A llegado el momento de afrontar el destino, la muerte espera ante las puertas del Castillo de Baal, estas dispuesto a dar tu vida por conocer el por qué has llegado hasta aquí, pero según avanzas te das cuenta del porque, junto a ti, varios dirigen sus pasos hacía aquel lugar, miras sus rostros y en medio de todo aquel almizcle de miradas, orgullos e impaciencias descubres cuál será tu propósito en este lugar.

Solo tú, puedes juzgar sus vidas, solo tú podrías evaluar el movimiento de sus almas frente a lo que se avecina, puede que lo llamen Vanidad, pero ese mismo sentimiento será el que te guía al mirar en sus almas día tras día.

Algunos envejecidos, otros cubiertos por marcas que enarbolan con orgullo su procedencia, numerosos los que vienen acompañados de sus bestias, pero ninguno seguro, de los nombres de aquellos que esperan tras las puerta, para comenzar a devorar vuestros cuerpos como un mero entretenimiento.

Pero no te dejaras guiar por las apariencias, sino por aquella verdad, que solo las aguas que manan de tus manos, son capaces de mostrar. Enjuiciando la inocencia de aquellos que ahora te acompañan y dicen ser fieles a la causa.

En silencio, hasta que el dictamen del fluido elemento te demuestre lo contrario.

  Soy juez!, uno de mis personajes favoritos, jaja.

  Pregunta, los demás no deben descubrir que soy juez, no?, por lo que debería actuar como uno más en el juego. Es decir, como un agente encubierto.

Saludos.

Eso será decisión tuya, pero ya sabrás que si de alguna manera, los traidores conocen de tu existencia intentarán liquidarte sin pensarlo, pues tu eres uno de los pocos que puede distinguir, gracias a tu influjo a inocentes o traidores.... XD

  Jaja, ya veré que posición tomo entonces!.

  Ya tengo las partes. Una en "Ficha", otra en "Descripción/Historia", otra en "Notas"

  No se si esta bien, o mal.

Saludos.

  Es verdad, me había olvidado.

La lluvia del primer día dejo una huella en vuestra piel, tal vez fuera el recuerdo de aquella anciana, que sin quererlo, en tan solo unos imnutos os hizo sentir vivos, unidos o traicionados por última vez.

Ahora era vuestro tiempo... el tiempo de reencontrarse con un destino que aunque perdido, aún estaba por emprender.

Es el tiempo de reescribir una historia, donde todos deben emprender su camino.... incluso tú... Diarmuid

  Centro mi juicio sobre -Nekhbet-.

Tu mirada se cierra sobre Nekhbet, mientras una trasparente capa de agua, parece cubrir tu mirada dejandote ver más allá, de lo que ojo en realidad vé.

Nekhbet, parece tranquila y segura, mientras agarra con firmeza su ballesta, pero en su mirada se delata que no es lo único que posee para esta batalla. Pues guarda un as bajo la manga.

Empiezas a recorrer su cuerpo y doblados en su bolsillo, ves unos papiros dispuestos para leer... en ellos simbolos arcadios cierran miles de palabras aún dificiles de entender. Pero al final de todo un simbolo que es distintivo en cualquier lugar... El demonio del sueño, firma esos maltrechos jirones donde la sangre de un invocador, traerá la falsa muerte y aumentará el gozo en el mundo del ensueño.

Parece que Nekhbet puede invocar al dulce sueño, aún a costa de su propia alma... espermos que lo utilice para bien, pues es un gran poder.

El viaje hacía Oldland esta llegando a su culmen y entre tus manos, los restos de aquella carta que te trajo hasta aquí.

Parece que las leyendas toman forma, y parece que lo que nunca debía de pasar esta a punto de ocurrir.

El infierno está a punto de abrir sus puertas, y tu debes de estar allí. Pues tu maestro así te lo ha mandado, pero no es lo único que has recibido en aquella carta.

Pues junto a ella, hay dos restos de pergamino arcadio donde el demonio de los sueños proclama su voz.

Dos restos de una antigua civilización que te entregan el poder de una muerte simulada, que podrás ofrendar, para otorgar un sueño profundo que todos verán con la máscara de la muerte.

Tan solo debes de enfrentar tu sangre al papiro, y recitar los versos culminándolos con un nombre el nombre de tu elegido, para dormir.

La batalla esta por comenzar, y no vas a defraudar a tu maestro. No aún no lo harás… Estarás allí y lucharás por permanecer del lado de la justicia, al menos hasta que tu cuerpo encuentre a la muerte.

  Ok, entendido. (que gran poder, jaja)

De nuevo la luz de la luna brillaba sobre tus aguas, las cuales esperaban de nuevo volver a revelarte una verdad, algo que ante todos podría estar oculto, pero que a tu juicio nunca debería de escapar.

  Centro mi juicio sobre -Gael-.

Aquellas aguas que te rodeaban empiezas a envolver tus cristalinos de nuevo, dejandote ver más allá de lo que ojo puede ver.

Esta vez fijas tu mirada en Gael, y en aquellos papeles que una y otra vez revisaba y volvía a escribir y a leer. Al parecer puede que la edad fuese un defecto para su cuerpo ya casí marchito, pero sin embargo, su sabiduría era enorme gracias al paso de los años.

Tantos años junto a libros, y a bibliotecas habían conseguido hacer de Gael, un hombre especial, el cual podría descubrir la verdad de cualquier persona, tras inspeccionar sus pertenencias, sus rasgos y su posición. A diferencia de tí, podría ver solo la verdad en los caídos, pues su cuerpo débil no se prestaba para batir la fuerza de cualquier vivo.

Aquellos apuntes parecían repletos de conocimientos que poder expresar, cada una de sus frases escritas con razón y verdad, dejando ver la huella que deja la carne, tras el camino que muestra el propio destino al andar.

Poco a poco tus pasos, arrastran la arena que se deposita bajo tus zapatos. Esperando ver por fin aquellas puertas donde el destino de vuestra raza se decidirá.

El tiempo ha dejado heridas en tu cuerpo que poco a poco tu piel marchita ha ido ocultando bajo un velo de aflicción. Pero los conocimientos que se han alojado en tu mente tras cada hora, ahora servirán para erguir la última palabra del fin.

Pues tu bien sabes, no cuenta solo aquello que narran los vivos, sino también la palabra impresa que ha dejado el tiempo en cada uno de los cuerpos de los vivos. Pues aunque los muertos no hablen, sus posesiones hablaran por ellos.

Es el momento de dejar atrás ese escritorio que día tras día parapetaba tu débil presencia, y alzar tu mano en pro de un debacle a punto de romper todo cuanto conoces.

El dolor ha mitigado las heridas, y fortalecido tu mente para este momento, es necesario que todos escuchen tus palabras, y que todos conozcan aquello que los muertos dejaron en vida.

Así arma tu frágil presencia, y mira los cuerpos que arropará la muerte bajo el velo de la noche, allá donde el silencio mora. Allá donde tus versos se harán realidad, desvelando todo y cuanto guarece sobre la carne, dejando la huella de sus vidas.

Pero había algo más... su cuerpo aunque marchito, parecía estar repleto por un alma en el que a diferencia del resto ya estaba completo.

La luz de uno de los sellos parecía iluminar su alma dando más vitalidad a su esencia, dando más fuerza para seguir hacía delante. una fuerza que necesitaba su cuerpo marchito, que lucharía aún después de muerto, dando venganza y culmen a su propia muerte, cavando una fosa común, para el propio Gael y alguien más, algo impensable en cualquiera de vosotros, pero muy en mente para alguien que convive día a día con la muerte como pudiera ser un enterrador.

La Fosa Común

Ahora tu poder esta completo, y puede que en un futuro la muerte te abrace en sus oscuros y eternos brazos...

Pero no debes temer, pues ahora que tu alma esta completa pedirá vengaza por tu perdida, y podrás pagarte esa deuda que los vivos obtendrán al pedir tu muerte.

Puede que sea una eternidad fría y angosta pero al menos será acompañada, pues ahora tu alma podrá ascender para obligar a compartir feretro a alguno de los que aún siguen respirando.

Llegado el momento, alza la mano, di su nombre, y disfruta de la compañia...

Entre hoy y mañana podrás hacer uso de tu don, si así lo quieres...

  Centro mi juicio sobre -Eko-.

Tu mirada se cierra sobre aquel rostro serio y marcado por el tiempo, mientras el agua de tu legado empieza demostrarte la verdad.

En las arrugas de su piel, se distingue la soledad que ha abrazado su existencia desde que tiene recuerdo, mientras que sus manos rudas, quieren acariciar el rostro de su fiel vasallo, demostrando que aunque duro, necesita del abrigo de los demás… igual que el resto.

Su piel oscura, marca distancia entre muchos, pero no es más que otro rasgo más que ayuda a ver que esta lejos de su origen, solo, sin nadie con quien hablar…  nada más que el abrigo mudo de su fiel can, que no permite que su vida se siga hundiendo en el oscuro abrigo de la soledad.

Grande la herida que se forja bajo la oscura soledad que incluso a veces obliga a doblegar tu existencia al odio esperando saciar ese sentimiento con la sangre de los demás. Vinculando su existencia a la traición, al asesinato y a la destrucción...

Muchos han sido los pasos que has dado hasta llegar a Oldland, y es aquí donde todos tus actos encuentran un porqué.

Las presas débiles de los vagabundos han sido un mero entremés que devoraba tu alma en soledad, mientras eras escoltado por la atenta mirada inquieta de Bheka.

Tantos años en solitario, han afilado tu lado animal, encontrando el resto de tu raza como un mero esbozo creado tan solo para alimentarte.

Hasta ahora no has sabido el por qué esta ciudad te atraía sin remedio, pero ahora que la hora del debacle empiezas a entender.

Entiendes que tras esas puertas no se esconde el enemigo, pues no conoces quien o quienes podrán venir a juzgar. Lo que si sabes que es que todos aquellos que han permanecido al otro lado, te han mirado con crueldad y repulsión, por el simple hecho de vivir en la calle, por el simple hecho de ser de color… Por el simple hecho de ser diferente.

Y tienen razón, eres diferente a ellos, pues ahora no temes lo que pasará, pues antes de que las puertas se habrán tu juzgaras esa raza que día a día te ha atormentado y serás el primero en promulgar sus errores ante la nueva estirpe que esta por venir.

Es hora de que cada uno pague sus pecados, el tuyo estar solo… el del resto, obligarte a estarlo.

  Estamos hablando de Eko, no?. Lo digo porque:

Su piel oscura, marca distancia entre muchos, pero no es más que otro rasgo más que ayuda a ver que esta lejos de su origen, solo, sin nadie con quien hablar

por la atenta mirada inquieta de Bheka.

Entre comillas te pongo la redacción del don de Nekhbet para que entiendas un poco más su parecer....XD

XD....

Se ha notado el corta y pega de tu anterior post no...XD

Lo acabo de editar... ahora esta bien... XD

Entre hoy mañana puedes hacer uso de tu don.