ser de utilidad y ayudar en lo que pueda - había inseguridad en el joven, que simplemente no tenía muy claro que debía hacer y peor aún, tampoco podía.

Ayase apartó la cara de la señora Yokoshi, que le había lamido la cara.

-¡Pero no me chupe la cara! ¡Qué desagradable, maldita sea! Puede quedarse su pollo-se sentó en un sofá distinto para evitar el contacto con aquella mujer tan peculiar.

-Sí, bueno, hola a todos-suspiró- Yo me llamo Ayase, vengo del 2019 y esta habitación está llena de raritos. Si como ha dicho el viejo estamos en un lugar apartado del espacio y el tiempo, ya podría haber traído entretenimiento. Aunque mirar a su majestad Von Richthofen ya es todo un espectáculo.

Le guiñó un ojo al noble.

-Entraré en el juego de las suposiciones. La verdad es que solo me importa mi supervivencia y estoy ansioso porque la ansiedad y el estrés haga mella en vosotros. Por cierto, a lo mejor me lo he inventado -se echó a reir.

-Si venimos de distintas épocas me pregunto si matando a tus abuelos me libro de ti... -Dijo el Noble mirando con desdén Ayase Fukui- Mmmm... Pues o la teoría del multiverso es una zorra, o uno de los dos hemos muerto antes de que pudiera cargarme a tus abuelos... Espero sinceramente que fueras tu y por tanto no tuviera necesidad de ello.

Tora se queda con la lengua atorada (ba dum tssss) en la boca. No sabe qué decir ni qué hacer, viendo como ya hay disputas tontas y nada lógicas, y esto no ha hecho mas que empezar.

Decide hacer como alguno más, simplemente presentarse, y que pase lo que tenga que pasar.

- Yo también soy estudiante. - dice mirando a Mia Alice - y mi nombre es Tora Ito.

Despues de estar media hora con la mirada perdida y viendo el panorama... 

Yo estaba metiendo la cabeza en el retrete de un niñato que intentó robarme el movil, y ahora estoy aquí con esta gente... y no sé para qué y la verdad que tampoco es que me importe mucho... pero que remedio, habrá que interactuar con ellos, que pereza más grande... 

Mira a una especie de mosquito gigante con alas y cuerpo de mujer.... De donde has salido tu? que bichillo eres? Tengo que comprar un matamoscas gigante? Es una broma... o no!!!

El chico se echó a reír.

-¡Pero no hace falta ser tan violento! Ha sido un cumplido- se llevó una mano al pecho, como si le hubieran ofendido profundamente.

Saludó a la chica de pelo rosa, Tora Ito, que no parecía enterarse de nada y le tocó el pelo.

-¿Es tu color natural o te lo tiñes de rosa? Qué adorable-le sonrió con picardía. Seguidamente se levantó y se apoyó en una pared.

- ¿Nadie se ha preguntado por qué debemos ser nosotros los que carguen con el muerto? ¿Y qué pasa con ellos?-dijo señalando al grupo de estudiantes que portaban la carta The Fool- ¡Qué injusticia!

Estaba impacientandome... 

Bueno en serio, que hacemos aqui, quienes sois vosotros el napias y la de cara de psicopata, quienes son esos raros, quienes sois vosotros que tienen que salvar a no se que de no se quien, que hace aqui jabba el hutt y campanilla... venga chicos, que alguien deje de hacer el tonto que esto no son carnavales!!!

Una de las no virtudes  era la poca paciencia!!! y despues de estar un rato mirando la escena con perspectiva... no entendia nada, reclamaba una explicacion

Vi como se me acerca otra chica de mas o menos mi edad. Me sentí aliviada al tener otra chica. Había mucha gente extraña. Bastante confusion por lo que nos habian escogido, o el por que estabamos aqui. Evitando pensar en todas las palabras que decían el resto, le doy conversacion a Tora.

Hola, Tora. Encantada de conocerte. Como sabes tengo amnesia, y no recuerdo demasiado de mi vida. No será esto realmente un sueño? De verdad está ocurriendo el vivir en esta habitacion tan extraña?

Se acomodó en el sofá contemplando el espectáculo de conversaciones tan dispares, preguntándose internamente quién formaría parte de cada grupo. Empezaba a sacar sus propias conclusiones, sobre todo por ciertas actitudes que le levantaban sospechas o algunas frases que habían soltado, ya fuera accidentales o intencionadas, creándose su propia lista de sospechosos potenciales. Posiblemente a esos los vigilaría más detenidamente al cabo de los días.

Paseó la mirada entre los presentes y, cuando cruzó con la de Makoto Tora, sonrió mientras daba dos palmadas a su lado, como si le indicara sin palabras que le hiciera compañía. Por ahora era el único que parecía tener tan claro como ella el “trabajo” que tenían por delante, queriendo compartir impresiones si fuera posible.

Una oscuridad inundó la habitación en la que estabais y pudisteis oír una voz proviniente del exterior de dicha sala. - ¿Pensabais que iba a ser tan fácil? ¡Yo und el resto de maestros de las sombras vamos a dar guerra y ayudar a las sombras infiltradas a tomar esta sala y dominar el mundo! Aprovechad mis Schutzstaffel, revelaos y tomad la sala. Yo no puedo entrar todavía ¡pero mientras más oscuridad haya dentro de la Velvet Room, más poderosos nos volvemos und conseguiremos entrar! - acompañó esta última frase con una risa. Se podían notar fuertes golpes desde fuera que agitaban toda la habitación.

¿Otra vez este tío? ¿Es que no se cansa de que le pateemos el culo? - se le notaba claramente molesto. - Ayudadme chicos, conozco sus puntos débiles. - decía al resto de usuarios de la carta salvaje.

Una voz tranquilizadora se oyó al fondo de la habitación. - Mantened la calma, usuarios de Persona, nosotros nos encargamos de controlar a raya a los maestros de las sombras, así que mantened la guardia alta y centraos en cumplir vuestro objetivo, encontrad a los traidores y todo volverá a la normalidad.

Tras estas últimas esperanzadoras, notáis que todas las presencias de los chicos adolescentes que habían allí, se desvanecen y con aquella desaparición, cesaron los golpes que asolaban la Velvet Room, pero no la oscuridad.

Eldwin von Richthofen se levanta de su silla y dice algo completamente fundamental, quizás un mensaje que tan solo unos pocos elegidos tienen el honor de conocer; con una media sonrisa ante la presencia de aquel maravilloso hombre con un ojo demasiado desnudo para el gusto del noble.

-Dos.

Con esto dicho y con un sorbo de su copa, se sentó nuevamente.

-Oh si hay espectáculo, me gusta por cierto claro que puedes llamarme Haru-chan  ese es mi nombre- al escuchar las palabras del maestro de las sombras solo pude soltar una risa.

-Qué genial incluso tienen una copia de Hittler, esto pinta bien- comento sonriendo como si eso no fuera importante - supongo que lo que debemos hacer es pensar en opciones de quienes son inocentes o culpables, por mi parte se que soy una dulce e inocente persona, pero los demás no tengo la mas mínima idea, espero que Leo-chan sea una luz por que me parece lindo, y espero que el noble sea una sombra por que es la primer persona que me hace sospechar, no lo se es el típico cliche de videojuegos   y Haru no confía en los cliches, a menos claro que sean de Haru -chan.

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¡Que mierda! ¡Mi Persona me va a matar esta misma noche! Rápido todos los guapetons, tocadme las tetas y dadme comida rica.

-Tocarte ni loco, das  miedo- mencioné ante la sugerencia de tocar a la dama gorda - lo siento Haru solo toca cosas lindas, tan lindas como Leo-chan.

"los maestros de sombras de esta epoca son muy raros"

Y viendo a los supuestos salvadores del mundo me pregunto si la mas inteligente aquí no será la chica que duerme

-espero que la noche os traiga sueños agradables- deseo en general antes de buscarme un sitio apartado donde dormir con tranquilidad

-¿Pero qué cojones...? ¿Es Hitler o un puto truco? Me cago en todo, esta broma se está pasando de la ralla.

Shigekichi saca un cigarro con cara de malas pulgas y se pone a fumar mientras impacientemente mueve el cuerpo.

-a ver, ¿quién es de los malos? el que se identifique a si mismo no le pegaré de hostias.

 Con gran espanto en sus ojos al ver la imagen de aquella diabólica figura histórica de peculiar bigote, Meiyo Rodo agarró su megáfono y lo alzó ante todos los presentes, intentando advertirles de la amenaza.

- ¡ATENCIÓN TODO EL MUNDO! ¡ADOLPH HITLER ESTA ENTRE NOSOTROS! ¡REPITO! ¡EL MISMÍSIMO SEÑOR DE LAS TINIEBLAS ESTA ACECHÁNDONOS! ¡TENGAN CUIDADO! ¡ESCÓNDANSE DETRÁS DE ALGO O ALGUIEN! ¡BUSQUEN REFUGIO! ¡CÓDIGO ROJO! ¡CÓDIGO ROJO!