Partida Rol por web

Rivet City

Ocupantes: 8/8

Noche 0

Todo transcurría apaciblemente en la ciudad fortificada de Rivet City. El barco, anclado junto al muelle del Yermo Capital se mantenía seguro ya que su puente no estaba colocado de manera que alguien pudiera entrar... o salir de la ciudad. Estaba cerrada a cal y canto. Por suerte, los supervivientes han podido entrar el día anterior, antes de que se decretara la Ley Marcial en la ciudad y todos los que allí se encontraban deberían permanecer en ella hasta que se levantara. Los rumores que se escuchan en el mercado son que El Enclave ha desplegado fuerzas cerca del lugar y para mantener la seguridad de sus habitantes y sus investigaciones, el toque de queda había sido puesto en marcha.

Y allí están los supervivientes, en una sala que destinaron para ellos, ya que no eran habitantes de Rivet City. Una sala con paredes hechas de telas y plásticos, en un rincón del mercado de la cubierta inferior. Todo estaba tranquilo esta noche, pero los guardias parecían bastante nerviosos.

El niño miró a los demás supervivientes. Aparentaba unos 16 o 17 años  Estaba vestido con una camisa y pantalones de piel de Brahmin y unas botas de cuero de …”algo”. Una sonrisa bonachona se dibujó en su rostro.
-Hola Soy Prin. ¿Cómo se están?
La cara del jovenzuelo es amena y sus ojos transparentes

Madison pasea inquieta por la sala, "esta estupidez de ley marcial me aleja de mis investigaciones, en cualquier momento podría dar con la clave para purificar el agua"

Su prenda mas característica es su bata, otrora blanca ahora estaba un tanto amarillenta y desgastada, aunque Madison procuraba mantenerla escrupulosamente limpia, tanto como era posible

-mmm, en fin. Soy la doctora Madison Li, y estoy perdiendo mi valioso tiempo. ¿alguien sabe cuando va a acabar esto?-

-Beep. Bip bip bip. Bep bep. Biiiip. Bip. -El robot centinela pita reiteradas veces, cuando los guardias lo recluyen en una sala con otras personas en vez de permitirle el acceso a todo el complejo como deberían hacer. Pero hay cosas peores, así que el robot estudia de un vistazo a sus compañeros con sus herramientas de análisis del entorno, y luego da un par de giros flotando para asegurarse haber captado todo. A un costado, desgastado en una matrícula, puede leerse 2ED-E59, pero los números están casi borrados. Viendo que todo el mundo se está presentando, el robot recupera una grabación que se autoinicia al localizarla, y suena la voz de un hombre. -Eyebot Duraframe Sujeto E es... -entonces la grabación se corta. El robot centinela ya se ha presentado.

Prin observa a la Doctora con atención. "La señora que se presenta como doctora no parece estar contenta mmm… mejor el Robot"

El niño se acerca confiado. Lo mira alegremente.

-Hola Robot... nunca estuve tan cerca de un robot.
Gira alrededor del mismo examinándolo. Mira hacia los demas y señala a ED-E

-Hey hay alguien que sepa de esto, parece que se atasco la voz del robot

Lo mejor que podemos hacer con el Robot es convertirlo en chatarra, así valdrá algo... Dice sentado en un rincon apartado. -Me llamo Craig... Craig Boone.

El niño mira con una afable sonrisa a Craig Bone.

–Señor Bone no creo que Robot quiera volverse chatarra. Yo no querría volver chatarra. Mientras camina alrededor del robot inspeccionándolo encuentra la gastada matricula.

–ED E.  Susurra para sí mismo. Observa todos en la sala y suelta arrebatadamente un sinfín de preguntas–¿Que estaban haciendo aquí, buscan algo, se dirigen hacia algún lugar, necesitan ayuda?

DÍA 1

RIVET CITY

Algo parece que está sucediendo justo sobre el puente levadizo de Rivet City esta mañana. Los disparos de Láser y las balas, parecen repiquetear en las paredes de metal del barco y las explosiones de las granadas parecen caer justo encima de vuestras cabezas. El señor Washington, miembro del consejo de la ciudad, se ha ocupado de ver que todos vosotros os encontráis bien, pero lo más importante, que la estructura del barco aún resiste.

Tras una media hora de revuelo, los disparos parecen haber cesado, sin embargo, el puente levadizo que controlaba la entrada al portaaviones parece que ha resultado dañado y que deberá ser extendido para su completa reparación, ya que si no se repara, la seguridad de Rivet City mermaría demasiado.

Pero el peligro ha pasado, y el puente se ha colocado en su sitio para los que queráis marcharos de ese lugar.

Recursos:

No parece haber nada de utilidad en este lugar, al menos por ahora.

La cosa parece haberse tranquilizado, pero antes de que pueda volver a mis investigaciones se hace evidente un pequeño problema que comento a los demás con una actitud clínica

-no tenemos recursos. Eso no es bueno, Rivet city debería ser autosuficiente. Alguien debería ir y conseguir que una caravana pase por aquí-

Pringoso observa a Madison mientras habla, asintiendo con la cabeza. -Quizás en ciudad Megaton, podamos encontrar algo. No conviene viajar solo como sabrán. EL niño coloca una expresión bondadosa en la cara. -Podríamos ir todos juntos. ¿Que les parece?

-Bip bip bobip. -Declara con total seguridad el robot flotante. La visita del dignatario de estado de la ciudad es interesante, pero desde luego no suficiente como para tranquilizar a ED-E, así que da un par de vueltas en la sala en la que lo han dejado comprobando sus medidores. Y entonces, el combate cesa por fin y la puerta se abre. La científico-mujer se muestra interesada por la ciudad, y el chico quiere compañía frente a lo demás. Dando una vuelta en el aire frente al resto de supervivientes, otra de esas cintas grabadas empieza a sonar, como si se tratase de alguna clase de labios quemados por radiación. -Hasta la vista, pielsuave... -Entonces la cinta se detiene, y ED-E sale flotando por la pasarela, alejándose de Rivet City mientras suelta unos pocos pitidos cada vez al analizar el terreno frente a él.

- Bueno, bueno, ¿pero qué tenemos aquí? ¡Gente preparada para ayudarnos! - Dijo el Director del Museo de Rivet City. - Por lo visto, habéis querido quedaros aquí... bien, bien, bien... ¿queréis ganaros una recompensa? ¿Queréis quedaros aquí un largo tiempo? -

El anciano sonrió.

- Veréis, tenemos un serio problemilla con unas Ratas Topo en el nivel inferior... si queréis ayudar... a cambio de algunas cosillas que os harán la vida más fácil... bueno, sólo tenéis que decírmelo. ¿Qué tal estáis? ¿Necesitáis algo? Rivet City tiene de todo... para la gente que ayuda, claro está. -

EL estómago del niño rugió,  La idea de Abraham Washington no era tan mala. Observo a sus compañeros con cara de que aceptaran el encargo. –Que les parece, podríamos hacerlo ¿verdad?

Las palabras del anciano causan una reacción de sorpresa en mi, seguida de cierta indignación -¿esta diciendo que para disfrutar de los beneficios de estar en Rivet city he de hacer mas cosas? le recuerdo señor Lincoln que yo ejerzo como médico de este lugar. El hecho de que ahora mismo no hayan enfermos no quita el mas minimo valor a mis servicios, y por tanto no deberia tener que hacer un trabajo sucio como eliminar ratas-topo-

Pero en seguida el niño empieza a pedir que actuemos, claro, el no tiene ninguna cualificación profesional y necesita hacer esta clase de trabajos, supongo que será huerfano, y que podría ayudarle un poco

-bueno, supongo que si vais a eliminar esas alimañas podría acompañaros, para daros la adecuada atención médico-sanitaria claro, yo no soy una luchadora-

Madison Li baja por las escalerillas hasta llegar a un sitio dónde...

¡Una ratatopo parece estar comiéndose un cadaver!

Por ahora, la ratatopo no se ha dado cuenta que la doctora está allí, ¡por lo que tiene un asalto sorpresa!

Pringoso se asoma por el costado derecho de Madison. Una cara de sorpresa y entusiasmo aparece en su rostro. -Woooooaaaaauuuu, que pedazo de rata.

El niño saca una piedra de su bolsillo, se prepara para arrojarla, apunta y...

Noche 1

Rivet City

Tras realizar el pequeño trabajito que les habían encomendado, los supervivientes regresaron junto con Abraham. El hombre parecía bastante contento y además, pudistéis ver que la mesa estaba preparada. Había comida para todos, y también agua para beber, por lo que hoy no ibáis a pasar nada de hambre e ibáis a llenar el estómago.

El anciano se sentó en la mesa, y tras dar la orden, todos os pusistéis a comer. Al parecer, las reparaciones de la puerta han dado sus frutos, ya que esta noche, nadie ha entrado a atacaros.

Abraham os invitó a sentaros, y tras bendecir la mesa, os pusistéis a comer.

Aunque un tanto molesta por haber tenido que hacer yo todo el trabajo con el asunto de las ratastopo procuro mostrarme civilizada en la cena, supongo que ya llegará el momento de que los otros resulten útiles, o eso espero

-buen provecho-