Partida Rol por web

Día 1: Muerte entre las ruinas sagradas

No hubo sueño provocado pero las claymores allí presentes se sintieron como si estuvieran soñando o más bien teniendo una horrible pesadilla...

Eran demasiado rápidos nadie pudo saber de donde venían. En los ojos de todas las presentes no eran más que sombras desplazándose a toda velocidad pero estaba claro que eran ellos. Tal como había anunciado el hombre de la organización los espectros venían para atacarlas.

Uno de ellos aterrizó en mitad del círculo donde estaban protegiendo a las que aún no habían despertado. Ninguna de las presentes pudo reaccionar antes de que cogiera el cuerpo inconsciente de Tabitha y se la llevara corriendo. Después del shock inicial el grupo salió corriendo para rescatar a su compañera. Pero ese fue su error...

Otro espectro apareció detrás de ellas y se llevó a Ofelia que seguía dormida. Para después correr en dirección contraria. El grupo se quedó dividido sin saber a quien rescatar pero en ese momento aparecieron Undine y las suyas. Esta gritó:

- !Cómo habéis podido ser tan torpes! Id a por Ofelia yo mataré al que se llevó a Tabitha. 

- !Salva a Tabitha! - gritó Miria mientras organizaba a toda velocidad a su grupo y se lanzaban tras el espectro.- !No arriesgues su vida por matar al espectro!

Pero Undine se limitó a sonreír mientras su grupo iniciaba también la persecución:

- Lo siento, "líder" pero ese no es mi estilo.

El grupo de Miria salió disparado tras el espectro y durante varios minutos fueron recortando las distancias hasta tenerlo a escasos metros y entonces arrojó el cuerpo de Ofelia que se perdió entre las ruinas y acto seguido desapareció.

Todas se quedaron extrañadas pero entonces la voz de Miria se alzó:

- !Que dos se queden buscando a Ofelia! !El resto debemos volver, hay que apoyar al grupo A!

Mientras Undine había dejado atrás a las lentas de sus compañeras y estaba a punto de alcanzar al espectro. En ese instante el monstruo se dio la vuelta, arrojó a Tabitha contra el muro de una casa que se derrumbó como si fuera papel y se abalanzó sobre Undine. Esta sonrió y se preparó para atacar al espectro pero entonces lo que parecían un millón de sombras se abalanzaron sobre ella. 

Antes de poder reaccionar estaba herida de muerte y los espectros habían desaparecido.

Cuando el grupo de Miria llegó se encontraron al grupo A destrozadas mirando el cuerpo de Undine. Miria se acercó al cuerpo de la claymore y le cerró los ojos. 

En ese instante los suyos se llenaron de lágrimas, la líder se llevó la mano al pecho y con un grito amargo cayó muerta al lado de su compañera.

Galatea apareció un poco más tarde donde el grupo de las aspirantes se reunía en un inquietante silencio. Llevaba en brazos a Ofelia, la cual no había despertado aún y estaba dispuesta a darles la buena noticia a sus compañeras.

Hermanas, ¡está viva! Cuando el yoma sintió que estábamos a punto de darle caza la soltó. Pero... ¿dónde está Tabitha?

En ese momento Galatea olió el inconfundible olor de la sangre, dejó a Ofelia en el suelo con cuidado y se acercó a Tabitha. No, no puede ser... Galatea pasó sus manos por la cara de la guerrera que había sido víctima de los espectros, acarició su pelo, palpó su armadura y una lágrima de compasión cayó sobre el cadáver. 

¿Quién es? Preguntó con una voz sollozante. Sabía que aquella no era la Tabitha que había intentado despertar el día anterior. La hermana que ahora tenía en brazos era más fuerte y de facciones más duras.

Undine. Escuchó a su espalda. Aquello sí que no se lo esperaba. ¡La orgullosa Undine, tan independiente y tan segura de su valor había sido la primera en caer! ¡Habían perdido a la que quizás fuera la mejor guerrera!

Undine... Repitió para sí.

Cuando su mano descendió para descubrir la herida que había sido causa de su muerte, tocó otro brazo. Había otra hermana abrazada a Undine. Otra hermana que no se movía ni respiraba. Otra víctima de los yomas. 

Y Miria. Le volvió a decir la misma voz de antes. Murió cuando vio muerta a Undine.

¡Miria! ¡La líder en la que todos confiaban y que se había mostrado decidida a salvarlas del peligro! ¿Pero cómo pudo haber muerto tan solo con ver caer a Undine? Debería de haber un vínculo poderoso entre aquellas dos valerosas guerreras tan parecidas y tan distintas a la vez...

Los yomas les habían dado el golpe de gracia la primera noche acabando con las dos únicas aspirantes que habían reunido el suficiente valor como para querer liderar al grupo. Ahora se encontraban desmoralizadas, sin una líder fuerte que las guiara entre las tinieblas y sin Undine, la hermana con más coraje del grupo. ¿Cómo podría ahora sobrevivir el resto del grupo sin ellas?

NOOOOO!!! Se oyó el grito desgarrador de Jean que caía al suelo desconsolada envuelta en lágrimas. 
No puede ser... no no no ...  Se llevó las manos a la cara. Esto es terrible...

!!!!NOooooooooo... Miria, mi mejor amiga esta muerta!!!!  ella casi no podía creerlo ¿nuestra lider esta muerta?, la expresion de la mujer no le gusta para nada, esto ha sido ... atroz. Miria y ella eran amigas, nos convertimos en claymore al mismo tiempo

Hilda se sintió terrible, quería saber quienes eran las traidoras para llevarlas a su fin.

Esto ha sido una trampa....malditos demonios, malditas fuerzas del mal. No se saldran con la suya. Dice llena de rabia.

Despierto rápidamente, acostumbrada a ello, y sigo las órdenes de Miria sin dudar, como una autómata en plena tarea. El cuerpo de Ofelia cae a un lado y la miro, un tanto suspicaz, aunque al ver cómo Galatea la coje, sencillamente le sonrío sin mediar más palabra.

Avanzo del lado de Galatea en el mayor silencio posible, de un modo solemne. En mi corazón, algo me dice que vamos a ver una muerte al llegar. Pero entonces veo cómo es Undine la caída. Cierro los ojos consiguiendo controlar una lágrima silenciosa, no obstante, Miria se arroja hacia ella, lleva una mano a su pecho, y cae. Esto hace que apriete más los ojos e inspire profundamente, en una especie de llanto invisible, uno que se lleva por dentro.

Ambas eran fuertes...

Murmuro apenas audible. Alzo mi mirada, viendo cómo parecen venirse abajo todas.

Según el protocolo... -apenas alcanzo a decir- La siguiente hermana con más votos debería de asumir el mando. O volver a votar...

Hago una pausa de unos quince segundos, tanto haciendo memoria como un esfuerzo por no venirme abajo, aunque algo en mi interior se encuentra roto y, quizá, irreparable.

Creo que sería mejor volver a votar....

Digo, recordando que la siguiente más votada fuí yo, pero no me parece justo.

¿Ninguna en sus entrenamientos recibió nociones de medicina? Es decir, la muerte es reciente, quizás se pueda hacer algo...

Llevo un dedo a mi mentón, recordando algo entonces.

Me dijeron que algunos espectros son cobardes. La vieja táctica de parecer inocente y luego atacar... Debería de ser una de las dos que aún no han despertado. Y viendo que ambas no han sido despertadas, sería también un buen señuelo, no obstante...

Miro el magullado cuerpo de Tabitha.

Me inclinaría más por Ofelia, ha sido extrañamente mejor tratada que Tabitha. Creo que aprovecharon que ninguna despertó para provocar la confusión, así como para ir a por la líder más fuerte. Claro que... Es sólo una opinión. Me pidieron que estuviese atenta y... Bueno, mi grupo encargado de las que no habían despertado y... Recuerdo que mi maestro me explicó una táctica similar de un espectro que se hacía el muerto.

Dicho esto trago saliva. Posiblemente muchas hermanas se pondrían en mi contra. Y ahora ninguna líder iba a defenderme por dar mi opinión. Además de que habría que nombrar a una nueva líder.

Por favor... -hablo en voz muy baja- Ellas quieren que nos desorientemos.

No obstante, en verdad dudo que mis palabras lleguen a sus oídos, pues apenas alcanza mi corazón. Tengo ganas de salir corriendo a llorar, pero no es algo que debamos de hacer ahora.

Despierto de golpe cuando somos asaltadas. Sin dudarlo sigo a Undine con el resto del grupo pero esta se adelanta y es sorprendida por los espectros. Me quedo paralizada al ver la escena. No se que hacer, que decir. Realmente, hasta ahora, no tenía del todo seguro que las palabras del hombre de la organización fuesen ciertas pero, deltante de mis ojos estaba la prueva definitiva.

Entonces aparece Miria, se arrodilla delante del cuerpo de Undine y cae muerta.

-Malditos... -intento controlar mis sentimientos pues, sin, posiblemente, la guerrera mas fuerte y, ahora tambien, sin nuestra líder teniamos que organizarnos rápido antes de que los Yoma volviesen a actuar...

-Estoy de acuerdo contigo Yuma, habría que volver a votar y pensar en algo... En forma de espectros son demasiado rápidos y fuertes, tenemos que matarlos antes de que se transformen. -digo con la mirada perdida en el cielo.

Algunas se lamentaban, otras discutían sobre lo que había que hacer y remarcaban sus sospechas. Pero pocas se dieron cuenta del temblor que recorría la mano de Miria. Poco a poco el temblor fue aumentando hasta que el cuerpo de la claymore empezó a convulsionar.

Todas se quedaron mirando y un segundo después vieron como Miria se daba la vuelta mientras daba bocanadas desesperadas de aire. Las compañeras se acercaron a ella pero para entonces ya había recuperado el aliento y Miria se encontraba de nuevo entre lo vivos.

Gracias a las diosas.

Suspiro aliviada. Miro a mis compañeras, segura de que alguna ha sido la artífice de tal milagro, aunque sin añadir nada al respecto, rápidamente le ayudo a incorporarse.

Lamento... Lamento lo de Undine.

Sonrío sinceramente al verla entre nosotras.

Tengo una idea sobre quién ha podido ser, pero... No sé si será correcta.

Mi corazón late más rápido, la emoción de tenerla entre nosotras de vuelta me hace volver a creer que aún hay una esperanza. Ahora sólo me falta seguir sus indicaciones.

Me había quedado paralizada después de lo que había sucedido aquella noche, me sentía completamente impotente, había sido incapaz de hacer nada por las cuatro compañeras. En ese momento Miria comenzó a respirar de nuevo:

- !Miria! Gracias a las diosas ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió? -Entonces miro a Tabitha.- Mirad, aunque débil Tabitha también respira. 

En ese instante caigo en las reflexiones de algunas de mis compañeras.

- No, lo siento mucho pero no. No pienso cargar contra una compañera que aún no ha despertado. Os digo de verdad que no me sentiría bien atacando a una compañera que no puede defenderse, ni responder a las acusaciones que se hacen sobre ella. No sé a quien votaré pero a las que duermen les daré el beneficio de la duda.

Precisamente...

Digo, mientras miro a Flora desde mi posición, desviando la mriada hacia el suelo, pero sin perder una sonrisa tranquila, e incluso triste.

... De eso se aprovechan. De nuestro honor. Eso les dá tiempo. ¿Acaso es mejor que cargar contra una hermana que hemos visto luchar contra los espectros y contra la cual, aún al menos yo, no he visto ninguna prueba o movimiento sospechoso?

Alzo mi mirada para observar sus ojos, en verdad tengo curiosidad por su respuesta.

 Miria estaba en shock. Apenas podía respirar por su propia cuenta...no obstante, la que fuera por un corto periodo de tiempo capitana de aquellas valientes mujeres que habían perdido todo menos la esperanza, se levantó con la ayuda de la inestimable fuerza de voluntad de Yuma.

 Escuchó la voz de Flora, y todo aquello estuvo a punto de romper la línea de fuerza que contenía su llanto. Veía a Undine despedazada por una sombra...con razón los llamaban espectros. Pero aquello, aquello estaba por encima de lo que podía imaginarse. No deseaba mostrar debilidad ante sus compañeras, pero no entendía bien lo que había sucedido. El dolor de su corazón era tal, que no sólo sentía haber fallado a Undine al no poder evitar su muerte como líder, sino haber fallado a todas las presentes al no poder asegurar su situación en una sola noche.

 - Estoy segura de que tiene que ser más de uno. - espetó con un hilo de voz.

 Haciendose la fuerte se separó de Yuma agradeciendole sus atenciones, ponerse de pie era una prueba más que tenía que superar sola. Necesitaba recuperar la confianza de todas, y la propia, por dificil que fuera. ¡No se rendiría tan facilmente!

 Desconocía porqué estaba allí, cuando todo había parecido terminar hacía unas horas...sólo pude pensar:

  Sea quien sea el causante de esto...gracias.

 No me rendiré hasta ver hasta el último de ellos muerto, a cada una de mis compañeras y hermanas vivas y libres.

 - Ofelia se había separado, Undine se adelantó después. Tabitha intentó ayudar, pero tenían una clara ventaja.

 Llegamos tarde. - dijo en referencia a Undine, con cierto pesar, aunque no había llegado tan tarde, no tanto como para evitar morir, tratando de luchar con los yoma.

 - ¿De quién sospechais? - preguntó con inocencia, producto de una recuperación parcial y no total de todas sus facultades...

 ...No puedes permitirte ser débil.

-Estoy con Flora, no sería etico... -digo mirando hacia Yuma. Entonces Miria se incorpora y empieza a hablar. Parece que le cuesta respirar pero, por lo menos, está viva. Suelto un soplido de tranquilidad.

-Ahora sabemos que como mínimo hay dos espectros entre nosotras y que no dudarán ni un segundo en acabar con nosotras así que no hay que mostrar debilidad. -empiezo diciendo. Entonces pienso en la pregunta de Miria.

-¿Nadie se ha dado cuenta de si faltaba alguna de nosotras en la persecución? -sin duda, las que no estubiesen en la persecución eran las culpables.

Es... Bueno, una tontería.

Comienzo a responder mientras la observo separarse. Inclino mi cabeza como disculpas. ¿Cómo has podido ser tan tonta de pensar que necesita tu ayuda? Ella es más fuerte que tú, a estas alturas estarías llorando... Me recrimino a mí misma.

Pero sí... Serían varios espectros, siempre hablaron en plural de ellos... Una táctica bastante vieja, según mi maestro, era hacerse el muerto... O no despertar, en este caso. No cargaríamos contra ellos mientras nos atacan y nos matamos entre nosotros presa de las sospechas. Esto nos coloca entre Tabitha y Ofelia. Además, habiendo sido secuestradas como señuelo también les dá una, todavía, mejor cobertura ante nuestras palabras.

Tomo aire y cierro los ojos, buscando algo de valor para continuar con mis palabras.

Tabitha está mucho peor que Ofelia, la arrojaron con más violencia, es por ello que sospecho de ella. Creo que es lo más lógico, además. También si una es inocente y la otra no, aún sospechando de los caídos, tendríamos una posiblidad entre dos de acierto... Creo que es el movimiento más lógico y acertado, pero... Bueno, es sólo lo que me enseñó mi maestro, quizá me equivoque...

Rápidamente abro los ojos hacia el suelo y cierro la boca. ¿Pero quién te has creído? Está claro que eso ellas ya lo saben.

Entonces miro a Cynthia.

De eso se aprovechan... De nuestro honor. Ellos no lo tienen, por eso me dijeron que tienes que pensar como ellos. Yo...

El silencio me absorve y guardo el silencio más sepulcral. El entrenamiento que hemos recibido está en contra de actuar así, pero a mí mi maestro me dijo que era posible.

 Yuma...

 Pensé con cierto aprecio por aquella guerrera. Puede que no fuese demasiado hábil para ser una de sus "hermanas", puede también que no fuese la más arrojada, pero sin duda de todas era la que más cerca estaba de la humanidad que podrían dejar atrás si seguían por aquel camino.

 - La ética es una distorsión de la verdadera moral.

 La moral que nos acerca o nos aleja de ser como los yoma, de ser bestias hambrientas de intestinos. Matar por necesidad o por un instinto asesino.

 No somos monstruos, pero nadie nos juzgará por intentar hacer justicia. Porque todas lo habremos elegido, porque esa es nuestra ética, y no otra.

 Cargar contra Tabitha y contra Ofelia es la estrategia que se hubiese establecido si nos guiamos por los preceptos de aquellos que nos lo enseñaron todo.

 Asintió dándole la razón a Yuma.

 - Por eso tenemos que rechazarlo.

 Esta prueba es sin duda la que marcará nuestro futuro. Estar dispuestas a hacer todo lo que tengamos que hacer, entre otras cuestiones, la improvisación de nuevas estrategias. Las viejas serán predecibles.

 Negó entonces.

 - Aún así, es apreciable tu contribución, compañera. - le sonrió, aunque el planteamiento de yuma bien podría costarle ser una de las primeras sospechosas de ser un yoma.

 "Sabía bien como pensaba" pero...darle demasiadas vueltas era precisamente lo que ellos esperarían que hiciesemos, para volvernos unas contra otras.

 Agradecía estar viva, pero quizás volviese a morir pronto, o aún peor, viese morir a otras, como vio morir a Undine, completamente impotente, a su lado, pero incapaz de hacer nada contra aquello que parecían sombras en la noche.

 - Creo que deberiamos centrar nuestra atención en cualquier otra irregularidad...menos evidente.

Pero...

Comienzo a replicar, no obstante, rápidamente guardo silencio. Ella es la líder, y así es como somos las Claymore. Trago saliva, sé que todas las miradas se dirigirán hacia mí, tanto de espectros como de compañeras. Cierro los ojos. Un hilillo de voz surge de mis labios, incluso involuntario, aunque tan suave que nadie puede escuchar nada más que un murmullo indescifrable.

Yo no he visto nada sospechoso, ninguna hermana que haya faltado a la reacción... Así que tienen la capacidad de desdoblarse con casi total probabilidad. De este modo pueden actuar y no darnos cuenta. Lo único extraño que he podido ver es eso... En cualquier caso, acataré sus órdenes, Miria. Dígame a quién considere más sospechosa, pero en nuestro grupo, el B, no he visto nada... Y... Deberia mandar a alguien para el otro grupo y nombrar una nueva líder... ¿No? Para reforzar la unidad.

Le miro con algo de esperanza.

Galatea se encontraba curando las heridas de Tabitha y de Ofelia cuando escuchó a sus hermanas hablando alegremente y su corazón se sobresaltó al identificar el timbre de una voz conocida que pensaba no volver a escuchar jamás.

¡Miria, has vuelto a la vida! ¡Gracias a las diosas aún nos queda una esperanza! Aquello era como un rayo de dicha en una noche aciaga. Galatea agachó entonces la cabeza y se dirigió a Miria con humildad. Siento haberte defraudado, hermana Miria. Ayer nos enacargaste a Undine y a mí la tarea de vigilar a los dos grupos, pero no pudimos anticiparnos a los movimientos de los yomas. ¡Fue todo tan rápido! Me siento... fracasada.

Pero ahora debemos pensar en el futuro. Hay que enterrar a nuestra hermana Undine y rezar a las diosas por su alma. Después habrá tiempo para deliberar sobre lo sucedido. Llegado el momento quisiera que nos explicaras qué fue lo que te ocurrió. Yo misma abracé hace unas horas tu cuerpo sin vida que no tenía ni un rasguño de violencia y ahora te escucho llena de vitalidad ¿Cuál fue la causa de tu muerte, hermana Miria? ¿Acaso te unía algún vínculo secreto con Undine del que no nos hayas hablado?

De pequeña escuchaba leyendas de la diosa Teresa que tenía el poder de traer a la vida a las almas que le eran devotas. Pero con los años acabé desconfiando de los milagros. Si como tú supones ha sido una de nosotras la que te ha resucitado, esa poderosa hechicera hace bien en no revelarse ante los yomas. Eso nos debería dar esperanzas.

Hasta ahora no tenemos pruebas en contra de ninguna de nosotras, pero ya sabemos algunas cosas. Lo más importante es que ahora sabemos que nuestra líder no es uno de ellos y que, por tanto, podemos confiar en Miria sin reservas. También sabemos que los yomas son al menos dos: uno, el que se llevó a Tabitha y otro, el de Ofelia. Eso, claro está, descartando que nuestras hermanas durmientes también lo sean. En el peor de los casos podrían ser tres o cuatro. 

Yo vengo de atenderlas y tengo que deciros que me preocupa su estado de salud. Es posible que si no despiertan antes de esta noche, las heridas que han recibido acaben con ellas. En ese caso sabremos si las sospechas de Yuma son ciertas. Por mi parte no creo que los espectros hayan decidido conscientemente tratar mejor a Tabitha que a Ofelia. Es posible, sin más, que uno fuera más violento que el otro. Pero también sé que las intuiciones de una aspirante a Claymore a veces son capaces de descubrir cosas que las demás no percibimos. Por eso me parece que deberíamos al menos considerar la sospecha de Yuma a falta de otra mejor.

Esto es terrible pensé, creo que la primera noche nos han pillado demasiado desprevenidas... ya es seguro, que alguna de nosotras esta corrupta, infecta, esto es una plaga que ha de ser erradicada de raíz...

Desenvaine mi espada y me encare hacia las demás, no me fío de ustedes, y no quiero que se me acerque ninguna, si lo hacéis no dudare en pasaros a cuchillo y dejar vuestras tripas al sol para que se pudran o se las coman los buitres, lo que primero pase...

Por la vida! Es un milagro Miria!!! Jean quedó impactada al ver a Miria volver con ellas. Se levantó del suelo y se limpió las lágrimas que ahora eran de felicidad. 
Aunque estaba feliz por Miria, su llanto mezclaba las lágrimas de felicidad por Miria con las de desolación por la muerte de Undine.

- Me alegro mucho de volveros a ver. - declaró con tono lúgubre y meditado, mientras dedicaba una mirada decidida y serena a verónica.

 Miria ni siquiera intentó llevar su diestra a la empuñadura del claymore que les concedería su nombre entre las gentes del continente, en cambio, alzó ambas palmas, extendidas para que guardase la calma.

- Verónica, con esa clase de actitud sólo conseguirás que se sospeche de ti. Lo que nos separa de forma más tajante de un yoma es nuestra humanidad, si renuncias a ella por el salvajismo no serás diferente a uno de ellos.

 Obvio que aquella clase de actitud la colocaba en una posición de desventaja para con el resto, que no dudarían en utilizar la legalidad de su acuerdo y votaciones para eliminarla si se sentían amenazadas.

 No le perdí ojo, pero no la estaba vigilando con temor, sino con comprensión, para que tuviese mi atención y supiese que escucharía cada una de sus ideas y pensamientos siempre que quisiera compartirlos. Era mejor que amenazase de aquella forma que no guardar silencio y terminar por hacer una atrocidad sin previo aviso.

 - Flora se hará cargo del grupo en ausencia de Undine.

 Reflexionó durante unos instantes, su semblante era serio y ocultaba a la perfección un terrible dolor propio de los sentimientos, del corazón. Su determinación era inquebrantable, como su voluntad de salvarlas a todas.

 - Especular sobre la nueva oportunidad que se me ha concedido sólo traerá problemas. No necesitamos saber si alguien nos está ayudando desde dentro o desde fuera, sólo que tenemos un trabajo que hacer, encontrar a los yoma y acabar con ellos.

 Yuma propone que los yoma han planificado una trampa para que no acabamos con ellos en las votaciones.

 Pero yo no confio tanto en sus capacidades, creo que son obstinados y también que somos más listas que ellos. Ofelia y Tabitha nisiquiera han podido defenderse con argumentos y juzgarlas sería deshonorable.

 En efecto sentía un gran aprecio por Undine, pero no es mucho mayor del que siento por  todas vosotras.

 En nuestras palabras hay puntos débiles, confesamos nuestra naturaleza. Pensad en ellos y votemos.

Escucho las palabras de mi líder con toda mi atención, nada podría desviarme de ello, ni siquiera las palabra de Verónica.

Creo...

Comieno a decir, pero me callo, miro a Verónica. A Ofelia. Cierro los ojos, inspirando profundamente. Al abrirlos sencillamente miro a Miria.

... Que es demasiado pronto para buscar flaquezas en nuestras palabras. La actitud de Verónica sólo refleja un miedo lógico a lo sucedido. El miedo también es el arma de nuestros enemigos, así como nuestro honor. Ahora mismo, personalmente, me siento incapaz, sin pruebas, de votar por ninguna de las que han luchado a nuestro lado. No al menos si no recibo ningún nombre, Miria.

Mis ojos la miran. Rápidamente desvío la mirada hacia la izquierda. ¿Pero qué haces? ¿De verdad crees que es lo mejor? Te estás oponiendo, al menos según ellas. Sólo vas a conseguir que vayan a por tí. ¿Acaso son más importantes...? Me veo obligada cortar mis pensamientos.

Los yoma pueden ser inteligentes...

Comienzo a murmurar, y alguna palabra más, que al igual que antes, se vuelve ininteligible para ellas.