Partida Rol por web

Las acusaciones continuaban sin darse respiros.
También nuevas relaciones parecían formarse entre algunos, la chica no entendía las veladas insinuaciones de cariño pero no era estúpida.
Le preocupo dormir sola, y que alguien se ocupase de su pobre vida mientras los demás tenían una pareja que pudiera defenderles.
Aunque su extrema timidez le impedía iniciar una conversación, junto coraje puesto que su vida así como la de todos estaba en peligro y se dispuso a intentar hablar.
¿Pero con quien lo haría?
Las mujeres eran bellas en su mayoría y todas más grandes que ella.
Los hombres eran o agresivos o demasiado dados a las charlas.
Solo dos personas le inspiraban confianza, la chica ciega a la cual había servido de lazarillo y el hombre anciano de palabras calmas e inteligentes.
Se acerco a este último, con su pelo cano y las arrugas de su cara, la chica imagino que reunía todas las cualidades que una adolescente buscaría en aquello a los que los afortunados llamaban padre.
Ella no había conocido a los suyos, solo compañeros del orfanato mas dados a los abusos sobre los débiles – como ella – que a socializar.
¿Disculpe? – le dijo a Gael con timidez -,¿puedo sentarme cerca suyo por favor?

El hombre comprendió lo que decía escoria, y lo entendió. Pero allí todos estaban intentando probar su inocencia, y era lo que estaba haciendo: Ni mas, ni menos. Y ciertamente las palabras de ella habían parecido ir en contra de él desde el inicio. Pero en aquel instante se calmó.

No era necesario iniciar ninguna discusión, y la orientación de su voto debía mas que una simple rencilla entre dos. Así que tendría que planteárselo nuevamente.

Después, Domino se le acercó de manera tímida y le preguntó si podía sentarse junto a él. De manera inmediata, Gael relajó sus facciones y le sonrió.

-Por supuesto, aquí tienes tu sitio.

Comentó mirándola a los ojos, relajándose por un momento. Después, siguió, como había hecho desde que empezó, escribiendo con aquella pluma, concentrado, al parecer, en aquello que escribía.

Afortunadamente el hombre acepto dejarla sentar a su lado y ella lo agradeció internamente.
Una vez cómoda en el suelo, se dedico a mirar por un rato lo que el hombre hacia sin molestarle.
Debía ser escritor, parecía sabio y educado.
Un hombre paciente.
Ojala hubiese ella tenido un padre como ese hombre que parecía exudar calma y seguridad.
Casi como un abrazo afectuoso.
Muchas…gracias – le dijo al fin – y aunque le hubiese encantado seguir hablando no lo hizo…mas, si aquel hombre era tan lúcido de mente como parecía, seguramente en los ojos de la chica vería las ansias desbordantes por iniciar una conversación.

Miro a Valfar. Se ha alterado, otra vez. No puedo evitar sonreír. Aunque sus formas no son las mejores lo que dice es difícil de rebatir. Hay gente con cierto interés en quitarle credibilidad a las palabras del viejo, que, en mi opinión, solo nos ha facilitado información bastante evidente.

-De verdad veíais a Mark como alguien inocente? Todo lo que hacía, todo lo que decía, hacía que dudase de él. Pero dejemos eso de momento. Su culpabilidad o inocencia no va a quedar demostrada ni desmentida por lo que digamos aquí.-Miro a Cristie con mala cara. Me resulta muy sospechosa. No dice casi nada de ella misma y se limita a hacer comentarios sobre el lugar que no ve y sobre las tumbas, intentando apartar nuestra atención de lo que me parece más importante, el ataque, las muertes y los traidores. Porqué será?-Yo agradezco a Gael lo que ha hecho. Si está en lo cierto, se ha arriesgado mucho y no deberíais criticarlo solo porque vosotros no seáis igual de valientes que él.-Mi mirada pasa de Escoria a Elizabeth. No sospecho de la primera. Sin embargo la segunda... Al principio le caía bien. Se parecía en cierta medida a Valfar. Pero cada vez que abre la boca lo hace para decir chorradas, no como el chico rubio. O no es tan inteligente como él o no le interesa serlo.

-Jared, Yannick tiene razón. De nada nos va a valer que demos nuestra opinión. Nadie se va a delatar. Solo recibiríamos mentiras y más mentiras que no llevarían a ningún lado. Es una idea tan bonita como inútil.

Cojo la mano que Valfar me ha colocado en el hombro, para que se tome un respiro. Estoy completamente de acuerdo con él, pero nos jugamos mucho.

Miro a Domino y a Gael, observando más a la mujer que al viejo. De verdad es tan débil como aparenta? Qué hace aquí entonces?

-Si sólo ha deducido cosas a partir de los hechos, es decir, que no ha revelado ningún tipo de poder... y nos asegura que Mark era culpable... No lo entiendo, ¿Dónde está la valentía? ¿A qué se está arriesgando? ¿Qué ganamos acusando a un muerto de ser culpable? Que conste que no estoy defendiendo a Mark, pero dudo que por mucho que nos meemos en su cadáver a los traidores les importe un carajo. Está muerto y ya nada se puede hacer.

  Luego de largas horas de acusaciones continuas, y discontinuas Diarmuid estaba cansado, solo queria descansar..

  Podía o no tener sentido todo esto, pero de la manera que se estaba planteando la situación era muy complejo, seguramente los enemigos presentes estaban haciendo su trabajo de manera impecable y la mayoría no se daba cuenta.

  Que más decir, que más hablar, otro nuevo día llegará y una tragedia sucederá.

Finalmente, Nybras elige un lugar entre la gente que se está preparando para dormir, lo suficientemente amplio como para que quepan las dos y con una piedra a un lado, de forma que estarán junto a ellos, pero no rodeadas.

Tranquilamente se deja caer, apoyando su espalda en la roca y dejando sitio para Nyx, que se tumba de inmediato a su lado, mirando a todos con una expresión indescifrable. 

La joven asiente a las palabras de Azhariel, pues no puede estar más de acuerdo con lo que dice el muchacho, y no se le escapan las miradas que echa a su alrededor. Algunas le parecen muy interesantes, pues revelan sospechas que ella misma también tiene. 

Al escuchar a Jared, le entran ganas de decirle una burrada al estilo de las de Valfar. - ¿De verdad cree que nos importa una mierda decepcionarlo? ¿Quién se ha creído? - Pero se contiene, limitándose a imaginarlo con una sonrisa. Sería divertido, pero probablemente eso la enzarzaría en alguna aburrida discusión en la que no le interesa meterse.

En silencio, continúa observando y empieza a fijarse en los que apenas abren la boca. ¿Por qué están tan callados? ¿Quizá intentan no llamar la atención y pasar desapercibidos?

Jacob se sento en el piso relativamnte cerca del resto, dejando descansar el martillo en el piso al lado suyo. No queria admitirlo pero los años podian llegar a ganarle en este momento, era cansador estar parado de forma formal todo el tiempo mientras se discute, pero debia conservar cierta etiqueta.

Miro a Valtar desde el piso. Es bueno que tu experiencia cercana a la muerte ha reformado tus malos modales... le dijo con sarcasmo Lo que es mejor que tu novio en vez de ayudarte o calmarte, te permita comportarte asi aunque casi te costo la vida no hace mucho. comento yendo con la mirada a Azhariel

Se termino de acostar y cerro los ojos, aunque prestaba mucha atension alrededor. Claro que lo agradeces chico si no, no quedarias como el heroe que admitiste querer ser al principio. concluyo cansado de hablar con ellos.

-Gracias, Jared. - Digo muy serio y de pronto - Gracias a ti no podré dormir esta noche y así podré ver a los asesinos, porque me has quitado el sueño al saber que te hemos decepcionado.

Me vuelvo hacia el tipo del martillo.

-Tranquilo, no te culpo. ¿Quieres que mueva a Mark para que puedas abrazarlo por la noche? Te hará sentir más seguro, como si hubiese alguien a quien le importase lo que dices.

Aun perdida el tiempo discutiendo del muerto de si era o no necesario o que se yo. Perdida de tiempo a mi parecer, ojala estuvieras aquí, necesitan de tu intelecto. Aunque no se si querrán ayuda, parece que aquí hay un grupito de seis que tienen la respuesta a todo y si no es así. Te responden con borderias y chorradas parecidas en fin...-Apoyado en una de las lapidas parecía dialogar consigo mismo, mientras el resto continuaba discutiendo lo que habían provocado horas atrás. Solo se quedo con dos cosas, lo dicho por la niña del moco colgante y del echo que como otros estaba cansado y decepcionado.

-Niña.-Hablo directamente a Escoria.-Si mañana continuamos ambos vivos, te propongo poner en practica lo que has sugerido, buscar algo mas de información sobre este lugar y el peligro real entre los efectos personales de la vieja Mimi.-Bostezo.-SI es que tienes ganas de algo asi claro.-Dicho esto se dejo caer, deslizando el espalda por la lapida, hasta quedar sentado en el suelo y sus mano derecha en su correspondiente espada.

-Espera, ¿Lo había sugerido la niña del moco o la ciega? Que mas da, ya me corregirá alguna de las dos.-Ahogo un nuevo bostezo.

-Calla, Valfar.-le digo sin poder evitar la sonrisa.-Reserva tus fuerzas para esta noche que puede que alguien más necesite tu ayuda.

Me acuesto a su lado mirándolo cara a cara. Tranquilo. Estoy a su lado. No hay nada que temer. Nada va a pasar. Raven se acuesta entre ambos, tan a gusto como yo. No se tumba, pero entierra su cabeza en su ala. Tiene órdenes de permanecer alerta y despertarnos si algo ocurre pero algo dentro de mí me dice que no ocurrirá.

Mañana por fin obtendremos las respuestas que necesitamos. El que muera o se atacado nos dará las pistas necesarias para confirmar o desmentir mis sospechas.

-Buenas noches, Valfar. Buenas noches Raven.

Me recuesto al lado de Azhariel y comienzo acariciar a Raven de forma distraída.

-Descansa tranquilo, Azhariel, no voy a dejar que nadie perturbe tu sueño, si cualquiera se atreve a atacarte de nuevo, morirá.

Yannick vio cómo muchos empezaban a prepararse para ir a dormir, y se sorprendió de que lo hicieran con tanta naturalidad. Sin embargo, contagiado por ellos, pensó en hacer lo mismo. ¿Nadie va a intentar permanecer despierto?, se preguntó, ¿de verdad lo dan tan por perdido?

Bueno, al menos se ponían unos cerca de otros, eso era bueno. Esperaba que más se unieran al grupo, así que decidió con la mirada dónde se quedaría él, y se preparó para despedirse.

Se acercó a Nybras entonces, acuclillándose frente a ella, a un par de metros. Le costaba estar tan cerca, con la pantera ahí, pero se convencía a sí mismo de que no tenía nada que temer.

- Espero que puedas salvarme tú a mí mañana. - le dijo serio, y le hizo un gesto para que chocara su puño con el de él, acercándose un poco con cuidado.

Después se levantó y se encaminó hacia Gael. Domino estaba sentada a su lado, y a ella le dedicó una mirada de desconfianza. Sin embargo, habló al viejo.

- Tu muerte nos aportaría algo de información, pero no suficiente como para que valga la pena que te dejes matar. - le dijo. Acto seguido, repitió con él el gesto del puño.

Luego caminó hacia donde se encontraba Eko. No le preocupaba si la gente lo miraba o no. Tener unas palabras hacia aquellos a los que empezaba a considerar compañeros era lo menos que podía hacer.

- Sé que puede sonar extraño. - le dijo en un tono más serio que a los otros - Pero me gustaría que supieras que no estás solo. Al menos hasta que me maten a mí. - después, de nuevo se dispuso a chocar su puño con el del negro.

Cuando lo hubo hecho se levantó para caminar hacia Eva.

- Sé que te caigo mal. - le dijo sin apartar la mirada de su animal - Pero no pareces tonta. Sobrevive para poder insultarme. - y, tras sus palabras se dio la vuelta, omitiendo en ella el saludo.

Luego se dirigió hacia Nekhbet. No tuvo muy claro qué decirle. La mujer había permanecido callada casi todo el tiempo desde lo de Mark.

- Espero poder ver cómo usas esa ballesta. - dijo con la misma simpleza con la que unas horas atrás había alabado el arma, para luego repetir el mismo gesto con ella.

Luego hizo un gesto a Jacob. No habían empezado con el mejor pie en algunos sentidos, pero desde luego parecía un hombre capaz de entender ciertas cosas. Tras pensárselo mejor se acercó a él con gesto serio. A sólo un metro de él le mantuvo la mirada, y entonces, de repente, una sonrisa se dibujó en el rostro de Yannick.

- No se nos muera de viejo. - le pidió riendo - O entonces sí creeremos en esos asesinos silenciosos. - luego recuperó la compostura, para dedicarle a él un saludo militar.

Y finalmente se acercó a Azhariel y Valfar, dispuesto a tumbarse cerca de ellos.

- Si vais a follar, procurad no hacer ruido. Cualquiera pensaría que son gemidos de dolor. - les dijo con una sonrisa, para luego repetir con ellos el gesto que había intentado* realizar con casi todos.

Luego, se preparó apoyándose contra una de las paredes semiderruidas, realmente cerca de los dos últimos, e hizo un gesto a Verona para que se acercase, por si aún seguía en pie su propuesta. Echó un vistazo a todos antes de prometerse a sí mismo aguantar despierto, estar preparado por si llegaban esos misteriosos asesinos. En estos momentos en lo que menos pensaba era en el sello. Esto era una batalla, antes que cualquier otra cosa, y lucharía por su supervivencia.

Una vez la chica se hubo acercado** se acomodó de nuevo contra la pared, cambiando ligeramente su postura para dejar claro que lo que iba a decir era en serio, antes de hablar.

- Como te mueras esta noche pensarán que he sido yo. Si me muero esta noche, pensaré que has sido tú. Espero que descanses tan profundamente como dices.

luego de escuchar a Yanick y a otros como Valfar digo -agradezco al menos tu decencia de contestar con cortesía  Yannick... esos gesto en los momentos precisos son los que marcan la diferencia cuando uno tiene la oportunidad de ayudar... a los demás que piensan que estoy hablando chorradas les digo... que en las situación que nos encontramos... tener un aliado... o al menos alguien que les respeta, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte... yo en lo personal prefiero la vida y la valoro como un don precioso...- luego de decir esto, le doy una mirada a Yannick, agradeciéndole la cortesía de contestar con buenos modales... luego me acomodo en el suelo, acostándome con mis manos detrás de mi cabeza  mirando el techo.

-Lamento decirlo así - Respondo al chico de la hoz con media sonrisa en mi cara - Pero no es momento para tener sexo con nadie - Miro a Jacob un segundo, como si eso implicase algo para él, y regreso a Yannick - Tengo que permanecer en vela para proteger a quien me importa, no vaya a ser que aparezca una nueva carmelita y nos convierta a Eko al cirstianismo, que tiene derecho a elegir sus creencias. - Eso último lo digo con un tono diferente, no con la acritud con la que he estado atacando la mayor parte del tiempo, esta vez es una broma con la que no pretendo ofender a Eko.

No reacciono de ninguna manera al comentario que de lejos se podia ver que llegaria, aunque se sintio decepcionado que el otro no dijiera nada. Paso unos segundos pensando en los posibles culpables, pero al sentir pasos abrio enseguida los ojos y miro fijo a Yannick.

Ya veremos mañana. le devolvio el saludo militar. Ten cuidado soldado y prueba quedarte despierto. dicho eso volvio a cerrar los ojos.

Se situó entre el grupo con suficiente espacio entre ellos. Tenía un mal presentimiento. No había visto salida alguna de ese lugar, y eso podía bien implicar que no había salvación para nadie. Cogió su ballesta, y cuando Yannick se acercó asintió con un gesto de cortesía y respondió:

- Espero no tener que usarla.

Ignore la palabras de Helmuth que no estaban aunque me hablase a la cara, dirigidas hacia mi...

Esperemos que las palabras de Gael sean ciertas ... aun asi  de seguro mañana nos traera algo mas de luz... esperando estar viva para verlo, pues como aqui la mayoria nuestra vida pende de lo bien o mal que caigamos a los asesinos....asi pues espero  seguir viva mañana para poder ayudar a quien verdaderamente lo merece....

Nybras permanece en silencio, observando como los demás van buscando sus lugares para pasar la noche, hasta que Yannick se le acerca. Una sonrisa divertida se dibuja en los labios de la joven al ver cómo se mantiene a distancia, temeroso de Nyx. 

- Espero que estés aquí para que podamos salvarte. - Dice, hablando en plural a propósito para que el muchacho comprenda que ellas son un equipo, no una mascota y su dueña.

Después choca el puño que él le ofrece con el suyo y la pantera levanta la cabeza, mirando a Yannick con ojos calmados, como si esperase algún gesto por su parte hacia ella. Nybras posa su mano sobre el cuello de su compañera mientras él se aleja. - Aún es pronto, pequeña. - Murmura hacia Nyx, que vuelve a recostar la cabeza entre las patas.

Con un suspiro la joven se recuesta sobre el lomo del animal, arrebujándose a su lado, y cierra los ojos, dispuesta a dormirse tranquilamente. No piensa perder el sueño ni siquiera en una situación como esta y algunos ya se han ofrecido para vigilar.

Sin decir nada, hice un gesto a Akerfeltz, quien acudió raudo a mi llamada y, al tocarle el lomo suavemente, el animal se tumbó a mi lado. Me tumbé junto a él y apoyé la cabeza sobre su espalda. Así es como solíamos domir cuando pasábamos las noches en las montañas o el campo. 

Nos situamos cerca del grupo, pero tampoco a una distancia demasiado excesiva, ni muy lejos ni muy cerca. Como ya dije, la idea de dormir todos juntos me parecía buena.