Partida Rol por web

El intercomunicador se volvió a abrir.

- Hum... así que negociando... bueno, veamos... si matáis a los necrofagos, dejo pasar a cinco de vosotros en una estancia vigilada por mis hombres. Los otros tres que quedan fuera, se pueden marchar hacia Megatón para hacer estallar el artefacto o... -

El hombre se quedó en silencio unos segundos.

- Matad a los Necrófagos y después, os dejo pasar a todos. Tal vez me podáis ayudar con un trabajito aquí dentro, y nos olvidamos de Megatón, ¿os parece bien? La entrada al alcantarillado está justo a la derecha de esta puerta. -

Podeis ver la entrada, cerrada con una puerta de metal.

Asiento ante las palabras del interfono -Bien, bien, la diplomacia siempre funciona, sobre todo cuando uno tiene a una Legión de hombres armados con él. ¿Quien viene a matar necrófagos y a dormir tranquilamente? -pregunto mientras miro el acceso al alcantarillado y los alrededores.

Al final parece que se había reducido todo a matar necrófagos y otro recado cuando estuvieran en el interior. Si los necrófagos eran molestos, Aurelius no tenía ninguna razón para negarse a hacerlo.

-Aurelius está contigo... matemos a esos necrófagos incordio.

-Señor, Sargento RL-3 en misión de exterminio de necrófagos.

Aprieto los dientes y digo al señor Burke:

Fawkes sabe que usted miente.

Fawkes no soporto a los mentirosos.

La furia me llena mientras aprieto los puños y mis brazos empiezan a ponerse tensos.

La hipótesis de compañero de viaje Fawkes tenía mucha coherencia, pero no debíamos meternos en problemas en aquel lugar.

Escucha Fawkes, no hace falta que te pongas así, vayamos y dejemos a esta gente que se divierta a su manera. 

Efectivamente Fawkes, como dice Tabitha, será mejor dejar algunos aquí. Habrá cosas más interesantes en otro lugar...No voy a matar a mi misma raza. No seré yo quién lo haga, sin ningún motivo de peso. Lo que ha dicho el encargado de aquí no es suficiente para mi.

Necesito mi recompensa si mato a alguien de mi raza.

No hay mucho que decir. Me mantengo al margen durante toda la conversación. Mi decisión ya está tomada de antemano, no por mí, sino por mi amo. ¿Qué más da si la misión es estallar Megatón o matar necrófagos? Lo que diga el amo, es lo que importa para mi.

- Voy con usted, amo.

Clover, el Sargento, Aurelius y Cesar abren la puerta y comienzan a descender por las escaleras mientras que los demás se quedan allí con tranquilidad, hablando de lo que iban a hacer. Lo hacen con cuidado, para no ser descubiertos, ya que los necrófagos salvajes son bastante inteligentes, pese a ser unos seres completamente irradiados. Bajáis despacio hasta llegar a una especie de salas con trastos...

¡Y justo a un lado podéis ver a cuatro necrófagos agazapados!

¡Parecen estár comiéndose a un ser humano!

Por suerte para vosotros, aún no os han visto...

Amigo Fawkes creo que nosotros tomamos la decisión de quedarnos al margen de esta disputa.

El Sargento orientó sus ametralladoras y las descargó con brutal eficiencia sobre el necrófago más cercano.

Ahí estaban esas bestias, no habían notado su presencia. Y si todo salía bien, seguirían sin notarla incluso morirían si percatarse.

-Es la hora de las tortas*- dijo en apenas un susurro antes de atacar a aquellas bestias con su servopuño. Aunque quizá habló demasiado alto, porque sintió como el ser esquivaba su puño.

Vi que lo que estaban en tempany se fueron a disparar algunos seres extraños. Yo me quede por el momento a la retaguardia, y me aparte del rumbo que tomaron, me que a la espera que llegasen los demás compañeros sanos y salvos...

Desciendo junto a mis tres compañeros y no tardo en notar el hedor propio de los necrófagos. Parece que, demasiados absortos en su propia inmundicia, no se han percatado de nuestra presencia. Sus bocas suenan mientras mastican la carne de un cadaver, momento que aprovecho para lanzarme contra ellos y estrellar mi servopuño en la nuca de una de las bestias.

Cesar y el Sargento acaban con los necrófagos de un movimiento, mientras que Aurelius no puede impactar sobre uno de ellos. Mientras tanto, Cereza está acechando a otro...

Pero el que Aurelius no pudo matar, se lanza sobre él para atacarle...

Noche 1

Torre Tempenny

Tras realizar el pequeño trabajito que les habían encomendado, los supervivientes regresaron a la puerta y allí estaba el Señor Burke con una sonrisa en la boca. El hombre parecía bastante contento y además, pudistéis ver que tras la entrada, en el patio principal de la torre, había una mesa estaba preparada. Había comida para todos, y también agua para beber, por lo que hoy no ibáis a pasar nada de hambre e ibáis a llenar el estómago.

En su mano, tenía la recompensa que todos estabáis esperando. Un muñecote azul, con la cabeza muy grande, que al parecer, tenía alguna especie de valor.

Sin embargo, en ese momento se escuchó un aullido, y ruidos de cristales rotos y disparos... os pusistéis de pie justo a tiempo para ver que por la puerta a punto de cerrarse entraban dos supermutantes armados con dos tuberias de acero enormes, que ninguno de vosotros podriáis coger entre vuestras manos...

¡Y van a por vosotros!

Observo con una mueca de satisfacción como las puertas de la Torre Tempeny se nos abren, ofreciéndonos cobijo y comida. Me acerco junto al resto, para coger mi justa recompensa, cuando un par de mutantes entran armados por las grandes puertas a medio cerrar.

No me lo pienso demasiado, mi gente estaba aquí y debía defenderla -Vamos, matadlos antes de que nos maten a nosotros.

Acompaño al grupo a encargarme de los necrófagos, pero sólo en espíritu. Me quedo rezagada mientras ellos se ocupan de matar a esos monstruos, que yo no tengo ni experiencia en combate ni armas. Al final resulta que hacemos un buen trabajo en equipo y ha sido sencillísimo, con el resultado de que podemos disfrutar de una buena comida y... uffff, que me excito... agua limpia.

El premio es una mierda radiactiva ASÍ de grande. O eso me parece, pero a quién le importa. Tampoco me puedo quejar, no he sido yo quien se ha jugado el cuello. Esperaba más de los pijos de la Torre Tempenny, pero qué más da. La seguridad, ESO sí que apesta. ¿Cómo dejan entrar a dos supermutantes tan fácilmente? Para esto sí que no necesito una orden expresa: voy a correr a intentar esconderme detrás del robot ese, que parece estar bien armado.