Partida Rol por web

-Pues... me imagino que depende el nivel de la explosión y de como queden los restos. La herida la primera vez que le atacó esa cosa era bastante fea y aún así lo conseguí, pero no tengo ni idea hasta no ver los restos de Julian.-Admito.-Aún así es un cyborg, no deberíamos preocuparnos demasiado por él, al fin y al cabo cuando volvamos a la Tierra se le proveerá de otro cuerpo sintético. Él no perdería nada puesto que no es humano al fin y al cabo. Lo siento Julian, pero es así. Si hay que elegir entre la vida de un humano y la de un cyborg creo que debería tener prevalecer la del humano.

Cojo la consola y se la doy a Akira con gesto cansado.

- Pues vaya mierda si ya no haces lo que te digamos... - Digo, dirigiéndome a Julian sin mirarlo. - Vamos, que ahora podrías matarnos sin problemas, ¿no? - Resoplo.

Miro a Emanuel con algo de dolor, no hacia él, lo cual es evidente al retirar enseguida la mirada hacia el suelo.

- Lo siento... - Añado. - No sé qué pudo salir mal. Creo que lo estaba haciendo bien, pero la máquina no reaccionó como se supone. Quizás entendí mal el asunto... pero yo memoricé los pasos que seguía mi padre y... era así. Creo. No sé... Me habré equivocado. O Dios no quiere que los crioge... - Hago una mueca para pensar en la palabras. - geni... cemos, criogenicelos, ¡cemos! ¡Eso!

Escucha a todos en silencio, pensando aún en la cacería, tratando de perfeccionar la táctica.

- A estas horas los otros ya deben ser adultos... Y no sé si pudo haberme metido algo dentro, solo me empujo, no sentí nada más, no sentí que me hubiesen metido algo. Quizás deba revisarme para descartar dudas, doctora Alonso.- 

- Puede que la máquina estuviese estropeada, George. - Dice Claude, intentando que el pequeño no se culpe. Después mira a William y suelta su mano. - Ahora vengo, tengo que comprobar otra cosa... - Con estas palabras, se levanta y se acerca a Paysal con una mirada de disculpa. Al llegar a su lado suspira y extiende la mano para que el hombre le deje coger la suya. Una vez tiene su mano, saca el bisturí y le hace un corte muy pequeño en un dedo, lo justo para comprobar si sangra.

Después de comprobarlo se vuelve a la silla junto a William y de nuevo apoya la cabeza en su hombro, cada vez más confiada a su lado.

Cuando Claude vuelve conmigo le tiendo esta vez la otra mano, y paso la que está cerca de ella por sus hombros, invitándola a apoyarse de nuevo en mí. Lo cierto es que yo también estoy cansado, pero sentir su calor me reconforta en cierta manera. No le pregunto acerca de las cosas que tiene que probar. Simplemente la dejo trabajar igual que antes, aceptándola de buen grado cada vez que se reúne con nosotros.

- Puede que la máquina tuviera un programa distinto aquí que cuando la usaste en la tierra. - digo a George - Es lo único que se me ocurre, porque no creo que lo hubieras intentado si no estuvieras seguro.  Si habías memorizado los botones que había que pulsar, o algo así, puede ser eso.

Luego me quedo unos segundos callado, pensando en las dos mujeres que nos acompañan en silencio.

- Yo no descartaría enviarlas al Valhalla. - sugiero - Espero que no os parezca mal. Pero yo he estado ahí, y Claude y Akira también. No se está mal. Y quién sabe si alguna de las dos es en realidad una infiltrada.

Al levantarse Claude una vez más frunzo levemente el ceño, extrañado, al ver que se dirige a Paysal y no al ordenador, pero no digo nada. Está claro de qué se trata. Me mantengo esperándola, con el brazo apoyado en el respaldo de su silla. Una vez que se sienta vuelvo a colocarlo sobre sus hombros, apretándola levemente contra mí, en una especie de abrazo. Quizá no pueda ponerme a hablar como si tuviéramos intimidad, pero al menos tenemos eso.

Hago un pequeño gesto de dolor al sentir la herida, y no me sorprende comprobar que sangro normalmente.

-Te lo dije-digo a Claude, encogiéndome de hombros, para después llevarme el dedo a la boca. Quizás no sea muy higiénico, pero es lo tradicional. Sin embargo, detengo mi peculiar cura cuando se sugiere matar a las dos mujeres.

-No. No vamos a matar a nadie más. Es inhumano hacer éso. Y, además, si la máquina o lo que sea se rompiera, toda esa gente desaparecería sin más. Espero sinceramente que, cuando lleguemos a puerto, se puedan sacar las conciencias de todos. 

- ¿Qué otra opción tenemos? - pregunto - Si decidimos seguir con ellas en este... estado, - continúo - a mí me parece bien, pero temo que alguna sea una infiltrada y sólo esté fingiendo. No podemos criogenizarlas y conservarlas, y aún así para intentarlo tendríamos que ir a la sala donde estén las cápsulas y ponernos todos en riesgo. Ha pasado casi una semana, y no han reaccionado. Quizá no despertaron bien de su sueño, o puede que sea por el trauma del alien. En cualquier caso, no sé qué más podemos hacer. Porque separarnos de ellas sería condenarlas. Y llevarlas siempre con nosotros, si alguna es una infiltrada, puede ser condenarnos a nosotros.

- Estoy con William. Si no creéis que podamos criogenizarlas sin riesgo...en fin, no creo que el Valhalla esté tan mal por lo que contáis. En cualquier otra situación estaría en desacuerdo con matar a nadie. Pero puede que sean ellas o nosotras. ¡Y ni siquiera intentan defenderse! Algo les pasa, eso está claro. Claude, mira a ver si tú les sacas algo. Si no...decidid, o vamos a las cápsulas...o acabamos con ellas. En ese caso ahorramos tiempo del escáner que puedo aplicar a otro de nosotros cuando acabe con el dichoso gato.

Claude recibe el abrazo de William y no puede evitar cerrar los ojos durante un instante, imaginando que están en otro lugar y en otras circunstancias, a solas y sin que sus vidas pendan de un hilo, por ejemplo. Se queda recostada en su hombro, sintiéndose protegida, mientras los demás hablan.

Cuando la conversación se centra en las dos mujeres de apatía extrema, se incorpora un poco en la silla, escuchando las opiniones de los otros antes de mirar dubitativamente a William y a la doctora. - ¿Realmente creéis que quedan infiltrados fuera del Valhalla? - Vuelve a mirar a las dos mujeres, con una sombra de desconfianza en los ojos. 

- Es cierto que desde que despertamos prácticamente no han hablado. Sinceramente, pienso que la máquina de criogenie no funciona como debe desde el principio. No son las primeras que parecen haber entrado en un estado de catatonia profunda, Cornelia y Edmundo también sufrieron algo así. ¿Puede ser un efecto secundario de una criogenie mal resuelta? Eso explicaría también que George no pudiera hacer funcionar la máquina con Viktor. - Echa una mirada de lástima a las dos mujeres. Desearía poder ayudarlas, pero no sabe cómo hacerlo. - Lo lamento, doctora, pero mis conocimientos sobre el tipo de trauma que parecen sufrir son demasiado escasos, la especialista es precisamente la doctora Sosa...

La joven hace una pausa, frotándose la cara con las manos, indecisa. - Yo pienso que ya los tenemos todos a buen recaudo. Al fin y al cabo, nadie ha sido impregnado esta noche, ¿no? Quizá sería un poco excesivo matarlas, aunque es cierto que en el Valhalla se conservarían sus consciencias y ya hemos comprobado que existe la tecnología necesaria en esta nave para descargarlas en sus propios cuerpos después. - Claude se encoge de hombros levemente. - Después de ir y volver, no puedo evitar considerar la muerte como algo... temporal. Al menos mientras estemos en esta nave con su tecnología. Apoyaré la decisión que toméis, - dice finalmente, mirando a William y la doctora Alonso. - creo que es mejor tener sospechosos en el Valhalla que entre nosotros, aunque personalmente no sospecho de nadie ahora mismo.

- No digo que sean infiltradas necesariamente...sino que pueden haber sido infectadas por el alien en un momento de descuido nuestro...o quién sabe, incluso por uno de los infiltrados, y estar incubando a uno de esos bichos en su interior. Y dado que no puedo escanearos a todos con rapidez, me parece la mejor solución. ¿O no os parecen un buen blanco para ese bicho o para un infiltrado, dado que apenas les hemos hecho caso?

- La verdad es que en eso tiene razón, doctora. Supongo que si yo fuera una infiltrada y quisiera meter un alien dentro de alguien, una persona que no habla y en la que nadie se fija, sería una estupenda elección. Aunque por otro lado, no podrían chantajearlas como intentaron con Katarina.

Escucho la respuesta de Claude, y no puedo evitar sonreír levemente. Me gusta que aporte su opinión de esta manera. No tengo claro qué hay entre nosotros, pero estoy seguro de que otras personas se amoldarían más sólo por tener... lo que quiera que tengamos.

- ¿Qué pasaría si las metiéramos en las cápsulas de recuperación? - pregunto a la doctora - No están heridas, pero si pueden sellarse desde fuera estaríamos seguros nosotros, y ellas a salvo del alien.

Enciendo la consola y me pongo a jugar. Parece ocmo si estuviera ausente pero soy capaz de jugar y escuchar atentamente. Les dejo deliberar, peor parece ser que no van a conseguir llegar a ningún acuerdo por lo que decido intervenir.

-Yo digo que las criogenicemos. Me encargaré de intentar descubrir si la maquina está rota y si lo está la arreglaré. No es seguro que pueda hacerlo, pero no tenemos mucha alternativa. Si alguna de ellas está fingiendo, aunque lo dudo, podría ser nuestro fin. No podemos correr riesgos.-Levanto un poco la vista de la consola para mirarles.-Hemos sido contratados por algo. Hagamos nuestro trabajo y vayámonos.

No puedo evitar pensar que hay algo que se me escapa y tengo una sensación de nerviosismo extraño... Como si hay algo que no fuese como debiera... Pero el que?

- Pero no podemos irnos mientras los alien estén por la nave, Akira. - Responde Claude al escucharlo. - Tenemos que acabar con ellos antes, no podemos llevarlos a la Tierra y ni siquiera sabemos si el que quemasteis sigue vivo o no, pero lo que es seguro es que hay otros dos, el que salió de William y el que salió de Katarina.

-Obviamente nos iremos cuando acabemos con los otros dos. Con Nikolai y con Julian podremos hacerlo. La próxima vez William vendrá con nosotros... o tú, Claude. Ya hemos visto que tienen puntos débiles, es cuestión de prepararse mejor. Pero si tenemos que cargar con esas dos y protegerlas... Eso dividirá al grupo continuamente. Nos hacen débiles.

- Sí, puede ser que el programa sea distinto. - Digo, mientras me pongo a caminar por ahí, curioseando los ordenadores pero sin atreverme a tocarlos. - Entonces, ¿creéis que hay infiltrados aún? - Digo, apoyándome en una superficie con la mano y girándome con algo de parsimonia, más bien desgana, hacia los demás. - Esas dos... no sé, yo no sé si debería volver a intentar criogenizarlas. No quería matar a Viktor y... bueno, lo maté. - Bajo la cabeza. 

Cuando Claude habla de ello un escalofrío me recorre la espalda al recordar el momento en que el alien salió de dentro de mí. El terrible dolor, la certeza de que iba a morir... Mis dedos se aprietan levemente en su hombro, aunque trato de no mostrar ninguna reacción a eso y seguir la conversación.

- Hasta que los alien estén muertos, el grupo va a estar siempre dividido cuando haya cacería, más que nada porque no vamos a llevarnos a George o a la doctora. - respondo a Akira - Pensándolo bien lo más preocupante es que alguna de las dos esté infectada. Lo de que esté disimulando es una posibilidad, pero muy remota.

- Aunque también es cierto que enviarlas al Valhalla no tiene por qué servir de algo si tienen un alien dentro. Podría salir, como con Katarina. Lo mejor sería encontrar como sellarlas, sin criogenizarlas. Más que nada porque no podemos llevarlas así a la tierra, sin escanearlas antes.

Luego me dirijo a George.

- Lo que tú hiciste fue intentar salvarlo. - le digo - Nosotros le habríamos matado si no le hubieras criogenizado. Yo mismo lo habría matado, y más después de disparar a Claude. Hiciste lo que pudiste, pero habría acabado en el Valhalla igualmente si no lo hubieras intentado.