Partida Rol por web

Se había quedado perpleja por el beso que le había plantado Donald. Un beso, vale, ¿pero uno largo y con mordisco final de alguien a quien apenas acababa de conocer? no, no se lo había esperado, y se sintió muy confusa. ¿Cuántos chicos había besado, la habían besado así? No más de tres en toda su vida. Seguro. 

El caso es que aunque debiera, no estaba avergonzada. Y no podía decir que le hubiera molestado, en absoluto. Le miró de reojo, él estaba quitándole la nata que había dejado en su cara, como un rastro de su paso. Carraspeó y sonrió, cohibida, pero contenta.

Después las pruebas habían seguido, y Liza había estado observando. Habría una votación, debería votar, no se olvidaba de eso. Reacciones, decisiones... era curioso. Por ejemplo le apenó que Macaronni hubiera puesto tan en evidencia a Thomas. El hombretón era heterosexual, evidentemente, y el beso del muchacho era provocador cuanto menos. Liza entendía muy bien que hubiera reculado unos pasos, ella también era heterosexual firme, le habría ocurrido lo mismo si una mujer la hubiera besado de aquel modo.

Hum, aunque... a cada segundo que estaba pasando en la isla, a Liza se le iban desmoronando un tabú tras otro. Por tanto... ¿quién sabía como podía acabar todo...?

Suspiró. Se quitó el vestidito de tirantes. 

-Yo sí me apunto a lo de la piscina. O la playa. A un baño, donde sea. Esto está ya bastante caluroso... ¿no...? ¿O tenemos que esperar a que todo el mundo haga su prueba? ¿Sólo falta William...? ¿Verdad?

Una de las acciones que le parecieron más locas a Tara fue el beso de Macarroni hacia Thomas, sobre todo por el recochineo del bigote. Eso sí que era besar, y no los gestos sutiles de hasta el momento. Definitivamente ambos varones podían hacer muy buena pareja, quizás ella misma tuviera que plantearse un acercamiento a las mujeres en vista de que no parecían los varones muy cómodos a su lado. Miró su mano sin anillo y suspiró, estaba claro que no era la más popular del concurso y si no sintió malestar era gracias a las sobredosis de azúcar que estaba engullendo.

- Oh perdona Paul, malinterpreté el gesto de la tarta... - dijo la modelo XXL con cierto grado de rubor -... Sabiendo esto te agradezco el doble que tuvieras el detalle de "dulcificarme"... - con la sonrisilla bastante dulce, arrogando un poquito la nariz -...Y sí, supongo que aún hay tiempo para conocernos más y que podamos ver si algo surge... - le surgió cierto grado de timidez, ella le había negado pensando que iba a ser rechazada, pero a decir verdad, era un joven que le gustaba mucho en formas, aunque viendo la competencia, la cosa estaba complicada.

Por su parte la entrega del anillo hacia Erick tuvo como respuesta un discurso hermoso de dulces palabras, y como gesto devuelto le correspondió con un beso casto que, a la enorme mujer, le pareció tan agradable como cuando comía en el buffet libre del desayuno. Podía ser su hombre ideal, cocinaba y besaba bien, aunque seguramente aun tuviera que descubrir otras muchas cualidades en los participantes, incluyendo a las mujeres dentro de la posibilidad.

- Si la persona que me está destinada es tan dulce como tú, me será imposible no amarle... - dijo suspirando con toda la potencia de sus pulmones, y ya entraban ahí litros de aire...

Parecía que solo quedaba William para realizar la prueba, una vez completado el ciclo y iría a la piscina e intentaría conocer más a sus compañeros de concurso, siempre en busca del posible amor.

Diana miró a Paul con una sonrisa traviesa mientras señalaba la linea del amor de su mano. - ¿Ves?, esta linea corresponde a la del amor y en tu casa es inusualmente larga. Se dice que la linea va en consonancia con otras partes de la anatomía y con el provecho que se le saca. - sonrió antes de darle un golpe en el hombro y decirle - no peques de falsa modestia, presume, si no nos está viendo más que unos cuantos millones de personas. Chicas, este chico sabe lo que hacer con su linea del amor, 100% garantizado - sonrió divertida y cuando le dio un beso en la mejilla y le dijo - tienes una energía muy bonito y unos labios cálidos, habrá que trabajar con esa puntería.

Entonces fue el turno de Kiki y se fue con la tarta hacia ella. No esperaba un tartazo de una persona así pero si se lo daba no le iba a arruinar la sonrisa. Solo fue un poco de nata, que se quitó juguetona con la lengua, pero Kiki después de repartir beso, tarta y anillo  se dedicó a rebañar los restos que no se había podido quitar, a una manera muy sugerente. Diana se dejó hacer y disfrutó del espectáculo de la lengua de Kiki, que le hizo estremecer de pies a cabeza. Sonrió y le dijo

- Las cartas lo saben casi todo, y lo que no saben las cartas me lo puedes enseñar tú cariño. Soy buena estudiante, y mejor maestra - dijo con una sonrisa pícara al verla alejarse.

Después de aquello una sucesión de anillos para Liza, merecidos porque su aura reflejaba un blanco cándido aquella mañana, tartazos y besos, especialmente remarcable el del Elvis Presley de pacotilla con el tipo del bigote que tanta grima le daba, una pena, que un hombre tan atractivo como ese se tuviera que poner un gato muerto en el labio.

Se iban acabando las tartas y los besos, y sobre todo los anillos, pero no era algo que le preocupara. Siempre había sido la chica alegre que hacía reír a todos con sus rarezas, y en muchas ocasiones la elegida para relaciones esporádicas pero nadie en su sano juicio se casaría con ellas. ¿Como te casas con alguien que puede hablar con los animales y ver muertos? Imposible, hay que ser demasiado valiente, y cuando todo estaba perdido apareció su Sir Gawain. Era guapo y tenía modales, solo una reverencia y le hubiera robado el corazón y le hubiera dado la parte de arriba de su bikini como prenda. Correspondió a la sonrisa de Erick con una luminosa y le dijo

- Nunca es demasiado temprano para que un encantador caballero te robe el corazón. Acepto tu anillo como prenda de amor y fidelidad eterna - entonces extendió la mano y contempló el anillo. Sonrió complacida y le dijo - Es lo más bonito que me han dado nunca, alzaos caballero, alzaos para que os entregue una prenda de mi amor. - Lo besó con ternura y al retirarse le dijo con un guiño - Larga vida a Eriana!

Todo el pescado estaba vendido, así que algo había que hacer para entretenerse. Propusieron la piscina, la playa, pero Diana prefería quitarse de encima el trámite de tener que votar a alguien. No conocía a nadie tanto como para decir que no le gustara, de hecho todos eran muy simpáticos y guapos, y con una maquinilla de afeitar se podía arreglar lo de Thomas. Lo echaría a suertes, haría una sesión de ouija y o simplemente escucharía el nombre que le trajera la brisa. Alegremente les dijo

- Uy, voy a votar ahora antes de que se me pase, que luego me pongo a beber y ya no me acuerdo ni de mi nombre.

Y se encaminó hacia la choza para efectura su votación

Aunque no lo pareciese William estaba prestando atención a todos y mientras más observaba más claro tenía su destino. Aquí todos tienen pareja ya, haré una acción con resultado obvio, pero bueno... Tomando una acción arriesgada tomo una tarta y se acerco a Kiki. Perdón, no es personal. Con mucho dolor esperando el odio de muchos lo hundió con lentitud y sutileza a la joven que antes le había dado un tortazo. Espero que no me odie. Haciendo varios gestos de perdón y juntando las manos en lamentos se alejaba lentamente. Verdaderamente lo siento. No se porque esto me duele más a mí que a ella.

El irlandés observo confundido la toalla por un momento, pero entendió lo que iba a pasar, no a tiempo para su desgracia, cuando volteo para detener el pastel solo sirvió para verlo llegar con sus propios ojos, a pesar de todo, la toalla, sus palabras y su invitación a beber fueron suficientes para tomar esa osadía de forma calmada, procedió a limpiarse el rostro y ver a Erick a la cara cuando William adornando a Kiki llamo su atención, vaya, parece que alguien ya despertó, ok, vamos por esos tragos, tal vez Donald había encontrado un amigo, en vez de un obstáculo para la victoria, que pesaría mas ¿la competencia o el instinto social?

Después de que recién pasaran segundos de lo que había acontecido antes William fue a por un bebida de ron con frutas, aislado un poco de los demás temiendo que arremetieran con comentarios sobre su acción anterior. No puede ser, soy una horrible persona. Tomaba y tomaba para embriagar su propio acto, pero sin suerte. Que rayos pasa con la bebida que no me embriago. Miró la etiqueta de la botella del ron puesto con las frutas, y leyó. ¿Que rayos, esto no era alcohol?. Al final recordó que no había bebidas con el suficiente grado de alcohol para emborracharse. Que literal es la presentadora. Terminó sonriendo con sus últimas palabras y miró a lejos a los demás.

Mientras tomaban sus piñas coladas y charlaban Erick observa aún cabizbajo William así que le pregunto a Donald ¿Que te parece si animamos al pobre hombre?

No sabía si era el sueño, pero mientras esperaban a que William se decidiera a participar Kiki se quedó fritita en la Hamaca hasta que de pronto sintió como la nata ¿hummm?, penetraba hasta el fondo de los orificios de su nariz y vio la luz al final del túnel. ¡Ostias puta! Como si llevara haciéndolo toda la vida se quitó la nata de la boquita y soltó un gritito -Hijo de p... -Se contuvo porque aún estaban en Prime Time y la audiencia se podía sorprender de escuchar semejante vulgaridad de boca de una señorita.

Se levantó de la hamaca y tomó el pañuelo de su maridito, Que bien olía el cabrón, para quitarse algunos restos de nata de la cara. Se dirigió con un cabreo monumental hacia su cabaña para quitarse la ropa manchada de nata no si ya sabía yo que mejor no cambiarse de ropa y aprovechar para colocarse el bikini. Pero hizo una pasada por el bar. Allí estaba el cabrón del freaky empanado que la había puesto tibia tomando algo con los amigotes Jijijaja, cabrón. Lo marcó con la mirada y no pudo evitar que los ojos se le pusieran un poquito vidriosos -Espero que te hayas traído una sexy sexy doll porque es lo único sitio donde la vas a meter en caliente... -echó un vistazo por si estaban las cámaras y como no divisaba ninguna suficientemente cerca le soltó -Bastardo... -y se fue conteniendo las lágrimas.

Tras unos minutos apareció con un bikini, negro, que contrastaba con la palidez de su piel y se volvió a dirigir a la pandillita de tres -Chiki, podías haber esperado a que me pusiera el bikini para extenderme la cremita... y a ver si hablas algo que a mí los calladitos me dan grimita, snif -Había llorado. Pero lo disimulaba con una gran entereza. No entendía como la organización había dejado entrar al programa a una persona que daba menos juego que un gato de escayola. Lo tenía que decir y lo dije.

Y antes de irse a la piscina se pasó por la caseta de las votaciones... 

El empresario miraba alrededor con asombro cómo todo iba tomando impulso, movimientos la mar de interesantes que podían terminar en un caos de largo de plazo que le hacía arder las venas. Se pidió un Destornillador y se unió al pedido de Liza -Me uno, hace mucho calor -deslizó y se sacó la camiseta que llevaba dejando ver su torso atlético, se puso la tela al hombro como si tal cosa y con el vaso en la mano y una sonrisa le dijo -Te sigo - e hizo un gesto para que abriera camino, no necesitaba nada más, tenía el traje de baño debajo.

-¿Qué habías dicho que estudiabas Liza? -inquirió mientras se ponía en marcha buscando conversación, pero no pudo evitar guiñarles un ojo a Kiki y a Diana mientras pasaba junto a ellas. Todas tenían algo especial, le hubiera gustado charlar con cada una de ellas, saber sus historias... Ya habría tiempo.

Liza se giró al escuchar al germano decir que la seguía, que hacía mucho calor.

-¿A que sí...? -Comentó mientras veía a Ulrich colgarse la camiseta al hombro y sacar pectorales. Lo miró de arriba a abajo, aunque pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo, y carraspeó, apartando la vista del torso desnudo. Si le había gustado o no lo que había visto, se lo quedó para sí, porque había bajado ligeramente la cabeza y su abundante melena había ocultado de las miradas su rostro. -Yo es que noto un aumento de la temperatura hoy en... todas partes, ¿no? En la isla, quiero decir. Ya me entiendes. En comparación a ayer.

Calló, mejor no decir nada que hablar de más, y Liza no parecía ser de las que dominaban el arte de la conversación, aunque se esforzaba.

-Pues... estudio genómica. Un postgrado. Me encanta todo lo relacionado con el tema, ya trabajo en ello, en el NHGRI, tengo una beca. ¿Y tú? Creo que tienes una funeraria... ¿no?

Mientras estaban los tres bebiendo y hablando sobre actividades al aire libre, paso Kiki muy molesta dedicándole unas palabras a William antes de seguir su camino, parece que alguien esta molesta contigo, espero que no seas tu el destinado a partir esta noche, en ese momento regresa la pelirosa, mas calmada, pero con una nueva frase para el programador, creo que es obvio por quien va a votar, por cierto, este juego tiene sus reglas y va siendo hora de que haga mi parte, no tardo caballeros.

El hombre se dirigió a la mesa de votaciones, tomo la pluma y realizo su anotación, luego se acerco a la urna y viendo a la cámara le dirigió unas palabras que nadie alcanzo a escuchar para finalmente depositar su voto en la urna del altar.

Regreso al bar para seguir platicando un rato con sus compañeros, ¿y bien Willie? ¿piensas darte un voto más? luego sorbió un largo lento trago a su piña.

Diana vino sonriendo después de pasar por la extraña experiencia de las votaciones. Era casi como hablar con un fantasma, algo muy freaking, pero a plena luz del día perdía un poco la gracia. Ya había cumplido, ahora tocaba disfrutar. Miró hacia las posibilidades que se le ofrecían, playa o piscina y se dirigió hacia la playa con paso seguro mientras lo iba mirando todo de forma distraída.

La playa siempre era mejor, había arena, y la arena a veces se te metía en sitios incómodos, pero en caso de ser besada tu piel sabía a sal, como si fuera un paquete de pipas, y mejor saber a sal que a cloro. Se dirigió hacia una hamaca vacía y dobló su pareo con meticulosidad y precisión quirúrgica, centrándolo en la hamaca para que el diseño fuera simétrico y armonioso, y colocó sus chanclas de dedo al lado derecho de la tumbona.

Miró al mar como quien mira a un viejo amiga y comenzó a correr como si fuera una niña camino de su primer baño del verano. Entró al agua chapoteando, corriendo, y cuando el agua le llegó al muslo saltó adelante para zambullirse en el agua. Splash. Que sensación tan gloriosa, que paz, que equilibrio. Buceó hasta quedarse sin aire en los pulmones y reapareció poco después con el agua por encima de los hombros, todo sonrisa, todo alegría y entonces puso cara de pánico y empezó a mirar por todos lados, casi perdiendo la sonrisa de los labios.

Dubitativamente dijo

- Esto, chicos, creo que con el chapuzón se me ha perdido la parte de arriba del bikini. ¿Alguien la ha visto?

Thomas se quedó un tiempo sentado esperando a que terminaran todos los tartazos y reparto de besos. Parece que al final solo quedaba William, el informático. El tipo se fue con una tarta hasta donde Kiki estaba tumbada y se la puso en el rostro de un modo sutil y delicado. Casi como alguien que quiere ahogar a un gatito con lentitud. Kiki, sin embargo, se lo tomó bastante mal; probablemente no se lo esperaba. Y se levantó de un brinco, muy enfadada.

El hombretón se quedó quieto, esperando que William repartiera su beso y su anillo, pero al parecer, ya lo había hecho sin que él se diera cuenta, porque el tipo se marchó a la barra del bar. Thomas miró a su alrededor, pero lo cierto es que la gente se estaba levantando y yéndose a beber o a la playa. -Oh- Pues una de dos, o William era muy despistado, o el despistado era Thomas. Decidiendo que, fuese lo que fuese, era mejor seguir la corriente, se fue hacia Paul y le puso la mano en el hombro. -Bueno, Paul, te acepto esa cerveza- Y se marchó con el joven dibujante hacia el Tiki Bar. 

-Qué interesante y qué peculiar -manifestó clavando sus ojos azules en los de ella mientras caminaban y luego se rió por lo bajo negando suavemente con la cabeza -Aunque yo no puedo decir nada sobre peculiaridades -se acomodó el anillo en su dedo anular con la figura de Anubis perfilada.

Su mirada buscó la piscina pero descubrió que estaban caminando hacia el mar también, estaban ambos relativamente cerca -Tengo una empresa que se dedica a la realización de ritos funerarios poco convencionales -sonrió ampliamente con los labios cerrados -Ya sabes... Funerales vikingos, budistas, judíos... wiccanos -hizo un gesto circular con la mano -Uno de los más importantes que ayudamos a concretar fue el del famoso periodista Hunter Thompson, ¿Has visto la película Maldito periodista*? Es sobre él. O Miedo y asco en Las Vegas.

Perdió su vista en el cielo azul, en el mar verde, en la arena; del suelo la levantó lentamente subiendo por las piernas de la muchacha mirándola de reojo con media sonrisa hasta llegar a su rostro -Entonces, becada. Y en genómica. Un posgrado -la miró con más intención -¿Pero a qué edad te graduaste? Debes tener un coeficiente más elevado que la media para estar haciendo un posgrado a esta edad... -trató de calcularla -Porque tienes cuánto, ¿22? ¿24? -se llevó el vaso a los labios y bebió de su destornillador, el vodka bajó con especial rispidez y frescura por su garganta, una voz en el fondo de su mente le dijo que aquello no era buena idea y que terminaría borracho, pero decidió no escucharla.

-¿Para qué estudias biología molecular? -alzó una ceja pelirroja y el ligero dorado que estaba adquiriendo hizo que se le marcaran las pecas que tenía, abrió las manos en gesto de son de paz -Es lo único que sé al respecto, tendrás que explicarme más... -se excusó -Pero de verdad, ¿cuál es tu meta? ¿qué te gustaría lograr?

Fue entonces cuando vio a Diana en el agua, una carcajada divertida se le escapó mientras hacía sombra con ambas manos sobre sus ojos buscando la parte de arriba de la bikini -Oye, Dianita, no la veo... -dijo en voz alta observando el oleaje -Si quieres sal del agua y te doy mi camiseta, te juro que cierro los ojos -prometió con una sonrisa pícara.

-¿Qué te parecen las chicas, Thomas? Yo las veo todas un poco locas. Con mucho desparpajo y simpáticas cada una a su manera. Aunque no es que yo tenga mucha experiencia con las mujeres. Tú pareces un tipo con mundo, no se, tienes esa aire. Y la edad, que es un grado a tener en cuenta. -Se pidió una cerveza doble malta - ¿Alguna en particular? Hablo de cervezas.

El primer trago fue largo, media botella, estaba sediento. Miró a lo lejos, hacia la playa, sonriendo ante la divertida estampa de Diana. -Vaya, un ligero contratiempo. Me pregunto si no lo habrá hecho a propósito, Diana tiene ese aire de mujer traviesa y alocada. Terminemos la barra y nos damos un baño, ¿vale?

- Creo que todas son realmente especiales. - Thomas sonrió debajo de su bigotón. - Cada una a su manera. Pero ¿qué mujer no es en realidad un misterio? - Rió ante el comentario de Paul sobre que él era un hombre de mundo. Cabeceó, asintiendo. - Bien, algo de experiencia tengo. - No pasaba nada por mostrarse modesto, aunque sus ojos risueños indicaban que sus palabras podían quedarse cortas.

Luego se rió con el chiste sobre las chicas y las cervezas. - Bien, creo que tomaré una doble como la tuya. - Se tomó un trago casi tan largo como el de Paul y luego se quitó la espuma del bigote. 

Mirando hacia Diana, flotando en el mar con sus dos flotadores, Thomas asintió. - Algo me dice que nuestra joven amiga no se abrocha demasiado fuerte el bikini. - Sonrió. - Me parece bien lo de darnos un chapuzón. Igual encuentro el bikini de Diana y la próxima vez no me da un tartazo.

Después de que Kiki mostrará su enojo con William y que Donald les recordara lo de la votación, Erick dijo​​​ cierto yo también tengo que ir a votar, regreso en un rato el rubio se levanta y va a votar, cuando va regresando de realizar su votó, noto que Diana sufrió un percance, así que fue rápido a donde ella estaba, se quitó su camisa y se la dió para que se cubriera y le dijo quédate con ella​​​, luego el de ojos azules se gira para buscar la prenda perdida.

Un rato después la encuentra, por suerte el mar no se la había llevado muy lejos, cuando la consigo, Erick le regresa la parte superior del bikini a la rubia, hermosa dama le regreso su prenda, con su permiso me retiro, estaré en el bar​​​​, esto último se lo dijo con una sonrisa y un guiño de ojo.

La jovencita del bikini rosa miró a Ulrick sorprendida.

-No he visto esa peli, pero es el periodista del peyote, ¿no? En la Uni he oído hablar de él. ¡Menudo montaje de funeral, sí! -Sacudió la cabeza ante las siguientes preguntas del muchacho,- Hum, veinte, tengo veinte años. No sé si es raro lo que hago, yo me dedico a lo mío porque desde pequeña he querido entender por qué hay enfermedades, malformaciones, y cómo conseguir no ya resolver el problema curando, sino evitándolo. Una utopía, dicen muchos. 

Se encogió de hombros, no era algo que pudiera explicar, la genómica sí, pero como tirara de ese hilo se quedaba sola en un par de minutos. Iba a decir algo más, pero el asunto de la parte de arriba del bikini de Diana acaparó la atención de todos, también de su interlocutor. 

Liza sonrió, había gente que sabía cómo polarizar un evento, ya fuera una clase, una fiesta o... esto. No se detuvo, dejó su vestido en la arena, se quitó las sandalias y entró en el agua mientras Erick cedía su camisa a la dama en cuestión como si fuera un caballero medieval.

Tras comprobar como William no había hecho la prueba al completo, pues ni un beso ni un anillo dio, o quizás ella estaba muy nerviosa como para darse cuenta de todos los sucesos del momento, decidió acercarse a Kiki, la cual estaba completamente llena de crema, y es que el despistado joven sí que había usado su tarta para impactar sobre la glamourosa chica, justo cuando estaba durmiendo.

- Le ha dado con saña... - comentó Tara elevando las cejas, sorprendida de la elección de aquel varón, provocando que la colorida mujer se retirase momentáneamente del lugar, regresando más tarde con un espectacular bikini negro, recriminando al causante de su malestar.

Tara esperó a que Kiki saliera de las votaciones para abordarla -... Vamos a tomarnos algo, reina... De donde no hay no se puede sacar... - le dijo la modelo XXL -....Creo que tú y yo hemos tenido más bien poco éxito en esta prueba...Ni beso ni anillo, así que no voy a callarme lo que opino de ti... Eres realmente fascinante, tu forma y estilo desenfadado es algo que este programa necesita... Y me alegro de que seas distinta, muchos príncipes y princesas, pero tú eres una reina... No dejes que nadie diga lo contrario.... - Tara estaba actuando con mucha franqueza y es que no le gustaba ver a nadie llorar y en los ojos de la fémina se notaban los restos de rimel -... Quiero un Manhattan, ¿tú qué tomarás?

Finalmente Johnny se unió al resto después de darse una ducha rápida. Se pidió una cerveza y se tumbó en una de las hamacas que descansaba bajo una sombrilla, contemplando las chicas de la piscina. Levantó su bebida hacia Thomas a la par que le guiñaba un ojo y en última instancia.

Buscó a Stephanie, pero parecía que no había llegado todavía. Suspiró y esperó...