Partida Rol por web

Claude sonríe cuando el pequeño la abraza y lo aprieta con fuerza contra ella durante varios segundos antes de volver a hablar. - Te voy a dar un papel y un bolígrafo, ¿vale? Así si quieres decirme algo sin que nadie se entere podrás pasarme una nota. - Tras estas palabras, se separa de él, saca del bolsillo una hoja y un bolígrafo y se los pone en la mano a George. Después acaricia su mejilla y empieza a levantarse. - Venga, vamos con los demás. E intenta mantenerte cerca de mí cuando vayamos a la enfermería.

Permanezco a la espera de que Claude y George terminen de hablar, dándole vueltas a todo lo que ha sucedido estos días, y cuando veo que ella le entrega el papel y el lápiz sonrío abiertamente. El chaval parece mejor que antes, lo cual está bien. Cuando veo que comienzan a levantarse, me acerco a ellos un poco nervioso. - Hola, chicos. - saludo - Tranquilos, estoy bien, lo del desmayo fue una tontería. - explico, con una mirada sincera de agradecimiento hacia ella por la preocupación - Hay... algo que creo que tengo que hacer antes de ir a la enfermería. Claude, ¿me prestarías tu pistola? - pregunto de manera directa, con decisión en la mirada.

Me quedo a la espera de que los demás se decidan a moverse, cada vez más impaciente, mientras unos tratan de tranquilizar a otros pero nadie se decide a marchar. Cuando Iris habla por fin, se queda a mitad, y eso me exaspera:

- ¡Por el amor de Dios, Iris, acaba la frase! Y los demás, estamos perdiendo un tiempo precioso, ¿es que no vais a moveros de una vez? Nikolai, luego nos explicas tu plan, parece que sabes lo que haces. Coge ese lanzallamas y vámonos ya.

Claude recibe a William devolviéndole la sonrisa, examinando su rostro, tranquila al ver que está bien, pero preocupada por el motivo por el cual se ha desmayado. Cuando escucha su petición lo mira a los ojos, intentando averiguar qué es lo que necesita hacer, pero dándose cuenta de que el hombre no quiere decirlo. Duda durante varios segundos, después busca a Viktor y Katarina con la mirada, pero finalmente con un suspiro estira el brazo y tiende a William el arma. - Confío en ti, pero sea lo que sea, ten cuidado, ¿vale? - dice, todavía buscando en sus ojos más información. - ¿No pensarás salir tú solo o algo así?

De pronto recuerdo una cosa:

- Claude, mientras la gente se decide deberías contarnos lo que sabes de por qué Julian protegía a Manfred, quién le programó para ello y por qué. Y por qué demonios resucita una y otra vez. Ya sabes...por si te pasa algo por el camino, Dios no lo quiera.

Escucho a todo el mundo a mi alrededor y asiento cuando proponen ir a la enfermería. Estoy más calmada, aunque sigo con la voz temblorosa y quebrada por lo que sucedió antes. - Este sitio no parece ser seguro ya... movámonos, mientras estuvimos en la enfermería no nos atacó esa cosa... No sé si servirá, pero al menos allí habrá el material suficiente para curar heridas, el bicho aparece de nuevo... Sólo tenemos que aguantar un poco más... Están fuera de juego prácticamente todos los infiltrados, al menos los que dijo Samantha... 

- No, tranquila. - respondo a Claude tomando el arma - Sólo espero que no me odies después de esto. Probablemente me meta en algún lío, pero no importa. Mejor yo que cualquier otro. Lo hago creyendo que es lo mejor, ¿vale? - pregunto, intentando asegurarme de que lo comprenda.

Luego me dirijo a George. - Que vaya a hacer esto no significa que esté bien. - le digo - Quiero que entiendas que lo hago por protegeros a ti, a Claude, y a todos, pero por nada más. No creo que sea bueno que nos tomemos la justicia por nuestra mano, pero no encuentro otra solución si vamos a salir ya hacia la enfermería.

Finalmente, con un suspiro, paso el brazo libre por el cuello de Claude*, para susurrar. - Pase lo que pase, no creas que es culpa tuya. Soy yo el que se arriesga con esto. Es mi decisión.

Y después, sin esperar respuesta, me dirijo a todos. Guardo durante un momento el arma en el pantalón, con el seguro puesto.

- Akira es quien traía a Julian una y otra vez. - respondo a la doctora Alonso - No sé muy bien por qué lo programó para proteger a Manfred, porque los motivos que daba eran distintos según el momento. Creo que tenía miedo de que pensáramos que era uno de los infiltrados. Al fin y al cabo, cuando lo explicó, también creíamos que Manfred lo era. Pero ahora escuchadme todos, por favor. Hay algo que tengo que decir, y creo que a algunos no os gustará.

- Veamos. - empiezo - Tenemos que ir cuanto antes a la enfermería, este sitio no es seguro. - digo, dándole la razón a la doctora - Pero ningún sitio lo será si nos llevamos a los infiltrados con nosotros. Nos impregnarán, el alien vendrá a buscarnos, y no podremos hacer nada.

- No podemos llevárnoslos, porque no sabemos lo que pueden hacer. No podemos dejarlos sueltos, porque cuando salgamos a por ese bicho podrían estar esperándonos y ser un peligro más. - continúo, analizando en alto las posibilidades que tenemos como llevo haciendo este rato - Está claro que debemos enviarlos al Valhalla y, cuando lleguemos a la tierra, recurrir a las autoridades. Mientras tanto, sólo son un peligro para todos nosotros.

- Por lo que todos decís, parece que sólo quedan dos: John Harper, y Peter Bailey. - enumero, tomando aire justo después - Creo que deberíamos asegurarnos de que no puedan dañarnos antes de ir a ningún sitio junto a ellos.

- El primero, John Harper, dice haberse arrepentido. En cinco minutos, por unas palabras que el padre Cacioppo le ha dedicado. Bien, yo no lo creo. Aún arrepentido sigue echando mierda contra todos. Tuve más explicaciones de cómo lo hacían todo por parte de Sam en el Valhalla, que de él aquí. La impregnación, la sala virtual, las máscaras... Harper no ha hablado de nada de eso. - digo hacia todos con tono tranquilo. Llevo desde que me he levantado pensando en esto, y no veo otra solución viable.

Luego me dirijo al sacerdote. Ese afán protector que tiene hacia el capitán me escama bastante, y aunque podría ser simplemente por defender a alguien que considera que ya no es un peligro, temo que haya algo más allá.

- No le culpo, padre Cacioppo, pero cosas como que quiera defenderle de todos de esa manera o que se ofrezca a morir contra el alien cuando le pido a Harper que haga de cebo me hacen pensar que le está influenciando de alguna manera. Quizá chantaje, o puede que algún tipo de droga, igual que George desarrolló un inexplicable odio irracional hacia usted hace unos días.

- En cualquier caso creo que tanto Harper como Bailey son peligrosos y no debemos permitir que nos acompañen. Harper dice que se ha arrepentido, pero no por eso habrá perdido la capacidad de impregnarnos. Y yo no voy a darle la posibilidad de usarla en ninguno de vosotros. - digo refiriéndome a todos, pero dirigiendo la mirada hacia donde se encuentran George y Claude.

- Creo que nos está engañando, como os engañó a todos para hacerle capitán. Y no voy a arriesgarme. - explico, mientras me acerco al hombre - Viktor, Katarina, podéis hacer lo que consideréis conmigo después, incluso enviarme al Valhalla si es lo adecuado, pero creo que esto es lo correcto. Eso sí, hagáis lo que hagáis conmigo, no dejéis que Bailey vaya a la enfermería.

Dicho esto saco el arma con la intención de poner la punta del cañón en su frente y, apuntándole, aprieto el gatillo.

Me encojo de hombros, ante toda la parrafada del señor Vaugan. - No me ha preguntado, sólo acusado. Si me pregunta, tendrá respustas. - le digo, pero entonces veo la pistola. - Al final si será un asesino, por lo que veo.

- Todo esto es demasiado... Lo de la sala aquella... ¿Quién es ese hijo de puta? ¿Bailey? Si es así, estoy jodida... La única forma que voy a tener de evitar su muerte es metiéndome entre la bala que alguno del equipo de seguridad le va a intentar meter entre ceja y ceja... Y si eso pasa, George se quedará desprotegido... Haga lo que haga... Me da que sólo hay un factor común: mi muerte... ¡Me cago en la puta! No puedo acabar así... Tengo que volver a la tierra con George... Aunque eso implique hacer que estos cabrones sigan con su misión. Yo ya sé que a George no le pueden hacer nada mientras quieran mi ayuda... No quiero matar a nadie... No quiero más muertes... Pero tengo que hacerlo... Por George... Por otra parte, no tengo garantías de que el enmascarado sea Bailey... No sé si debería jugarme el tipo sin estar segura de que él me ha puesto ese bicho dentro... Pero si se confirma, existen varias posibilidades... Si le disparan, tendré que meterme en medio entre él y la bala. Es la única forma de que exista la más mínima posibilidad de que sobrevivan él y George... Si George muere, aunque no sería por ese alien, confesaré ser una de ellos y daré toda la información que pueda dar... Al fin y al cabo... No hay nadie que me importe en esta nave tanto como él... Ya me daría igual todo...Si el enmascarado es otra persona, tendré que hablar con él o ella y dejarle claro que debe ser más listo de lo que lo han sido otros... Odio esto... Ahora mismo me volaría los sesos si eso no significara que George se quedaría desprotegido...

- ¡No lo pienso permitir!-dijo, empujando a William en el momento en el que encañonaba a Harper- ¡No toleraré que disparéis a nadie más! ¿Queréis justicia? Pues bien, ¡Entregad a esos hombres a las autoridades pertinentes cuando lleguemos a buen puerto! ¡Encerradles! ¡Impedid que os toquen! ¡Pero por el amor de Dios! ¡Ya basta! No se trata de Harper en concreto. Se trata de todos vosotros, ¿os habéis vuelto locos? ¡Estáis actuando como esos asesinos a los que señaláis! 

El sacerdote gesticulaba, nervioso- No voy a dejar que volváis a disparar a nadie ¡A NADIE, SEA EL SEÑOR HARPER O NO! Si está de mi mano, nadie más va a morir a manos de otra persona. Ya bastantes desgracias tenemos sobre nuestros hombros con la presencia de esa criatura infernal amedrentando nuestras almas como para que dejemos que nuestros corazones se llenen poco a poco de ponzoña. ¡Y no! ¡No creo que el hecho de "almacenar" a esa persona en un programa sea una excusa para poder arrebatar la vida de una manera tan drástica! ¡¿Cómo podéis estar seguros de que cuando volvéis seguís conservando vuestra alma?! ¡¿Cómo podéis saber si sois vosotros mismos o sólo un conjunto de información que ha copiado y almacenado una máquina?!

Miró los cuerpos inertes que yacían sobre el suelo, llevándose las manos a la cabeza- ¡Miradlos bien! ¡Mirad lo que habéis hecho!-dijo, señalándolos- ¿Os parece correcto? ¿Estamos bajo la ley del Talión? ¿Es eso? ¿Ojo por ojo? ¡Sed humanos! ¡Demostrad que lo sois, por Dios Bendito! ¡ESTO NO ES LO CORRECTO! ¡NO LO ES, WILLIAM! ¡Y no le estás dando un buen ejemplo al niño al que pretendes explicar por qué acabas de intentar matar a un hombre! ¡MATAR!

Resopló, hastiado- No pretendo exculpar al señor Harper. Ni a los demás que supuéstamente están implicados en este asunto. Está claro que aunque Dios los perdone, no así lo harán los hombres, y deberán pagar por sus pecados de manera legal. Pero esta no es la forma. Éstos no son los métodos adecuados. Y yo no voy a quedarme de brazos cruzados viendo cómo la tripulación en la que me encuentro se deja caer en la locura. 

Volvió a mirar alrededor, implorante- No sé cómo hacéroslo entender. Esto está mal. Está igual de mal que lo que han hecho esos infiltrados, es quitar la vida, de igual manera.  Los supuestos implicados ya están bajo control. Se han resignado y están desarmados, y no podrán tocar a nadie más. Nadie en su sano juicio lo va a permitir. No hace falta ser tan drásticos. No es necesario que imitemos la conducta que tanto hemos reprobado. No les perdonéis si no lo creéis oportuno, pero no manchéis vuestras manos de sangre.

Dejó caer sus brazos a los lados de su cuerpo, visiblemente cansado- Señor, perdónalos. No saben lo que hacen...

Si la bala le va a dar a Harper, me quedo quieta. Si veo que el cura va a recibir el balazo, me meto en medio para salvarle.

- No había contemplado esta posibilidad... El cura recibiendo un balazo y yo salvándole, ya que me pidió ese enmascarado que le protegiera... Lo que no sabe ese cabrón es que a mí a mala hostia no me gana nadie. Si muero, mi cuerpo, en el que está ese bicho creciendo, quedará sin vida y no podrá seguir el proceso que necesitará para nacer, digo yo. Además, quedaré como alguien que se ha sacrificado por un inocente, y así es, por lo que seguramente Claude me traiga del Vainilla ese, como ha dicho que va a intentar hacer con Akira... No sé mucho de estas cosas, pero si me ponen un cuerpo artificial, en ese cuerpo no habrá bicho dentro de mí y no tendré por qué ayudar a esos hijos de puta... Me gustaría ver la cara con la que se queda el cobarde enmascarado cuando eso ocurra. JAJAJAJAJAJA.

Claude hace un gesto hacia la doctora Alonso para que la espere un momento, mientras escucha la respuesta de William y empieza a imaginarse lo que el hombre piensa hacer. La joven siente alivio, pues si es lo que cree, entonces ya no lo tendrá que hacer ella misma, y cuando William la agarra del cuello le responde en un susurro. - Gracias por hacerlo por mí. 

Entonces el hombre empieza su discurso y Claude no puede estar más de acuerdo con él. Lo observa en silencio, anticipando lo que va a suceder y mientras William va hablando, ella se agacha para susurrarle a George al oído. - No mires, anda. 

Cuando el discurso termina y levanta la pistola Claude ve perfectamente al sacerdote dirigirse a toda prisa hacia él. No sabe qué le pasa a ese hombre, pero desde luego si ella puede evitarlo no va a impedir que William haga lo que deberían haber hecho después de las votaciones. Ya ha interferido bastante. 

A toda velocidad saca un bisturí del bolsillo y se lo clava al sacerdote en el brazo, antes de que pueda empujar a William. 

- ¡Ya es suficiente, padre! ¡No sé qué le ha hecho ese hombre para que se haya obsesionado así con él, pero es suficiente!  - Dice, alzando la voz, realmente enfadada. - Ha intentado matarnos a todos, ¡a toda la humanidad!. Y no me venga con que se ha arrepentido, porque es evidente que no lo ha hecho. ¡¿De verdad no ve que le está utilizando para protegerse?!

Escucho la explicación que da William

Así que Akira.... creo que lo adecuado seria agradecerle su trabajo cuando vuelva a verlo.....

entonces William sigue hablando y apunta a John con la pistola de Claudie y veo como El padre Francesco le detiene.

Por una vez estoy deacuerdo con el padre Francesco

Mi programación dicta proteger a la humanidad y al ser humano, es decir que salvo que siempre estaré a favor de que no haya muertes, pero, creo que se lo que podemos hacer, para asegurarnos una muerte falsa temporal

Hibernarlos

Cuando veo el bisturí clavándose en el brazo de Francesco abro los ojos. No entiendo por qué ha tenido que hacerlo.

- ¡Claude! Pero mujer, ¿¡qué haces!? ¿¡Qué diablos haces!? - La miro con incredulidad. - ¿De verdad hacía falta? ¡¿Es que todo el mundo se está volviendo loco?! ¡Fran no es malo! ¡Solo está... tonto y nervioso! - Me frustro mucho y doy una patada en el suelo . - ¡Yo qué sé!

Señalo a la doctora Alonso.

- ¡Doctora! ¡Tenemos que llegar a la enfermería para curarle esa herida a Fran! ¡Por favor!

- Mierda, Claude... Me has jodido bien jodida... Sé que lo has hecho con la mejor de las intenciones, pero si el cura no es el objetivo de esa bala, no puedo lanzarme y cubrir a Harper... No tendría sentido después de todo lo que he hecho...