Cementerio

La conexión con los dioses ya olvidados os ilumina un nuevo camino, aquí no encontraréis el reposo que tanto ansíais, no... La batalla no ha terminado, ni siquiera después de muertos, pues al igual que el sol sale todas las mañanas, el dios os prenderá del poder necesario para continuar influyendo en el mundo de los vivos...

Es más, quién sabe quién de vosotros tendrá una segunda oportunidad... O incluso escapará de este lugar...

Mientras tanto todos sois muertos, y vuestra voluntad es una, así como el sol aparta las sombras para guiar a los incautos, y mantiene unidos a quienes buscan su refugio.

-Cell donde estas, ¿Estas aqui? ¡Responde!

Sólo el eco responde a tus palabras.

Dejas de sentir tu comunión con los caídos... Pero tu dios te necesita por ahora...

Una sombra deja paso en el lugar a Little Tolen...

Según llego al cementerio lo primero que hago es comenzar a llorar desconsolado. Maldita mantícora, se emperró en que quería matarme... y he sufrido... he sufrido mucho... no es justo... no, no lo es.

Sólo la soledad responde a tus llantos.

-¡Maldita sea! - Grito desesperado

Tras llorar un buen rato comienzo a aburrirme en sobremanera, a si que comienzo a preparar mis hechizos e invoco una rana.

-Hola, señora rana, a partir de ahora se llevará bien conmigo.

La rana fantasmal que invoca el pequeño mago croa.

Pero más allá de la invocación... Una sombra deja paso a Sharë Ond...

Me quedo mirando a la recién llegada, no sé si alegrarme porque ya no estoy solo o entristecerme porque hayan matado a alguien más.

-Hola - es lo único que digo.

La rana que he invocado da un salto y rápidamente estiro la mano para sujetarla por un anca y que no se escape.

Hola - dice con timidez - Vaya, que extraño es todo esto... ¿No deberíamos estar... ya sabes... muertos?

Me encojo de hombros y la rana trata de zafarse.

-No sé, pero la verdad es que este sitio es muy aburrido.

Un destello de luz trae a alguien que aún se alza entre los vivos...

Trahorn Martillodivino, vuelve al lugar que te pertenece por derecho.

-¡¿Y tú qué haces aquí?! ¡Enano feo! - Insulto al recién llegado y suelto a mi rana para que vengue mi muerte.

La rana croa un par de veces.

Espero que te maten, sucia rata...

-Guarda tu lengua gnomo, si no quieres que te la arranque de nuevo.-Trahorn era calmado, pero como cualquier enano, no permitiría insultos a su persona.

-Si estoy aquí es porque yo soy vuestro nexo con los vivos. Mi Señor me ha dado el don de poder comunicarme con vosotros. Ahora con tu aptitud no hace otra cosa que cerciorarme de que en verdad hicimos bien.-Con la mirada busco a la segunda en discordia.

-Vaya, parece que solo buscan hacer daño a los mas bajos.-Dijo al ver que realmente era la mediana, de quien apenas sabia nada -Siento tu perdida Halfling, rezare por ti para que encuentres pronto la paz, pero antes, seria menester que nos dijeras si viste o sabes algo, para comunicarlo al resto. Presupongo que eres inocente de toda culpa pues ellos te han dado muerte.-El enano callo y mientras mecía su barba esperaba una respuesta.

Ofendido señalo al enano.

-¡Enano feo! ¡No es una halfing! - Le grito acusador - ¡Y es mi amiga! - Decido yo por mi cuenta.

Mientras tanto, la rana croa y se aleja como buena rana que es.

Vaya, así que nuestro nexo con los vivos... Que curioso...

Y si... soy una gnomo...

Me temo que no puedo aportar nada. Soy muy curiosa y me dedico a espiar en la noche. Pensé que haciéndolo podría descubrir quienes eran aquellos poseídos por el mal. Intentaba descubrirles pero parece que fueron ellos los que me descubrieron a mi y... bueno, aquí estoy - finalizó con tristeza en su voz.