Partida Rol por web

Eso es cierto!!!!! Exclamo alborozado el pequeño duende ante las palabras del hombre rojo, seguramente seria una simple trivialidad el matar a una pobre ninfa de fuego siendo un Dios, como decía serlo el gusano con plumas.
 

Cierto y peligroso.
Es lo que dijo el hombre rojo.
Pero si la serpiente de un Dios tiene el poder.
Malas cosas a todos nos podría hacer.

La serpiente no parpadeo ante el comentario del demonio de oriente simplemente con toda calma respondió - me entristecen esos pensamientos de parte tuya,  soy el dios de la vida y sacrificio valoró la existencia de todas las entindades misticas del entorno, así como de la naturaleza misma, soy el ciclo del eterno renacer,  sin embargo el orgullo es mi pecado y mi maldición y no soporto que entidades tan insignificantes se atribuyan nociones que no les compete, por eso dudo del duende se dice capaz de dominar al sol, crear imperios y pretende ser el juez de las acciones de los demas, eso no me hace confiar en el.- la gran serpiente habló con sinceridad y sin miedo.

-Detesto manchar mis plumas y mis colmillos despues de todo soy el padre de la vida y del ciclo tiempo-espació- la serpiente se recostó en su piramide una vez más.

con una voz chillona y silbante, mas parecida a un clarinete que a una voz, el duende Achimallén le grito al gusano emplumado para que le escuchase desde lo alto de su pirámide de piedra.

Para un Dios ser,

Un consejo te doy,

Usar tu poder divino,

y limpia bien tus oídos,

por que perdona si te aburro,

pero escuchas peor que un burro.

La serpiente hablaba sabiamente aunque sus palabras contradecían sobremanera sus hechos, sin embargo, me daba la impresión de que malinterpretó mis palabras por lo que le respondí con voz profunda al igual que se había dirigido a mi:

-Debes saber que no albergo pensamiento alguno en tu desmerecer, Quetzalcoatl, sin embargo solo hago hincapié en el hecho de que incluso la criatura más insignificante tiene su razón de ser y que no debemos juzgar alegremente ningún ser de este cónclave. Mis palabras querían hacerte ver que insignificante o no, todos podemos ser centro de sospechas infundadas, hay que ser más juicioso a la hora de sentenciar a los que aquí nos encontramos o acabaremos por convertir esto en un baño de sangre sin sentido arrastrados por nuestra sed de venganza y nuestro orgullo innecesario.-

Tras esto me giré hacia el duende y lo miré con asombro:

-Ponzoñosas palabras las tuyas igualmente, acaso insultarnos nos ayudará en algo. Mucho poder se representa en este concilio, aunque quizá deberíamos reflexionar si nuestra mejor arma en estas lides es la sabiduría y no las banalidades a las que se están recurriendo por el momento. Jamás hay que perder el objetivo de nuestro frente o nuestro destino quedará ligado a la guardiana antes de lo que pensamos.-

Todo esto había cogido a Tejón totalmente desprevenido, no podía creer que tal largo viaje fuera a dar sus frutos y poder encontrar al final a los salvajes que le habían asesinado a la familia, en estado de shock y mirando a todos los que formaban el grupo, miro atentamente al Sombrerero y asintiendo digo:

-Al fin alguien muestra modales, he recorrido un largo camino, aceptaré con gusto tu té, mientras recobro fuerzas para lo que puede ser mi último viaje.

Miraba y escuchaba todo lo que se decía allí presente. No daba crédito a las tonterías que se podía llegar a decir, como acabar con los pequeños. Qué sentido tenía eso…y porque no los grandes…no lo entendían, como tampoco entendía que acabáramos con nuestras vidas en conjunto. ¿Nos habíamos vueltos locos o qué?...
Había en cambio palabras que si tenían algo de razón y de sabiduría, como las de Bargas, el viene de otra y sabe cómo actúan los traidores. Pensaba que revelar el don de cada uno no serviría de nada sino al contrario que ese sería la nueva víctima del asesino, al igual que acabar con los que no se pronuncian. No siempre los que no se pronuncian son los malos, quizás son algo más astutos y el culpable realmente era alguien con mucha labia y ganas de llevarse a las criaturas a su lado de todo lo que dice.
Había que pensar de otra manera, pero poner en di acuerdo con todos iba ser una tarea muy difícil visto lo visto.

Mantícora mira alrededor, todas las controvercias. - Sigo con la postura de eliminar a los que no aportan, si es así es porque algo ocultan seguramente, eso me deja intranquilo. En lo personal lo único que quiero es terminar con esto pronto y salir de aquí... Yo no soy de por aquí por lo que no me compete estar encerrado.

Rumpelstinski se acerco al ogro verde con papel y pluma.

- Oye tu, el ogrote grande, verde y feo ... ¿no querras firmar un poliza de seguro verdad?

ARGGG!!! MINOTAURO ESTAR INTRANQUILO TODOS DECIR SER BUENOS, MINOTAURO PENSAR NO PODER SER VERDAD, GRAN HACHA DICTAMINARÁ SENTENCIA ARGGG!!!

Siguió sin hablar. Observó a los demás, y trató de discernir en sus rostros miedo, o alguna reacción... Nada, era imposible.

Aquello era una tontería, una pérdida de tiempo. Como ya había dicho antes, aquel día no conseguirían discernir quién es el asesino...no había información suficiente. Y solo divagaban en cosas y hablaban con altanería sobre algo que no tenían ni idea.

Llegó un momento en el que cerró los ojos, y solo escuchó, calmándose. Vaya inutilidad...

La voz de lso ayeres pareció emerger de la piramide - Que has dicho que pequeño Aluxe, acaso insistes en contrariarme - la serpiente comenzaba a molestarce con el pequeño ser.

-Disculpa si he entendido mal tus palabras honorable cuervo, pero mi ira no es mas que sobre este pequeño bicharrajo que solo se burla de mí y no mantiene el respeto por entidades superiores, no solo eso se mofa  y trata de humillarme, ¿perdonarias eso si fuera a tu persona?- dijo la serpiente  con cierto control, ninguno de los presentes  le era molesto, solo el pequeño y cantarín duende al que el insistía ne decirle Aluxe, pero quizas era un mal terminó para el duende - Muy bien chanaque infernal, sigue con tus burlas, ya nos veremos las caras luego.

Sonreí ante la pregunta de la serpiente alada. Sin duda por experiencia habían mancillado mi honor en más de una ocasión y mi espada daba buena cuenta de ello, sin embargo contesté con voz tranquilizadora:

-Quiza tengas razón, noble Quetzalcoatl, pero debes entender que uno debe exigirse mucho a si mismo y esperar poco de los demás, así te ahorrarás disgustos. Medita mis palabras y entenderás que no debes dar tanto crédito a palabras vanas, además, mientras los vientos son más aciagos que un simple insulto tu atención debería fijarse más en cuestiones más importantes. Espero por el bien de todos que tu sabiduría supere a tu portentoso orgullo.-

Los seres eran distintos pero las conversaciones siempre eran las mismas, había tenido la mala suerte de sobrevivir para volver a caer en el concilio, pero esta vez, por el momento no mostraría sus cartas, seria mejor esperar, al menos a que todo se calme, ahora dictaba la prosa, aunque el verbo también se dejaba ver por ese pequeño duende, con sonrisa amarilla se sentó en uno de las sillas que el sombrerero había postrado y pidió algo de te.

-Las discusiones el primer día no tienen sentido, es mejor observar como hace aquel hijo del vientoSeñalo a DjinAhora dame algo de te, en esta taza. Y dime que es lo que temes

Acariciando lentamente una de las serpientes de su pelo, se acerca a Bargas y se acomoda en otro de los asientos.

Al fin una sensata idea, también tomaré un poco de té. Sentada y con algo de beber, tal vez no sea tan pesada la espera, antes de que comience la sangría.

Parece que sonríe, pero no es más que un espejismo.

Aburrida ante tanta palabrería sin sentido me acerco al improvisado picnik que ofrecía el sombrerero, me acomodo lentamente en uno de los asientos ofertados por la alegre criatura y sonriendo amablemente digo -Yo también tomaré un té , gracias por tu amabilidad-

Por fin han decidido por no seguir discutiendo -susurro para mí-

Observó como parte de mis compañeros se acerca al improvisado picnic montado por el sombrerero.

Yo tomaría un poco de té, pero el nudo que tengo ahora mismo en el estómago, ante tal situación de desconcierto e intranquilidad por lo que pueda suceder, me lo impide

Decido sentarme en la base de una antigua columna y observar como transcurren los acontecimientos.

Me cansé de escuchar las mismas conversaciones y decidí relajarme un rato. Por lo que encogí mis patas y me puse cómoda, para seguir observando lo que hacían allí presentes todos.

El guardián del tiempo observo como el Cónclave discutía. El Gran Dios se encaraba a un ser diminuto mientras otros gritaban buscando que la muerte se paseara por aquellos lares, todas estas conversaciones a él le daban igual.
Camino pesadamente hacia los que compartian un té pero no se sento,se coloco detras de Nerwen y no dijo nada mas
 

Pues eso todos en silencio y asi vamos viendo como mueren unos y otros, y todos sin decir ni mu, a ver quien queda en pie... vaya ideas de borricos..

El arcángel se acerca a aquellos que toman el te, tras ver las discusiones absurdas que sostenían algunos de los seres presentes.

Bargas,hermano traidor,¿no te aburres de asistir a este tipo de reuniones? ¿no tuviste bastante con la primera? -le pregunto mirando directamente a los ojos del demonio -yo tuve la suerte de conversar con uno de los asistentes a esa reunión. Me dijo que fue como una tortilla de azufaifos y canelones -explico sin que mi rostro serio se inmute -luego las otras cabezas del ser me explicaron todo lo ocurrido realmente. Espero que podamos encontrar rápidamente a los supuestos traidores y que nos marchemos pronto de aquí -añado llevando mi mano a la brillante espada que cuelga en mi costado.