Partida Rol por web

La chica bajo el disfraz parecía ligeramente más bajita y tenía gafas, no era como la veía; me inquietaba un poco no saber a quién estaba besando, pero de todos modos me dejé llevar, era algo a lo que te exponías en una fiesta de disfraces.

Sus besos sabían a cereza y parecían tiernos y tímidos, algo que chocaba con su aspecto, aunque me gustó. Jugueteo con su lengua y yo la imité.

Cuando me separé de ella y vi que estaba a la altura de su cuello, me pregunté si para el resto de personas había estado besando su cuello. Me encogí de hombros, que importaba eso ¡¡¡¡la había besado!!!!bueno, para ser más exactos ¡¡¡¡me habían besado!!!!!

Vaaayaaaa, me gusta lo que puedo aportar a tu colección, mucho mejor que ser disecado. Le respondí con una sonrisa tonta. Ahora me alegro de ser un esqueleto. Y…te diré que hasta entonces ninguna chica había besado a este esqueleto. Espera, espera, espera, eso no debería haberlo dicho! Iba a quedar como un virgen patético! Esta noche, quiero decir. Porque sí que he besado antes a chicas, ufff a muchas, ni me acuerdo del número. Traté de arreglar, aunque se me notaba algo forzado y nervioso.  Mierda Jack, no metas la pata nuevo, cierra la boca. A muchas chicas? Quién se iba a creer eso?? Además ahora quedaría como el típico mujeriego. bueno, pero ninguna como tú, las demás eran peores y besaban fatal. Esperaba que eso lo arreglara un poco.

Y ahora que soy parte de tu colección, me preguntaba si podía ver tu aspecto real. Esperaba que no se enfadara mucho por esta petición, pero lo cierto era que tenía ganas de saber con quién me había dado mi primer beso.

Estaba sonrojado y nervioso, hablaba con ella y aunque nadie más que ella podía escucharme, se notaba por mi lenguaje corporal que ligar no era lo mío.

Me gusta, espero que me llamen otra vez para la colección. O sólo me puedo presentar como candidato una vez?

Fué rápido y conciso, prácticamente una orden. Algo sencillo.

Tómala de la mano, voltéala y bésala.

No necesité decir nada más, no quise... este era su momento. Y el tiempo jugaba en su contra.

Aunque al parecer, quizá ya había llegado demasiado tarde...

¿Y dónde estaría el espectáculo?

Me permití seguir con su tono bromista. Pero comentó de venir a la sala de los instrumentos y miré en la dirección en la que mi cuerpo se había marchado con cierta indiferencia.

¿Sabes tocar?

Pregunté, mi tono denotaba cierta indiferencia aunque mis ojos observaban de reojo con curiosidad.

Miré entonces a la chica reptiliana como si no terminase de encajarme algo de lo que había dicho.

No deberíais subestimar vuestro arte.

Mis ojos se alternaban de la una a la otra para finalmente romper el silencio.

¿Entonces? -les dí unos segundos para meditar- Hay muchas salas en esta fiesta, tanto reales como virtuales -hice una mueca que podría tomarse por una sonrisa muy fugaz-. Erik. Aunque fantasma me gusta.

Jajaja, deberías estar pendiente de tu cita!!

La he besado en los labios aunque no se haya visto de esa forma, pero gracias por el consejo.

Quedé atónita mirando a Erik. Realmente se notaba el dolor en su melodía...

Disfruté de el directo acomodada en uno de los sofás de la sala, cerrando los ojos y disfrutando de cada acorde. La situación se había tornado realmente intensa... Ese era el bello poder de la música. Supongo que podemos ponernos una máscara en nuestro día a día para protegernos, para superar las adversidades, para que nadie tenga que cargar con nuestros monstruos, pero no podemos engañar a un instrumento... No podemos esconder nuestra esencia del todo con tan burda fachada. Y, irónicamente, un par de desconocidos enmascarados estaban siendo más auténticos que nunca.

Cuando hubo terminado me puse en pie y caminé hacia él. Me quedé de pié a su lado. Se le veía agotado, dolido...

- Así que... somos un par de almas atormentadas después de todo... - le susurré, acariciandole la parte descubierta del rostro.

-Es una prueba- digo mentalmente a través del canal cerrado- Estoy bastante seguro de que quieren  ver como nos comportamos ante algo que no solo no hemos hecho nunca, si no que tampoco  esperábamos que fuera a pasar y por ende no podíamos prepararnos para ello.

Apreté el puño al terminar, apenas era consciente de dónde estaba. Me solía suceder a menudo cuando tocaba, la diferencia era que cuanto más personal, más me costaba volver. El pasado era algo con lo que vivir, de lo que aprender.

Al sentir su mano la realidad me golpeó un poco más y mi mano buscó capturar la suya, despacio y, desde mi posición, mirarle al único ojo que dejaba al descubierto. De algún modo la música era capaz de lo imposible, de romper máscaras y de unir a quienes bendecía de un modo profundo e íntimo.

Tormento... -repetí en un susurro para, acto seguido, besar su mano y ponerme en pie- es la música que nace para no ser escuchada -entonces me acerqué, mucho, demasiado, apenas un suspiro nos separaba, me incliné hacia delante y, apartando los cabellos hacia un lado, besé su cuello para alejarme rozando su rostro con el mío-. Tampoco es que tengamos... elección, ¿no?

Mi respiración estaba agitada, después de su baile con la muerte, después de mi prisión, sentía ansiedad, sentía deseo. Podía ver sus labios bajo el hocico de su máscara. Ambos estábamos heridos y una parte en mí deseaba tomar sus heridas, ayudarla a seguir adelante... total, yo ya estaba condenado. Otra parte deseaba salir corriendo, rabioso.

Tomé la copa blanca para beber un trago que me ayudase a desviar ese deseo y autodestrucción, pero tan pronto como el frío rozó mis dedos me arrepentí y dejé la copa que tembló. No recuerdo si cayó o no, pero no importaba, puse mi mano en su nuca y con un movimiento de mi rostro aparté un poco su máscara, lo justo para que mis labios encajasen en los suyos, besándola con un ansia devoradora, queriendo tomar cada momento de dolor de ella, fué bastante instintivo, bastante animal.

- ¿Entonces es una prueba? Eso tiene sentido para mi - En el tono del mensaje sientes que la mujer de disfraz reptiliano se refuerza - Entonces deberíamos estar preparados para el momento en el que introduzcan un elemento invasivo ¿No es cierto?

Maldita bebida del demonio... creo que está embotando mis reflejos. Eso no es bueno. Pararé de inmediato.

...

Bueno... cuando me la acabe. Es imposible que me haga más daño...

Hace una pausa, pensativa.

-¿Crees que habrá alguna clase de ataque simulado? - En el otro lado de la sala, puedes adivinar que su mirada va de un lado para otro calculando las entradas y salidas del recinto.- ¿O se tratará de otra clase de test? Y si es así ¿Qué tendríamos que hacer para aprobarlo?

Mientras que su cuerpo real da un sorbo más a tu copa, la imagen proyectada se levanta.

- ¿Saben lo que creo? Que si esto es alguna clase de test, la única forma de pasarlo es reconociendo el terreno y conocer todas sus fortalezas y debilidades.

Quiero ver lo que nos quieres enseñar. - Y hecha a andar más como si fuese a enfrentarse a manos desnudas con un león que como si se tratase de un capricho de placer.

Esta vez no te responde su voz. De hecho, el aspecto que da su imagen es de ignorarte deliberadamente, sin embargo recibes un mensaje desde su dirección, usando los enlaces neuronales como herramienta.

- ¿Muchas? - casi puedes sentir un poco de desilución en esa pregunta.

-¿Y qué es lo que las hacía peores? Tengo curiosidad. Dependiendo de tu respuesta, quizás... y sólo quizás, satisfaga tu petición.

La tensión en el ambiente era palpable. Al notar la cálidez de la mano, de su aliento y de sus labios contra el cuello... Interiormente ardía en furia y deseo.

- Siempre podemos elegir... pero eso ya lo discutiremos más tarde... Ahora prefiero rendirme a la locura. - notaba la sangre aglopandose en las mejillas y cada latido paliptar en los labios. Las imposiciones sociales siempre me habian importado una mierda, hoy no sería la exepción... Cuando el ansia quería llevarme a tomar la iniciativa, él se atrevió a dar el paso.

Nos fundimos en un beso. Tomé su nuca para poder profundizarlo, como si fuera un oasis en el desierto.

Empecé a empujarle, sin dejar de besar, hasta llegar a uno de los sofás de la sala, donde buscamente le empujé con suficientemente fuerza para tumbarle.

Parpadeé de pronto un tanto confundida, llevándome la mano detrás de la cabeza inconscientemente.
-¿Esto funciona? Vaya... No sé si te conozco o al menos si debería. ¿Podemos comunicarnos así con todos?

Cerré los ojos para centrarme en el sonido que producía y disfrutar de la música. Parpadeé y me limpié una lágrima del ojo con suavidad.
-Preciosa melodía- realmente sentía que realmente las palabras no podrían igualar al sentimiento que me había producido el sonido de la flauta. -¿Dónde aprendiste a tocar así? Me parece simplemente maravilloso el sonido que has conseguido arrancar de ese instrumento.

- No nos conocemos, pero tienes toda la razón. Esto no debería poder pasar. Alguien ha manipulado nuestros adaptadores de red de los chips para que funcionen en mido promiscuo.
Cualquiera puede hablar con cualquiera. Sólo tienes que focalizar una dirección y pasará.

¿Será esto parte de alguna clase de prueba?

- ¿E-eh? ¿Y-Yo? Ha-hablas con... ¿Conmigo? - Juego con mis manos algo incómodo - N-no he dicho nada a nadie, sólo bailo solitario, digo, no es que sea siempre solitarios, nada más que mi amigo anda por allá, creo... E-en fin, Creo que te has confundido de persona. - Me doy media vuelta y me alejo poco a poco - _{Puufff ¡una mujer me ha hablado! ¡Yeah! -} Susurro sin darme cuenta que la música cambiaba en ese momento, dejándose escuchar lo que acababa de decir.

Me quedé impresionada por la determinación repentina que mostraba Draconica, ¿sería que la copa se le estaba subiendo a la cabeza? A lo mejor se está empezando a abrir a los demás. Sonreí para mi misma. No me contuve en mostrar mi exaltación:
-¡Así se habla! Si señor, ese es el espíritu. Estaba muy contenta de haber conocido a Draconica y no me importaba que se me notara.
-Bueno Erik, aunque casi me hace más gracia llamarte fantasma, ya has oído, te seguimos ¿Qué diversiones nos propones en tu sala?.Le dije divertida, parecía que había encontrado buenos compañeros de juego. Me gustan los primeros momentos cuando conoces a gente nueva, esos instantes de incertidumbre son como una pequeña chispita de adrenalina.
Sin pensarlo más seguí los pasos de Draconica tranquilamente.

- Bueno, en algo hay que distraerse mientras no te tocan entrenamiento ni clases.-digo mientras devuelvo la flauta a su bolsa- Aun así con el poco tiempo libre del que disponemos lleva algo más de tiempo aprender, pero el resultado merece la pena. - Me giro hacia la barra- Camarero, otro mojito...- miro a Juliette- ¿Quieres tú otra bebida?

Fundidos en el beso empezó a echarme hacia atrás, pero sin separarse de mí, me resultó extraño pero no me importó, estaba demasiado sumergido en el momento hasta que caí de espaldas contra un sofá.

Mis ojos se abrieron bastante y mis pupilas se dilataron mientras mis labios se separaban para un simple...

Wow...

Sacudí la cabeza algo aturdido y sorprendido, pero pronto una sonrisa de aprobación y satisfacción apareció en mi rostro. En verdad no había esperado aquella reacción pero me gustaba. Rabia y pasión, como una tormenta en la selva. La tomé de la mano para con un suave tirón provocar que su cuerpo caiga sobre el mío y volver a besarla. Como una buena melodía que acababa de comenzar, no deseaba que terminase.

La sangre corría con fuerza por mis venas, golpeando mi sien e inundándome de deseo y sed. No había nada que ocultar, de modo que la ropa era un estorbo, por lo que mis manos se deslizaron para quitarle la ropa, buscando liberarla de las ataduras que representaban y, aunque mis dedos eran delicados, algunos movimientos eran bruscos al tirar de sus prendas para arrojarlas a un lado. Sin embargo y aunque una parte en mi interior se agitaba, temía que ella fuese a rechazar lo que estaba mostrándole, no me detuve.

Eeeeeeeehh aaaahhh me había pillado. Quizás haya exagerado un poco…. en realidad en tercero una chica me dio un beso en la mejilla cuando le di un lápiz, y ya está, eso es todo. Me puse nervioso, no había sido buena idea mentir, lo mejor era ser sincero aunque quedara patético. Sólo quería impresionarte, pero supongo que no me ha salido muy bien.