Partida Rol por web

Terminé de poner el abono en la maceta. Sonreí levemente tras dibujar unas flores en la parte superior de la tierra que cubría la mandrágora. De repente se hizo el silencio tras el alboroto de varias discusiones. Fruncí el ceño y levanté la vista. Lo que vi hizo acelerar mi corazón, una nube negra con forma de calavera de cuya boca salía una serpiente. La profesora entró en shock y entonces nos hizo correr todos juntos hacia el gran comedor.

Yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Me iba empapando poco a poco de la historia de Hogwarts gracias a lo que mis compañeros de Slytherin me iban contando. Esa visión me había dado terror, era muy fea. Ver a la profesora Sprout y a la enfermera de Hogwarts tan preocupadas no podía significar nada bueno.

Me mantuve cerca de mis amigas por puro miedo. Cuando apareció un fantasma de un chico en mitad de la mesa diciendo cosas horribles y escuché quien era por boca de Ladien mis ojos se humedecieron. No podía ser que esto estuviera pasando. ¿De verdad era él y había vuelto para hacernos daño?.

Según Kenma salia miro a una señora que con la mirada perdida miraba fijamente el cielo, en ese momento mientras el rubio le sigue la dirección ve como unas nubes oscuras y un techo celeste apagado como si una gran tormenta se avecinaba, en ese momento cuando unas palabras resuenan algo escalofriantes como una imagen demoníaca aparece y la mujer asustada comienza a gritos a llevarnos a un lugar seguro llevándonos al jardín en lo que Kenma algo asustado aunque no lo pareciera por su frio semblante, acabando en una sala echa comedores donde les ordenaron sentarse y quedarse ahí. Cuando un espíritu parece aparecer y el joven nervioso mientras su gato Luna gruñe avispado frente al peligro que parecía sentirse en el aire.

- Es el tiempo.... tal como lo soñé. .  dijo en voz baja 

Estuvo a punto de responder a la propuesta de su amiga cuando Galadriel les interrumpió. La chica había escuchado la idea de Maren y no le había hecho gracia. Tyler le sonreía divertido imaginándose a la chica mojada, perdiendo todo su glamour y asesinándolo con la mirada.

-No, bonita, se me acaba de ocurrir.- se encogió de hombros y parpadeando lentamente los ojos orgulloso de sus propias ocurrencias. - Esta mañana pensaba en otra cosa…- le respondió con una sonrisa ladina antes de que Valeria reclamara a Galadriel.

Pero entonces el cielo se tornó oscuro, un silencio repentino se hizo con el invernadero. Todos miraron por la ventana y vieron como unas nubes formaban una forma siniestra y luego se tornó verde. Tyler sintió el miedo de su compañera cuando apretó su mano. Y antes de que ella hiciera su petición, él aferró la mano de la chica manteniéndola cerca de él.

Con que esta es la famosa marca tenebrosa… Pensó observando la figura en forma de llamada. De pronto sintió que aquel momento necesitaba banda sonrosa, de reojo miró su reproductor y bajando el volumen al mínimo sonó otro tema por sus cascos. Nightcall le pareció un tema apropiado.

Ya en el Gran Salón, Maren llamó a sus compañeros de casa, mientras él mantenía la localización de muchos de sus compañeros con la mirada, incluida la de Harpía. Finalmente los leones se sentaron juntos, pero el chico procuró sentarse cerca de una tejona en particular.

La enfermera volvió tras la búsqueda del resto de alumnos y profesores, pero su expresión era aún más angustiada que cuando se fue. Según Poppy, todos estaban en un estado de coma. Y al terminar su relato, algo mágico y tenebroso surge sobre la mesa.

Tyler escuchó al fantasma, y por primera vez en su rostro se dibujó una expresión seria. No le gustó lo que les venía encima. – Fuck off- susurró en su acento americano cuando desapareció el fantasma, solo audibles para los más cercanos.

De un fugaz vistazo a los presentes de la mesa, Tyler comprobó como la tensión reinaba el momento. Escuchó de pasada el comentario de Kenma.

– ¿Y qué soñaste, sol naciente? – preguntó curioso pero franco al asiático, aun dudoso de si era un chico o una chica.

Permanezco atento a la clase de herbología, mientras mi mirada se centra en Gala que evita mis comentarios... es obvio que a pesar de su lengua afilada, su mente no es como la de un Ravenclaw y prefiere obviar.

Asiento aceptando su derrota, cuando el cielo parece rugir. La señora Sprout, se pone nerviosa, lo cuál no ayuda a conservar la calma, y miro a todos lados, como el resto reacciona, mientras busco la pared con las manos, mientras aquella esencia se materializaba, en forma de calavera que escupía serpientes.... Algunos parecían obviar que significaba aquello o preferían hacerlo. Tragué saliva y seguí las indicaciones de Sprout y Poomfey.

Llegamos al Comedor intercalando caídas y el aliento contenido. Comienzo a comerme las uñas nervioso, mientras miro la puerta esperando que Robert, aparezca con sus amigos de quinto y nos podamos calmar... pero en vez de ello, la Señorita Poomfrey avisa de que todos parecen dormir, en un sueño o maldición... Me centro ahora en los fantasmas que parecen ir igual, cuando una figura empieza a dibujarse y tras presentarse y la confirmación de algunos compañeros me hacen ir de nuevo junto a la pared.

Permanezco callado, y mirando con ojos alternos a todos y cada uno de los presentes... Aquel juego macabro empezaba con algo de información. Tom Riddle dice estar apoyado por cuatro de los presentes. ¿Tan seguro estaba de su vuelta?.

¿Qué cuatro... y por qué?. Aprieto las manos contra la pared, estábamos solos. Y de aquella manera encontraba la respuesta a la segunda pregunta. Intentaba separarnos para hacernos débiles... y el miedo sin quererlo lo haría al final.

Aprieto los ojos deseando que todo sea un sueño, pero entonces al abrirlos todo sigue igual. Un chico de intercambio dice en aquel momento haber soñado con aquello. Lo cuál me hace ponerme tenso y decir con voz algo baja.- ¿Y por qué no avisaste a McGonagall o a la profesora de Astromía...?. En Hufflepuff siempre, se dice que la ayuda de un amigo te hará sentir mejor... que la victoria en solitario.

Todo el centro de atención fue dirigido al rubio que con asombro y con timidez en su mirada, miro a los presentes maldiciendo su costumbre de pensar en alto. - eh. .pues...Yo .. . Se quedo sin palabras mientras inclino su rostro pensando en que poder hacer en estos momentos dejando su lacio cabello casi ocultando su fino rostro .- el futuro no siempre... to...ma el mismo... camino Dijo susurrando 

Cuando Tim acabó de trasplantar la mandrágora suspiró y se limpió el barro de las mejillas. Ya no sentía la rojez y parecía que la gente empezaba a tomarse en serió la tarea. Pero algo raro había en el ambiente. En el cielo apareció una extraña figura y la profesora palideció de repente. Por algún extraño motivo, la figura del cielo le ponía nervioso y parecía surtir el mismo efecto con todos sus compañeros.

"¿Qué sucede?" pensó mientras sentía un temblor recorrer su espinazo.

Cuando la enfermera llegó y les llevó hacia el comedor sintió como alguien se aferraba su camisa. Bajo un poco el paso, pero no miró a quien le había sujetado. Estaba intranquilo. Tanto por no saber que era lo que pasaba como por que todo en el colegio parecía parado, como si estuviera en una burbuja temporal de la que ellos se habían librado.

La parálisis parecía haber afectado a todos los fantasmas, a todos menos a uno.

Cuando este habló lo identificó en seguida. Pero... ¡No podía ser! Todas las historias que había escuchado hablaban de su final durante un combate en esta misma escuela. Y ahora decía que mientras tuviera seguidores seguiría existiendo. Sintió como el miedo le agarrotaba las extremidades y helaba su corazón.

- Cuatro seguidores... Ha dicho cuatro... ¿Serán los Slytherin ?- Meditó en silencio. - No, no puede ser. - Sabía que antaño los miembros de Slytherin se malograban y se unían al señor oscuro, pero sabía que también otras casas habían tenido seguidores entre sus filas. ¿En quien podrían confiar salvo en los profesores?

Las circunstancias se precipitaron de tal modo, que fue imposible no sentir terror. 

-¿Lo habéis oído? Todos están dormidos, menos nosotros.. Los que estábamos en el invernadero -miré a mi alrededor, viendo las caras de mis amigos, de y de las únicas adultas que nos acompañaban: la profesora Sprout y la señora Pomfrey.

-Ha dicho.. ¿hay cuatro traidores entre nosotros? ¿Es eso posible? ¿Alguno de vosotros ha deseado que vuelva el señor oscuro?

Aun no había despertado de mi ensoñación cuando la enfermera nos llamo alarmada, tampoco había trasplantado mi mandrágora y mucho menos me entere de la nube parlante. Pero siguiendo al resto camine hasta el comedor, donde miraba con cara de dormido al resto, restregándome los ojos sin llegar a saber porque estábamos allí, hasta que los abrí tanto como pude al recordar que había olvidado el libro en el invernadero. Pero antes de poder salir a buscarlo, un fantasma del pasado apareció para mordernos el culo. Y como muchos allí, no entendía nada.

-Ay Caramba. -Ni en mis peores pesadillas me esperaba algo así, aunque a decir verdad pocas pesadillas recordaba. -Y entonces... ¿Estamos atrapados? -Busco a Pomona con la mirada, después de todo era ella en quien mas confió.

Pasado el estupor inicial James comprobó su reloj de bolsillo cuando la nube cambió su tonalidad a verde, el tiempo quedaba grabado en su reloj como un diario. Fué mirando su reloj cuando les condujeron al comedor, la hora en la que entraron, la hora en que la primera golosina fué probada, la hora en la que el profético Tom Riddle apareció con su amenaza.

Tenían una amenaza. Algunos comentarios estúpidos se sucedieron

James se había mantenido con ambas manos en su regazo, sosteniendo el reloj de bolsillo, con la barbilla pegada al pecho y la mirada vuelta hacia sus compañeros a través de su flequillo negro. Habían seguidores del señor oscuro entre ellos, entre alumnos de tan solo segundo curso, era lo peor, una vergüenza para la comunidad mágica violar así la ley.

No habría manera de ver a los seguidores.. ¿Cuatro? Decían sus compañeros, eran veinticuatro alumnos, era una auténtica locura petrificar a alguien, lo mejor sería simplemente observar.

Nunca funcionaba bien por las mañanas, por lo que apenas se puso las orejeras de protección contra las mandragoras, se quedó dormido. Aquello parecía imposible, pero cuando de dormir se trataba, ni la peor tormenta eléctrica podía despertarle. Así que eso hizo casi toda la clase de herbología: dormir. Pero cuando esta ya estaba casi llegando a su fin, se despertó, y por el rostro de todos notaba que se había ahorrado una buena dosis de discusiones infantiles y sin sentido. Pero todo cambió cuando apareció la Marca Tenebrosa en el cielo. Su familia le había hablado de ello, y tenía claro cuál era el peso político de ese evento... Su padre, todo el Ministerio de Magia iba a enloquecer cuando se enteraran... si es que lo lograban.

La aparición del fantasma, lo que dijo la enfermera... todo había cambiado. ¿Qué iba a hacer un montón de niños contra seguidores del Señor Oscuro? 

- Esto es... terrible... - 

Estamos perdidos...¿Que podemos hacer nosotros? Si estuviera la profesora McGonagall con nosotros, tendriamos alguna posibilidad, pero ella también esta dormida...

Cuatro traidores entre nosotros, ¿como puede haber quien quiera el regreso de ese?

- Estamos perdidos... ¿En quien podemos confiar?

Llevaba ya unos minutos ayudando a mis compañeros de ravenclaw a trasplantar aquellas mandrágoras chillonas cuando el cielo empezó a oscurecerse, las nubes se tornaron con la forma de una calavera y de ella salía una serpiente de la boca, sin duda alguna eso no era una buena señal y por lo que sucedió a continuación algo había sucedido en la escuela.

La enfermera llego al herbolario y nos llevo junto con la profesora Sprout al comedor, allí no había nadie, eso ya me resultaba extraño, y lo peor de todo fue saber que todos los demás profesores, alumnos, incluso los fantasmas estaban en estado de shock, ¿No habremos salvado gracias a las orejeras? Era lo único que se me ocurría, sino porque seguíamos bien.

Entonces apareció el fantasma de Tom Riddle, su historia ya la conocía, no había pasado mucho tiempo en Howarts y su nombre era mencionado numerosas veces, él estaba detrás de todo esto y según dijo cuatro de nosotros le devolverá el poder a costa de la vida de los demás. 

Mire a mi derecha, allí estaba Adrien, No puede ser cierto, ¿Como vamos a saber quien de nosotros esta con él?

Luego mire a los Slytherin, estaba convencido de que ellos estaban con el fantasma.

Asiento aún con la voz medio dormida y sin moverme del lugar a las palabras de Mandy, aquella Gryffindor, era rápida y parecía que el valor que poseía nos ayudaba a encontrar formas que dieran con la solución.- El jaleo que las crías de Mandrágora formaban nos han salvado...

La mente estaba con nuestra casa, Ravenclaw, pero sin el valor para encontrar pistas en aquel miedo estábamos perdidos, había que trabajar juntos.

Willy daba otra pincelada que se nos acababa de escapar. Busqué con la mirada a la Profesora Sprout y a la Enfermera Poomfey, y dije.- ¿Estámos atrapados?... ¿No podemos usar ninguna salida y pedir ayuda al exterior?...

Kerry, preguntaba cómo, pero antes quería saber si estabamos solos, o quizás el ministerio o los aurores nos podrían ayudar. Seguro que el Tio Tob nos ayudaría sin dudar, si le informábamos de lo que nos acababa de pasar...

Galadriel miró con simpatía a su compañera de Ravenclaw. Probablemente era la única persona que no la sacaba de quicio. -Querrás decir "peliculas"- rió dulcemente, algo raro. Haciendo caso omiso a lo que Tyler le había dicho, se quedó sorprendida al ver lo que ocurría en el cielo. -La marca tenebrosa...- susurró para si misma. 

Al ser movidos al gran salón, se enteró de lo que ocurría, todos estaban dormido y eran las únicas personas que seguían despiertas. Casi no dijo nada, luego apareció la figura de Tom Riddle, el señor tenebroso. 4 Personas eran traidores. Eramos muchos aún como para tener una noción de quién era quién. Todos, o la gran mayoría era conocido de Galadriel desde primer año. A pesar del constante odio que repartía a todos, no quería decir que en realidad los odiara. No podía permitir que algo le pasase a alguno de sus compañeros, por muy irritantes que fueran. 

Su "amigo" (en realidad, enemigo) más cercano era Tyler, por lo que se acercó a él en ese instante, alcanzando a escuchar lo que le replicaban a Kenma, que él había soñado con lo sucedido. -Adriel, no es momento de pensar en lo que ya no sucedió- Dijo mientras miraba a Tyler. -Tenemos que hacer algo, Tyler- Le dijo a su compañero a modo de susurro. -No escucho a Elyas por ningún lado, esto es algo serio- Terminó, para dirigirse a Kenma. 

-Disculpa, eres Kenma, ¿No?- Preguntó sin ánimos de ser ofensiva o agresiva. -¿Podrías decirnos qué soñaste?- Tenían que hacerse con toda la información que pudieran.

Continuaba atenta a las conversaciones hasta que el Raven capta por completo mi atención, así que cambiando el lugar, tomo asiento junto a Adrien. - Lo que dices tiene mucho sentido, podríamos indagar sobre ello. Puedo ayudarte, tal vez tu inteligencia y mi valor sirvan de algo siempre y cuando tengamos el mismo objetivo: Saber lo que sucede aquí. - expreso en un tono seguro, me fastidiaba la actitud de algunos, al restarle importancia a sus palabras. 

- Todos hemos escuchado las historias de Voldemort y como surgió de nuevo. Hay que estar atentos y ver más allá de lo que aparenta, si esa marca apareció es porque alguien la invocó. - afirmo segura, me pasaba la mayor parte del día explorando el castillo y tenía mi propio mapa. Ser traviesa y romper las reglas en algunas ocasiones podía favorecerme. 

Quiero, nervioso y escuchando todas las conversaciones atentamente Kenya estaba formulando su propia teoría sobre esto y por unos momentos dejo de atender , naufragando en sus pensamientos tratando de encontrar algo para entender la situación.  Después de unos momentos, la voy de una mujer que como eco levemente hizo regresar al rubio de su estado mirándolo atentamente algo indeciso. -Decir...te lo que... soñé? No creo que sea adecuado... si todo va según lo...previsto... habrá sangre esta noche... dijo sin tapujos inclinando su rostro para no mirar a la joven de cabellos dorados que le pregunto.

_{- ¿Como que según lo previsto? ¿Sangre? -} preguntó Valeria entre sollozos al escuchar a Kenma _{- ¿No dijo que solo petrificaciones? -} la chica respiraba con algo de dificultad por el ataque de pánico que tenía y miraba al asiático con ojos dilatados por el miedo. _{- ¿Por qué no ibas a contarlo, es que quieres que pase?}

Por un momento pareció que Valeria se iba a apoyar en alguno de sus compañeros pero... ¿Y si es uno de ellos? La idea aterraba a la chica que terminó encogiéndose en alguno de los bancos y cerrando los ojos fuerte, deseando que aquello no fuera más que otra de las historias que tanto leía. Pero nunca le gustaron las historias de miedo...

Busco con la mirada a Dmitri, para mi es uno de los compañeros más inteligentes de la casa Slytherin. Me acerco y le digo siguiendo con una conversación sobre el mundo muggle: -El ajedrez mágico es igual en ambos mundos, para ganar has de estudiar los movimientos del adversario. Mi padre trabaja como químico, con porcentajes y probabilidades. Por algo las pociones son mi debilidad, porque en parte siento que combino la magia y la inteligencia cuando trabajo con ellas. Esa inteligencia que en el mundo muggle nos ayuda a superarnos.

Hay una pista clara... Kenma asegura que habrá sangre esta noche. ¿Y será limpia, mestiza o sucia como la mía?. Que estamos solos en esto es un hecho. Todo el mundo ha caído dormido. La profesora Sprout y la señora Pomfrey están perdidas, nos han reunido aquí y no saben que hacer. Pues hay que pensar con la cabeza fría, fría como el hielo, y juntos sin separarnos seamos de la casa que seamos.

-Creo que el señor tenebroso sabe que esto no es un juego para niños comunes. Hay valentía y honradez en todas las casas y del mismo modo magos y brujas cuyos corazones ocultan intenciones oscuras. ¿Ha quedado claro que pienso que los cuatro traidores están repartidos en las cuatro casas?

En ese justo momento cuando todos hablan entre sí y para si mismos, con la confusión y el temor de lo que podría venir o suceder, Kenya arrastró su si ya hacía atrás levantándose del asiento con su gata subida a su hombro, la tensión era grande pero el no vino a la escuela solo aprender, el rubio tenia otro objetivo y no se quedaría esperando así que que comenzó el camino hacia la ancha puerta para tratar de salir y buscar respuestas por si mismo ¿Qué clase de mago es ese señor tenebroso ? ¿sabrá artes demoníacas?  

Siento alguien a mi lado y miro con extrañeza hasta que capto quien es. A pesar de ello, aún no podía confiar en nadie. Asiento y digo a media voz.- Eso espero, que nos ayudemos todos sin barreras de casas, pues ya en el pasado hubo manchas en todas ellas...

Mis palabras se certificaban con la astuta historia de Lavinia, una sibilina hija de Slytherin. Asiento con la cabeza a sus palabras y le digo con un poco más de voz para que me pueda escuchar.- ¿A qué te refieres con el ajedrez de ambos mundos...?

Mientras hablaba seguía con la mirada a Kenma que parecía buscar una salida, siguiendo sus pasos mientras escuchaba a la Slytherin.