Partida Rol por web

-¿Quién sabe si ha sobrevivido? Supongo que tarde o temprano lo sabremos, pero ahora debemos pensar en la próxima expedición para acabar con los que quedan, o rematar a éste si sigue vivo. Personalmente, no estaré tranquilo hasta que tenga los tres cadáveres ante mi...

Mientras trato las leves heridas de Nikolai y escucho al resto, no puedo parar de pensar que no seguimos a salvo de traidores:

- ¿Estáis seguros de que no queda ningún infiltrado? Tengo un mal presentimiento...o queda alguno, o alguno de nosotros lleva un bicho de esos dentro. ¿Seguro que queréis que escanee al gato y no a otro de nosotros? Nikolai...no es posible que ese monstruo te metiera nada dentro durante su ataque, ¿verdad?

Me parece que escanear al gato es estúpido...no sé si debería sacarlo y ver qué tiene Nikolai....si él se deja.

De los demás...lris no tendrá nada dentro, pero sigo sin fiarme de ella. Demasiado callada.

Tiemblo ante el ruido de las tuberías y los conductos, y renuevo mis esperanzas al ver venir al grupo. Escucho sus palabras y sus opiniones, cavilo y asiento en silencio.

-No... no creo que sobreviviera en llamas, pero... no sabemos si queda alguna otra. Yo... considero que debemos analizar bien a ese gato, o al menos atraparlo y ponerle una cámara para espiar los conductos. No... no me gustaría dormir y que una de esas cosas me despierte... También deberíamos revisarnos de nuevo.

Suspiro mientras miro el escáner:

- Sí, si el gato se está quieto, en un rato sabremos si tiene algo dentro o sólo es un estorbo de por sí... Y os recuerdo que lo de escanear lleva su tiempo. Después del gato, quiero analizar a la Sra. Sosa. Ha estado muy callada todo el tiempo y puede que le pase algo.

Asiento a las palabras de Claude.

- Tranquila. - le digo apretando levemente su mano - Hasta que vuelva Francesco, alguno de los dos se quedará siempre aquí. - propongo en tono tranquilo.

- ¿Cómo ha ido lo del ordenador? - le pregunto - No sé ni las horas que llevas sin parar... si quieres tumbarte un poco en una de las camillas, yo hago guardia mientras y te despierto si pasa cualquier cosa. - ofrezco mirándola a los ojos, con voz suave y una sonrisa calmada.

Luego escucho la conversación de los otros, y no puedo evitar intervenir.

- Julian, - le digo - sé que puede sonar egoísta... pero si Akira puede repararte, ¿por qué no te has autodestruido antes? ¿O por qué no lo haces ahora? Si puedes llevarte uno de esos bichos por delante, parece mejor idea que arriesgar toda una expedición.

Antes fue demasiado rápido, y no lo había aun planeado, ahora mismo, es un, me autodestruyo, vale, pero no se donde esta? Si lo hago aquí y ahora seriáis vosotros los que murierais? Es un recurso que hay que usar con cabeza.

Deja que sea yo el que decida cuando usar mis capacidades y no tu, que al ser humano no sabes ni como ni cuando usarlo

Digo en un tono algo borde, incluso, parece que este molesto, pese a ser un ciborg

Frunzo un poco el ceño cuando Julian me responde, sin comprender del todo si cree que soy estúpido, o si no me ha comprendido.

- Sólo te he preguntado el motivo. - explico - No me refería a que lo usases aquí y nos matases a todos, sino a que salieses a buscarlo contando con ser reparado después. La primera vez, Akira te reparó sin siquiera tenerte delante, así que aunque quedes alejado no debería haber problemas. No sé dónde está la pega pero, como tú dices, tampoco sé cómo funciona. Por eso preguntaba.  ¿Aún sigues las leyes de la robótica, por cierto? Creo que Akira había pensado en quitarte esa limitación. - pregunto en buen tono.

- ¿Cómo son exactamente las Leyes de la Robótica ésas? - Pregunto, de pronto, molesto por la discusión y queriendo pararla cuanto antes. - ¿Se supone que tienes que hacer lo que se te diga, Julian?

Si... me ha quitado esa limitación e incluso.... he notado algo extraño..... creo que me ha instalado un simulador de emociones.....

Digo mostrando una expresión de extrañeza

Las leyes de la robótica son 4, proteger a la especie humana, proteger al ser humano como individuo siempre y cuando no entre en conflicto con la ley anterior, obedecer al ser humano siempre y cuando no entre en conflicto con las leyes anteriores, y conservatorio siempre y cuando no entre en conflicto con las reglas anteriores, pero ya no estoy limitado a ellas

Claude dedica una breve sonrisa a William cuando se dirige a ella y asiente a sus palabras sobre Francesco. - Espero que vuelva pronto... - Después niega con la cabeza suavemente. - No, no te preocupes, todavía puedo aguantar. Y lo del ordenador... No ha servido para nada. La verdad es que últimamente nada parece funcionar como debe. - Añade, con la voz ligeramente frustrada.

Después asiste a la discusión sobre Julian y su programación y finalmente sube los pies a la silla, abrazándose las rodillas con un brazo y apoyando la barbilla en ellas, con aire cansado. - Yo creo que no quedan infiltrados. - Dice, hacia la doctora Alonso tras meditar sus palabras. - Lo de tener un bicho dentro... Podría pasarle a cualquiera, aunque entonces supongo que habrían intentado chantajear a quien fuese, como a Katarina. 

Asiento ante la explicación de Julian, conforme, y echando un ojo a George. Lo cierto es que me tiene un poco preocupado.

Luego giro levemente mi mano con la de Claude, cambiando un poco de postura, con nuestros dedos entrelazados, antes de hablar - Quizá tenga que ver con el estado de la nave. - sugiero sin ninguna convicción, tratando de que se sienta un poco menos frustrada. Luego la miro a los ojos, cansado de permanecer siempre encerrados, sin poder circular libremente o, al menos, tener algo de actividad. - Y bueno, aunque puedas aguantar... cuando quieras una siesta, ya sabes. - vuelvo a ofrecerme, acercándome para darle un beso en la mejilla.

Luego observo a Nikolai, esperando que se encuentre mejor.

- La doctora hace milagros. - le digo, señalando mi pecho con la mirada - ¿Tú cómo estás? Si te parece bien, me gustaría unirme a la siguiente expedición.

-Simulador de emociones?-Le pregunto frunciendo el ceño.-No, amigo mío, eso va de serie. Os hacen lo más parecidos a los humanos para que no resulte extraña y perturbadora vuestra presencia, pero... Las emociones son complejas y vuestras respuestas no son del todo perfectas.

Le miro con curiosidad.-Lo único que he hecho ha sido liberarte de las leyes de la robótica y cambiarte el programa. No me gustaba la idea que tuvieras que proteger a un muerto... te deberías sentir fatal... si es que sintieses de verdad algo, claro.

No es la primera conversación que tengo con un cyborg y es divertido discutir con ellos, sobre todo sobre las emociones. Se empeñan en hacer ver que son capaces de sentir cuando en realidad solo responden a estímulos guiados por un programa informático. Además, tampoco es que haya nada más que hacer por el momento.-George, aún tienes lo que te di?

Claude escucha las palabras de William con la mirada levemente ausente. - Lo único que quiero es que esto se termine de una vez. - Le responde antes de soltarlo despacio. - Ahora vuelvo. - Se levanta y se acerca al ordenador, en el que consulta algo durante un par de minutos. Después vuelve a sentarse junto a William y busca su mano con naturalidad. - Tenía que comprobar una cosa... - Dice, antes de apoyar la cabeza en el hombro del hombre y observar en silencio lo que hacen los demás con aire cansado.

Me permito sonreir ante el comentario de William. Milagros...ojalá pudiera hacer algo más para que salgamos todos vivos de ésta...

- Bien Nikolai, creo que estarás mucho mejor. ¿Qué hacemos ahora? Propongo hacer algo con la Dra. Sosa y con Margaret. Su apatía no me gusta, podríamos meterlas en sus cápsulas y mantenerlas criogenizadas. Si tienen algo dentro, ya las examinaré cuando tengamos calma, no creo que pueda salir de ellas en criogenie.

-No es buena idea criogenizar a nadie. Les recuerdo que nuestro experto en ésos temas ha muerto. No quiero menospreciar las capacidades de George, pero otro accidente como el de Hasarov, y tendríamos otro "polo humano". 

Claude escucha a la doctora desde su posición junto a William, y su mirada se posa en la doctora Sosa y en Margaret alternativamente. - La verdad es que no tienen muy buen aspecto, yo también creo que deberíamos hacer algo con ellas. Pero Paysal tiene razón, la última vez que intentamos criogenizar a alguien no salió demasiado bien... - Entonces dirige su mirada a George. - George, ¿no sabes por qué te salió mal? ¿Crees que podrías conseguirlo, o la máquina está estropeada del todo? 

Finalmente, la joven mira a Akira. - ¿No puedes programar a Julian para que sepa usar esa máquina o algo así?

-Podría intentar arreglar la máquina, pero eso supondría volver a salir con esa cosa ahí fuera para intentar algo de escasa utilidad, no creéis?-Pregunto mirando a Claude.-Aún así haré lo que el grupo decida.

Miro a Geroge.-Y bien? La tienes por aquí?

- Quizá podríamos aprovechar la próxima expedición, pasar por la armería para que Paysal intente abrirla y asegurarnos de si puede o no y luego ir a la sala de criogenización para dejarlas allí... - Claude se encoge de hombros antes de seguir hablando. - No sé, aprovechar el viaje todo lo que podamos y eso. Oye, Akira... Si Julian hace eso de autodestruirse, ¿tú podrás traerlo de vuelta después esté donde esté como las otras veces?