Partida Rol por web

La ambigüedad de esta realidad malsana empieza a perturbar mi mente, aliens, asesinatos, reanimaciones, cyborgs, cazadores, resurreciones. Nada tiene sentido ya para mi. Nada, salvo...

Sin pensarlo dos veces, tomo mi puesto en el centro de mando, y empiezo a revisar los controles, y el sistema.

Claude sigue trabajando en el ordenador, intentando arreglar el problema que parece haber con la consciencia de William, buscando una copia de seguridad de los datos de la última vez que estuvo en el Valhalla para restaurar desde ahí, o cualquier otra cosa que con sus conocimientos sobre el programa pueda hacer, mientras las lágrimas siguen derramándose por sus mejillas. Al menos George está bien, y con el sacerdote. Por lo menos él está bien y ahora no la necesita. Ni siquiera llega a plantearse cómo lo ha hecho el cuerpo de Francesco para teleportarse junto a George, ahora sólo le importa hacer todo lo posible para restaurar la consciencia de William.

El peso de la pistola en su bolsillo se hace cada vez más presente. 

-Yo... Yo... ni siquiera le he visto. Secillamente ha desaparecido.-Miro a George y al cura con ojos llorosos que suplican perdón pero entonces veo como Iris se pone manos a la obra. No hemos venido aquí de paseo, tengo que ver si la nave ha sufrido algún desperfecto y corregir su rumbo si fuese necesario. Me colo en mi puesto, intentando localizar la causa del anterior choque de la nave así como posibles desperfectos y tratando de corregir el rumbo de la misma.

Me sorprende la preocupación de todos por mí. Hasta hace bien poco, algunos me trataban como poco más que un estorbo, y ahora parecen aliviarse de que esté vivo y querer protegerme.

- Gracias a todos... - Digo, incorporándome. - Fran. No te enfades. Ha sido... un accidente. Y ya ves que Dios me ha querido proteger. Estoy bien... Gracias por preocuparte. - Lo abrazo. - Y me alegro de que estés de vuelta. - Susurro.

Por más que tratas de restaurar la conciencia de William, hay algo que no funciona bien, es como si su propia voluntad estuviese "gastada". Jamás habías trabajando con una consciencia que hubiese entrado y salido tantas veces del valhalla, técnicamente debería haberlo aguantado, pero... la mente es una maquina demasiado complicada como para poderla entender en su totalidad, y quizás ¿quién sabe?, quizás en la Nostromo ya pasó por un entorno similar al valhalla.
Pero lo peor es que no hay copias de seguridad ni ningún registro desde el que recargar la conciencia de William, estás totalmente perdida.

Claude se queda totalmente quieta durante varios minutos, sentada, simplemente mirando la pantalla, empezando a perder las letras, borrosas entre sus lágrimas. 

Finalmente se levanta y se acerca al comunicador de la nave, moviéndose como una autómata y pulsa el botón. Su voz sale ronca y completamente tomada por el llanto, pero respira profundamente para ser capaz de hablar.

- William está... - Hace una pausa, cogiendo aire antes de seguir hablando. - Está muerto. Y su transferencia al Valhalla no ha salido como debía y voy a p-... Voy a perder su consciencia. - En este momento su voz se ve interrumpida por un sollozo. - Él se ha... Se ha sacrificado para salvar a George. Tenías razón, George, el alien se estaba intentando meter en su cabeza. Pero él fue más fuerte y pudo controlarlo... El alien quería atacarte y él hizo que se desviase hacia la doctora Sosa. Cuando Julian se enfrentó a él, iba a huir, pero entonces llegó el otro alien y también quería atacarte, William intentó que el alien que controlaba se enfrentase al otro para protegerte, pero Julian... y... Y... Cuando el alien murió, él también. - De nuevo hace una pausa, en la que se pueden oír sus sollozos. - He hecho todo lo que he podido para protegerte, George, para protegeros a todos y ya no tengo nada más que ofreceros. Ahora tienes a Fran contigo, ya no me necesitas y yo... Yo necesito despedirme de William. Espero que lo entiendas y me perdones por lo que voy a hacer.

Suelta el botón y se acerca al cuerpo de William. Se arrodilla a su lado y acerca sus labios a los suyos, después se queda mirándolo durante un par de segundos antes de levantarse, con las mejillas húmedas, pero caminando con resolución hacia la puerta.

Una vez en el pasillo, ignora los sonidos del alien, se aleja varios pasos en la dirección contraria a la que deberían usar los otros para volver, para que George no tenga que tropezarse con su cuerpo, saca la pistola y cierra los ojos mientras la coloca junto a su sien y, apretando las mandíbulas, aprieta el gatillo.

El intercomunicador se enciende.

- William está... - Hace una pausa, cogiendo aire antes de seguir hablando. - Está muerto. Y su transferencia al Valhalla no ha salido como debía y voy a p-... Voy a perder su consciencia. - En este momento su voz se ve interrumpida por un sollozo. - Él se ha... Se ha sacrificado para salvar a George. Tenías razón, George, el alien se estaba intentando meter en su cabeza. Pero él fue más fuerte y pudo controlarlo... El alien quería atacarte y él hizo que se desviase hacia la doctora Sosa. Cuando Julian se enfrentó a él, iba a huir, pero entonces llegó el otro alien y también quería atacarte, William intentó que el alien que controlaba se enfrentase al otro para protegerte, pero Julian... y... Y... Cuando el alien murió, él también. - De nuevo hace una pausa, en la que se pueden oír sus sollozos. - He hecho todo lo que he podido para protegerte, George, para protegeros a todos y ya no tengo nada más que ofreceros. Ahora tienes a Fran contigo, ya no me necesitas y yo... Yo necesito despedirme de William. Espero que lo entiendas y me perdones por lo que voy a hacer.

Te sientas en el ordenador, comienzas a mirar todos los sistemas, haces comprobaciones, revisas los escáneres... y lo ves, hay una nave personal acoplada a vuestro casco.

El sacerdote escuchó con asombro las palabras de Claude, santiguándose cuando ésta declaraba que William estaba muerto y que el alien se había metido en su cabeza,  y negando con el rostro, compungido, lamentándose por la decisión que creía que había tomado. Observó a George, preocupado. No sabía cómo se iba a tomar esas declaraciones. Era tan solo un niño, y había tenido que soportar demasiados eventos trágicos en muy poco tiempo- ¿Querrás rezar conmigo, George?-le dijo, con voz calmada, a pesar de triste.

Siete días. O eso creía, pues su estancia en el Valhalla le había hecho perder consciencia total del tiempo. Siete días en aquel infierno. Y aún el Maligno no había vencido. 

Trabajo frenéticamente buscando la avería de la nave. Mis dedos vuelan por los controles y con la velocidad que llevan mis ojos parece imposible que sea capaz de leer algo. Cuando encuentro la procedencia del sonido abro los ojos al máximo y es entonces cuando escucho la voz de Claude. Me quedo quieto mientras intento asimilar todo lo que dice. El final del discurso es cuanto menos perturbador y no puedo más que imaginar lo que vendrá a continuación. Así que no han sido solo Julian y Liliana...

Miro a George con gesto de pena. No creo que sepa lo que está a punto de hacer Claude... Tal vez sea mejor así. Vuelvo la vista al monitor y me quedo un momento pensativo. No puede ser... Rápidamente me voy a las cámaras para poner las cercanas a la sala de la que venimos para intentar localizar a Claude.

-Francesco, que no vea esto, por favor.- Le digo al cura sin apartar la vista de los monitores.

Mierda, William....y ahora Claude.

-¡¡No, Claude!!- grito como si ella fuese capaz de oirme- Maldita sea, ¿es que sois todos héroes?- Mi frustración es patente, odio no poder hacer nada, y las lágrimas se acumulan en mis ojos sin que las deje salir. Miro a George- Eso que ha dicho...¿William estaba en la cabeza de una de esas cosas? ¿y tú lo sabías?

Aunque tratas de buscarlo, no das con el cuerpo, aunque es cierto que habéis perdido bastantes cámaras de los pasillos.

Escucho las palabras de Claude confuso.

- ¿Will? ¿Ha muerto? - Digo, con la voz temblorosa. - ¡¡No!! ¡Claude! ¡No hagas idioteces! ¡Volverá! 

Me abrazo a Francesco y lo miro, asintiendo.

- Sí, por favor, recemos por ellos. Por favor. - Suplico mientras cierro los ojos y junto las manos para rezar, pero antes de empezar a hacerlo, la pregunta de la doctora me hace mirarla con lágrimas en los ojos. - No. No tiene nada que ver con eso y además, saber no sabía nada. Le dije a Claude que pensaba que el alien que tenía dentro le podía haber hecho algo en la cabeza por eso de que se desmayaba, y tenía miedo de que eso pudiera ser malo, pero ella me dijo que estaba segura de que no, pero que estaría atenta.

Mi gesto se endurece al escuchar aquello, que no deja de ser una confirmación de lo que ya sospechaba por las palabras que había intercambiado por ella. Ya no podemos hacer nada por ninguno de los dos, simplemente seguir adelante y esperar que, con nuestros números descendiendo cada vez más, seamos capaces de acabar con los malditos aliens. 

El trabajo insensibiliza mis sentidos, es mi escudo, mi defensa.

-Chico. Atención. Tenemos una nave personal acoplada a la nave. Intentare acceder a ella, pero no aseguro nada.

Intentas descubrir algo de la nave, pero parece bastanet sencilla, no parece que cuente con demasiadas formas de comunicación más que comunicación por ondas de radio.

Es probable que quien haya llegado en la nave, o lo que lo haya hecho, ya haya bajado.

Asiento con la cabeza. Yo también lo había visto.-Debemos ir allí. Puedo guiaros por la nave. Esa nave puede ser la vía de escape de algún infiltrado, debemos llegar hasta ella e inutilizarla por el momento. No podemos permitir que los infiltrados accedan a ella, podrían llevar uno de los monstruos en ella para llevarlo a la Tierra.

Dudo un momento antes de seguir.-Esto... Es posible que Claude esté viva aún. No he conseguido encontrar su cadáver ni rastro de ella por las cámaras. No quiero ponerme en lo peor, pero tenemos que encontrarla. Puede que tenga intenciones de acceder a la nave.

Miro a todos con cara apremiante.-Yo voy. Por favor, venid conmigo. Si somos más el alien se lo pensará dos veces antes de atacar. Pasaremos por la enfermería para ver si está Claude. Tal vez esté equivocado. Ojalá lo esté.

- Bien, hora de irse de aquí.-

Menciona, acercándose a la puerta.